Partida Rol por web

La mesa de Sangre

Alexia volvio a entrar, justo a las doce en punto, mas seria que cuando habia salido.

- Señores, la reunion va a dar comienzo, por favor pasen a la sala ajedrez.- dijo con su tono dulce de siempre, siembargo, a ninguno os parecio el habitual.

La sala ajedrez recibia tal nombre porque solo habia en ella objetos blancos y negros. Se decia que en esta sala era donde el principe tomaba las decisiones cruciales de la ciudad, que le resultaba inspiradora.

Al entrar veis que la sala no esta vacia. Una bella mujer se encuentra en ella, de pie, esperandoos. Ninguno la ha visto entrar ni la recuerda pero su presencia hace que vuestra bestia agache las orejas. Es poderosa, es antigua... despide ese aura que te hace pensar que podria eliminarte con solo desearlo.

Se han dispuesto seis sillas exactas en torno a la mesa. No hay señales que indiquen donde a de sentarse cada uno pero sin duda, apartir de este momento, teneis la conviccion de que cada minimo gesto sera valorado.

Alexia no pasa, se queda en la puerta y recibe al ultimo rezagado del grupo. ¿O tal vez siempre estuvo y nadie lo supo?

Cuando todos entrais Alexia cierra la puerta dejandoos solos.

La discusión había sido excitante. Los argumentos de Lavenko eran sólidos y su coraje innegable. Su desprecio por la demagogia y el politiqueo, su fatalismo... tenía madera de líder. No podía dejar de pensar en Roosevelt y en los paralelismos mientras entraba en la sala.

Ese lugar siempre le había dado tranquilidad. Dentro, le invadía una agradable sensación de pertenencia, como si él mismo fuera parte del lugar. Había tardado tan poco en llegar tan arriba como en acostumbrarse a los privilegios de posición. Eligió sitio.

Se quedó de pie junto a la su silla (ver notas), esperando a que la señorita se sentase primero.

 Amanda se levanta de su asiento, dirigiendose por el pasillo haci la sala ajedrez. A cada paso que daba sus bellas piernas sobresalian del vestido, su contoneo era melodico, como una obra maestra del mejor pintos o musico del mundo. Miró las sillas inquisitivamente y vio que Blaise se habia decidido por una pero no acomodaba aquel bello trasero que poseia.

Una sonrisita escapa de sus labios al pnsar en ello.

Con decision se poso tras la silla junto ala de Blaise y sonrie al Ventrue con cariño, y espera a los demas, para con educacion sentarse con los demas, en la silla elegida.

Romanov ya se estaba impacientando y estaba pensando en pedir algo de beber al servicio cuando Alexia, la guardiana, imformó de que la autentica reunión iva a dar comienzo. Abanzó tras los otros vampiros hasta que llegaron a la famosa sala del ajedrez, el solo hecho de que la reunión fuera a celebrarse en aquella estacia puso en tensión al brujah.

Al entrar en aquella sala, Roman reparó en la vampira que los estaba esperando, pudo sentir el poder que emanaba de ella...

La cosa se pone seria, primero nos reunen en está sala, despues...joder, será mejor empezar a ser cauteloso...

...y con cautela peró sin miedo Trakia ocupó el asiento mas alejado que pudo de la "aristocracia". La pre-reunión no habia empezado con buen pie con los vampiros menos "aristocráticos" como Lavenko, aun así preferia sentarse a su lado en vez de hacerlo cerca de la arpia de amanda.

Lavenko ingreso en la sala, majestuosa y bien arreglada como el juego por el cual llevaba el nombre; un aire de tension se emanaba de una mujer que ya se encontraba alli. Los pasos fueron seguros aunque la vista del Gangrel miraban el piso hasta que tomo el asiento numero 4, sus ojos miraron a Trakia por unos segundos y luego su vista fue hacia el frente encontrandose con Balise.

Silencio eso era lo que se respiraba alli.

