Partida Rol por web

Mientras el otyugh desviaba su atención del clérigo por breves segundos, este pudo sentir como algo de la fuerza que la criatura dedicaba a mantenerlo apresado disminuía. Aún cubierto de grasa, se movió frenéticamente, escurriéndose rápidamente cuando el monstruo intentó ejercer más fuerza.

-¡Vamos, corran, corran!- vociferó Arávilar, adivinando que el resto no deseaba acabar con el otyugh. A pesar de la dificultad que presentaba estar cubierto de grasa, el clérigo aguardó por el momento propicio para alejarse del monstruo sin ser golpeado, moviéndose lentamente hacia atrás, para quedar fuera de su alcance.

"Oty" no va a renunciar a su presa tan facilmente... Extiende los tentaculos, pero Aravilar logra esquivar el que va dirijido a el!. No asi lilith... el mediano es golpeado luego de haber estado aguantando tanto para ayudar a su compañero!

Sin embargo, el mediano logra resistir la presa, escapando del monstruo por milagro!!*

Retrocede un paso, fuera del alcance de los tentaculos, y extiende las manos, conjurando mientras mentalmente reza que funcione...

-Destella!

Al instante un brillo intenso aparece frente al Otyugh, amenazando con deslumbrarlo!

Bueno, sólo me había acercado para lubrificar a Arávilar. Supongo que ya no gano nada quedándome cerca de ese bicho...

Bramo retrocedió hasta colocarse a 60' de la criatura. Entonces conjuró un proyectil mágico que dió de nuevo en el blanco.

Jejeje... Me asombro a mí mismo de la puntería que tengo.

Pero la magia de Bramo no era demasiado poderosa. Ejemplo de ello es que la grasa que cubría el cuerpo de Arávilar se esfumó tan mágicamente como había sido convocada.

Arávilar respiró profundo mientras metía sus manos en la bolsa que colgaba de su cintura, y en menos de dos segundos extrajo un trozo de lana y un poco de cera seca. Con la misma rapidez, recitó unas palabras con voz firme mientras hacía gestos frenéticos.

-Sonus...-

Inmediatamente, la lana y la cera se consumieron, y el ruido de varios hombres gritando y chocando sus espadas comenzó a sonar detrás del otyugh. El clérigo dio otro paso hacia atrás, sin quitarle los ojos de encima a la bestia. Sin embargo, se tomó el tiempo de hacerles un gesto de silencio a sus compañeros.

El proyectil de Bramo impacta claramente en el oty, y la llamarada de Lilith contribuye a su castigo, deslumbrandolo! Entonces Aravilar se suma con un conjuro que podria distraerlo...

Desgraciadamente, el otyugh vuelve hacia atras su apendice ocular, y ve que claramente no hay nada detras... por lo que continua su embestida, avanzando para recuperar terreno!. Y esta vez, atina claramente en los cuerpos tanto del bardo como del clerigo de Mystra, lastimandolos y enrredandolos. La peor parte la lleva Aravilar, que siente como sus fuerzas estan llegando al limite!!

Arávilar, no me acuerdo ya de cómo era exactamente el conjuro de grasa. No puedo volver a lanzarlo. Esta vez deberás de librarte de los tentáculos por tus propios medios. Lo digo porque no aprovechaste para escapar en su momento. Te pierde tu osadía, chico.

Bramo sacó el segundo y último pergamino de proyectil mágico, que volvió a estrellarse contra el otyugh.

Voy a sacar el arco, pero no creáis que con él tengo tan buena puntería como con mis proyectiles mágicos, así que preparaos para que una flecha pase peligrosamente junto a vuestras orejas.

Arávilar descubrió, con enorme pesar, donde estaban situados los ojos de la criatura. Descubrió su engaño fácilmente, y no tardó en adelantarse para atraparlo nuevamente. El clérigo estaba embargado por la furia y la impotencia, así como el cansancio extremo, encontrándose con un pie en las planicies de Kélemvor.

El agarre era fuerte. Sus pocas fuerzas y esperanzas se esfumaron, y aunque trato de zafarse, fue todo en vano.

 La criatura me sorprendió en el momento en que se vino a nosotros. No me lo esperaba asi que logro atraparme facilmente. Sin embargo logre safarme mientras me preparaba para atacar a la criatura nuevamente. 

Un rictus de dolor pobló su semblante, apesadumbrado. Pero de repente alzó la vista, mientras su expresión pasaba del embargo a la comprensión. No era momento de reprocharse su olvido, más bien de actuar.

Murmuró algo, cerrando los ojos y haciendo un acopio increíble de voluntad para no sucumbir ante el horror de las fauces cercanas del otyugh. Luego, le observó con severidad.

-¡Huye!-

El oty logra distraer a Aravilar de su conjuro gracias a la presa... sin embargo, se da cuenta que la presa se le esta complicando y concentra todos sus esfuerzos en esta!

Un intenso apreton hace crujir las costillas del semielfo, que se desmaya con un gemido... tal vez para no despertar.

 Trato de alejarme de la criatura. Aravilar se encontraba desmayado o quiza muerto. No lo sabía pero tenía que intentar ayudarlo. Me alejo dela criatura lo más que puedo mientras preparo mi ballesta.

¡Arávilar! ¡Nooooooooooo... te dije que era una mala idea meterse aquí. Creo que te lo dije. Sí, creo que te lo dije.

Vamos a ver si con el arco tengo la misma puntería que con los proyectiles mágicos...

Buscó y no encontró el arco ni las flechas entre sus pertenencias, pero encontró el legendario cucharón volador, que arrojó a la criatura, y que finalmente se hundió para siempre en las oscuras aguas fecales de Aguas Profundas... Hasta que un héroe, el elegido por la profecia, viniese aquí a reclamar el utensilio de cocina místico. Pero para que la profecía se cumpliese debían de transcurrir aún el tiempo que mil hombres tardan en nacer y marchitarse.

El antiguo cucharon no tiene el poder que con Bramo o tal vez su usuario es quien no sabe como guiarlo... Diferente es el virote de Lilith.

El mediano logra un tiro exelente a la boca del enorme monstruo, que lo hace rugir de dolor!! Este suelta a Aravilar, concentrando sus ataques en el mediano que tantos problemas causa... El primero falla, pero el segundo da en Lilith, y trata de enrrollarse!!

Esta vez no pude escaparme. Eso realmente me estaba poniendo de mal humor. Una y otra vez me soltaba de sus tentaculos para pero apenas podía hacerle daño. Esperaba que se me ocurriera para vencer al monstruo.

Sin embargo intente escaparme pero no lo logre.

Lilith, como tú tienes por costumbre sobrevivirnos a todos nosotros en este tipo de lances... Recuerda: tengo una poción sanadora en mi mochila.

Bramo sacó su espada y avanzó tembloroso unos treinta pies, hasta quedarse a medio camino entre el otyugh y donde estaba antes.

El otyugh no parece ser de esa idea... Comienza a apretar a Lilith cual hiciera con aravilar, pero no conforme con esto atrae al mediano a sus mandibulas!!

¡Buena idea, Lilith! ¡Así! Tú mantenlo ocupado para que pueda salvar a Arávilar.

Bramo llegó hasta el semielfo y tiró de su brazo para alejarlo todo lo posible del otyugh.