Partida Rol por web

La Maldición de Tsathogghua

Persiguiendo a Bhule

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15/02/2013, 23:05
Director

Marlowe comienza a leer las notas del diario de Bhule en voz alta, de manera que Gregor pueda enterarse a la vez. La idea es que os forméis una opinión cuanto antes, pues no se sabe cuánto tardarán en volver.

El Diario se remonta a la fecha en el que se anunció el hallazgo de la pata en Vancouver. No hay ninguna fecha.

 

Yo, Terrence Bhule,a la luz  de los decubrimientos recientes realizados por mí y por otros en una expedición a  Groenlandia, y de otros acontecimientos recientes, he llegado a una especie de comprensión de mí mismo. He discutido el tema con Donna y ella está de acuerdo conmigo en todos los detalles. Mientras que en un principio la información contenida en el diario hallado en Groenlandia parecía alarmante, de hecho confirman mis sospechas, que datan de mucho tiempo atrás, de que mi ascendencia no es estrictamente humana. Creo firmemente que si pudiéramos establecer el árbol genealógico de la familia de Donna o la mía, encontraríamos que nuestro linaje se remonta a los dos huérfanos rescatados de Groenlandia por los balleneros holandeses. Aquellos niños eran el resultado del cruce entre un varón Vikingo y una hembra prehumana.

Supongo que los genes eran rescesivos y los niños no manifestaban ninguna de las características de la madre, pero esto es una simple conjetura. El destino ha querido que estos genes se hayan visto reforzados en Donna y en mí, aunque en un principio el descubrimiento nos dejó horrorizados, ha acabado por generar en los dos un sentimiento de tranquilidad, al darnos cuenta de lo que somos en realidad. Con el reciente descubrimiento hecho en la Columbia Británica, Donna y yo hemos venido decidido buscar a los que son como nosotros y quizás escojamos vivir con ellos.

Hay una página en blanco.

Ya me siento con fuerzas para escribir, y actualizar este diario. Donna ha muerto de las heridas que le causaron los indios. Se me ha explicado que los indios sólo pretenden defender el territorio que pertenece a los sasquatch, a quienes los indios llaman Ohman, y por los que sienten algún tipo de reverencia. Ya he dispuesto que Donna sea enterrada en una cueva a algunos kilómetros de aquí. Mientras tanto, mis anfitriones me han tratado bien, casi como un huésped de honor. Aunque la pérdida de Donna me entristece, noto aquí su calidez y un trato agradable que trascienden las difíciles condiciones de vida de estos seres.

Otra página en blanco

Donna ha sido enterrada bajo un quern en la cueva que escogí, y tengo intención de visitar el lugar de vez en cuando. Mientras tanto, mi nueva familia y yo hemos empezado a aprender muchas cosas unos de otros. Su idioma es muy primitivo, pero aprenden inglés con relativa facilidad, y casi parecen estar deseando aprender las palabras abstractas que necesitan para describir lo que sienten y perciben. También parecen estar bien dotados para la mecánica, hacen buenas herramientas, y aunque es bien poco lo que necesitan, han aprendido rápidamente cómo dominar el fuego. Creo que sería un grave error infravalorar la inteligencia de estos seres.

De nuevo una página en blanco

Un descubrimiento: Uno de los Oh-man me llevó a una pequeña cueva en la parte posterior de su guarida, y tras pasar por una estrecha abertura, descubrí una capilla construida por ellos hace miles de años. En la pequeña cámara descubrí también el cuerpo modificado de un Oh-man vestido de manera similar a la momia que hallamos en Groenlandia. En las paredes había escrita una plegaria a Adukwu, pero lo más interesante eran dos tablillas de piedra a uno y otro lado del cuerpo, en las que se explicaba la historia de cómo llegaron a este lugar los antepasados de estos seres, tras ser expulsados de su tierra natal. Ahora utilizo a menudo la cueva como lugar de meditación, y los Oh-man afirman que recibo visiones. Yo no querría pensar en eso, pero sé que mi gente y yo no podemos permanecer aquí mucho tiempo. El Hombre se acerca, y cuando ésto sucede, los demás seres deben marcharse o morir. Así suele ser y por tanto estoy planeando un éxodo hacia el Norte, donde descubramos un lugar aún desconocido para los humanos, y donde poder vivir en paz.