   Como siempre. Niños bonitos y mimados jugando a ser grandes hombres con un padre que les da pan ocultandoles el gran banquete.- piensa 

   Pareciera que nunca estuvo. Galvan sacude su traje, - que gran ocasión para presentarse en este edificio, ja ja ja, y camina de forma calcada observando cada expresión de los presente. Sus caras ya son conocidas. Mira a aquella chica que cierra la puerta y da un suspiro. -Con su debido permiso, querida- le dice mientras camina en busca de una silla (silla5). -Espero no haber retrasado esta gran reunión. He tenido asuntos que resolver-.

   ¿Cuál será este nuevo plan? Solo queda esperar....

Corre la silla y procede a sentarse. Mira a todos con una gran sonrisa.

Los pensamientos basta con que los pongas en cursiva, es mas facil y asi los compañeros no se lian con lo que dices y piensas (los hay bagos que solo leen las frases en negrita pensando que es lo que hablan los compañeros y no veas que follones despues)

El ambiente tenso como un cadáver dejaba ver tantas cosas, cada movimiento era estudiado por los presentes a la perfección buscando *ese no se qué* que uno pretende encontrar en el otro pero no puede hallar. Silencio como en el espacio aquella habitación tenía algo especial que la llenaba de una energía tan pura o siniestra que no sabría diferenciarla. Los ojos de Philip fueron a dar a la mujer parada que no había emitido palabra alguna pero a los pocos segundos no resistió mas y aparto la vista sin dudarlo.

Ahora se hacía presente un Nosferatu, le miro de arriba abajo cuando este se sentó a su lado…. Una sonrisa de aprecio se mostro en el rostro del Gangrel, pero aun el silencia se conservaba en su persona.

Recuerda de Blaise sabe quien eres, pero es el unico.

Tus ojos en la calle te informaron que una poderosa canaita acudiria a esta reunion, llegada del otro lado del oceano, un viaje muy largo solo para asistir a una reunion asi que debe tratarse de un asunto muy serio, pero ¿Si es tan serio por que no esta presente el principe?¿Seran ciertos los rumores de que se a fugado del trono o sera que alguien cumplio tu sueño y le convirtio en cenizas? y de ser asi ¿Por que nadie te informo de ello?

JA!...daria mucho por poder leerle el pensamiento a la zorrita de Weiss, un nosferatu era lo que faltaba para que tu enorme ego explote. ¿No te crees lo suficientemente vulgar como para compartir mesa con nosotros?

Romanov notaba como la situación llegaba al limite de la tensión,¿ Quien ocuparía ahora la silla que faltaba? Dejando atrás que no imaginaba cuanta gente mas aparte del correcto sanford querría sentarse con el juguetito del principe sin duda  podría ser alguien retrasado como el nosferatu, Galvan Freeds...Pero  tambien podría ocupar la silla aquella vampira que los había estado esperando en la sala.

Algo comenzaba a dibujarse lentamente en los pensamientos del brujah, sin duda, aunque a la señorita Weiss le pesase , allí estaban reunidos buena parte de la representación vampírica de la ciudad, y además todos ellos gozaban de posiciones privilegiadas.

Roman se empezaba a preguntar si había algo que se le escapaba como sheriff...o como simple vampíro. Estaba mas o menos seguro de que allí nadie tenia idea de lo qeu estaba pasando, ni siquiera Amanda.

¿En que seríe de asuntos extraños me puedo haber metido sin saberlo?

 Una mirada furtiva aparece en los rojizos ojos de la joven Toreador mirando al Nosferatu.

- Maldita la hora que menté el nombre de los nosferatu

Pensaba la joven, pero debia comportarse, no daria el gusto a los alli presentes de perder los nervios y la calma, por la presencia de un ser tan...tan...tan...no habia palabras para describirlo, pero sabia quien era, sabia su posicion y de los que alli estaban reunidos. La cosa era seria, todo era demasiado extraño, aquella mujer que los habia estado esperando, la ponia realmente nerviosa, pero no lo dejaria ver, tenia que ser fria, tenia que ser la que su principe esperaba que fuera, aquella que se merece su puesto al lado de él.

