Partida Rol por web

"Estimado amigo

Espero que haya llegado esta carta a su destino antes de la fecha estimada por mi y mis hermanos. Se que hace mucho que no nos hemos visto, pero para esta misión solo aquellos que tienen mi mayor confianza puedo pedirles ayuda ya que se trata de temas y asuntos de gran importancia y peligro, sin embargo también prometo una buena recompensa. Me gustaría que nos encontraramos el 1 de Tarsakh * en Leilon, en la posada de "Caballito Veloz", es un lugar de confianza, sin embargo mantener esta información en secreto y no comenteis a nadie de nuestra misión, pues temo que hay muchos ojos y oidos interesados en perjudicarnos.

Se que no me defraudareis, pues sino siempre lo lamentareis.

Gundren Buscarroca

Bajo su nombre y de forma clara podéis ver el sello de la familia de Bundren asi como su runa, inconfundible de color Rojo vivos la cual ya habíais visto con anterioridad y deja sin ninguna duda que era una carta de vuestro amigo Gundren Buscarroca.

Cuando termináis de leerla al recibirla veis que tenéis suficiente tiempo como para atar las cosas y dirigios a la cita, aunque tampoco demasiado ... que quedrá vuestro amigo Gundren ..., es un Enano Gruñon y Áspero, como la mayoría en el trato,  sin embargo que os envié una nota pidiendo vuestra ayuda hace que todo sea aún más misterioso ... que podria ser ese negocio o misión tan lucrativa ...

"Lo lamentaréis", aquella frase no le había gustado nada a Dalya. Pero conocía al enano. Muchos años atrás habían dedicado sus días a buscar tesoros en ruinas antiguas y sabía a que se refería. Por que, efectivamente, si dejase escapar la oportunidad de escapar de su vida monotona unos días lo lamentaría. Amaba a su marido Dolan y a sus hijos, no podía desear una familia mejor en todos los sentidos, sin embargo la vida "pacífica" era aburrida. Fuera cual fuese su plan, siempre que no fuera demasiado peligroso, sabía que se embarcaría en la aventura. 

Su marido lo entendió, el se encargaría de cuidar la casa y los niños durante ese tiempo. Tampoco parecía que el encargo fuese a durar mas de dos o tres decanas, y el enano pagaba lo suficientemente bien como para darles unos meses de tranquilidad. Y que demonios, por que Dalya lo necesitaba.

El día indicado se vistió temprano, preparó el desayuno a su familia y se despidió de ellos con una sonrisa, enfundada con su capa verdosa calándose la capucha hasta la nariz como acostumbraba a hacer cuando era joven. Cuando emprendió el camino hacia Leilon, notando el peso de su mochila sobre sus hombros y el candado rúnico entre sus dedos bajo una fina lluvia sonrió. Hacía tanto tiempo que casi había olvidado aquella sensación de libertad cuando uno iba a afrontar una aventura.

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Había llegado a la posada del "Caballito Veloz" a la hora acordada. Se retiró la capucha y echó un vistazo a su alrededor. Una sonrisa iluminó su rostro cuando vio una cara conocida. Se acercó a él rápidamente, sin que casi la notaran en el lugar.

-¡Auric! Cuanto tiempo-le dijo dandole una palmada en el muslo para que se girara- No me digas que que estás aquí por lo mismo que yo-le dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Auric llevaba ya tiempo buscando una excusa para volver al camino. La ciudad de los humanos le confundía y, aunque agradecía el entrenamiento recibido en el Templo de la Mano de Plata, la sociedad no estaba hecha para que el semiorco la caminara. Pese a su reluciente armadura plateada, que se encargaba de pulir cada día, notaba las miradas en su nuca y no le quedaba otra que agachar la cabeza, pues era normal que la gente desconfiase de él.

Fue por todo eso que, cuando recibió la carta de Gundren supo que tenía que ir. El enano podría ser gruñón e irritable, pero bajo esa apariencia, había tenido un corazón de oro y fue por su mano que Auric pudo entrar como aprendiz en el Templo de la Mano de Plata... Un favor que el semiorco no olvidaría a la ligera. No tuvo que hacer mucho más que recoger sus pertenencias y ponerse en marcha... De nuevo en el camino con sólo una mochila, el semiorco se sentía como en casa, había crecido cazando y recolectando en bosques. Este era su elemento.