Hoja en blanco

Mantengo una estrecha vigilancia sobre nuestros posibles enemigos, los que nos temen aunque no nos conocen. No estoy seguro de Paragent. Parece que no recuerda nada de los Oh-man pero me inclino a pensar que sabe más de lo que cuenta. Si descubrimos que es así, habrá que eliminarle puesto que es un peligro potencial. En cuanto a Handelman, no espero gran cosa de él, conociéndole como le conozco, dudo que ni siquiera se digne a considerar la oferta de venirse a vivir con nosotros, pero si no lo hace morirá. Estoy dispuesto a hacer lo que sea para asegurar la supervivencia de mi gente.

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15/02/2013, 23:11
Director

Para no perder tampoco tiempo, Palance comienza a leer el diario:

EL Diario de Pieter de Holst

Ese día por la tarde se leventó una gran tempestad que zarandeó nuestro navío, haciendo que las maderas crujieran de tan siniestro modo que parecía que fueran a desencajarse.

El capitán hizo girar el bosque y, seguro de que pereceríamos si no actuaba así, se dirigió hacia el norte, hacia la costa de Vinland. Empujados por olas enormes, pronto avistamos la costa, fría y amenzadora, como un conjunto de grandes paredes de nieve y hielo emerigendo del oscuro mar. Nos dirigimos hacia un estrecho canal entre dos grandes acantilados de hielo, y allí tuvimos que evitar un enorme trozo de hielo flotante(estoy seguro de que si hubiéramos chocado contra él nos habría enviado al fondo) tras lo cual pudimos anclar en una había protegida y pasar la noche en relativa calma.

A la mañana siguiente, uno de los marinos, desde lo alto de uno de los mástiles, avistó un objeto oscuro en la nieve, al otro lado de la bahía en la que nos habíamos refugiado. El capitán ordenó botar una de las chalupas y, acompañado por un grupo de diez marinos, atravesó las ahora tranquilas aguas. Al llegar al otro lado, los hombres saltaron a tierra y, tras asegurar la embarcación, se dirigieron hacia el lugar donde yacía el objeto oscuro. Desde mi distante posición en el barco, poco podía ver de lo que hacían mis compañeros, pero les ví arrodillarse junto al objeto que, al darle la vuelta, no parecía sino un pequeño tronco, embarrancado de alguna manera misteriosa en este lugar carente por completo de árboles.

Los marinos empezaron después a examinar la nieve alrededor del objeto y algunos hicieron señas en dirección a un estrecho paso que se perdía de vista entre dos de las paredes de hielo más pequeñas. Se pusieron en marcha en aquela dirección y pronto se perdieron de vista. Momentos más tarde todos los del barco oímos unos sonidos distantes que nos llegaban a través del agua y del hielo, y que pudimos identificar como los gritos roncos de nuestros compañeros, y a continuación un grito más alto, seguido de un terrible chillido, que espero no tener ocasión de oir nunca más y que pasaré el resto de mi vida intentando olvidar. Era eñ aullido de la muerte de un animal, como el de un cerdo cuando la mano del carnicero no acierta al primer golpe.

Ese grito fue el último que oímos, y al apagarse lentamente sus ecos esperamos en silencio, sin saber qué hacer a continuación. En aquel momento nos pareció que pasaba mucho rato, pero en realidad sólo momentos después nuestros compañeros regresaron aunque uno de ellos, obviamente herido, era ayudado por otros dos. Dos de los hombres portaban pequeños objetos envueltos en mantas, y al abandonar la chalupa otros dos arrastraron hasta allí el objeto tieso, parecido a un tronco, subiéndolo también. Al caer la nieve que lo cubría, pudimos ver que se trataba del cuerpo congelado de un hombre. Esperamos ansiosos la llegada de la chalupa.

Al llegar ésta, el capitán, los dos objetos envueltos en mantas y yo nos retiramos a un camarote, resultando éstos ser dos hermosos bebés, un niño y una niña, sanos y alegres. Intrigado, le pregunté al capitán qué había sucedido y me contó que los encontraron en una cueva donde estaban siendo amenazados por una bestia salvaje de origen desconocido, a la que describió como cubierta de un espeso pelo naranja, y parecida a un oso, o quizá algún tipo de mono. Los hombres mataron al animal (que luego se descubrió que era una hembra) quien lanzó el terrible grito antes de morir pero no antes de que tuviera tiempo de herir a uno de los hombres de un zarpazo en la cabeza. Los niños fueron rescatados y la tripulación decidió dejar el cadáver de la bestia en aquella cueva.