Solemne y tranquila....solemne y tranquila...

Cierra los ojos y respira hondo mientras se sienta frente al Nosferatu y le sonrie:

- Bienvenido Señor Freeds, hacia tiempo que no le veia - si hubiera sido humana seguro hubiera echado la pota delante del vampiro, pero debia reponerse y estar bien...

No le daré el gusto a Alexia de verme como una niña pequeña

Sigue con su sonrisa permanente mirando al Nosferatu, mientras apoya su barbilla sobre la parte reversa de las manos. 

Fueron entrando todos poco a poco, no me hacia falta leer sus mentes para saber que pasaba por ella, sus expresiones eran claras como el agua al igual que los lugares que ocupaban en los asientos, todo estaba perfectamente.

- Damas, caballeros se les ha reunido aqui porque el principi de la ciudad ha dejado su cargo, y este lugar no puede permitirse en no tener un gobernante, pues el Sabbat saltaria a sus cabezas como hienas sin pensarlo - Comento rodeando la mesa a un paso lento, posando uno de mis dedos en los hombros de cada uno, recorriendolo al pasar a su lado - Ustedes han sido elegidos entre el resto como candidatos, y yo, me encargare de escoger al que me parezca mas correcto para tal labor... - Hago una breve pausa - Mi nombre es Shopie Alister, los mas antiguos sabran quien soy solo por ese nombre.

 Amanda no podia creerlo, su cara estaba desencajada.

- Como que mi principe ha destituido el cargo?????eso no era posible, me lo hubiera dicho!!!¿Le habrá pasado algo? - la joven toreador no daba credito al asunto, el principe no era de abandonar en las duras, no podia creerlo.

Sophie Alister, em? - habia oido ese nombre, el principe le habia habaldo de ella aunque brevemente, pero sabia que no era una mujer con la que jugar, si estaba alli era por una buena razon, y alli estaba la respuesta a su preocupacion.

Asique uno de nosotros será el nuevo principe....interesante

Del desconcierto,pasa a aparecer una sonrisa en el rostro de Amanda, le gustaba la idea, seria bueno, conoceria a los mejores y quizas quien sabe, podria llegar a ser princesa de la ciudad, seria maravilloso, ala vez que excitante. la lucha seria encarnizada por ese puesto, y ella no se quedaria atras por nada del mundo.

Esas palabras me habían sonado como un martillazo para despertarme tras tanto silencio, así que esto era para ir subiendo en la escala social de esta ciudad…. Mira tú nada más los candidatos a apoyar su culo detrás de un escritorio del más fino ébano.

Sintió los dedos de las Mujer de la cual había oído su nombre pero hacia ya tanto tiempo que le resto la importancia merecida, los ojos de Gangrel escudriñaron todo el lugar siguiendo a la mujer que pasaba uno por uno en torno a la mesa, así que ella era el juez de este partido de ajedrez…. La dama estigia se encargaría de dar el veredicto final.

Menuda mierda, pero que va seguramente con el único que tendría competencia seria con el principito de Blaise, conocedor del arte de la oratoria…. Luego podría seguirle Amanda o el Nosferatu, ya que Trakia solo eran músculos….. Pensamientos afloraban como rosas en primavera mientras una de las manos del Gangrel hacía sonar sus dedos sobre la mesa.

Un juego de poderes se desataría allí, un partido de ajedrez tan interesante que una mueca en los labios de Livenko mostraron tanta ansiedad que no podía ser ocultada.

- Pues es bien, quien sera el primero en decir algo? - Pregunto El gangrel en su anciedad de comenzar su jugada.

Sophie Alister, ventrue, se dice que es uno de los dedos que camarilla usa cuando quiere un trabajo, rapido y bien hecho. Pese a su aspecto ese peligrosa, mucho y si la camarilla la a mandado a ella es que la situacion de la ciudad es mas grabe de lo que ninguno podia pensar.