Partida Rol por web

El sacerdote Kominski llegó a primera hora de la mañana a la casa de los Blackriver. Ya vino desayunado del hotel. Tras saludar con sobriedad, más afable que ayer por la tarde, pero con semblante serio por lo que tenía que venir ese día, aunque más activo que de costumbre, buscó algún sitio para poder hablar con sus socios en calma y a solas. La biblioteca podía ser un sitio adecuado, pues pensaba que sería fácil encontrar allí a Vera, por ejemplo.

Stra Haynes, Sr.Bentley, ayer por la noche pude hablar con Sir Larek a solas en su habitación, como bien sabrán. Además pasadas las 21.00h, pude entrevistarme con el sr.Pike, el mayordomo, en una taberna cercana. Tengo a bien explicarles detalladamente nuestras conversaciones les ruego sean discretos, como es habitual en nosotros. Tómense su tiempo para analizar esas palabras y háganme saber, por favoe, su más que sagaz opinión para cómo proceder, y tal vez, establecer una hoja de ruta que nos ayude con la resolución de nuestra compleja labor con los Blackriver.

La mañana es despejada, tanto Sir Larek como su hijo se han levantado y desayunado (7:00 AM), parecen tranquilos, esto lo han hecho ya varias veces. Al terminar se dirigen al despacho a trabajar, media hora más tarde sale de él Evans con la excusa de ir a un banco a tramitar documentos.

Para las 10:30 aparece Tadam, justo antes de la misa oficiada en la parroquia local donde acuden tanto el padre como el hijo. En ese momento se dirije a la sala donde se realizará la sesión. Aparece con un maletín de tamaño medio.

Caballeros, estoy encantado de verles y por supuesto reitero la invitación ofrecida por el Sr Blackriver. Necesito santificar la sala y en cierta medida, eliminar los malos espíritus, creo que el anterior medium no lo hacía, su gran error. Así que si me permiten, debo terminar antes que regresen el Sr. y su hijo.

Vera no apareció en la biblioteca, estaba en su dormitorio. Se había enfrascado en la lectura, y por mucho que quería haberse acostado temprano para estar descansada, la lectura le absorbió toda la noche. Recabó mucha información de los libros y en ocasiones contradictoria. (me falta el resultado de la tirada). 

 La biblioteca podía ser un sitio adecuado, pues pensaba que sería fácil encontrar allí a Vera, por ejemplo.

Stra Haynes, Sr.Bentley, ayer por la noche pude hablar con Sir Larek a solas en su habitación, como bien sabrán. Además pasadas las 21.00h, pude entrevistarme con el sr.Pike, el mayordomo, en una taberna cercana. Tengo a bien explicarles detalladamente nuestras conversaciones les ruego sean discretos, como es habitual en nosotros. Tómense su tiempo para analizar esas palabras y háganme saber, por favoe, su más que sagaz opinión para cómo proceder, y tal vez, establecer una hoja de ruta que nos ayude con la resolución de nuestra compleja labor con los Blackriver.

El padre Kominski encontró a Vera en su dormitorio, agotada y a punto de acostarse. Allí podrían cruzar opiniones. La joven le pidió al sacerdote un descanso para poder acudir a la sesión en plenas condiciones - Padre, me temo que preciso unas horas de descanso. El asunto requiere que acudamos en plenas condiciones. Si habla con nuestro anfitrión, no creo que tenga problemas en un pequeño receso si con ello garantizamos el buen funcionamiento de nuestra empresa - 

A parte de eso, Vera y Kominski cruzaron conocimientos y opiniones de cuanto había acontecido

El sacerdote Kominski asistió preocupado a la declaración de la señorita Haynes.
Sabía que su ímpetu en algunas ocasiones era una gran virtud, pero en otras, como en está, le había jugado una mala pasada. Se había pasado la noche en vela deseando conocer.

-Stra.Haynes. Entiedo su posición y sé lo que me pide. No me hace gracia estar relacionado con asuntos relativos a sesiones espiritistas,y menos bajo la batuta de ese siniestro individuo, pero hablaré con Sir Larek en cuánto regrese de la parroquia y le pediré que retrase la sesión para que usted pueda asistir en plenas facultades. Creo que a parte de los agudos ojos del sr.Bentley, también nos convendría gozar con los suyos... Abiertos. Además también le pediré que me deje ese libro, no muy grueso, para ampliar mí horizonte, aunque no sea de mi mayor agrado. Intentaré ser persuasivo, Vera, pero no le garantizo nada . Tuvo un gesto cercano con Haynes, tocándole el hombro y haciéndole una señal de la cruz en la frente con su pulgar .

Con posterioridad, acudió a reunirse con Bentley, para tratar ese asunto inmediato, y los planes en un futuro próximo, comentándole Kominski, su interés por entrevistarse con el antiguo médium, F.Levinston, a pesar de la distancia y aguardando la respuesta del inglés.

