Partida Rol por web

La Mina de Montes Lejanos

Nivel 5

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16/09/2021, 22:17
Moxie

Cuando por fin el sacerdote se dio por derrotado la gnoma bajó su ballesta y empezó a caminar hasta reunirse con el grupo en torno a él. Le miró con el ceño fruncido, viendo entonces que no era más que otro bandido cobarde, como tantos a los que había visto durante toda su vida desde que salió de su madriguera. Chaqueó la lengua y luego miró a sus compañeros, viendo como estos parecían querer matarle.

—Bueno, yo realmente... sí me apunté por el oro —comenta bromista ante lo que dice Elaxidor—. Pero no creo que esté bien matarle. Ya está acabado. Prefiero que la gente enferma del pueblo pueda recuperarse y vivir, aunque él también lo haga, si es que promete darnos la cura a la enfermedad.

Miró entonces a su alrededor y se fijó en las gemas que había junto al carbón en aquella enorme sala.

—Yo iré a por mi parte o al menos por aquello que pueda cargar.

Y poniéndose la ballesta en la espalda dejó que sus compañeros tomasen la decisión de dejarle vivir o morir, ella ya había dado su opinión y lo que le hicieran... no iba a meterse en medio. Aunque antes de alejarse se acercó al enano y le susurró unas palabras al oído.

—Curémosle, que nos diga lo que queramos al salir de aquí. Después nos encargaremos de él — pronunció tan suave de forma que solo Thalgrog podía escuchar.

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17/09/2021, 20:15
Thalgrog

El enano meditó la petición de la gnoma. Le habían encomendado la misión de descubrir qué pasaba en Montes Lejanos. Y ya lo había descubierto. Pero... ya que había llegado tan lejos no podía lavarse las manos ahora. Si moría Alard también moriría con él la verdad sobre la enfermedad y la manera de revertirla. ¿Iba a dejar a su suerte a los habitantes de la aldea por egoísmo? También pensó en qué harían después con el nigromante. ¿Cumpliría su palabra? Sólo les había prometido decírles dónde estaba el alijo. Pero no mencionó nada sobre la enfermedad. Tendría que sacarle la información a la fuerza y llegado el momento... ¿Lo dejarían marchar o acabarían con él? ¿Sería capaz de matar a un hombre desarmado que ya se ha rendido? Pensó en Irena y en los demás habitantes que tanto habían sufrido. Habían perdido a Wilhelm, su líder, para acabar siguiendo a un falso sacerdote. ¿Cómo reaccionaría el pueblo ante la noticia? Al menos les daría parte del alijo para que rehicieran sus vidas. Aunque algo le decía que odiarían al enano el resto de sus vidas.

Agarró a la gnoma del brazo y se la llevó aparte para hablar con ella.

- Maldita sea... Podías haberte quedado callada - susurró -.  Me estás poniendo en una encrucijada. Pufff... ¿cómo lo hacemos? Podría improvisar un vendaje con mi ropa pero... míralo. Está perdiendo más sangre que un cerdo en el matadero. Necesita algo fuerte para salir de ésta. Zancada es un buenazo, pero no creo que quiera sanar a un hombre malvado. Sir Galahad ya lo viste cómo discutió con él y eso cuando no sabía que era el malo. ¡Imagínate ahora...! Y las pócimas las lleva encima Elaxidor. ¿Podrías robarle una mientras yo lo entretengo...? Mierda... ¡no tenemos tiempo, se va a morir pronto! Ven, ayúdame a estabilizarlo. Brrr... Espero no arrepentirme de lo que voy a hacer.

El enano se arrancó un trozo de manga, se arrodilló y comenzó a hacer torniquetes.

 

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17/09/2021, 21:44
Director

Notas de juego

@Thalgrog Cuando nos leas, lanza 1d4 para la curación del vendaje, thank you:)

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17/09/2021, 21:54
Thalgrog
- Tiradas (1)
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17/09/2021, 22:45
Lynx

Lynx tenía claro al igual que Elaxidor que lo único que el hombre podía ofrecer para su interés era información sobre la enfermedad que amenazaba a los habitantes del pueblo, además siempre podía hacerle creer que lo dejaría ir y luego atacar por la espalda, talvez el paladín o el clérigo estarían en desacuerdo pero no tenia porque comentar la parte de la puñalada trasera.

