Partida Rol por web

Gogri asintió a Girthal, atento, aunque no creía en absoluto que aquello fuera una maniobra para separar el grupo. La oportunidad de escuchar al señor de las runas provocaba interés en el rompescudos, así que procuró no armar ruido ni molestarlo mientras trataba asuntos con la señora.

Aquel pasillo parecio del todo inseguro e insalubre, caminaron como gatos con las unas sacadas, de entre las cajas aparecio un hombre con una red, era bastante corpulento y los dos amigos se miraron con media sonrisa hasta que desde lo alto cayeron unas cajas sobre ellos, en estos pocos segundos apenas tuvieron para prepararse un movimiento en falso y terminarian aplastados por un par de cajas de buen tamano, posiblemente llenas.

- ¿Estas de puta broma que este gilipollas con red quiere trincarnos? Es una puta trampa, y tu eres un jodido estúpido. Mantén los ojos abiertos. 

Daría un vistazo para entender en que situación estaban y si merecía la pena luchar o correr. De repente algo cayó de encima suya, y con un grácil movimiento de pies lo esquivaría fácilmente. Lo prioritario era acabar con la amenaza y de paso dar un aviso. El primer golpe había sido lanzado por parte de "el enemigo invisible". Estaba claro que no iban con buenas intenciones.

¡Click!... fhhhhhsssss... ¡¡BOOM!! 

La pistola del estaliano sonaría "convincente", y el proyectil sin haberlo pensado siquiera impactó directo en la rodilla del hombre de la red. 

- Tienes la oportunidad de rendirte ahora, o morir. Nadie me ataca sin pagar las consecuencias. 

Aun con la pistola humeante y el main gauche  se preparó para lo que viniera. El disparo habría sido mas que una llamada de socorro. Si aguantaba lo suficiente, vendrían a ayudarles.

La mirada por parte del humano, la desconcerto pero intento atender de buena manera al enano que la interpelaba, parecia que tenia cierto poder dentro de ese grupo.

-Si acababa de vender mis hiervas medicinales en un herbolario aqui cercano, se venden a buen precio si eres constante pero hoy sera un dia nefasto y volvere a casa con lo puesto, que visto lo visto es mejor que nada- estaba triste, mucha gente me conocia aquel robo era motivado por algo pero no sabia porque. Llevaba un momento pensando en algo distintivo de aquel hombre pero estaba demasiado nerviosa y no pensaba con claridad.

-Vengo de Tilea, mis padres me criaron en el imperio y por azares de la vida he terminado aqui, no es el lugar mas bonito para vivir pero me parece seguro y se puede ganar uno bien la vida, tengo un puesto a veces en el mercado otras veces trabajo para terceros buscandole componentes- mire a aquel hombrecillo desde arriba, intentando ver mas haya de su poblada barba-y como un grupo de enanos y humanos se preocupa de una chica como yo?- la pregunta la hice con cierta simpatia, no sabia si habia tenido suerte o me podian robar dos veces el mismo dia.

Mientras charlaban con la chica animadamente, de lo alto del edificio cayeron unas cajas al pasillo por donde habian entrado los dos companeros, el sonido se escucho fuerte y contundente. Parte de desechos salieron por todos lados, aunque no lo vieron y una densa nuve blanca se levanto un par de metros algo que se veia a simplevista.

Desde el interior no se escuchaba sonido de moribundos o pelea, lo cual hizo poner aun mas si cabe los pelos de punta a Kurdrim y a Gobri se les ponia la sangre hirviendo de un segundo al otro.

Diablos , te olía mal y aun así no te fiaste de tu intuición sabiendo que el señor de los secretos  a veces habla de forma misteriosa   .Me pegaría de tortas por imbécil pero buenas ganas de fustigarme mientras los compañeros podían estar heridos o muertos  .Corramos a ver si están bien  y tu .Señalando a la mujer con la mano pero sin dignarme a mirarla o apartar la vista  del lugar del incidente  .Eres de Tilea , así que seguro  te habrás dado cuenta de a que Señor sirvo .Si has tenido algo que ver te aseguro que tu sueño nunca volverá a ser placido  .. ninguno de tus sueños .Echo a correr hacia el callejón intentando ver a través de la polvareda como atravesar y llegar hasta los compañeros .

Al final adalberto tenia razon, era una jugarreta de unos malhechores para robarnos o para capturarnos con algun oculto fin, pero ahora es momento de reaccionar y demostrarles a estos tunantes de que pasta estan hechos los inquisidores, cuando nos disponemos a reaccionar contra ellos , unas cajas caen sobre nosotros.

Veo como adalberto consigue esquivarlas y atacarles pero yo no soy tan rapido y veo como caen sobre mis los obstaculos,  MIERDA digo por que no esta saliendo nada bien esta asunto.

