Partida Rol por web

Acabo de masticar mi trozo de queso antes de responder a Auris.

- Me temo que podemos estar ya implicados. No fuimos precisamente muy discretos. Que los vecinos miraran haber quien los despertaba y al ver a unos desconocidos armados no protestaran, vale. Pero creo que a estas horas toda la calle tiene nuestras descripciones y los nombres que dijimos a gritos.

Tomando otro trozo de queso antes de que se acabe. – Tampoco creo que ganemos nada involucrándonos mas, de momento.

Elessar está un tanto absorto hasta que escucha a Auris. La noche anterior había sido rara... y algo de intranquilizaba.

--"No he tenido tiempo suficiente para leer detenidamente los papeles que pillé de la casa... pero había algo reciente entre mucha paja. Lo que me inquieta es que habla sobre el Bosque Argénteo y ruinas elfas." De repente se queda un momento pensando... mira directamente a Naurnes. --"Naurnes, ¿recuerdas dónde dijo que les atacaron los orcos a esos elfos?¿no era algo como claro de luna o claro de estrellas?"

Se le ve inquieto de verdad.

-Sí, lo recuerdo como si hubiera sido ayer (en realidad tampoco es que haya pasado mucho tiempo), me impactó, era la primera vez que alguien tan malherido me pedía ayuda. Dijo: "Señora. Ayude a mis amigos. Los orcos nos atacaron en el claro de la luz". ¿Crees que está relacionado con lo que has encontrado, buen Elessar? -pregunta interesada la elfa, repentinamente inmersa en la conversación.

Miro de un lado a otro de la mesa escuchando a mis compañeros sin enterarme de nada. No sabía de lo que estaban hablando y lo único que podía hacer es... degustar el desayuno... no os vais a comer eso? - interrumpo. Se va a quedar frio.

Con la boca llena y escurriendose el caldo a cada palabra que menciono.. Acabamos de levantarnos.. menos cháchara!

Elessar mira al semi-orco. Mira su comida... le vuelve a mirar y simplemente se acerca más el desayuno. Deja bien claro que eso es suyo.

--"En los papeles hablan del hortale elenya, un objeto élfico que su nombre relaciona con las estrellas. ¿Sabe alquien qué es? y sobretodo, ¿por qué estamos en medio?"

Ni la más remota idea, eso sería trabajo de un bardo o de algún historiador local o élfico. Y salvo el elfo del templo, no creo que nadie más de la zona desee contarnos de que va el asunto.

Maldita sea en menudo follón que nos hemos metido, deberíamos evitar implicarnos mas en esto, objetos mágicos de los elfos, como si ya no tuviéramos bastantes problemas con los oscos

Y se sume en un reflexivo silencio.

-Pues si la única pista que podemos seguir es la que nos podría proporcionar el elfo del templo, creo que es evidente qué deberíamos hacer, ¿no? -dice la elfa con una sonrisa. Extrañamente, a pesar de haber dormido poco y ser todavía plena mañana, Naurnes conserva buena parte de su encantadora imagen, tal vez distorsionada ligeramente por un pelo un tanto despeinado, pero que le cae sobre los ojos con gracia y elegancia. Y su sonrisa... blanca y pura, inocente. Seguramente sus palabras suenan más en los corazones que en las mentes de los presentes y por un momento la idea de que eso es lo único posible, cruce fugazmente luminosa en su conciencia. 

No puedo mas que asentir ante las palabras de Naurnes. – A menos que descubramos alguna otra cosa el es lo único que une todas las pistas.

Mientras espero alguna intervención mas me sirvo de la garra de bebida y tomo un trozo de pan y queso.

Más atrás, escuchando la conversación, la mujer se queda, no tiene mucho que aportar, la verdad, no sabe del todo lo que hablan, por eso, una postura más bien distante es lo más recomendado, aunque eso no significase que perdiese atención de lo que decían. ¿en dónde estaria la arquera?

Busco a la posadera y amablemente le pregunto si en la ciudad hay algún bardo del lugar o si hay eruditos en la historia de los terrenos circundantes.

Habia tardado en llegar en donde se habian reunido los otros integrantes de la caravana, al ver a Alma me acerco a ella poniendo atención en lo que decian los demas.

"-¿Algo interesante de lo que deberia saber?"

Le pregunto a Alma mientras me acomodo el arco en la espalda.

La arquera había llegado por fin, Alma le sonrió de medio lado, no podia esperar un mejor gesto por parte de la joven que rara vez daba alguna buena cara a los que debía considerar "plebe". Movió su cuello, haciendo que las vertebras de su cuello sonara.- pues hablan sobre asuntos de los que no estoy del todo enterada, debo suponer que deben tener relación con lo que dijo la elfa asustadiza de anoche - indicó a la elfa con el mentón - ¿preguntas tú o yo lo que sucede? aunque a mi me tiene sin cuidado, no es mi problema, a menos que se torne un problema - se encogió de hombros mirando su taza de té servido, bebió un poco de este, pareciendo que ignoraba a la arquera, en ese momento.

Con un escandaloso bostezo me levanto de la mesa... VENGA CHICOS! qué hacenos al final!! Yo ya estoy listo para darle caña a un par de tipos o tres... y Hrunting apoya mi moción... jaja!! Agarro con fuerza mi arma y tras colocarmela a la espalda me aprieto los nudillos con un fuerte crujido.

Cada vez hay más gente en la mesa. Por si acaso antes de intervenir tomo un trozo de queso y pan para cuando acabe.

Klaxtor comienza a impacientarse. Lo entiendo, yo tampoco tuve una actuación nada brillante anoche. – Espera Klaxtor, primero intentemos saber donde esta ese lugar. Podríamos pasar semanas dando vueltas buscando ese claro sino sabemos donde esta.

Auris se acerca a la posadera para informarse.

Pues si. Casualmente hay un bardo que, si no me falla la memoria, debería pasar por aquí esta noche. Se llama Hojadeplata, Alec Hojadeplata. Conoce un montón de historias de elfos de los bosques y se comenta que él mismo tiene algo de sangre élfica. Por desgracia no se por donde se mueve cuando no está aqui. Tendréis que esperar a la noche.

En cuanto a eruditos... se queda unos segundos pensativa... no, lo siento. En eso me temo que no puedo ayudaros. En una ciudad como Eterlund seguro que hay unos cuantos, pero yo no conozco ninguno.

Después de escuchar atentamente a la posadera una vez ha acabado me giro hacía ella levantando la cabeza. – Muy confortables las habitaciones y magnifico el desayuno. ¿Podría indicarme si hay aquí en Eterlund o en las cercanías algún templo de Tempus? Iría para presentarles mis respetos a mis superiores. – Posiblemente serían una buena fuente de información para saber alguna cosa más.

Gracias señora su dulce sonrisa es un bálsamo para los cansados huesos de este joven viajero ;)

Salgo a la ciudad y me voy a dar una vuelta a recoger información a ver si consigo la dirección de uno o dos eruditos en historia local y geografía cercana.

-Entonces, ¿os acompaño al templo? -dice con inocencia la elfa, abriendo mucho sus almendrados ojos y dando por un momento la impresión de que era un poquito cortita de entendederas. Sólo había sido un instante fugaz y lo que había hecho era atraer la atención y movilizar las mentes. Sin esperar más, dio por buenas las expresiones faciales de sus compañeros de mesa y comenzó a levantarse, dispuesta a guiarles hacia el cercano templo. 

Preguntas por la calle y todos te señalan el mismo sabio, un tal Allustan, que vive en la calle de la Rueda y que lo sabe todo sobre la historia de la ciudad y sus alrededores. O eso se dice.