Partida Rol por web

La maldición de Strahd

[01] La aldea de Barovia

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12/02/2020, 22:26
Lord Coates

Coates miró a sus compañeros. La historia que contaba el joven sin duda hacía que su condición de máscara se viese comprometida. ¿Cómo negar ayuda a este joven y su hermanastra?

No obstante, la lealtad hacía sus compañeros y la empresa en la que se habían embarcado exigían que Coates tomase la decisión junto con sus compañeros.

- ¿Qué pensáis? El noroeste de este territorio es tan buen sitio para comenzar como cualquier otro. ¿Les prestamos auxilio al joven y su hermana?

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12/02/2020, 22:36
Ian Biblings

Ian sopesó la situación y asintió a las palabras de Coates. -Por descontado que yo consideraría un placer escoltarles a su destino. Además, a lo mejor nos encontramos con el estanque de camino. Y estamos buscando también una población anegada por un río, quien sabe, a lo mejor está de camino también. ¿Sabe usted de alguna por aquí cerca? Y, ya puestos, es una lástima que tenga que abandonar el pueblo. Precisamente estamos buscando un lugar desde el que poder completar nuestras tareas en Barovia y no parece que la taberna sea el lugar más... Adecuado... ¿Sabría usted de algún sitio en el que pudiéramos quedarnos unos días?

Notas de juego

Yo propongo que, hagamos lo que hagamos, como el burgomaestre no va a necesitar su casa más, nos metamos aunque sea de okupas una vez se pire (o a la vuelta de escoltarle) y la hagamos la sede del Emporio de Coates en Barovia... XDDD

Pero si nos da permiso mejor que mejor XDDD

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13/02/2020, 11:28
Jarvo Jamdak

Un conde vampiro encaprichado de una mortal, a la cual se dedicaba a acosar al ver que no parecía estar por la labor. Daba para tres estrofas y quizá medio soneto...

- Desagradecidos... - murmuró con enfadado cuando Ismark llegó al entierro en solitario de su padre.

Asintió ante las palabras de sus compañeros y miró al tabernero, esperando que sacara esa botella aunque fuera para alegrar el camino hasta el hogar del Burgomaestre.

- Qué extraño que cejara en su empeño una vez falleciera vuestro padre... - Jarvo solo podía pensar que realmene el interés no estaba exactamente en la hermanastra, al menos la iban a conocer en breves. - ¿Cómo fuistéis capaces de defenderos de esas alimañas?

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13/02/2020, 14:36
Davdak Tarmikos

Davdak frunció el ceño cuando Ismark indicó no saber de aquel lugar. Al final resultó ser que no conocía tan bien el lugar. Permaneció muy atento cuando aquel hombre contó su historia y estuvo a punto de darle un precio cuando sugirió la escolta pero rápidamente ofreció su casa como pago así que Davdak agachó la cabeza.

—Y si fuera un acertijo de los vistani, ¿conoce de alguien que pudiera ayudarnos a resolverlo? Necesitamos saber más sobre eso, Burgomaestre —le llamó por el cargo de su padre para regalarle el oído y que las peticiones veladas de Ian fueran más permeables.

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13/02/2020, 22:59
Ismark el Menor

El joven se encogió de hombros.

—He escuchado hablar de un poderoso mago al oeste, al sur de Krezk. Quizás él pueda ayudaros.

Todo parecía estar hacia el oeste de Barovia. Pero los aventureros pensaron que si ellos habían entrado por el lado este de la baronía aquello tenía cierto sentido.

—Creo que me habéis entendido mal, maese Ian.— dijo dirigiéndose al guerrero —Mi idea era que nos acompañarais a mi hermana y a mí. Aunque si luego queréis regresar y quedaros con mi hacienda ¡sea! No pienso volver a este lugar.

Luego se giró hacia Jarvo:

—Me pesa decir que más que defendernos nos parapetamos. Cerramos puertas y ventanas, hicimos barricadas en la casa. Cada noche era una noche de tensión. Eso fue lo que acabó con el corazón de mi padre.

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14/02/2020, 00:05
Lord Coates

Coates se levantó y tendió su mano a aquel joven.

- Bien amigo, vayamos a su casa y descansemos por esta noche. Mañana nos espera un largo camino.

Fueron palabras de aliento para aquel joven. Algo le decía a Coates que aquella noche sería muchas cosas pero no desde luego una noche en la que disponer de un sueño reparador.

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14/02/2020, 12:05
Jarvo Jamdak

- No hay vergüenza en sobrevivir a un enemigo, incluso si es evitando su encuentro. - trató de animar a Ismark con buenas y sinceras palabras.

