Partida Rol por web

Rompe un silencio mistico tras los velos del mutismo que domina su profesion, inexplicable, debe hablar... El mimo... Gerard...-Mmmm... Veamos... *hace una pausa cuando ve que todos ven al mimo hablar...* ¿Que tenemos hasta ahora? Una periodista muerta y resucitada con un corte en el cuello, que seguro no sabe que sucedio, un piromano que amenaza con prendernos fuego en cualquier momento, un answang que misteriosamente no sego la vida del domador ni tampoco escapo, o ambos, aseang y domador son conplices y nos estan ofreciendo un singular teatro, ¿Con que fin? Lo desconosco, ¿Es verosimil? Por supuesto que no, pero tampoco lo era que la periodista "reviviera, y ya ven. Esta noche, como ven, "todo puede pasar", un buen eslogan para un circo fantastico con un aswang, Genial!!! Si no nos estuvieran "matando", antes de empezar la funcion,*se detiene cuando se da cuenta que las bromas le corresponden a Oscar*.-
-Bueno, todo eso, y tambien han matado al cocinero, al mago, e intuyo que el actor no fue mera casualidad en todo esto.-
-¿Conclusiones?... Mas de una amenaza nos asecha. Minimo tres, el piromano, el degollador, y alguien con una fuerza sobre humana. Aunque las tres amenazas podrían estar "confabulafas" en nuestra contra, tal ves rencor, o simple locura, y estar matando de formas "distintas" cada ves, para despistarnos. Tampoco descartaria esa ultima opcion. No descarti ninguna opcion.-
-Y ya hable demasiado para ser un mimo...-

-Deberias cambiarte de ropa- dije acercandome a Magdalena con un vaso en una mano y una botella en la otra-. Bebe un poco, te calmará los nervios- algo era seguro, Magdalena era una amenaza para alguien o un posible objetivo. Quizas un vendedor de hojas de afeitar que pensara que era una mala publicidad o un ejemplo para las mujeres... Ese es un buen chiste, deberia anotarlo.

-No se preocupe doctor, mientras que recuerde como curar, estaremos bien- quizas su edad le jugara una mala pasada, no dejaré que me examine a menos que me este muriendo o desangrando. Hablando de morir, todos miran desconfiados a todos, se quedan callados y traman. No me gusta.

- Señorita Magdalena por favor, ¿puede usted aportar algún tipo de pista? Ya sea algo que ha visto antes o durante ser impregnada en la sustancia inflamable, o en quién sospecha. Alguien aquí, y teniendo en cuenta que muchos laboran en un circo, tiene acceso a gasolina o queroseno, usada también en sus propios actos profesionales. -

- Claro que sólo es una suposición, los encargados de las actividades caseras a cargo de la mansión también entran como sospechosos.-

 - Pues si le prenden fuego, con todo ese pelo - piensa el literato, aunque prudentemente no lo exterioriza - arderá como una tea.

- Señor Warren - dice, dirigiéndose al jefe de policía, mientras se retuerce el mostacho con la punta de los dedos - Como imaginará, alguien como yo, un humilde artesano de la palabra, es por completo ajeno a los modernos procedimientos policiales que usted sin duda domina; pero creo que podríamos comprobar las manos de los presentes, para ver si las de alguno huelen a esa... sustancia inflamable, por así decirlo.

 - Por supuesto, puede que sólo sea una ocurrencia, fruto de haber asimilado tantas lecturas sobre misterios, entretenidas, claro está, pero sin fundamento ninguno.

- En efecto señor Ricci, la mayoría de las sustancias inflamables contienen un fuerte olor, no sin mencionar que pueden llegar a manchar ciertas superficies. - El jefe de policía se sonó la garganta para dirigirse a todos - Si todos están de acuerdo, propongo realizar la idea del señor Ricci.

Demasiadas variantes en movimiento y una razón cada vez más esquiva para estar aquí. -¿Por qué acepté la invitación de venir aquí? -Suspiro al tiempo que observo a los presentes y sé que la pregunta es tonta e irrelevante. No había ningún peligro en venir y solo era una simple invitación a un evento inofensivo. Vaya sorpresa.