Anadió:
-Sr.Bentley, ándese con cuidado cuando trate con ese hombre, Tadam, sabe que no goza de mi confianza, y podría ser un invocador, no obstante, creo que es usted el mejor posicionado para interactuar con él, si es pertinente.

Bentley recibió al sacerdote con una leve inclinación de cabeza y un gesto de respeto. Escuchó con atención las palabras de Kominski y asintió con solemnidad mientras se dirigían juntos a la biblioteca. Una vez allí, Bentley se sentó en una butaca de cuero y le hizo una seña al sacerdote para que se sentara en otra frente a él.

—Gracias, padre Kominski, por su pronta diligencia en este asunto. Por favor, continúe con su relato.

Bentley escuchaba con atención, asintiendo de vez en cuando, y haciendo preguntas puntuales para aclarar algunos detalles. Cuando el sacerdote terminó, Bentley se tomó unos minutos para reflexionar sobre lo que acababa de escuchar. Luego, se pasó una mano por su barba mientras pensaba en voz alta.

—Interesante... —dijo con voz pensativa—. Parece que Tadam no es responsable directo de la enfermedad de Evans —Bentley frunció el ceño mientras pensaba en las implicaciones de todo lo que había escuchado—. Eso le sitúa en una posición no tan peligrosa como pensaba. Sin duda debemos contactar con el antiguo médium y comprobar la gravedad de esas sesiones. De cualquier manera tomaré nota de todo lo que se utiliza para llevarlo a cabo. Quién sabe si están utilizando alguna hierba venenosa o narcótico.

Más tarde apareció Tadam, y Bentley le saludó amistoso.

—Estoy ansioso por aprender cuanto pueda. Le echaré una mano con la limpieza espiritual —dio unos pasos a la sala donde sería la sesión, motivado por entrar. Si no permitía asistentes, haría lo que pueda por observar lo que hace.

Tadam se muestra algo receloso respecto a la idea de recibir ayuda en la limpieza del local.

Muchísimas gracias Sr. Robert, pero no es necesario, utilizo rituales de mi propia tribu, además de una limpieza cristiana, no creo que los conozca o comprenda y puede distorsionarlos.

Yo me ocuparé de todo para que puedan dedicarse a sus menesteres hasta la hora de la sesión. Lo hago encantado, además, es parte del ritual de invocación.

Pero no crea, su ayuda puede ser interesante, seguro que es más docto que yo en temas historico-religiosos

También mira al padre Mathew, pero sabe de su animosidad y no espera gran ayuda de él, en parte, al no referirse a él es una especie de pequeña provocación.

Dentro de poco vendrá el Señor Evans, creo que con su acompañanate, podrán hablar con él y les esplicará el procedimiento. Hasta entonces, si me disculpan, tengo que estar preparado para cuando empiece la sesión.

En ese momento se dirige a la habitación, cierra la puerta y las cortinas y le escucháis como se mueve por la habitación mientras recita canciones en su idioma natal.

Poco más tarde aparece Evans con una chica bastante joven.

Dama, caballeros, les presento a Semíramis.

Luego mira a la chica.

Semíramis, estos son los encargados de sanar toda esta situación, estoy seguto que en breve dejarás de tener miedo y verás que no es una casa encantada, sino un hogar maravilloso.

Al veros se muestra un poco recelosa, parece no sentirse cómoda del todo, pero aun así os saluda uno a uno.

Caballeros, no se su nombre espero en breve podamos tener una buena relación. Disculpen si no soy muy sociable, esta situación me parece muy incómoda (mira a Evans, como haciendo notar el tema de la posesión) y vengo solo porque me lo pide y para darle apoyo. Hay cosas donde creo que un hombre no debe entrar.

Se sitúa por detrás de Evans y mantiene cierta distancia con todo el múndo.

El sacerdote Kominski asintió con semblante serio a las palabras de Tadam. Observó como se cerraba en la habitación destinada a las prácticas espiritistas, receloso de su intimidad, impidiendo la curiosidad del sr.Bentley. Notó la frialdad del sr. Río-Largo hacia su persona, pues sólo se había dirigido a su compañero inglés. Lo de la limpieza "cristiana" le acabó de agriar.

Respitó hondo y comentó al sr. Bentley:

- Sr.Bentley, me temo que no será muy difícil, por no decir casi imposible, conocer que preparaciones hace ese individuo, previas a la sesión. No sé si usted podría convencerle, al menos, no creo que sea posible en este momento.  Este hombre guarda misterios que aún están por desvelar, ándese con cuidado, querido Robert. Por mí parte, intentaré convencer a los Blackriver para que retrasen el inicio de la sesión, para que la stra. Haynes pueda estar presente y en plenas condiciones físicas  y mentales. Me pareció verla muy cansada en su habitación.

