Partida Rol por web

Todos habeis recibido una carta lacrada con el sello del principe

Sin remite y entregada en mano. Al abrirla solo habia en su interior una direccion y una hora.

En el Eliseo a las 12:00 en punto.

Su presencia sera inescusable.

Sin conocer el motivo os dirigis alli temiendo las nefastas consecuencias que para vuestra existencia podria tener el no aparecer. Al llegar os hacen pasar a una sala de espera, grande y espaciosa.

Son las 11:30 y parece que la reunion comenzara con puntualidad britanica.

 Amanda llega la primera a la sala y sonrie pues podria elegir bien el sitio donde sentarse, mira con ahinco la mesa deseosa de que los asienos no estuviesen nombrados y si asi es se sienta en la silla junto ala del principe, para sentirle cerca, hacia dias que estaba algo raro, y tambien hacia dias que no le veia, asique se sienta jugando con su pelo, deseosa de verle, y esperando quien mas asistiria a dicha reunion.

Esperando luego empieza con una de sus manos a tocar cuerdas de violonchelo inexistentes y a tararear.

Solo el ventrue sabe que tu vas a aparecer por esa reunion, para el resto no eres mas que una extraña, nadie conoce tu rostro pero si tu nombre.

Eres conocida entre los vastagos por tu fria e implacable mente. Tu mision, aparente, sera hacerles creer que un asamita mato al principe y tu solo estas para poner otro principe en el trono.

Esto te da margen para hacerles hablar o sonsacar informacion.

Bendita sea esta carta que tenía en mis manos, mis ojos recorrieron lo poco escrito para luego doblarla y guardarla en el bolsillo de mi pantalón, formalidades de un mundo en decadencia donde solo a la larga podrá el más astuto. Camine por el apartamento que tenia gruesas cortinas de un color marrón, estaba bastante acondicionado y era un refugio por el cual estar orgulloso; Oscuridad y penumbra rondaban aquel lugar mientras sacaba mis mejores ropas para estas reuniones a las cuales me molestaba un poco en asistir desde…. Bueno eso es tan solo un detalle y un recuerdo tan divertido que me sacaba una sonrisa tan solo recordar sus caras.

Me coloque un pantalón de vestir y unos zapatos que a duras penas hacían juego con el cinturón, Una camisa color vino cubría mi pecho así como alguna que otra cicatriz de años pasados; me mire al espejo con una mueca de desagrado tan evidente que se ofuscaba gracias a las sombras de la habitación. Tome las llaves, la billetera y Salí del piso caminando…. El sonido opaco de mis pasos se hacía notar como marcha militar en el pasillo, pesados y seguros guiaban mi cuerpo hacia la calle que no tarde en alcanzar minutos después al enterarme que el ascensor estaba fuera de servicio.

La noche eterna como los diamantes, seductora embustera de hermosos lujos…. El tiempo y la inmortalidad a veces te dejan ver cosas que cuando eras un pobre infeliz pasabas por alto, la sangre inmortal mezclada con la bestia indómita que vive en nuestro interior esperando ese momento justo para explotar en una ola de adrenalina salvaje que muchos gozan atravesar a diario, tras las gafas espejadas Ray ban mis ojos buscaron un taxi, pero parecía que ninguno cruzaría esa zona y a esa hora….. Camine como un ser alejado de la realidad sumergido en la duda del llamado de mi persona aunque comenzaba a cavilar las posibilidades de un interrogatorio más que extenso esa misma noche.

Finalmente tras veinte minutos de recorrer las calles un taxi paro a mi señal, di la dirección y minutos después tras pasar los controles de seguridad me encontré a mi mismo en la sala de espera, quizás no era el primero o el ultimo… poco importaba ya estaba allí y digamos a tiempo.

Observe a la mujer de rojos cabellos, su mirada lasiva parecia juzgar hasta el mas infimo detalle.... le conocia por nombre pero nunca habia entabaldo ni palabra con ella.

- Srta Weiss, debo preguntar - Comente con aire relajado aunque espectante de su respuesta,, un ligero acento ruso seguia sus palabras como su propia sombra.

 Amanda abre los ojos y ve a Philip, le habia visto con anterioridad pero siempre oculta en las sombras, tras el principe, pero jamas habian hablado, su acento era gracioso, pero ella se levanta, su pelo rojo cai cual cascada por sus hombros y le sonrie, con un atisvo sensual.

Vestia un vestido negro, sin tirantes, de cuello palabra de honor, que hacia denotar sus pechos en el escote, al tela se entallaba en su cuerpo, mostrando sus esbeltas curvas, y en ambas piernas salian de la tal, ya que estaba rajada hasta el final de la falda.

Buenas noches, Señor Lavenko, no esperaba verlo aqui

Tenia una fina voz, casi hipnotizante, y tiende su mano, acostumbrada a que la besasen en el reveso, como buen caballero que debe ser quien ante ella se presente.