La incertidumbre está muy presente y solo hay conjeturas vacuas con respecto a lo que está pasando. Nuestro anfitrión debería saber lo que está sucediendo, aunque si lo supiera dudo que lo divulgue y esto también es una conjetura vacua.

La mujer barbuda fue atacada y al parecer sigue siendo un objetivo. -Pobre desgraciada. -Pienso y me aproximo al policía para mostrarle mis manos. No he manipulado ese tipo de sustancias, líquidos inflamables con la intención de dañar a alguien, en mi vida. -Aunque es una buena idea, también es falta de sentido. Considero que pueden haber muchas formas de usar ese tipo de componentes sin llegar a tener contacto con estos. -No se me ocurre nada para intentar ayudar con lo que está pasando y mis palabras no ayudan mucho.

-Creo que es momento de intentar esclarecer algo con los mismos muertos. -La idea de visitar el limbo no es muy atractiva y los muertos no son muy comunicativos. Me agradaría poder ser a quien encierren en la jaula y así estar protegido y aislado de muchos peligros para proceder con mi "viaje".

-A mí la idea del escritor de examinar nuestras manos para comprobar si huelen a un líquido inflamable, me parece buena, pese a que, como dicen, resulta insuficiente -dije, pensativo-. Personalmente, no tengo nada en contra del domador, así que no voy a votar contra él mientras no tengamos pruebas que indiquen que fue él quien provocó la muerte de la cantante de ópera.

-Mi voto irá a lo seguro, por lo cual voy a votar a la persona que creo que prendió fuego a Magdalena Ventura, ya un total de dos veces, y sigo pensando que esa persona tuvo que ser Milton Eugene Judd, el hombre pequeño. Eso no lo hace un asesino, pero sí un pirómano. Él no estaba con el resto que se encontraba en la sala de la jaula del Aswang, y es probable que aprovechara la ocasión para dirigirse a la habitación de Magdalena mientras la mayoría estábamos ocupados con la repentina resurrección de la señorita Harrington.

-Tengo guantes- dije alzando la mano que aun sostenía la copa-. Pueden olerlos si quieren pero no encontraran nada- me giro hacia el jefe de policía-. ¿Y por qué los del circo son sospechosos y no todos? Sin ir más lejos, se podría usar una de las muchas bebidas alcohólicas que están repartidas en todas partes. Las cuales tienen acceso todos los presentes…

Claro, somos raros y ya nos tachan de prender fuego a la gente. No digo que seamos santos, pero no por ello iremos a la hoguera mientras los ricos brindan.

-Esos son claros prejuicios señor mio. Yo soy el primero que me ofrezco a que miren mis manos mi ropa, mi pelo, mi olor o lo que deseen. No van ha encontrar nada. Porque que trabaje con pólvora, no significa que sea un piromano. Usted no solo esta equivocado, sino que creo que tiene una empresa personal contra los circenses. -Aquel hombre de corta estatura, rumio cada palabra molesto por el gigante viejo y desvergonzado. -No se si sera un doctor de nombre o de profesión, pero desde luego no tiene nada de tacto para hablar de gente diferente.

-No tengo ningún prejuicio contra la gente pequeña, señor Judd. La señorita Ventura fue prendida fuego por alguien que incendió una cortina sin que ninguno de nosotros se diera cuenta. Y usted es el que más me encaja en el perfil de una persona que pasaría desapercibida.

-Además, cuando la mujer barbuda volvió a ser atacada como ella ha asegurado, había un grupo de seis o siete personas reunidas alrededor de la jaula del Aswang: el payaso, el domador, la acróbata, la cantante de ópera, la periodista, el jefe de policía y yo. Ninguno de nosotros pudo haber sido el que atacó a la señorita Ventura porque las luces de toda la mansión se apagaron cuando todos estábamos en esa sala. La persona que cortó la luz tuvo que ser la misma que aprovechó la oscuridad para ir a atacar a la señorita Ventura. ¿Podría decirnos en qué parte de la casa se encontraba usted cuando se apagaron las luces, señor Judd?

