Partida Rol por web

El Sr. Han levanta la mirada hacia la Srta. Godden y adopta una pose recta.

- No sé a qué se refiere, Srta. Godden. ¿Qué cree que puede haber en Birmania? Lo que el Sr. Bright hiciera en mi país antes de conocernos, no puedo saberlo de ninguna forma.

Me quedo leyendo de forma pensativa el documento.

-¿Quién es Homans? ¿Le conoce, Sr. Han? Y por favor, las llaves del armario que está cerrado. Ya- digo ya más serio y en tono algo más autoritario.

“Las llanuras de Sung. ¿Será de allí esa famosa y extraña máscara que supuestamente hunde en una pesadilla a sus víctimas?”, pienso para mis adentros.

-Creo que es algo más que un desdoblamiento, Hermana- le digo a nuestra enfermera –Después de todo lo que hemos visto en el pasado, díganme que ¿no se les ha ocurrido que igual ese Otro no es de hecho, eso, otra entidad como la del maldito espejo? Yo aún tengo pesadillas con esa cosa…- sigo revisando las hojas que han sobrevivido a la quema.

-Señor Han, ¿cuánto hace que conoce al Señor Bright? ¿No se conocieron en Birmania entonces? Cuando hizo ese supuesto viaje a las llanuras de Sung…

Han traga saliva cuando escucha hablar de las Llanuras de Sung y, haciendo caso omiso a la segunda pregunta que le formulan sobre Birmania, saca unas llaves de uno de sus bolsillos y se acerca al guardarropa.

- Está bien, pero debe manejarse con cuidado. - Dice, cauto.

Al abrir el guardarropa, veis un traje consistente en una gabardina, un sombrero de fieltro, pantalones oscuros, una túnica de cota de mallas, una ceñuda máscara de metal y un par de botas con alzas de siete centímetros para hacer más imponente al que las lleve.

- Creo que es conveniente tomar alguna fotografía antes de tocar nada.

La hermana Flora se acerca al señor Han y le habla en susurros y pausadamente, con los ojos bien abiertos.

- No crea que vamos a pasar por alto que no nos responda. Ya sabemos que usted nos ha mentido y que sin duda volverá a hacerlo cada vez que pueda. Tiene tres opciones: decirnos lo que sabe aquí y ahora, decirnos lo que sabe dentro de unos minutos con una bala en la pierna o decirle lo que sabe a la policía... con una bala en la pierna. Y le juro por Dios que si vuelvo a pensar que nos miente, yo misma le volaré la rótula.

- Poseído. - Dije, buscando la aprobación de Flora a sabiendas que su condición de religiosa la haría estar familiarizada con el término. - Creo que Bright estaba poseído... por esa cosa. El Penitente.

A alguien que no hubiera pasado por lo que habíamos pasado nosotros aquello le hubiera sonado a locura. Pero no lo era. Leroy tenía razón con lo del espejo.

El Sr. Han retrocede unos pasos, alejándose del extraño traje, mientras exclama: - Ese traje me produce pesadillas. Yo de ustedes, no lo tocaría.

Te da la impresión que el Sr. Han está disimulando salvajemente.

Cotilleo el interior del armario recién abierto. Antes de tocar nada, prefiero hacer un buen repaso visual del traje y de la propia máscara. Como arqueólogo y como aventurero escarmentado, no me lanzo a toquetearlo todo como un novato.

-Poseído…- repito en voz baja la que ha pronunciado Irina –Sí, es una buena palabra para definirlo. Un año atrás habría dicho que es una superchería para explotar a los pobres ignorantes, pero visto lo visto, es probablemente lo que mejor… encaja a lo que hemos visto.

Miré con cierto enfado fingido a Leroy tras su comentario sobre las "supercherías". Estaba acostumbrada a aquellas "desconfianzas" por parte de la gente pero sabía que tanto él como el profesor habían sido testigos de lo suficiente como para tener la mente más abierta.

Y yo también...

- La verdad es que yo hubiera dicho lo mismo, al menos, hasta tener muchas pruebas de lo contrario.