Él mismo había tenido que salir corriendo de alguna alcoba para evitar un encuentro con un padre sobreprotector.

- Una buena noche de descanso y mañana nos pondremos en marcha, como bien dice el bueno de Coates. Tampoco haga mucho caso a Ian, - señaló al guerrero de pasada - está de mal humor desde que atravesamos la zona de brumas.

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14/02/2020, 12:52
Ian Biblings

Ian volvió a beber. Ya tenían cuartel desde el que operar. Y si un viejo, un joven y una dama lo habían defendido con éxito, significaba que era fácil de defender.

Ahora necesitaban abastecimientos para la búsqueda de los objetos que se suponía les iban a ayudar, porque por lo visto nadie de por allí conocía las ubicaciones de los mismos. Aquello iba para largo.

Ante la respuestas del bardo decidió no hablar más por ahora y poner cara de enfurruñado. Pero esperaba que a alguno de sus compañeros se le ocurriera preguntar por el mono, y sino lo haría él mismo en la cena o durante el viaje. El burgomaestre de la aldea debería saber si alguien tenía algo tan exótico como un mono.

Y ya era raro que no hubiera respondido a lo de la aldea anegada. Era otra de esas cosas que el burgomaestre debería saber...

Notas de juego

Ya estamos con que la culpa es de Ian. Claro como el pobre Ian es tonto... XDDD

Por cierto, ¿el fulano no ha contestado a lo de la aldea anegada porque se ha hecho el sueco o porque no lo has leído? XD

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17/02/2020, 21:57
Ismark el Menor

El joven pareció alegrarse de forma sincera por la noticia. Terminaron la botella de vino y antes de salir se encargó de pagar toda la cuenta. Las tres vistani que estaban en la puerta comprobaban que nadie se fuera sin pagar.

—Esas viejas brujas son las verdaderas dueñas de la taberna. El pobre Arik sería incapaz de conducir un negocio ni siquiera en estos tiempos en el que soy casi el único cliente que tiene.

Estaba anocheciendo y una densa niebla empezaba a cubrir la aldea. Aunque Ismark conservaba el buen humor a ninguno se le escapó el detalle de que caminaba apresurando el paso por las calles embarradas. Ellos recogieron sus caballos y lo siguieron. Todas las casas estaban cerradas a cal y canto como cuando habían llegado aunque de una de las calles venía un llanto plañidero que no cesaba. Lo habían escuchado al entrar en la aldea y continuaba con la misma intensidad. Al ver la cara de curiosidad de sus invitados Ismark les explicó su origen:

—Esa es Mary. Su hija adolescente se escapó hace un par de semanas y no la hemos vuelto a ver. La mantuvo encerrada en la casa durante años para protegerla y ahora... bueno... todos tenemos nuestros problemas.

Mientras hablaban se dirigiían hacia una mansión de aspecto anodino que se alzaba tras una verja de hierro oxidada. El enrejado de acceso estaba retorcido y roto. La hoja de la derecha yacía en el suelo mientras que la de la izquierda se balanceaba perezosamente al viento. El golpeteo chirriante de la puerta se repetía con mecánica precisión. Las malas hierbas predominaban por doquier y amenazaban con invadir incluso la casa misma. Aun así, los hierbajos que crecían contra las paredes habían sido podados para crear un sendero alrededor de la hacienda. Marcas de pesadas garras habían destrozado el antaño hermoso acabado de las paredes. Grandes manchas negras revelaban que la mansión había sido atacada con fuego. En las ventanas no quedaba ni el más mínimo rastro de cristal. Todas estaban tapidas a cal y canto con tablones y en todas y cada una de ellas había rastros que no presagiaban nada bueno.

—Bienvenidos a mi humilde morada.— dijo con cierta sorna y quizás algo de alivio el joven.

Se quedó mirando a los caballos. No había ningún establo en la hacienda, así que lo máximo que podían hacer era atarlos a la entrada. Mientras los aventureros pensaban que hacer al respecto el joven golpeó la pesada puerta de entrada.

—Ireena ¡abre! ¡soy yo! ¡he encontrado ayuda!

 

Notas de juego

No lo contestó porque no tiene ni idea.

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18/02/2020, 13:27
Jarvo Jamdak

Estaba claro su llegada había sido un rayo de luz para Ismark, abandonado por sus conciudadanos y ahora alegre por la llegada de los cuatro hasta el punto que parecía uno de esos muchachos de Aguasprofundas que van explicando a quién representa cada estatua en los paseos del centro.

