Partida Rol por web

Al ser herido por Huru, ahora éste ocupa su atención
No sabes el error que acabas de cometer
Lo mira fijamente sin parpardear y se lanza hacia él y en el último momento le lanza su ataque con su espada corta

La presencia de la mole de Akaros, que arremete rugiendo, no intimida al hechicero. Pese al daño que ha sufrido se mantiene en pie.....sin duda es poseedor de una enorme resistencia. El odio le mueve....

Dragma se concentra nuevamente aislándose de todo lo que ocurre alrededor. Pronto el rugido emitido por Akaros queda silenciado por la voz de su mente que repasa cada uno de los movimiento necesarios para realizar el próximo conjuro. Sus manos comienzan a mecerse cual coreografía mortal. Nada puede hacer el mastodonte para impedírselo.

Poco a poco en sus manos se van conformando una forma luminosa. LUDINCOS MORTALE SERA EST!!!!!!!!!!! Dice finalmente con una voz profunda que se alza sobre la del semiorco. Acto seguido de sus manos emergen tres haces de luz que se dirigen inexorablemente contra el cuerpo maltrecho del semiorco. En su rostro iluminado se puede ver la impotencia......la impotencia de no poder hacer nada para evitar su fatídico destino a manos del Gran Hechicero.

Con un movimiento hipnótico el elfo giro sobre si mismo para ganar distancia al semiorco, para después avalanzarse sobre él y hundir en su estómago su espada (vamos, que nos ha tocado un légolas en el grupo... xD). Huru se retuerce y lanza un exabruto. No obstante pronto se recompone, y aunque se lleva la mano a la herida rebosante de sangre, parece que todavía dará mucha guerra.

El "gran" hechicero (de nivel 5 xD) mueve con frenética energía sus largos brazos y paladea ciertas palabras arcanas Ludincos Mortale Sera Est, y de sus manos surgen ondulantes rayos de energía que salen disparados hacia Ákaros. El semiorco queda con el pecho completamente al aire y todo su bello ridículamente erizado. Su mirada es ardiente y se clava sobre ti.

Ákaros, el temido en todas las callejuelas de Rivallano, ruge. Ruge, y al hacerlo se avalanza sobre el hechicero, lanzando decenas de desagradables pensamientos hacia las manos del humano. Sus puños se lanzan hacia la cabeza de Geizzo, sin embargo éste logra esquivarlo por los pelos (nunca mejor dicho).

Huro levanta su cimitarra y cuando el elfo se separa de él éste cae sobre su delgado cuerpo como una mole grasienta, y lo hiere considerablemente con su oxidada arma. El elfo pierde 8 puntos de golpe.

Los furiosos puñetazos de Ákaros se estrellan contra el campo de fuerza arcano que recubre el cuerpo de Dragma. En su rostro asoma una sonrisa triunfal que es borrada súbitamente al percatarse de la acción evasiva de su verdadero objetivo......Bruegar que, como buena rata, pretende huir por las alcantarillas. No debo dejar que huya........no hasta que hable.....

Arrak bloquea ese pasadizo!!!.......no dejes que huya esa rata!!!!!! Dice el hechicero a su aliado semiorco mientras extrae la espada del guerrero Maylom de su vaina.

Aeval lanza una patada al desprevenido semiorco que la interrogaba, y que ahora se muestra despistado. Pero el semiorco parece tener linea directa con las intenciones de la exploradora, y de un fácil movimiento esquiva la ofensiva.

Los semiorcos comienzan a chillar como cerdos (literalmente) y corren todos ellos hacia la puerta. El que está cerca de Maylom se levanta pero al intentar huir (ataque de oportunidad) el guerrero gira sobre sí mismo y logra golpearle con una patada, mandandolo disparado hacia la pared. Luego una diminuta explosión de sangre surge del impacto impregnando levemente la pared. El semiorco cae al suelo, muerto.