Blaise ojeó la carta por unos segundos y se dirigió al baño. Se miró fijamente al espejo. Ese pelo... ese bigote... ¿Por qué cambiaba tan rápido la moda? Tardó media hora en recuperar su aspecto' actual'. Todas las noches seguí el mismo ritual; las tijeras, la maquinilla, el cortauñas... Cualquiera que le viera con su aspecto real, no le reconocería.

Se vistió cuidadosamente; cada detalle contaba. Los gemelos, los zapatos, la corbata de Louise Bouiton, el traje cortado a medida... Blaise Sanford surgía otra vez dinámico, triunfal, desprovisto de todas las capas del pasado que lo cubrían cada día. Un joven dinámico, competitivo y carismático. Se sonrió a si mismo al espejo y salió de la casa, montando en su deportivo.

En menos de quince minutos estaba en el Eliseo. 11:59. Perfección. Entró. Si le provocó alguna sorpresa encontrarse con Weiss y Lavenko, su sonrisa profesional no delató nada en absoluto.

- Señorita... Caballero... buenas noches.

Su actitud era cortés y cálida; de una amabilidad deliciosa que rozaba lo melífluo. Tomó asiento al otro lado del príncipe, en su sitio acostumbrado y dirigió una sonrisa amable y considerada hacia Weiss.

El ventrue lameculos del principe, si alguien merece en esta ciudad una estaca ese es el y su estirado culo. Tienes que tener cuidado con el especialmente. Tu instinto te lo dice.

- Mis respetos para usted, pero debo seguir el protocolo de esta noche donde se prohíbe el contacto físico – Me excuse con un ligero malestar, me importaba poco esto del protocolo pero como venían las cosas cualquier inconveniente te podía cagar al vida.

- Nadie espera ver a un tipo como yo y más aun vestido como payaso para aparentar lo que no soy – Sonrió excusándose de las palabras anteriores, fue en aquel momento que iba a emitir una nueva frase cuando el Ventrue hizo alarde de su presencia.

- Lo mismo digo – a este sujeto también le conocía pero no recordaba haber hablado con él, según los del Clan Gangrel decían que de este tipo se podía esperar lo peor.

Vista la llegada de Blaise, una sonrisa aparece en el rostro de Amanda, ya que le encantaba los vampiros ventrue, siempre tan apuestos y galanes, tan bien vestidos y tan sumamente bien educados:

Buenas noches Señor Snaford - dice con su coqueteria habitual sentandose en su sitio, enfrente del ventrue y cruza una de sus piernas, quedando ésta casi completamente al aire, su piel palida y suave era tentadora - A usted si me lo esperaba esta noche

Sabes que tras la fachada de niña buena, la señorita Amanda es digna chiquilla de su sire, detras de la sonrisa puede esconder un puñal y es una de las mas actas para reclamar la ciudad, un peligro para tus aspiraciones, no estaria de mas poner sus dotes en tela de juicio durante la reunion.

El gangrel siempre fue poblematico, se dice que estaba descontento con el principe y su politica de echar el esceso de perros a otras ciudades. ¿Pero que esperaba que hiciera? ¡Proliferan como conejos!

me lleva el diablo y este lugar de mierda la vista de phillip recorria la sala como buscando mil y un formas de salir de ese agujero; luego miro al ventrue con un aire de malicia y pocos escrupulos.

- Hey Niño bonito, tienes idea de por que estamos aqui.... al igual que una mujer los chismes deben rondar por tu cercania o me equivoco? - sonrei mientras sacaba la invitacio o la carta de mi bolsillo

La sonrisa congelada en el ángulo perfecto, el frío emanando de sus ojos...

- Si ha sido convocado, señor Lavenko, pronto sabrá el motivo. Si estar bajo techo le resulta molesto, siempre puede esperar fuera.

Se volvió con suma elegancia hacia Amanda.

- Ya sabe, querida, cuando el deber nos llama siempre acudimos. Viene particularmente elegante y encantadora esta noche, señorita Weiss. ¿Espera buenas noticias?

 Amanda se apoya sobre la mesa con sus codos y luego lleva un dedo a sus labios, como mordiendo sutilmente la uña:

- Espero que si, la verdad ultimamente ando un poco aburrida, quizas esta noche.....tenga muy buenas noticias, y usted? desea buenas noticas?

La sensualidad cae por sus palabras como gotas de sangre de un lindo y suave cuello.

Ojee la carta y me dispuse a cumplir las ordenes como siempre, sin preguntas y en el acto. Era una noche mas de entre tantas otras, dispuesto a ser de nuevo el perro sabueso del principe, el puño de hierro con el cual mantener un poco de orden entre el ego vampirico...Me calzé mis botas y mis pantalones anchos, me coloqué la camisa sin mangas y adorné mi cuello con el crucifijo de plata que una vez me regalase mi padre.