Alard le dio sus condiciones, siempre podían obtener la información que quería y luego deshacerse del hombre, después de todo nada le aseguraba que este desgraciado no volviese a causar más problemas. Y si escapaba o lo tenía que dejar ir podía darle caza más adelante, pero ahora mismo tenía que decidir ya que el hombre parecía estar en las últimas.

Al ver como Thalgrog empezaba decidió seguir la corriente por el momento y se acercó para asistir al enano, nunca antes había curado o vendado a otra persona pero así misma bastantes veces, ya sea con parte de su capa, una manga o incluso revisando el trabajo del propio enano el tema es que ayudo en la labor de evitar que el desgraciado muriera, -Sabes, siempre podría soltar al lobo y dejar que te comiese vivo-, comento mientras trataban al hombre.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Bien ahora solo necesita 4 para estar a cero y 5 para uno si recuerdo bien :), siempre que mi asistencia sea valida :^V.

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17/09/2021, 23:13
Director

Notas de juego

@Lynx Así es, todo correcto!

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18/09/2021, 19:23
Moxie

—No, esta vez no pienso robarle a nadie —respondió la gnoma todavía en un susurro—. Que cada uno decida lo que crea que es mejor. Además que no tenemos por qué tomarnos la justicia por nuestra mano, se lo daremos a las viudas y los huérfanos, que ellos decidan qué hacer con él.

Moxie soltó un suspiro cuando le pidió que le ayudara a estabilizarle, todavía con la idea de llenarse los bolsillos de joyas antes de marcharse, pues eso era lo único que realmente le interesaba. Prefería ver a aquel hombre muerto y que la enfermedad del pueblo sanase, pero no era lo que había hecho que se presentara para aquella tarea, sino la idea de salir rica de aquella aventura. Más aún así, accedió.

Se acercó al moribundo y ella misma le quitó el virote que le había clavado anteriormente para empezar a vendarle la herida con ayuda de sus compañeros. No era la primera vez que lo hacía, aunque siempre había sido a sí misma. 

—Sobre ese lobo, ¿qué vamos a hacer con él? Me parece cruel dejarle atado y que se muera de hambre, aunque tampoco me fio de que vaya a atacarme si pienso soltarlo. ¿Alguna idea Lynx? Tú eres la que más sabe de esas cosas.

- Tiradas (1)
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18/09/2021, 19:36
Lynx

-Bueno, primero debería ver que tal esta ahora mismo-, dijo refiriéndose al lobo, -no se si habrá otra salida, quiero decir no creo que le guste ver a Alard, seguramente quiera saltarle al cuello o no, depende de como mantuviese el control sobre él-, luego se quedo un rato callada pensando en como lidiar con el animal,-Si se sigue resistiendo siempre podemos dejarle alimento y cuando acabemos puedo volver a por el-.

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18/09/2021, 21:58
Zancada Profunda

 -Wo opio qua damos al opio de muxer de waky, muxer iba a bona exitus para la mente, quiero que también, que lo vemos al pueblo y que el pueblo diga quam que facer, si sonarle la nariz, qua fue de retirarlo pero cogido por los hovos y gritando hasta que el opio diga sí.

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18/09/2021, 21:58
Zancada Profunda

Traducido:

- Yo opino que lo llevemos al pueblo a la mujer de Wilhelm, Wilhelm iba a ser un buen líder para el pueblo, ella creo que también lo es, que lo expongamos en el pueblo y que el pueblo decida qué hacer con él, si curarle las heridas, creo que deberíamos de llevarlo así pero atado de manos y amordazado hasta que esté ante el pueblo y expliquemos la situación. 