Los enanos rugen y se levantan, y embriagados por la ira persiguen a los que huyen.

Maylom al verlos grita: Deteneros! Conservad la calma!

Pero en ese momento, todo el rumor que la exploradora había escuchado en el piso superior se convierte en un hecho al abrirse las puertas de par en par y aparecer por ellas numeros orcos.

Maylom: ¿Orcos? ¿En Rivallano? Realmente es un hecho que os sorprende. De enterarse, la guardia caería sobre el barrio de los semiorcos a sangre y fuego, pues los orcos sólo son presagio de problemas y violencia.

Mi pierna no encontró su objetivo… y las pupilas me ardieron con fiereza, dolidas por mi propia inutilidad, mientras levantaba la silla esperando tener otra oportunidad, mientras esperaba el golpe furibundo del semiorco… y el filo de sus cuchillos… Pero nada ocurrió… almenos… no lo esperado…

Gritos de pavor y pasos acelerados, casi frenéticos, de los pieles verdes hacia la puerta. Y seguí con la mirada desconcertada su huída, con los labios entreabiertos por la sorpresa mientras Maylom abatía a uno de ellos de una patada poderosa… estrellándole contra la pared mientras yo bajaba la silla sin saber muy bien a que atenerme, siguiendo con la mirada miel el recorrido de aquel ser que cayó de rodillas, que se desplomo en el suelo… sin vida…

Gritos de unos y otros… carreras… y la voz de Maylom imponiéndose sobre todo y todos Deteneros! Conservad la calma! … Intentaba desatarme, forcejeando con las cuerdas que tan hábilmente había atado el elfo… demasiado hábil… y todo mi esfuerzo fue inútil… Y el corazón se me aceleró al escuchar el rugido en el piso superior y ver aparecer en él a una multitud de orcos…Mierda…..

La voz de Maylom de nuevo me centró en el momento.. ¿Orcos? ¿En Rivallano? y me acerqué a él con la mirada en las cuerdas que me ataban las manos… y busqué la suya solo un segundo… con mis ojos llenos de decepción… por la mentira… por todo lo que había pasado…y por todo lo que implicaba…

Ayudame…. le tendí las manos atadas…No podemos quedarnos en esta ratonera esperándoles… necesitamos las armas… tenía la respiración agitada, y sentía arder las mejillas… Maylom… debiste decírmelo…

Arrak deja de patalear en el suelo y, rugiendo al ver cómo Bruegar pretenda huir, se levanta e intenta atacarlo. (Provoca ataque de oportunidad hacia Lagazi). Lagazi, al ver que continúa en sus trece de atacar a su jefe, aprieta con fuerza sus armas.

Cuando Arrak se levanta y pasa junto a Lagazi veis como éste último mueve vertiginosamente los brazos como un susurro, y Arrak cae hacia adelante. Su rostro queda mirando hacia vosotros, con los ojos desorbitados y la boca entre abierta, por ella asoma una lengua oscura y un hilillo de sangre comienza a recorrer el suelo desde su boca. Arrak ha muerto.

Lagazi sonrríe en un acceso de placer inmenso. Luego corre hacia Bruegar y lo cubre.

Maylom… debiste decírmelo… los ojos vidriosos de Maylom se centran en los de la exploradora, e ignoran al semiorco que estaba interrogándola y que pasa corriendo a su lado hacia la puerta. El dolor es una mezcla de impotencia por tal vez un plan mal ideado y por permitir que el hecicero se valiese de su forma para fingir sus sentimientos.

Los enanos Jaguen y Torlen desaparecen por las escaleras de subida, y tras ellos el ultimo semiorco que quedaba en la habitación.

Ahora estais sólos Aeval y Maylom.

Los orcos del piso superior desenvainan sus cimitarras oxidadas y rugen, otros en cambio muestras carcomidos arcos y preparan irregulares flechas..