Solo que en vez de con estatuas, el Menor lo hacía con los distintos habitantes que veían o escuchaban.

- Padres sobreprotectores, vástagos rebeldes. - dijo Jarvo, asumiendo que la muchacha se habría fugado con el primer muchacho que le hubiese rondado con alguna zalamería.

Cuando llegaron a la casa, el bardo no pudo evitar interesarse por las marcas de los ataques, sorprendiéndose por los garrazos contra la piedra.

- En verdad fue una digna defensa la que ejecutasteis. - alabó a su anfitrión.

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18/02/2020, 13:35
Ian Biblings

Ian enarcó una ceja al ver los desperfectos de la mansión. Ciertamente alguien había puesto mucho empeño en entrar allí dentro. La hermana del burgomaestre debía ser una belleza...

Ató el caballo a un hierro saliente y se mantuvo en silencio.

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18/02/2020, 18:19
Davdak Tarmikos

Davdak ladeó la cabeza ante el escenario.

—Al menos será fácilmente defendible —dijo mirando a Ian mientras ataban los caballos—. Creo que lo de pasar aquí alguna noche más no va a ser una buena idea —susurró.

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18/02/2020, 20:28
Lord Coates

Coates miró detenidamente las cicatrices de aquella morada. Sin duda el joven y su hermana habían luchado duro cada noche por su supervivencia. 

Viendo la casa Coates entendía perfectamente porqué su padre enfermó y finalmente murió. Pocas personas tenían el coraje de defenderse noche tras noches. Otros en su lugar, sin duda, habría huido a las primeras de cambio.

Fuego, garras... aquello tenía la firma del mal... ¿Quizá algún tipo de hechizo convocaba a criaturas? ¿O quizá era el poder de dominar a las bestias?

Notas de juego

¿Coates podría saber o intentar adivinar a qué se enfrentaron dada la descripción que se ha realizado?

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18/02/2020, 21:55
Ireena Kolvana

La puerta se abrió a la llamada de Ismark. En el umbral apareció una bella joven de cabellos castaños y piel pálida, con unos intensos ojos verdes que se clavaron en los recién llegados. Sí, Ian podía apostar que la muchacha tenía una belleza arrebatadora sin dudarlo un momento. Al ver a los acompañantes de su hermano se dibujó el recelo en su rostro. Su mano se apoyó en una espada que lucía en su cinturón y, por la manera de asir el puño, parecía saber utilizarla.

—¿Quienes son ellos? ¿Cómo sabes que no son un ardid de ese demonio de Strahd?

Su hermanastro, siempre tan locuaz, permaneció un momento callado, quizás procesando las posibilidades de esa pregunta.

Notas de juego

¿Coates podría saber o intentar adivinar a qué se enfrentaron dada la descripción que se ha realizado?

Podrías hacer una tirada de Arcanos (+Int, en tu caso 1d20 sin modificador) para ver si tu personaje puede saber algo al respecto. Con 10+ te contaré lo evidente, con 15+ aportaría algo más de chicha al tema.

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19/02/2020, 11:41
Jarvo Jamdak

Jarvo estaba apreciando la belleza de Ireena sin ningún disimulo, seguramente alentado por los tragos de licor, cuando la muchacha demostró su suspicacia ante los recién llegados.

- Wow, wow... - dijo levantando las manos, casi cómicamente, cuando echó mano a la empuñadura.

Tras lo sucedido con el Conde y su padre, la desconfianza era más que entendible.

- Su hermano ha solicitado la ayuda de la Compañía de Tarmikos* para acompañarles en el viaje de mañana, Lady Burgomaestre. - hizo una reverencia a la mujer, tras lo cual señaló al grupo e hizo las presenteaciones. - El propio Davdak Tarmikos, el aguerrido Ian Biblings, Lord Coates y un servidor, Jarvo Jamdak, a su servicio.

Miró entonces al propio Ismark y le hizo un gesto con la cabeza, alentándole a que corrobora lo que decía y tranquilizar la situción.

Notas de juego

* por qué no ;)

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19/02/2020, 12:14
Ian Biblings

Ian examinó a la muchacha con ojo profesional: había recibido entrenamiento. Ahora todo le cuadraba más porque el burgomaestre no le parecía precisamente un soldado experimentado. Su hermana por el contrario al menos sabía lo que hacía. Y era su pellejo el que estaba en juego así que motivación tenía.

... El soldado se ruborizó al comprobar que la muchacha le había cazado estudiándola y se limitó a poner pose de duro y a asentir a las palabras del bardo. -¡EHEM! Eso es. Somos su escolta.