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18/09/2021, 22:52
Elaxidor

Zancada parecía haber dicho: 

- Yo opino que lo llevemos al pueblo a la mujer de Wilhelm, Wilhelm iba a ser un buen líder para el pueblo, ella creo que también lo es, que lo expongamos en el pueblo y que el pueblo decida qué hacer con él, si curarle las heridas, creo que deberíamos de llevarlo así pero atado de manos y amordazado hasta que esté ante el pueblo y expliquemos la situación. 

- Tiradas (1)
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19/09/2021, 00:02
Alard

La respiración de Alard se detiene por completo y su corazón se reduce a un latido débil y exánime... - ¿Era este su fin?  

- Tiradas (1)
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19/09/2021, 00:03
Director

Ninguno de los aventureros guardaba el más minúsculo resquicio de aprecio por un ser como Alard. Las primeras voces no tardaron en pronunciarse contrarias a su auxilio, mas fue Moxie quien sembró la duda en sus corazones. La ingeniosa ladrona - que, en realidad, estaba más interesada en las gemas que en ninguna otra cosa - fue la primera en sugerir que su vida podría ser más útil que su cuerpo muerto. 

La voluntad de ayudar a Montes Lejanos era superior a cualquier otra. El grupo recordó el rostro demacrado de Irena antes de que Sir Galahad llegara a expulsar el mal de ella y restablecerla, luego pensaron... - ¿Cuántos casos similares no tendrían la fortuna de contar con un paladín bondadoso? - Tal encrucijada moral requería resolverse con profunda meditación, pero no había tiempo: Alard moría al tiempo que sus constantes vitales se apagaban.

En un arrebato, Thalgrog apoyó la idea de la gnoma y, con sus mejores medios, trató las peores heridas del sacerdote. Rápidamente Lynx y Moxie se sumaron al trágico esfuerzo y, aún así, aquel cuerpo moribundo no respondió. El grupo cumplía unos segundos de silencio por la muerte del malvado cuando este, haciendo gallarda muestra de resiliencia, volvió a abrir sus ojos, agónicos y afligidos.

Con la ayuda de todos, Alard volvió a caminar, aunque a duras penas. Llevado de hombros entre Elaxidor y Galahad, el grupo tomó las escaleras ubicadas en el centro de la estancia, no sin que antes Moxie hiciera acopio de todas las piedras preciosas en las que pudo apreciar posibilidad de venta. Por su parte, Lynx regresó a la cámara anterior y, afortunadamente, encontró al lobo invernal más tranquilo que en su primer encuentro.

Después de que el animal fuese alimentado y liberado, los héroes iniciaron la subida. Con el cansancio acumulado de toda la travesía y el combate, este último ascenso se les hizo eterno. Aún dejando atrás la humedad de la mina y sus fangosos y traumáticos túneles, ahora el agotamiento era demasiado patente: las piernas de algunos temblaban hasta el punto de no responder. Tan solo un hecho les animaba a seguir: la cantidad de luz en el pasaje, cada vez mayor.

La iluminación no provenía de ninguna antorcha o candil, por lo que solo podía tener un origen: era luz natural. Convencidos de que aquella escalinata los conduciría al exterior, Galahad cargó con Alard a sus espaldas y todos unieron sus energías en un último esfuerzo. Finalmente, como si se les apareciese un espejismo increíble, se abría un hueco en la tierra tras el que se contemplaba el cielo azul y abierto, con el cálido sol dándoles la ansiada bienvenida de vuelta a la superficie.

A escaso recorrido de ellos divisaban el templo a Ilmáter y, no mucho más lejos, Montes Lejanos. Desde la distancia, el pueblo parecía silencioso y ajeno, dormido en un sueño o pesadilla que no se atreviera a romper. Pero los aventureros ya habían despertado: su empresa llegaba a su fin y ahora lo único que restaba era juzgar el destino de Alard.

Notas de juego

He visto opiniones diferentes sobre lo que debiera ocurrir ahora con Alard así que, si os parece bien, haremos una escena más para decidir su suerte.