Calándose su capa por encima de los hombros, el paladín se dirigió hacia el "Caballito Veloz", la taberna donde les había citado Gundren. A paso ligero recorrió los caminos, dejando que el viento y el sol le lamieran el rostro con cada paso que daba, notaba el cálido abrazo de Tyr en todas y cada una de las cosas de la naturaleza. La mano de su dios ciego seguramente tendría que haber sido guiada por una chispa divina para haber creado todas estas cosas hermosas que le rodeaban... Esos eran los pensamientos de Auric al respecto, por lo menos.

Diligente y puntual, Auric fue el primero en llegar al Caballito Veloz. Sentándose discretamente en una esquina, pidió una cerveza mientras esperaba a que llegase su buen amigo pero... Fue otra cara familiar quien se reunió con él. La siempre alegre Dalya le saludaba con una sonrisa. La alegría inundó la cara del semiorco mientras se levantaba ofreciéndole un abrazo a la mediana.

"¡Dalya, amiga mía! ¡Dichosos sean los ojos!" — tras tomar asiento de nuevo tras el agraciado reencuentro, Auric procedió a discutir con Dalya su fortuito encuentro en un tono que no retumbase por toda la taberna — "Bueno, no sé exactamente por qué te encuentras aquí pero... Si lo tuyo es una misteriosa carta pidiendo ayuda pero sin ofrecer muchos detalles y citándote en esta taberna... Entonces sí. ¿Tu sabes algo de todo esto? ¿Qué tal está Dolan, lleva mejor esa pierna?"

Dalya se apoyó en un taburete y de un pequeño y gracioso salto se sentó. Le hizo un gesto al camarero para que le pusiera una cerveza de Fuego de Barballamas y despues se acomodó dejando su mochila a los pies del taburete bajo la mesa.

-Justo lo que pensaba, ese viejo enano también me ha citado aquí. Imaginaba que no iría sola-le respondió- Dolan está bien de la rodilla, solo lo usa de excusa a la cuarta vez que mis hijos le piden que los lleve a caballito-dijo riendo. Miró un momento a su alrededor- ah, echaba de menos esto. Hace tiempo que no salía de las responsabilidades de mi familia y mi pueblo. Aunque soy capitana de la milicia... rara vez se acerca a los campos algo más raro que algún goblin despistado. Aunque una vez nos atacó un Osobuho... lo que nos costó matarlo, por suerte solo hubo heridos-le contó mientras le traian su jarra de cerveza.

"¿Un osobúho dices? ¡Temible bestia, ciertamente! Qué suerte que no hubiese víctimas que lamentar... Pero lo cierto es que casi envidio tu pueblo. Siempre tan... idílico. Un lugar donde tener paz y contemplar el mundo pasar. La ciudad es siempre tan ajetreada... No sé si nunca me acostumbraré." — dijo el paladín mientras ya estaba pidiendo otras dos cervezas tras haberse acabado su primera. Su sonrisa bonachona siempre poblaba su cara, pero algo le mantenía inquieto casi imperceptiblemente. — "Me alegro de estar en esto contigo. Sé que puedo confiar en ti y eso es mucho pedir de una compañera de armas."

-No se en que consistirá el encargo de Gundren pero y también agradezco tenerte a mi lado-le correspondió la mediana- estos viajes, por sencillos que sean siempre entrañan peligros... y no tengo ganas de estar alejada más de lo necesario de los mios-les dijo mientras alzaba la jarra para brindar con él- ¡Por los amigos y los viajes provechosos!-dijo animada entre risas.

El momento en que el enano habia quedado con sus dos amigos se acercaba, cuando de repente se abrio de golpe la puerta y se podia ver la silueta inconfundible en la puerta , resaltando frente a los rayos solares que desde ella entraba, sin ninguna duda era Gundren con su cuerpo ancho y su cabeza calva.

- O saludo, amigos  ... que alegria que ya esteis aqui ... pense que tardariais mas ... especialmente tu Dalya , JEJEJE , pero ya que estamos aqui ... hablemos de los negocios, jejeje -

Gundren se acerca a la mesa en la que estais y con una expresón risueña se sienta frente a los dos.