Intento quitarmelas de encima lo mas rapido posible y atacar a estos malnacidos

La mujer era tileana, o eso deduje de su acento y nombre; nombre de mercenarios, embusteros y maleantes. No sería tan extraño que las palabras de advertencia sobre ella fueran vanas, pues bien podría ser el señuelo. Pero todas las preocupaciones sobre la mujer desaparecieron tan pronto el alborto de la persecución fue in crescendo, animado el asunto con la caída de unos sacos que levantaron una nube de humo más que molesta

Miré a Girthal, y a Gogri, antes de salir corriendo tras Hans en pos de los dos descerebrados perseguidores. Era momento de darle un voto de confianza al reservado dawi

Con paso lento pero firme inicié lo que se acabaó convirtiendo en una carrera dura y directa hacia el meollo de la situación, aun oculto bajo la ondeante toga que ocultaba mi verdadero aspecto acorazado

Las cajas salieron volando, y los dos companeros solo tuvieron unos segundos para decidir. El primero en moverse como un gato fue Adalberto que se puso a buen recaudo a un lado, saco la pistola y apunto a aquel desgraciado. Otto penso demasiado antes de moverse, y paro con el pecho una caja realmente enorme que lo aplasto dejandolo en el suelo.

Adalberto ya disparaba mientras el hombre que se les enfrentaba tiraba la red. El disparo hizo un agujero enorme en aquel hombre que se tambaleo y comenzo a perder sangre. La red volo inofensiva cerca de Adalberto mientras este la miraba de soslayo. El sonido fue ensordecedor, dejandolos durante un par de segundos noqueado.

De entre las cajas aparecieron otros dos hombres, llevaban las caras tapadas y portaban porras. Uno de ellos llevaba un saco en la mano y se acercaban con rapidez. En este punto Adalberto se encontraba solo. El hombre que lanzo la red se movio vagamente hacia Adalberto mientras sacaba una porra de buen tamano. En este momento Adalberto vio que llevaba una mascara que se asemejaba a una cara.

Otto solo podia maldecir su suerte, mientras la caja le oprimia contra el suelo.

Gogri gruñó por lo bajo. Su bigote se removió, ansioso, después de que apretara los labios.

-Me parece que me toca quedarme a guardaros, si no me dices algo distinto -dijo el enano, con los ojos fijos en Girthal-. No creo que esto sea más que una travesura de algún idiota insensato, pero la cautela nunca ha hecho mal a nadie. No diré más. No quiero estorbar vuestra conversación.

De lleno le habían dado a Otto. Su inocencia, o como decían en su oficio, estupidez, he había llevado a caer en una trampa de lleno, y solo él se habría salvado si no fuera por la rapidez de sus pies para escapar de esa avalancha repentina.

Uno de esos hombres se quedó seco tras el pistoletazo en la pierna, y los otros dos lucían porras que de seguro iban a utilizar contra su persona. Mala suerte para ellos, estaban delante de un adiestrado guerrero que vendería cara su vida, y la de su accidentado amigo.

Adalberto en un alarde de esgrima como nadie a visto jamas, desmenuza lo poco que queda de aquel hombre. De dos estocadas ve como aquel pobre hombre enmascarado cae al suelo, le sorprende que no genere ningun ruido apenas un grunir por lo bajo.

Sus companeros de oficio deciden tomar las de san diego, y corren por sus vidas al ver a que diestro espadachin se enfrentan, quizas el encargo les quedaba demasiado grande aun siendo tantos. Asi que deciden correr y girar al callejon a la izquierda, perdiendose de la vista de Adalberto tan rapido como habian llegado.

El sonito de un disparo en medio del pasillo alerto a la mitad de aquel barrio de aque alli habian mas que palabras, los companeros tuvieron que luchar contra el pequeno tumulto que asomaba cabezas y napias hacia el interior del pasillo.

Kurdrim acelero el paso todo lo que su pesada armadura le permitia, que era bastante en realidad casi una como un ariete que busca oposicion para partirlo, el sacerdote de Morr iba algo adelantado y pronto se perdieron entre las gentes.

Al entrar pudieron ver como un grupo de cajas cubrian el camino, y una piernas se encontraban bajo ellas. La mayoria de personas estarian muertas tras caerle semejante caja, pero siempre habia una esperanza.

Por detras de las cajas el experto oido de Kudrim adivino que Adalberto estaba peleando contra alguien, su florete hacia un sonido peculiar al cortar el aire. Hans entendio que alli ocurria algo, pero tenia sus dudas.

El polvo en suspension se metio en la garganta de Hans y Kurdrim, raspandole la misma.

Todo indicaba que nuestros compañeros habían caído en una emboscada y que ya había al menos una victima bajo las cajas .El muerto podía ser Otto ya que se oía, a lo lejos , el sonido característico del estoque de Adalberto en acción y eso al menos ya era algo pero ninguna noricia del cazador de brujas .Fuese quien fuese el que ahora bailaba con Morr lo urgente ahora era ayudar al Estaliano y ya me ocuparía mas tarde de honrar sus restos.Sin embargo algo seguía sin cuadrarme del todo y avanzo con el martillo en mano hacia el sonido del combate intentando respirar y distinguir entre el polvo que pasa mas adelante .Una trampa dentro de otra trampa no seria descabellado Kurdrim asi que avanzaremos rápido pero con tiento Comento al enano para no caer de cabeza en una celada .

La chica quedo petrificada por las duras palabras de Hans, y los dos enanos pudieron ver su semblante blanquecino. No le gusto aquello, era casi un mal de ojo, un agurio de mala suerte.

No movio ni un cabello, espero mientras miraba como uno de los enanos y el sacerdote de Morr corrian hacia el pasillo.