-Explíqueme porque YO soy el mas lógico. -Miro a todos. -Si es porque trabajo con pólvora o porque soy de estatura menuda, es lo mas eventual y prejuicio que he escuchado. -Malditos listillos catedraticos, que se creerán ellos con sus títulos y razones ventajosas. Como me reeria si fuera el gigante extranjero el piromano. -Rumiaba las palabras molesto por ese racista.

-Hora 01:00 - Receso 1 - (*uso de poderes*)

Poco a poco se van acomodando por las estancias de la mansion, la noche parece que sera larga y mortal y necesitaran estar descansados pero despiertos. Se acomodan, se relajan.

Toman un Receso en la votacion con la esperanza de tener entre rejas al culpable, pero ¿Era uno solo el responsable de todo aquello?¿Seguiría tranquila la noche y sin sobresaltos?

Mientras tanto, en el despacho, el abogado realizaba un recuento de votos*, teniendo en cuenta que habia sanciones contra quienes no votaran o no participaran activamente en el debate, por lo que algunos podia recibir votos adicionales.

Cuando el abogado tubiera bien definido las votaciones, indicaria quien debia ser llevado al calabozo, por el momento esta duditativo y todos seguían en aparente libertad.

- Por favor les ruego guarden la compostura, una actitud hostil presume un alto sospechoso, claro que también la indignación e impotencia llegan hacer lo mismo. Pero vamos, todos sabemos aquí que lo primero que asociarán esa actitud es a la primera que he mencionado. Ahora pues debemos dar con el asesino y a saber si tiene cómplices, ya que escapar de un crimen así es bastante difícil para una persona y este se nos ha escapado de los dedos como mantequilla definiendo así las habilidades de este peligroso sujeto, o peligrosa. - 

        - Me alegra mucho que no te haya pasado nada grave otra vez Magdalena, por favor permite me apoyarte -     dijo Samara mientras que se aproxima a la mujer barbuda para abrazar la y darle apoyo mientras que olfatea su aroma y revisa en que parte tiene la sustancia inflamable impregnada, entonces escucha la discusión en el cuarto y suelta a la fuerte mujer para girarse hacia el par para decir les mientras que se acerca a ellos:

        - Por favor señores abstengan se de discutir sin sentido por favor!  tratando de ser objetivos sin duda al ser de baja estatura Milton podría ser menos perceptible que otros, sin embargo no veo como él dice ninguna relación directo con que fuese piromaniaco y ciertamente doctor eso parece un simple prejuicio sin fundamento, así como prejuzgar a nosotros los circenses, además de que el corte de luz permite que cualquier otro sea imperceptible -   La mujer se colocó entre ambos hombres con las manos levantadas para calmar los (el doctor y el hombre bala), solo un momento después puso sus manos por delante para mostrar las policía para las pudiese revisar mientras que dice:

         - Por otro lado también me parece muy sospechosa la aparición del domador dentro de la jaula y que inmediatamente él mismo se nomine señor oficial, posiblemente el no mató a la artista ... pero tal vez este cubriendo a alguien más que si lo hizo, de momento y sin pruebas de nadie mas tal vez él sea el primer sospechoso de lo que ha pasado esta noche -   tras dejar que el oficial revise sus manos que no están enguantadas sonríe a los presentes con nerviosismo evidente por no saber que pasa allí ni lo que les espera

Despues de unos minutos deliberando en el despacho, repasando votos y sanciones, concluyen que el indicado en ir al calabozo a de ser el tragasables, quien no ha votado ni ha participado en el debate.
Asi, con indicaciones de Sir Hebert, el tragasables es llevado a los calabozos de la mansion Grinshaw y encerrado tras rejas.
Lo demas siguen tranquilos, pensando que probablemente, han encerrado a una de las amenazas, lo que los ayudaria a salir de ahi sanos y salvos.