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19/09/2021, 00:50
Alard

— Si esperáis un agradecimiento por mi parte... — La voz de Alard es repleta de sombra y maldad. — ...Podéis olvidarlo. Soy consciente de lo que me espera ahora. — El hombre observa las armas de los aventureros y luego el horizonte tras las colinas: se enfrenta a la muerte o al exilio, y no sabe cuál prefiere. — Si piensas que voy a volver a esa villa de tontos... A ser sojuzgado por una curia de plebeyos ignorantes... — El sacerdote escupe lleno de desprecio hacia Zancada, mezclándose su saliva y sangre en la tierra. — ...Antes prefiero la muerte.

— Marcharé por mi cuenta y descansaré. Con el tiempo suficiente, yo mismo seré más que capaz de curar mis heridas. Y tened por seguro que no olvidaré ninguna de sus cicatrices... — Ojea de arriba a abajo, uno a uno, a los héroes que le han vencido. — Como moneda de cambio por mi vida, cumpliré mi palabra. Si vosotros tenéis honor, cumpliréis la vuestra, aunque eso solo los dioses lo saben... 

La mente manipuladora de Alard intenta descifrar las intenciones de los aventureros pero, al no lograr descubrirlas, solo puede depositarse en una confianza ciega e incómoda. Entre constantes toses e interrupciones, arduamente comienza a explicar. — Acudid al templo de ese debilucho que llaman Ilmáter y echad un vistazo a su capilla. A pocos pasos del altar hallaréis una compuerta que conduce a un almacén, cuyo acceso solo conocimos yo, Rander y Ceodor. — Sin darse cuenta, diciendo esto exculpa a Saavorn y al resto de iniciados del crimen. 

— Allí guardamos todos el oro que conseguimos con el contrabando del carbón y, créeme... — Mira a Moxie conteniendo una sonrisa ladina. — Hay mucho más que esas cuatro baratijas que has robado ahí abajo. — Después devuelve su atención a los demás. — Podéis llevároslo, regalarlo todo o ahogaros en él... A mí tanto se me da. — Se detiene un momento a revisar sus vendajes, antes de proseguir.

— En cuanto a la enfermedad... — El perverso sacerdote miraba una vez más hacia Montes Lejanos, como si fuera la última vez que fuera a verlo. — No es enfermedad como tal, sino contaminación. Su origen radica en la fuente de agua. No tiene arreglo. — Sentencia con aridez. — Aunque nuestra vista u olfato no puede percibirlo, las aguas han sido emponzoñadas y su veneno es de mano divina: ni más ni menos que la del propio Cyric, príncipe de las mentiras... — Quizás, sin volver a percatarse, ahora Alard revela la verdadera deidad que reverencia.

— Montes Lejanos morirá, quiera o no. El agua de sus pozos nunca podrá volver a beberse y, quien se atreva a hacerlo... — El sacerdote da la espalda. — ...Ya sabéis lo que le ocurrirá. — Debajo de sus palabras parece entreverse un rastro de satisfacción. — Así lo convenimos porque necesitábamos alejar a los trabajadores de la mina y, dicho sea de paso, a los entrometidos como vosotros...

Evitando todo contacto visual, prepara su conclusión. — Es una verdadera lástima. De haberos pasado un día o dos entretenidos con esa sarta de palurdos, no me hubierais supuesto el más mínimo estorbo... — Se hace una pausa desagradable, en la que no tiene más que manifestar. — Rezad por que vuestros dioses alejen vuestro camino del mío pues, si hay una próxima vez, os prometo que no cometeré el mismo error...

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19/09/2021, 02:07
Director

Un Alard más fatigado y castigado que nunca comienza a alejarse con grave dificultad, en dirección contraria al pueblo. En su estado, parece muy dudoso que sea capaz de llegar a ningún lado o de sobrevivir hasta la noche, tan siquiera a las próximas horas... Pero el maligno clérigo y nigromante ya ha tomado su decisión.