El cuerpo descubierto en la playa resultó ser de un nórdico, probablemente miembro de los rumoreados asentamientos vikingos que se iniciaron en este lugar hace cientos de años (aunque no se me ocurre cómo es posible que vivan seres humanos en esta tierra) y creemos que podría tratarse del padre de los niños, puesto que el pelo rojo que compartían los tres nos pareció suficiente identificación. Yo personalmente examiné el cuerpo y parecía haber muerto de alguna enfermedad fruto del duro clima de esta tierra. La ausencia de la madera de los niños se nos hacía extraña y, tras lanzar al mar el cuerpo del hombre, el capitán ordenó que el navío permaneciera anclado un par de días, con un vigía de guardia permanente, para buscar cualquier signo de la madre de los niños. Finalmente, y decidiendo que la mujer había sido probablemente víctima de la misma enfermedad o de las duras condiciones que causaron la muerte de su marido, zarpamos por fin, dejando atrás la costa congelada.

Los dos huérfanos son ahora responsabilidad mía, y deo admitir que han llenado de alegría mi corazón, así como el de muchos marinos. Están empezando a gatear y ya he enseñado a la niña algunas palabras sencillas, demostrando una gran rapidez de aprendizaje. Ambos se han convertido en tan queridos para mí que me será difícil separarme de ellos cuando llegue el momento. El capitán ha decidido concluir el viaje, y en unos quince días estaremos en casa, por lo que he decidido confiar a los niños a una pareja que conozco y que los criarán como si fueran propios, habiendo perdido a los suyos en una plaga. Yo les echaré de menos, pero sé que debo volver al mar.

En cuanto a la bestia que mataron en la cueva, no tengo idea de qué podía ser y estoy convencido de que aún consultando textos a la vuelta, no encontraré nada que me pueda ser de utilidad. Pedí al capitán que enviara a algunos a buscar el cuerpo traerlo al buque pero se negó. Tambiñen se negó a permitirme bajar a tierra para aquel propósito, a mí o a nadie, sin querer explicar el porqué. Supongo que ello debe permanecer en el misterio, pero siempre recordaré lo penetrante de ese grito de muerte y la manera en que el viento lo retorció al pasar por el desfiladero, haciéndolo sonar de forma extraña como si alguien gritara ¡Harald!

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15/02/2013, 23:37
Director

Justo en el momento en el que la voz de Gregor se apaga, escucháis nítidamente una voz familiar que grita desde el valle

- ¡SEÑOR MARLOWE BAJE AQUÍ!

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15/02/2013, 23:38
Director

Pasa el tiempo y no hay señales ni de Marlowe ni de Palance, al cabo de casi veinte minutos se escucha un grito ronco a vuestra espalda, a bastante distancia, al giraros contempláis cómo dos docenas de enormes bestias se acercan a la carrera. Pese a su tamaño las bestias corrían a una velocidad sobrehumana y en poco tiempo estuvieron muy cerca, Von Steifen sólo tuvo tiempo de cargar el rifle con sendos cartuchos y apuntar en dirección a la masa de bestias.

Scott soltó a León que cayó al suelo a plomo y tomó su rifle. Ahora que estábais más cerca, Collins distinguió a un personaje familiar al frente de la comitiva de bestias, se trata del mismísimo Bhule, desnudo completamente, su desnudez dejaba a la vista que su cuerpo estaba cubierto de pelo naranja, del mismo color que el de las bestias. A Bhule se le veía distinto, con más vigor y mayor fortaleza.

 

Notas de juego

Tira Cordura Collins, si fallas pierdes 1d6

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16/02/2013, 00:20
John Collins

Un estremecimiento recorrió al periodista al ver aquello. Lo sabía... Sabía que aquel maníaco tenía algo raro bajo la camisa, que estaba metido en todo aquello. Sin embargo, el horror de aquella revelación le afectó más de lo que desearía, y las manos le temblaron mientras contemplaba aquello. 

"Así que así voy a morir..."

Collins contempló con aire nervioso la cueva a la que habían ascendido Marlowe y Palance. Quizá podría huir a ella y hacerse fuerte allí...

- Tiradas (2)

Notas de juego

¿Sería posible trepar antes de que me atrapen?

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16/02/2013, 19:00
Director

El primer pensamiento de Collins es huir hacia arriba, lamentablemente, la escalada lleva un rato y el grupo de hombres-mono están casi encima. Además los dos tramperos no tienen aspecto de querer irse sin matar a unos cuantos y aunque Collins sea partidario de ejercer la violencia en esta situación, disparar sería un auténtico suicido, eso sin contar con que León no puede caminar y parece totalmente ido.