Notas de juego

Cuando se trata de compañías, Coates hubiera sido más apropiado. Pero vale XDDDDD

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19/02/2020, 14:17
Davdak Tarmikos

—Me gusta como suena —bromeó Davdak tras la intervención de Jarvo.

Un instante después se dirigió a la muchacha.

—Si fuéramos esos que dices que somos, ¿qué nos impediría ahora mismo acabar con la vida de tu hermano y después con la tuya, muchacha? Somos más que vosotros y... —miró a Ismark—, sabemos combatir.

Sacó la espada de su funda y la lanzó contra el suelo dejándola clavada a un lado del grupo.

—Sirva este gesto de buena voluntad.

Notas de juego

Cuando se trata de compañías, Coates hubiera sido más apropiado. Pero vale XDDDDD

¡Dónde va a parar! Pero McAxel no está dentro de la honda de nuestras correrías. Habrá que perdonarlo esta vez... ¡pero que no se repita!

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19/02/2020, 19:50
Lord Coates

Coates se quedó el último mientras escrutaba la casas y sus "cicatrices". Escuchó la voz dulce de la muchacha. Dulce pero no inocente, en su voz se podían intuir su serenidad y aplomo. No era una joven inocente y probablemente un mal gesto de sus compañeros podría dar con sus huesos en el suelo... como mínimo.

No obstante dejó que ellos hicieran las presentaciones. El rostro serio, de Coates, se ocultaba tras su máscara. Una máscara que escrutaba en busca de información...

- Tiradas (1)

Motivo: En busca de la chicha no evidente...

Tirada: 1d20

Resultado: 3 [3]

Notas de juego

En fin... espero que en esta ambientación existan las gafas de aumento!!!!

Por otro lado, la Compañía de Coates suena muy bien... ¿No os interesaría entrar en el incipiente negocio de los bebedizos reconstituyentes? XDXDXD

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19/02/2020, 23:09
Ireena Kolvana

La muchacha se quedó contemplando la espada clavada de Davdak para luego contestar a Jarvo1:

—Si vuestro amigo habla de matarme entonces sé seguro que no sois enviados de Strahd. Lamento mis modales pero... imagino que Ismark os habrá puesto al día de nuestros problemas.

Se giró para entrar en la casa seguida de su hermano. Davdak recogió su espada y tanto él como sus compañeros resguardaron en el interior de la mansión. El lugar estaba bien amueblado, aunque todo muestra signos de gran desgaste. Las ventanas cerradas con maderas y la presencia de símbolos sagrados2 en todas las habitaciones demostraban que los muchachos se enfrentaban a una fuente maligna. Pero sin duda lo que sorprendió a los recién llegados fue el sencillo ataúd de madera que reposaba en el salón de aquella mansión, rodeado de flores marchitas y del cual llegaba un leve olor a putrefacción, ya que en su interior se encontraba el cadáver reciente de un hombre de unos sesenta años, alto y de aspecto fuerte, que tenía un claro parecido con Ismark. No podía ser otro más que el difunto burgomaestre de Barovia.

 

- Tiradas (1)

Motivo: Persuasión de Jarvo (con ventaja)

Tirada: 2d20

Dificultad: 15+

Resultado: 27(+5)=32 (Exito) [8, 19]

Notas de juego

[1] Javo hace una tirada de Persuasión con ventaja. Tiene un +5 y tira con ventaja porque viene con su hermano y además la actuación de Davdak es muy convincente. Tenía que haber desglosado los dados pero ha sacado un 24 (19+5)

[2] En esta ambientación los símbolos sagrados son cruces de brazos con igual longitud, un símbolo estándar que pide a los dioses del bien que protejan a sus portadores.

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20/02/2020, 13:02
Lord Coates

Coates entró en la casa. Sin duda el mal había tratado de entrar en esta vivienda y estos jóvenes la habían defendido con todos los medios a su alcance. Incluso había pedido protección a los Dioses.

No obstante sus ojos fueron directos al ataud. La muerte ya se había personado en aquella casa. 

Coates no se lo pensó dos veces. Se acercó al ataud, se arrodilló ante él y comenzó, en silencio, a rezar unas plegarias por aquel alma que había abandonado el mundo de los vivos.

Cuando terminó, se levantó y se acercó a los jóvenes.

- Lamento vuestra pérdida y estoy seguro de que vuestro padre a encontrado por fin la paz, una vez superadas las penurias de esta vida. 

Después sus ojos se posaron en aquella joven.

- No he podido evitar escucharte. ¿Qué quiere Strahd de ti? Por tus palabras obviamente no desea tu muerte...