Sin guardarse las espaldas, comprende que su vida está a merced de los héroes y, sin más, comienza a caminar en resignación... Ignorando completamente la precariedad de su salud y sus heridas, perdiendo su atención tras las elevadas cumbres que ocultan lugares remotos y desconocidos... Y, mientras la poca sangre que le queda amenaza abandonarle, sueña despierto.

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19/09/2021, 11:00
Lynx

Aunque en un principio parecía que el sacerdote había encontrado su final este volvería a dar señales de vida al final, a Lynx le importaba poco si vivía pero se sintió aliviada ya que aún tenían la posibilidad de saber sobre la enfermedad del pueblo. Mientras Elaxidor y Galahad cargaban con un moribundo Alard, Lynx decidió revisar el estado del lobo el cual para agrado de la guardabosque se miraba más tranquilo, -Suerte con tu camino-, le dijo al lobo cuando acabo de alimentarlo y liberarlo, con esto zanjado ya podía centrarse por completo en el sacerdote. Cuando llegaron a la superficie Lynx cerró un poco los ojos por la molestia de tanta luz natural, pero desde luego agradeció el aire de la superficie.

Una parte de Lynx quería reír ante las palabras del sacerdote, después de todo la semielfa tenía claro que si podía este hombre no viviría mucho más, poco le importaba el honor además este hombre no le traía nada bueno por tanto no ganaba nada dejándolo vivir y desde luego no se parecía al caso del lobo ni el de Valentina estos dos eran simples animales siguiendo su curso en la naturaleza o siendo aprisionado por este hombre, y en cambio Alard se atrevía a traer energías negativas a este plano y envenenar la propia naturaleza. En resumen, si Lynx tuviese la capacidad de influir humanos no lo haría con este.

El hombre ya había compartido lo que Lynx necesitaba de él, por tanto cuando le ofreció la espalda tan servicial y fácil, cogió su arco y lo tenso, desde luego el mejor tiro de toda esta aventura. La flecha se clavó en el cuello, atravesándolo, y así Alard moriría ahogado por la flecha, en su propia sangre. -Vamos, aun nos queda avisar al pueblo-.

- Tiradas (2)

Notas de juego

ª, y le meto un critico ahora.... X D

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19/09/2021, 12:30
Director

Notas de juego

Vaya cañonazo;) 

Damas y caballeros, de esa no se libra... Requiescat In Pace... 

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20/09/2021, 18:10
Thalgrog

El enano lanzó un silbido al ver el flechazo de la semielfa. Con Alard muerto ya no tendrían que preocuparse más de él. Para estar malherido se había puesto bastante gallito. Ellos no habían cumplido con su parte del trato pero... ¿Quién podría asegurar que el nigromante, una vez recuperado, no hubiera vuelto a las andadas? Sintió cierto alivio porque él no habría podido rematarlo. Tal vez fuera un blandengue después de todo. 

- Sí, avisemos al pueblo.

Ahora quedaba esperar la reacción del pueblo. ¡Y buscar el alijo oculto!

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20/09/2021, 20:13
Elaxidor

Elaxidor esta vez dudaba de su decisión, seguía pensando que no quería salvar a ese malnacido, pero se había arriesgado demasiado ya que si no hubiera sido por sus camaradas no hubieran sabido nada de la enfermedad del pueblo. Ahora al menos podrían avisar a sus habitantes y cada uno podria hacer lo que fuera necesario para salvar su vida.

Vayamos y avisemos a esa pobre gente, cuanto antes mejor.

 

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21/09/2021, 06:24
Zancada Profunda

Zancada vio como el malvado clérigo decía toda la información como despedida, había dado la información confiando en el buen hacer de los aventureros. Fue cuando entonces vio a Lynx tensar el arco para disparar por la espalda al moribundo clérigo. Eso era un acto vil que no iba con la benevolencia y el intercambio de información. Viendo que todavía estaba a tiempo se puso en medio entre Lynx y el málvado clérigo como escudo protector...

- Tiradas (1)

Notas de juego

He tirado Iniciativa y ¡20! lo tiro porque quiero hacer algo como pongo arriba.