El traje, que parecía llamarnos poderosamente la atención a todos, quizá tenía algo especial también.

¿Y si es el traje lo que le posee? No es la primera vez que un objeto posee a alguien... por decirlo de alguna manera.

La inspección minuciosa de Leroy advierte que oculto tras la máscara de El Penitente, hay una sofisticada máscara de gas acoplada, y escondidos en el forro de la gabardina hay un par de dispositivos tubulares de diez centímetros de largo y un centímetro de diámetro. Uno de los extremos termina en una fina malla, cubierta por una rejilla. En el otro extremo hay botones.

Por otro lado, Irina pone su atención en el simbolismo del traje, pero es incapaz de encontrar una referencia mínima a algún tipo de conocimiento oculto, así que descarta su idea del traje como elemento sobrenatural.

-Uhm…- me quedo pensativo tras revisar el traje y la máscara. Estoy algo decepcionado (y aliviado, en el fondo), no es más que un dispositivo mecánico corriente. Muy ingenioso, lo reconozco, pero nada esotérico.

-Está claro que el Sr. Bright debía usar algún tipo de granada de humo con alguna sustancia psicotrópica. La máscara no sólo protegía su identidad, sino que también impedía que inhalara el gas que le lanzaba a sus objetivos: criminales de poca monta y menos luces. Así creaba el efecto de “redención” en sus víctimas. Seguramente algún tipo de ayahuasca o a saber. En las civilizaciones asiáticas, como la china y la japonesa, llevan siglos usándolas. No es nada del otro mundo.

Me separo del armario y me vuelvo a las estanterías, a los libros medio quemados y demás. Estoy convencido de que tiene que haber un diario con todas sus andanzas, en alguna parte.

-Señor Han, aún no ha respondido a mi pregunta de antes. ¿Quién es Homans?

- No reconozco ese nombre. - Contesta el Sr. Han.

Tras fotografiarlo todo, me dedico a observar con detenimiento lo allí hallado. Peculiar traje, y más peculiar aún información.

-Parece que nuestro "amigo" aquí presente necesita que le repitan varias veces las preguntas... No ha contestado alo de si no conoce al señor Bright de Birmania. Todo esto es harto inusual, e inquietante. El traje nos ofrece dos versiones, la esotérica y la real. Está hecho para engañar a quien sea, pero tiene un transfondo de realidad. Lo del Otro sí, me recuerda a lo ya vivido otras veces, por desgracia... ¿encuentras algo más Leroy? Buscaré contigo. Ya vimos que cualquier objeto es susceptible de tener más información que nos sea útil.

Libros, sobre todo libros. Quizás más notas en su interior, quizás algún objeto introducido... quién sabe. Pero seguir revisando era útil para desentrañar la verdad.

- Tal y como yo imaginaba. - Añadí a la descripción de Leroy sobre la máscara. - Por eso sus víctimas veían visiones. Puede que haya menos elementos sobrenaturales en esto de lo que creíamos en un principio.

La fina malla de los dispositivos tubulares poseen restos de una sustancia negra y escamosa que llaman tu atención y que identificas como materia vegetal seca.

Como bien ha señalado Leroy, lo que contienen los tubos es una sustancia negra extraña, como algùn vegetal seco. Seguramente al entrar en suspensión en el aire, cree algún tipo de efecto alucinatorio. Sugiero que no toquemos este traje y cerremos de nuevo el armario.

Sigo buscando entre los libros y documentos de la estantería y demás muebles, por si se nos estuviera escapando algo. Estoy tentado en usar el “toque Leroy” con Han porque miente más que no habla. Y es más hermético que los tarros de mermelada de mi abuela.

-Bueno, si alguno encuentra un tarro de cristal limpio que me lo pase. Han, ¿no tendrá de eso por casa verdad? ¿Y unos guantes de jardinería? - pregunto –Me gustaría tomar una muestra de esa sustancia. Pero sin correr el riesgo de verme afectado. Tengo curiosidad por saber qué utilizaba Bright para sus alucinaciones.

- Sí, tal vez arriba haya lo que busca, Sr. Currie. - Responde Han.