- Bueno ... lo primero de todos ese hombre que esta alli ... - señala a un humano de mediana edad, unos 50 años con barba blanca y un aura de guerrero experimenta que antes no estaba alli, asi que debio de entrara despues de el, pero no os disteis ni cuenta, os vigila de forma clara, a una distancia prudencial pero escucha todo. - el es Sildar ... es un ... compañero de viaje , tenemos asuntos que solucionar ... asi que me acompaña ... asi que no os preocupeis de el ... - 

nada mas decir eso alza la mano y el posadero trae sin tardanza una jarra de un excelente cerveza de Fuego, el cual mira con deseo, para despues tomar un largo y intenso sorbo a la cerveza, haciendo que no diga nada durante un buen rato.

"¡Ah, todo un placer verte, amigo Gundren!" — Auric saludó al enano cuando entró en la taberna. Le estaban esperando y el paladín ya se había animado un poco.

Terminó su cerveza silenciosamente, mirando atentamente al enano con expresión de curiosidad. Prefería escuchar a su generoso patrón, pues le intrigaba por qué les había traido hasta allí. Incluso él sabía que el enano no les haría desplazarse si no era con buen motivo. Se moría de ganas de saber qué era lo que tendría para contarles.

-¡Gundren viejo buscatesoros!-le saludó Dalya- No nos veíamos desde... desde el tesoro que desenterramos en la torre de aquel viejo mago loco. ¿Te acuerdas de aquel contemplador? Menos mal que teníamos la espada de Yasha de nuestro lado, ¡casi no lo contamos!-dijo mientras bebía- Te juntas con hombres muy apuestos, sigues teniendo buen gusto- le dijo cuando les presentó a su compañero de viaje- pero imagino que no nos has hecho venir solo para presentarnoslo, ¿Que te traes entre manos?

Gundren se acaba la jarra.

- Bueno me alegro tanto que os haya llegado a todos la carta y hayais podido venir, lamento no haberos contado nada ... no sabia con que clase de orejas picudas, bebes y engendros os habriais juntado JAJAJA, asi que no podia contar NADA, y lamentablemente aun tampoco sobre el negocio, sin embargo, necesito que me ayudeis para poder llevarlo a cabo ... -

Volvio a tomar un largo trago de la cerveza que le habian traido

-Bueno, aqui no os puedo contar aun, sin embargo es un negocio que hará que ganemos todos mucho dinero, sin embargo yo tengo que ir lo más rápido posible hasta la ciudad de Phandalin junto con Sir Hallwinter, tenemos que solucionar unos temas con urgencia, tengo un grupo de compañeros que traerán unas mercancías desde Neverwinter, sin embargo hay que tener cuidado, quien escuche esto y os pueda seguir ... asi que ireis hasta Phandalin, acompañando a comerciantes o alguien por la ruta hacia el norte y despues ir a Phandalin de forma disimulada - tomo otro sorbo de nuevo  - Aqui teneis el mapa con la localización de la ciudad, es muy fácil el camino pero seguro que os será útil el mapa ..., me tengo que largarme ya - en ese momento extiende un mapa de buena calidad frente a ustedes sobre la mesa

- Si teneis cualquier duda, salvo la razón por la cual necesito vuestra ayuda, preguntarme -

-Espero que no hayas comparado a mis hijos con un enjendro...-respondió la mediana.

Dalya se apoyó en la mesa para ver bien el mapa y se rascó la barbilla.

-Conozco el sitio, bueno... hace años que no voy por allí, pero lo recuerdo. No tardaremos más de 3 días en llegar si todo va bien. Y una vez lleguemos a Phanladin, ¿Que hacemos? envuelves esto en tal misterio que no tengo muy claro cual será el encargo-le dijo intrigada.

"¿Es tu mercancía la que necesitas que transportemos? ¿O te reunirás allí con nosotros para darnos más instrucciones?" — inquirió Auric, que estaba aguantando la cerveza por su corpulencia, más que nada. El paladín no tenía muchas luces por lo que las instrucciones sencillas eran lo ideal para él. Ir a un sitio discretamente, no hay problema.