Unos minutos más tarde, se personó Evans Blackriver con su compañera sentimental, Semíramis. 

Kominski se acercó con educación y ofreció la mano a la señorita, observando si hacia ademán de inclinación o un saludo hacia un capellán, para intentar ver en ese detalle, si esa señorita era o no cristiana, y si era o no, creyente y practicante. Le pareció observar algún rasgo "exótico" en su joven rostro, intentó descifrar de donde podría proceder, pues Kominski había visto a gente de variadas procedencias en sus misiones coloniales, e incluso, en el mismo Massachussets.

-Un placer, señorita Semíramis. Soy Mathew Kominski, sacerdote y misionero en el África Occidental, y miembro de la Cofradía, encargada de dar solución a toda esta... desagradable situación, para el sr.Evans y para todos ustedes.  Y hace usted, a mí humilde criterio, un análisis muy sensato, a pesar, de su joven edad.  A pesar de ello, debe usted estar tranquila, tenemos experiencia al respecto y estamos resueltos a ayudar y a actuar en todo momento. 

Kominski, la vió algo incómoda y retraída, así que decidió por darle su espacio y se dirigió al Sr.Evans.

-Sr .Evans, debo pedirle, que hable con el Sr.Tadam, y retrase unas horas la sesión ,hasta esta tarde. El motivo es que la mente más clarividente de nuestro grupo, la stra. Haynes, está exhausta, y necesita un descanso corporal y mental. Ha pasado la noche en vela, enfrascada en la lectura de varios libros sobre varias disciplinas.  Estoy seguro que su presencia, descansada y atenta en la sesión, nos daría muy buenas pistas e indicaciones para ir encauzando el problema. Le ruego hable con él y demore unas horas este asunto, no creo que sea un grave problema. Creo que es usted el principal afectado por esta situación y su palabra debería ser la principal a tener en cuenta en estos momentos.  No veo necesario pedírselo a su padre, pues usted creo que es plenamente consciente de todo y debería poder tomar decisiones por sí mismo, más aún, cuando le afectan tan directamente.

Mathew aguardaría a su reacción, para posteriormente acudir  con cautela a la habitación de Vera, que probablemente ya dormía a estas horas , para informarle de las novedades, si se había ya despertado.

Encantada de conocerle padre, la verdad, estas cosas no me interesan, realmente prefiero mantenerme al margen. Si le soy sincera, casi prefiero estar en la cocina, ya me entiende, ahí estamos más "seguras" las mujeres.

Te dice sonrriendo.

-Señorita Semiramis,  lamento referirme a usted por su nombre de pila, pues no sé su apellido. La entiendo perfectamente. Imagino que usted es más tradicional - dixce Kominski, afable y añade sonriente Cuando todo ésto pase, estaría encantado de oficiar la unión entre usted y el Sr.Evans, ante los ojos de Dios,¿ pues no es el matrimonio la manera más perfecta de vivir con su amada pareja? No sé si es usted católica o luterana,  a pesar de que yo soy católico, conozco otros sacerdotes protestantes muy considerados  que con gusto podrían oficiar su enlace.* 

Bentley agradeció las palabras de Tadam y le deseó una limpieza exhaustiva.

—Que Dios le acompañe. No dude en avisarnos si lo necesita. Nosotros también realizaremos nuestros protocolos de iniciación antes de comenzar. Me gustaría que lo viera, pero no queremos molestarle en su labor.

Después de encerrarse en su habitáculo, sus pensamientos se mostraron en su rostro. Podría echar un vistazo por la cortina o intentar descubrir de alguna manera lo que estaba haciendo, aunque ya se intuía con sus cantares. Sin embargo, rechazaba cualquier muestra que pudiera sobrevenir la desconfianza del chamán.

—Lo mejor será no interrumpirle y no intentar averiguarlo si no lo muestra por su propia voluntad —contestó al padre—. Eso sí: una vez el trabajo esté terminado, tendremos que tener los ojos en la nuca. No sabemos qué sustancias psicoactivas puede estar utilizando.

Más tarde saludó a Semírais y se presentó como es debido.

Al poco aparece Sir Larek. Saluda a todo el mundo, coje del relicario una cruz y se la pone al cuello "está bendecida por el obispo Simon Claudio, un antiguo profesor mío, ya fallecido, pero un santo y un elegido por la providencia, lo guardo como mi mayor tesoro y mi mejor escudo".

Evans habla con él y le comenta la idea de esperar a Vera, parece ser que acepta.

¿Están preparados entonces? No hay problema, tomaremos un ligero vermut antes de empezar.

Padre, le reitero mi invitación a participar, no puede estar de "oyente", en estos temas debo ceñirme al médium, pero si no lo desea, es libre de estar en la casa. Puedo decirle a la cocinera que le prepare algo, si lo desea.

Acto seguido espera tranquilamente la aparición de Vera.