-No exagere, Collins.
Miro a mis otros compañeros.
-Disculpen, antes de continuar, Collins y yo vamos a hablar sobre un asunto privado. En un momento estamos con ustedes.
Cuando estuvo razonablemente convencido de que el resto no podían escuchar, dijo:
-Bueno... puede llamarme paranoico si quiere... pero el caso es que no me acaba de gustar lo de Bhule, ni me fío mucho de él... en la expedición, los franceses le gastaron una broma, en la que quedo empapado. Cuando hicieron amago de quitarle la camisa, se resistió muchísimo... de hecho, creo recordar que llegó a echar mano de su cuchillo, o que estuvo muy cerca. Puede ser una anécdota tonta, pero creo que tiene algo que ocultar... y otra vez está relacionado con éstas cosas.
Me froto la barbilla de forma instintitiva mientras llevo la mirada hacia el suelo reflexionando. Entonces hablo a Collins:
-Tiene razón, nunca se sabe. También me resulta misteriosa la desaparición de Mathieson. Después de la entrevista con Bhule, si el resultado no es satisfactorio, deberíamos investigarle más a fondo. Ver qué oculta bajo la camisa o acercanos a Toronto para indagar en la casa de huéspedes de la señora Lester. Demasiados reparos cuando hablamos con ella para tratarse de que nos comunicara con un viejo amigo. Bhule debe saber algo. También es interesante conocer a su pareja.
-No lo sé... simplemente quería que lo supiera, tengo un mal presentimiento con todo ésto... como lo tuve con aquel maldito templo.
-Gracias por comunicármelo. Habrá que estar alerta. En fin, volvamos con nuestros compañeros y pongámonos en marcha. No me gustaría que Bhule se nos escapase.
Asintió ante las últimas palabras de Marlowe y volvió con el resto.
-Disculpen la espera, caballeros. Si les parece, vayamos a buscar a Bhule.
- A esa clase de mujeres hay que saber tratarlas, me sorprende que un hombre como usted se deje amilanar por ellas. Las sufragistas han hecho mucho daño a esta sociedad.
Sonrío con cierta condescendencia y prosigo la conversación.
- Y ahora, salgamos de aquí. Primero Bhule y luego Canadá. Ya tengo ganas de atrapar a ese especimen. ¿Saben dónde localizarle? me refiero a Bhule, obviamente.
Suelto una breve risotada al decir esto último.
—Lantilla nos acaba de dar la dirección. Me sorprende tan poca atención por parte de un hombre de ciencia, debería haber estado más atento en vez de pensar en las faldas de esa chica.
Lo mejor era sentaros en algún sitio, comer algo y decidir el próximo paso. Así que os encaminásteis a un café para estudiantes y profesores, que había en el mismo Campus. Y allí, sentados en una mesita con un sandwich y un café, abordásteis el asunto.
El profesor Lantilla os había dado el nombre del hotel donde estaba alojado Bhule en Vancouver (si es que seguía allí), además teníais la dirección dónde estaba alojado Bhule en Toronto, y bueno... siempre podíais investigar en Toronto (Universidad, Biblioteca, Registro, etc....) y luego por último estaba el asunto de la pata del "simio" en sí, Lantilla ha mencionado un trampero en un pueblecito de la Columbia Británica, pero no habéis indagado más sobre el asunto (ni sobre el sujeto, ni sobre el pueblo , ni sobre el descubrimiento en sí).
Además León y Gregor tienen información adicional
Creo que está todo claro
- Lantilla debió dar la dirección mientras estaba ensimismado en el estudio de la pata. La Zoología, señor Marlowe es una ciencia que requiere mucha concentración. Más tarde ante una cerveza me complacerá explicarles mis conclusiones. Por cierto, no recuerdo cuál era su especialidad, ¿o tenía varias?.
La sonrisa de condescendencia se amplió en mi alargada cara.
¿Por donde quereis empezar entonces? quiero decir.......¿que hacemos? - sea lo que sea quiero empezar ya, esto puede relanzar mi carrera y ademas es muy excitante
-Bueno, creo que el experto en temas de investigación es el señor Marlowe, aquí presente...-dijo, recostándose un poco mientras daba un sorbo al café.
"Uhm... demasiado dulce..."
Aprovecho un rato en el restaurante para llamar a mi departamento e intentar contactar con el doctor Ewell, jefe del mismo. Cierro la puerta del reservado donde se halla el teléfono, no quiero que se me escape ninguna frase al azar que pueda ser malinterpretada.
- Operadora, póngame con la universidad de Boston, extensión 099.
Tras pedir disculpas, Gregor se levanta a hacer una llamada telefónica.
- ¿Doctor Ewell? al habla Gregor Palance. Acabo de salir de la universidad de Vancouver, he tenido una entrevista con el profesor Lantilla y he visto su descubrimiento. Me ha comentado que tiene mucha relación profesional con usted y quería indagar más en su curriculum profesional puesto que he notado alguna discrepancia en sus análisis.
-No podía recordarla, señor Palance, puesto que no se la mencioné. Soy investigador privado, tengo un despacho en la calle Boston, de Arkham.
El café arde como el infierno. Me gusta.
-En primer lugar optaría por hacer lo más obvio, buscar a Bhule en la dirección que nos dijo Lantilla e intentar hablar con él. En Groenlandia establecí buenas relaciones con él, le acompañé en el proceso de copia del muro hasta el último momento. Y ahora que lo pienso, ¿habría algo más detrás de su interés exacerbado por el muro? ¿Puro amor por la ciencia y la investigación?
Tras la entrevista no estaría de más investigarle.
Doy un buen trago al café. Está muy caliente, pero me encanta que esté así.
-Señor Palance, ¿qué piensa de la pata? ¿Podría pertenecer a uno de los seres que le referí? Supongo que pensará que todo esto son leyendas esquimales, pero lo que sucedió al final fue muy real.
Tras hablar con una secretaria de la Universidad, con la secretaria del departamento y con un colega (Donalson), por fin logras hablar con Ewell.
- ¿Lantilla de Vancouver? ¡ah! es un tipo excelente, una gran persona, de esas que quedan pocas. Hombre de confianza donde los haya, pero créame... nadie es perfecto y le diré que Lantilla, no es precisamente un Zoólogo brillante - dice Ewell más con resignación que otra cosa -no sé qué es lo que habrá descubierto, pero sobre el análisis, no le haga mucho caso en lo que le diga, sus conclusiones suelen ser equivocadas. Ama la Zoología pero sus conocimientos son algo parcos.
- Doctor Ewell, me deja usted más tranquilo. Era justo lo que yo pensaba, le mantendré informado respecto al descubrimiento, el cual lo más seguro sea que nos lleve a una expedición a Canadá. Ya sabe usted que es un terreno que yo domino. Cuando volvamos, le llevaré mi cuaderno de campo para estudiar lo que quiera que sea que encontremos. Muchas gracias por todo, tengo que dejarle.
Espero su despedida y cuelgo el teléfono para volver a la reunión, tengo ganas de compartir mis datos con el grupo.
-Pues no parece que se esté creyendo todo el tema de lo que pasó en Groenlandia-dijo, refiriéndose a Palance-en fin, yo creo que peor para él... Más duro le será asimilar algunas cosas cuando las vea por primera vez. Desde luego, esta vez no volverá a pillarme ninguna... Cosa sin preparar.