- NONONO, las mercancias de NeverWinter lo lleva otros compañeros que conocereis en Phandalin, de ustedes necesito que espereis unas mercancías aquí ... procedentes del sur, pero dice que tardaran un par de días de llegar, y si bien, tengo que irme inmediamente, pues los asuntos alli en Phandalin me apremian y tengo que salir sin falta. -

Tomo otro enorme sorbo, al tiempo que alza la mano de nuevo para pedir otra cerveza

- asi que os pediria que esperarais un par de dias para que llegue las mercancías ... para llevárlar a la ciudad de Phandalin, y cuando llegueis alli nos encontraremos para la misión para la que os necesito, pero si vais sin una razon evidente, pues cantaria mucho ... ya que temo que hay gent que desean ... entorpecer o arrebatarnos este negocio ... - 

-Jajaja-rió la mediana- no te podías meter en un negocio normal claro. Seguro que hay una familia entera de enanos buscandote para darte una paliza por robarles un yacimiento de oro o algo así.

La mediana se sentó de nuevo en el taburete y empezó a destrenzarse y trenzarse el pelo mientras hablaba.

-Yo estoy lista, he traido todo lo que necesitaba. Aunque si es mucha mercancia la que debemos llevar quizás necesitemos hacernos con un carro y un caballo. No creo que sea dificil de encontrar aqui en un par de días pero... no pienso pagarlos de mi bolsillo-le dijo con una sonrisa a su viejo amigo.

-Tranquila, yo pagare el trasporte y unas cuantas cosas ... el alojamiento y comida, vosotros mismo ... jejeje ya mucho dienro me he dejado con el carro, las mercancias y demas elementos .... y sabes lo que odio gastar dinero ... -

-Ya recuerdo lo tacaño que eres Gundren, ya lo recuerdo-le echo en cara la mediana- no te preocupes. He traido comida para 2 o 3 días, creo que más que suficiente para poder llegar allí pero mas te vale que cuando lleguemos vea algo de dinero. No se que traes entre manos pero algo me dice que llevar estas cosas hasta allí no va a ser un paseo-le dijo.

Auric asintió con la cabeza ante las instrucciones del enano. A pesar de su tono amistoso, el paladín no era hombre de muchas palabras y, comprendiendo la naturaleza de lo que Gundren les pedía, consideró mejor dejar a su patrón terminar sus asuntos ya que parecía tener prisa.

"No te preocupes Gundren, nos encargamos de esto. Recibir tus mercancías aquí en unos días y llevarlas a Phandalin. Suena sencillo." — dijo el paladín mientras pensaba para sí mismo — "Pero seguro que no lo es..."

- Ahora no puedo deciros cual es la razón de la que os necestio, pues hay gente que nos espia y de seguro desean descubrir la razon de vuestra presencia, asi que os contare todo los detalles cuando llegueis a Phandalin, hasta que llegueis alli, id como simples comerciantes ... sera asi mas seguro, que saber toda la historia -

Gundren se levanta de la mesa tomando su bolsa y sus pertenencias .

- Bueno compañeros, si deseais saber algo mas decirlo ahora ,porque tengo que ire inmediatamente, el envio llegara aqui a la taberna al medio dia de dentro de 2 dias... esperarla aqui tienen indicaciones de entregarosla a ustedes ... un semiorco es suficiente indicacion para que no se confundan JAJAJAJA -

Auric le dedicó una amable sonrisa al enano como despedida y asintió respetuosamente con la cabeza a su guardaespaldas.

"Que Tyr guíe tus pasos amigo, y que nos veamos pronto." — termina mientras le ofrece su mano al enano, dejando su tercera cerveza vacía en la mesa.

-Sigues siendo tan puñetero como siempre-se quejó la mediana-. La curiosidad mató al gato, ya lo sabes, y me va a matar a mi mientras esperamos estos días-dijo terminando de trenzarse la trenza una vez más. 

-Ve con cuidado viejo amigo si tanta gente quiere tu secreto corres peligro-le advirtió- esperaremos el cargamento y te lo llevaremos, eso puedes darlo por hecho-la mujer se levantó y le dio un abrazo- espero que tengas un buen viaje.