Empieza a teclear los precios en la máquina registradora
-¡ah sí! el hombre que vino con aquella joven tan bonita. Una pareja de recién casados según comentaron, vinieron por aquí y compraron un par de abrigos, no hablé mucho con ellos pero me dijeron que se iban hacia las montañas, se fueron dos horas después de haber llegado en el tren de la mañana, quizás pasaron por la cabaña de los dos tipos esos de los monos- dice mientras continúa sumando precios. Cuando ha terminado dice
-Serán 22$ dólares americanos cada uno-y os mira con cara de... "por favor no me regateéis los precios".
- Vaya , 22 dólares, ¿con qué clase de piel trabaja, marta cibelina?
Paso mi mano con suavidad por las prendas que intento adquirir.
- Eh... ¿cómo? - se ve que el tipo no está muy versado en el tema de las pieles. - ¿No les parece bien el precio?
—¿Quiénes son los de los monos? ¿A qué se dedican?
- Son un par de tramperos que han estudidado. ¿Le parece bien el precio señor?-pregunta abiertamente a Marlowe. Parece que el hombre cambia de estado de ánimo en función de las ventas...
—Todavía no he terminado. ¿Qué es lo más fuerte que beben por aquí? ¿tiene algo más contundente que un rifle? Vamos a internarnos en las montañas y conviene estar bien equipados. Supongo que no tendrá dinamita.
Digo con la calma y tranquilidad con la que un niño pediría chucherías.
Se muestra algo reticente, pero a la vez parece como si tuviera un punto de alegría contenida -¿lleva dinero para PAGARLA? la dinamita escasea por aquí...
- Vaya vaya con la tiendezucha, hasta dinamita tienen.
Me acerco hacia el mostrador con mi ropa y comento al tendero:
- Supongo que al hacer la compra completa, habrá algún descuento porque como ve vamos a equiparnos al completo.
Espeto un sonrisa cínica, tras lo cual le miro a los ojos.
-¿Qué puede ofrecernos?
Collins miró sorprendido a Marlowe. La verdad, sabía que en Groenlandia habían encontrado cosas bastante... Duras. Pero quizá ir cargados de dinamita era algo radical.
De todos modos, él era el experto en aquellos temas, así que no iba a discutírselo.
Mueve la cabeza como haciéndose el duro, pero entonces suelta un "bah" y dice
- Os puedo dejar los equipos en 18$ cada uno y tengo una caja de dinamita de primera, con mechas de cinco minutos* , estoy hablando de nueve cartuchos MUY, MUY potentes. Con eso pueden tirar abajo una montaña... les dejaría la caja en 150$.
*una mecha de cinco minutos es larguísima y muy gruesa, se pueden acortar lógicamente a ojo más o menos.
León se alegro al ver que bajara el precio por los abrigos.
Entonces quedamos así con los abrigos, sobre las dinamitas no sabría decirle ya que no es mi punto de conocimiento, por lo que prefiero escuchar a mis compañeros, a simple vista $150 me parece mucho, pero como no conozco sobre demoliciones no sabría decirle si es mucho en comparacion con el producto.
- Vaya ruina de expedición, a este paso me quedo sin blanca.
- ¿Cómo veis el precio? Por mí podríamos acabar ya con las compras.
Sumo mentalmente las cantidades y voy preparando el dinero.
-Estoy de acuerdo. Me falta una cosa, ¿cuál es la bebida más fuerte que tiene? Me llevo un par de botellas.
Necesitaríamos también un guía, ¿conoce a alguien que pueda acompañarnos por un precio razonable?
-Quizá pueda acompañarnos el propio Bill. A mí... Bueno, si no podemos elegir, tendremos que soltar el dinero.
Da un puñetazo sobre la mesa
- ¡BUENA COMPRA CABALLEROS! - dice exultante.
- Bill está para pocos trotes señores, si me hacen el favor, no el digan nada de volver al bosque. Eso le perturbaría. Si les parece bien y dado que son unos buenos clientes- dice mientras empezáis a dejar el dinero sobre el mostrador -pueden quedarse en la caballa con Bill todo el tiempo que quieran. Pueden ir a preguntar a esos tipos de los monos si quieren hacer de guías. Viven en una cabaña en el extremo norte del Lago Murtle, a unos 15 km al Oeste de Dogfork, pueden seguir el sendero hasta allí. Como ahora llevan buenas ropas, no tardarán más de tres horas si van a buen paso. ¡ El día no ha hecho más que empezar ! pero tengan cuidado de no ir al atardecer o se perderán y no podrán volver a Dogfork.
Toma dos botellas de debajo del mostrador - éstas corren de mi cuenta.
Que cada uno se reste 55,50$ en total.
-¿Vamos a ver a Bill?
Digo mientras voy cogiendo pertrechos.
Collins dejó el dinero encima de la mesa. Luego, respondiendo a Marlowe, dijo:
-Creo que es un poco pronto para éso, aunque podemos probar. Y también podemos ir ver a los de los monos... Seguro que Bhule fue a verlos.
-Es el que más cerca tenemos, y nos puede contar cosas sobre Bhule. Ya que vamos a compartir la cabaña con él no está de más presentarse.
Me despido con tristeza de mi dinero mientras veo como se lo embolsa el tendero.
- Podríamos pasarnos por la cabaña un momento a ver si le pillamos, pero no deberíamos postergar mucho lo de los monos, no me gustaría que nos anocheciera a la intemperie. Venga en marcha, que hay prisa.