-Brindo a su salud- dije alzando la copa ante la intervención de la hermosa trapecista. Por otro lado, no tengo muchas pistas sobre como seguir así que decido beber bastante mas-. Me pregunto si ahora que el mudo tragasables no está, estaremos mas seguros.

No creo que tengamos tan buena suerte, seguramente entre los presentes alguien se esta regodeando y sonriendo para sus adentros. Esperando la oportunidad para prendernos fuego o destrozarnos. Eso no es divertido. Con lo bien que estaba en el circo, aguantando los gritos y burlas mientras me arrojaban palomitas de maíz y otros alimentos. ¡Ellos tendrían que estar allí! Esperando a ser asesinados. No yo que solo quería hacerles reír y cobrar por ello.

El domador observa con expresión meditabunda como se llevan al tragasables a las mazmorras. Después se dirige a la mujer barbuda:

-Magdalena, aunque no nos conocemos en profundidad, le aseguro que soy el primer interesado en descubrir al canalla que ha pretendido quemarla viva. Soy un hombre de acción y todos este maldito embrollo me saca de quicio. Ardo en deseos de encontrar al culpable o culpables de los horribles actos antinaturales que aquí se han cometido.

Después se dirige a todos los presentes:

-La verdad es que me gustaría retomar mi conversación con el ser que hay dentro de la jaula... En la anterior ocasión creo que estábamos haciendo progresos... hasta que se fue la luz. Si me dan su permiso el anfitrión y el jefe de policía, intentaré, una vez más, tener un diálogo con la criatura...
¿Qué opinan?

El abogado llega al salon, Blanco como la cal. Temblando como un flan. Se sienta en la primera silla que esta libre y a su vista.

-Perdonen mi falta de presencia, tratare de estar mas visible en lo que queda de velada.

​Espera un rato como teniendo algo que decir, finalmente lo dice rápidamente, con miedo casi como si lo vomitara.

​​-¿Alguien ha visto por aquí a un niño encapuchado? ​ 

-Tal ves usted no se dio cuenta, Ser William, pero la creatura esta perfectamente encadenada, por eso esta usted aun con vida, yo no tentaria dos veces su suerte. Lo que no me explica como aparecio la cantante muerta en la jaula. Tal ves la abominacion sabe liberarse y a elegido matar a la cantante y no a usted para confundirnos. Como ya dije, es sumamente inteligente, en las Filipinas intentos convertirse en mi esposa, y puede tomar el aspecto de cualquiera de los presentes.-
-Pero creo que nadie, me incluyo a mi y a mi buen amigo Hebert, le impedira volver a entrar en la jaula bajo su propia responsabilidad y con el riesgo de no salir con vida.- Hebert asiente a las palabras del cazador.
-Pero su muy ariesgada actitud me hace pensar, Ser William, que o usted sabe algo que los demas desconocemos, o que usted es un loco estupido y suicida que no valora su propia vida.-
-Sepa que esa abominacion no es uno de sus leones, y no solo es sumamente inteligente y astuta, tambien es mortal, cruel y perversa...- realiza un gesto de desden hacia el domador como si de todas formas no le importara lo que hiciera, de todas formas era su decición.

-Recuerda que si mueres ya me pedí tu gato- dije hacia el domador guiñándole el ojo, como invitándole a seguir con su plan. Aunque era cierto que la criatura estaba encadenada y poco podría hacer, era peligroso como se mire. Mientras sea él y no yo, no intervendré.

Me giré hacia el abogado, quien, para sorpresa mía, no nos estaba haciendo firmar ningún documento para dejar a su patrón fuera de cualquier escándalo. Ahora parecía sumamente afectado, incluso más que cuando encontramos a todos esos muertos despedazados por cualquier rincón.

-¿Niño encapuchado?- enarqué una ceja que poco se notaría bajo el maquillaje-, ningún niño fue visto desde que llegamos, de haberlo ya estaría arrojándome algo…- mierda, lo dije en voz alta.