De fondo, más allá a vuestra lucha y tras las dos puertas que os separan de vuestros compañeros, escuchais un rumor creciente. Primero unos chillidos cómo de cerdos (inequivocamente se trata de semiorcos), y luego puertas que se habren y... ¿orcos?. Si, sin duda el rugir de numerosos orcos. También escuchais la ruda voz de los enanos gruñiendo algo que no alcanzais a entender. Luego su voz se difumina, prevaleciendo la de los orcos.

el elfo intenta atacar nuevamente a Huru, pero parece que el semiorco comienza a cogerle el gusta al combate y se deshace con facilidad de la ofensiva.

Ákaros lanza un fuerte puñetazo a Geizzo, haciendole tambalearse. (7DG menos). Al hacerlo, Ákaros pierde su posición y Geizzo ve una buena oportunidad para devolverle el golpe (Ataque de oportunidad).

El ruido procedente de la otra sala había distraido al hechicero....Aeval..... Maylom..... disminuyendo su concentración y otorgando la oportunidad a Akaros de atravesar su campo de fuerza. Su enorme puño cruzó la cara del hechicero y un hilillo de sangre emanó por su comisura labial. No hubo dolor en el golpe..... no había tiempo para él..... La rata se disponía huir...... Su ka tet se disponía a morir.... Los ojos de hechicero se encendieron nuevamente.... su fulgor se intensificaba.... todo a una carta....

Reacionó con la espada que llevaba en la mano. No consiguió impactar en el maltrecho cuerpo de semiorco (Akaros)pero si que pudo obtener cierto margen de maniobra...

Maylom se acerca a Aeval e intenta desatarla pero no lo logra. Cuando intenta romper la cuerda se da cuenta de que al haber estado tanto tiempo atado aún tiene los músculos fríos. (xD)

Turno de Aeval

Maylom no había dicho nada… ya habría tiempo, o quizá ya fuera tarde. Sus ojos vidriosos sostuvieron mi mirada un segundo con el dolor en ella… y yo no quise mirarle… porque ya no importaba, porque me quemaba la burla y el desprecio a los que me habían sometido, porque yo confiaba en Maylom más que en mi misma… pero me había traicionado… y Dragma, beneficiándose del engaño, se había reído de mí… Maldito hechicero…. mis ojos buscaron la puerta por la que habían desaparecido mientras sentía como Maylom intentaba desatarme sin éxito.

El rugido de los orcos en el piso superior me recorrió erizando la piel de mi espalda… Estábamos en una jaula con solo dos opciones…una puerta cerrada o una jauría de orcos… Sin armas… atada… prefería la puerta…

Registra al semiorco Maylom… lo que sea que corte esta malditas cuerdas o atranque la puerta y los retrase un poco… Los enanos también les entretendrán, pero somos blanco fácil para los arcos…Intentemos procurarnos una cobertura… y abramos esa maldita puerta…

Intentaba arrastrar una mesa hacia la puerta para poder resguardarme tras ella…

Ese Dragma tiene mi arco… y me lo va a devolver….

Akaros golpea al hechicero.

Huru intenta golpear al elfo, pero éste se muestra resuelto a salir indemne del combate. Con un ágil moviento se mueve de un lado a otro y logra evitar el enviste del semiorco.

Turno de Geizzo. El sucio hechicero xd

Escoria trepaárboles, no saldrás con vida de esta habitación, por mucho que uses tus artes élficas.

Aeval se acerca a la puerta que da al despacho de Bruegar y se parapeta con una mesa de las que hay en la sala, mientras intenta en vano abrir la cerradura. Sin las herramientas apropiadas abrir el mecanismo se antoja imposible.

Mientras tanto el guerrero corre a revisar el cuerpo del semiorco muerto. Entre sus ropas, aparte de algunas monedas y joyas que no se detiene a coger, encuentra una daga con el hilo en forma serpenteante. Se lo queda.

Siguiente turno:

1ºAeval
2ºMaylom
3ºOrcos