Bhule levanta la mano y el grupo de hombres mono se detienen, se acerca lentamente hacia el grupo y dice:

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16/02/2013, 19:02
Terrence Bhule

- La violencia no será necesaria. Les prometo que no les haremos nada, a menos que nos amenacen-mira fijamente a Collins a los ojos e inclina la cabeza diciendo -un placer verle de nuevo, señor Collins. Tenemos mucho de lo que hablar... ¿Dónde está el señor Marlowe y el otro tipo?- entonces mira hacia arriba, a la cueva que se encuentra "suspendida" y parece comprender, entonces grita- ¡SEÑOR MARLOWE BAJE AQUÍ!

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17/02/2013, 11:05
John Collins

-No nos harán nada... No nos harán nada igual que a los tramperos, ¿no? O al otro guía, el que os acompañó a ti y a Donna en vuestro viaje... Y si no van a hacernos nada, ¿por qué tantos... Tanta compañía?

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17/02/2013, 13:24
Terrence Bhule

- Todo tiene una explicación, puedo asegurárselo señor Collins. Nosotros sólo estamos tratando de sobrevivir, alejarnos de indeseables y esos hombres puedo asegurarle que lo eran. Si me lo permiten... en cuanto estén todos abajo les contaré la verdad.

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17/02/2013, 13:29
Sasquatch

Ahora que los véis más de cerca, podéis daros cuenta de que los dos enormes monos que había cuando llegásteis, en realidad son más pequeños que el resto de adultos, lo que sólo puede significar que eran hembras.

Un gran macho de más de dos metros de altura da varios pasos hacia delante colocándose a la altura de Bhule e inexplicablemente, abre la boca emitiendo un sonido ronco

- Mi Tribu- dice señalando hacia detrás, hacia el resto de la manada.

No podéis creer que el ser esté hablando en inglés... ¡EN VUESTRO PROPIO IDIOMA!

Notas de juego

Tira Cordura, si fallas pierdes 1d4 (sólo Collins)

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17/02/2013, 13:35
John Collins

Lo del mono le había pillado por sorpresa, lo reconocía... Pero por Dios que no pensaba dejarse amilanar por ésos simios. 

-Ya... ¿Y las leyendas de los esquimales? ¿La adoración a seres que es mejor ni siquiera conocer?

- Tiradas (1)
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17/02/2013, 13:41
John Marlowe

Al escuchar el grito me sobresalto. Ya deben haber llegado. Rápidamente saco mi cámara de bolsillo y fotografío las notas más relevantes del diario, dejándolo todo como estaba. La escondo concienzudamente entre mis pertenencias. Siempre hacen falta pruebas.

—Parece que ha llegado nuestro anfitrión. Habrá que negociar con él nuestras vidas, sabemos demasiado. Hay que llevar cuidado con él, no tiene un pelo de tonto, aunque sea naranja.

No recuerdo haber encontrado ninguna momia en Groenlandia. ¿Volvería Bhule al yacimiento después de nuestra aventura?

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17/02/2013, 18:35
Gregor Palance
Sólo para el director

Notas de juego

¿Puedo escamotear algo de la habitación que no sean los diarios como prueba ante el departamento de zoología?

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17/02/2013, 20:40
Director

Notas de juego

Pues tú mismo, eres libre de coger lo que quieras.

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17/02/2013, 21:56
Gregor Palance
Sólo para el director

Cojo el libro de Las arcillas de Eltdown puesto que es el único que no me suena de nada y lo meto en mi macuto intentando que Marlowe no me vea, aprovecho que está pendiente de las fotos y de como esconderlas en su macuto para hacer yo lo mismo en el mío a sus espaldas.

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17/02/2013, 23:28
Terrence Bhule

- ¡ JAJAJAJAJAJA ! Está usted muy despistado señor Collins... ¡Nosotros somos ellos! - mira hacia arriba y vuelve a gritar  -¡MARLOWE BAJA!

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17/02/2013, 23:29
Director

Marlowe se dedica a sacar las fotografías mientras Palance coloca todo tal y como estaba. Marlowe apenas ha hecho un par de fotos cuando escucháis de abajo

- ¡MARLOWE BAJA!

Otra vez aquella voz...

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18/02/2013, 17:31
John Marlowe

-Vamos.

Lo tengo todo a punto. Dinamita a mano. Pistolas a mano. A la acción.
Al llegar al punto en el que el camino se bifurca en dos, saco el revólver y apunto hacia la oscuridad antes de cruzar, por si hay alguien aguardando.

- Tiradas (1)
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18/02/2013, 17:46
Director

No se escucha absolutamente nada, parece que el camino está despejado hasta la salida de la cueva.

Cargando editor
18/02/2013, 18:50
Gregor Palance

Sigo a  Marlowe tan sigilosamente como puedo. Con el arma en la mano y listo para descargar.