-no deja de ser ironico, un vampiro llevando crucifijos hechos de plata-Pense a la vez que sonreia para mí.

La noche era joven y me apetecia correr un poco, así que sin mas empredí la carrera hasta el punto de reunión. Me divertia usar un poco de celeridad de vez en cuando para que los mortales se quedasen mirando asombrados por tal carrera, pero me aseguraba de no aparentar mas de lo que podría correr un atleta o alguien con suficiente práctica. Despues de todo se trataba de no levantar la mascarada...más cuando yo era uno del los encargados de que esto fuera así.

Cuando llegé al punto de reunión me hicieron pasar a una sala donde ya se encontraban algunos vástagos charlando entre si. Heche una ligera mirada:

-Hola- Me limité a decir.

Melosos como una mermelada que hacía años no probaba pero recordaba aquella sensación un tanto placentera, flores y tulipanes parecía estar tirándose entre esos dos Cainitas. Menuda mierda de fiesta si eso era el por qué estaban allí.

Lamento informarle Sanford, que la intemperie no es lo mío….. Soy el lobo con piel de cordero mi estimado aristócrata mis ojos brillaron por un segundo mientras guardaba mis gafas en el bolsillo interior del saco.

y buenas noticias? seguramente estan tan ocupados que no se enteran que las calles son un completo caos, seguro que no.... prefieren su avaricia...... sonrei cinico de mi caracter el mundo se ira a la mierda pronto y ahi estaran los Cainitas observando desde una montaña en su inmortalidad en la mierda que se ha transformado el universo....... su condena........ .

Miro a quien entraba luego a la sala, a este tio si le conocia, le sonrio - Tiempo sin verte trakia, el trabajo de Poli te tiene maltrecho -

Te viene a la menoria lo ultimo que te conto un gangrel en las calles.

Una compañera fue empalada y dejada al sol impunemente, una chiquilla que nunca lastimo a nadie. Se dice que el principe lo mando y su perro el brujah hizo el trabajo. Todo porque la chica se equivoco de calle y la pillaron cazando en territorio del principe.

Blaise rió ante el discurso de Phillip, tomó la mano de Amanda, acariciándola lentamente mientras hablaba.

- Había olvidado su facilidad para la oratoria, señor Lavenko... Tanta pasión... Usted, sin embargo, subestima el poder del caos. Cuando los mortales están confundidos, cuando los neonatos no saben ni dónde mirar, es cuando la Mascarada es perfecta; en ese momento, el lugar queda políticamente blindado, no hay fisura para el Sabbat. ¿El mundo se acaba? Creo que recién estamos empezando con el mundo, amigo mío.

La llegada del Brujah coincidió con esta ultima frase de forma casi ensayada. Blaise le dirigió una sonrsia franca. Romanov era de los pocos Vástagos que Blaise consideraba realmente 'dignos' de su confianza. Su presencia era siempre beinvenida.

 Amanda siente la mano de Blaise con la suya y sonrie, ante sus palabras, tenia la razon en cuanto a la situacion vivida en la ciudad, pero bueno el grangel quizas debia aprender de los mejores aun, y luego ve al Brujah, pero su cara se torna con un cierto asco, pero su bella sonrisa no deja de estar en su rostro:

- Parece que cada vez somos mas

Amanda consideraba a los Brujah gente tosca y sin sentido de la belleza, y ese  vampiro bien lo hacia notar, que poco estilo. Amanda suspira y sigue embelesada con el Ventrue, esperando a que el principe los llamara:

-Blaise...¿puedo llamarte Blaise verdad?, se de tu influencias en la presa, debe ser un trabajo estimulate no? - comenta, cambiando de tema para no crear mas tensiones entre los presentes y curiosa sobre esa profesion.

Ejem - Se excuso - Digamos que la fiera - Dijo señalandose con el dedo pulgar - Se comporta y respeta las normas del Eliseo, sin armas, sin habilidades de la sangre y mas aun el contacto fisico - Mostro los colmillos que parecian permanentes por algun Frenesi o ataque de locura, en el Gangrel tambien se podia ver algo mas de bello como barba y sus orejas en punta.

- El caos, el cambio mismo de las eras y eones de tiempo para lograr al ser humano..... piensas que la mascarada se basa en la confusion y el no saber donde mirar? ten por sentado que varios de los tuyos los chiquillos de tus primos o hermanos hablan a tus espaldas para un dias ZAS! - La voz resono en el lugar - No hay mas noches para ti y tu sangre recorrera el cuerpo de un chiquillo ahora ams poderoso..... estas muy tranquilo Sanford mas para un Cainita viejo como tu -