Partida Rol por web

La navaja de Ockham -Sangre en las calles (Cap-II)

Prólogo III

Cargando editor
13/11/2017, 20:46
Director

Lo que había empezado como una simple persecución entre las calles del barrio donde vivías en búsqueda del maldito adolescente que te había arrancado la bolsa de la compra de las manos se convirtió en una carrera por tu vida. Pero hablemos mas adelante de ello.

Una noche común, en mitad de Sevilla. Junio, un día más. Estabas en un barrio bastante tranquilo, lleno de casas pequeñas, y edificios no demasiado altos. Los colosales estaban en Gunda, alzándose como si quisieran pedirle explicaciones al mismo dios por alguna ofrenta que desconocías. El mas elevado, era uno cuya punta era apenas una mota en el cielo, pero rojo como un rubí que solo era capaz de enseñar su rojo en mitad de la noche, brillante, vibrante. Curiosamente era un edificio de apartamentos. El mas caro o de los mas caros sin duda. Cemento, vidrio y metal convertido en arte, que se levantaba a más de 50 plantas. ¿Quien viviría en la punta? A veces te lo habías preguntado.

El sonido de las calles, de los vehículos, de la gente que volvía a casa, pues eran las 21:00 de la noche y los brazos cansados, las mentes exhaustas y los pies doloridos debían de reptar de nuevo a su morada, bien en la soledad o rodeado de una familia que no siempre era lo que su palabra debía de significar como bien sabías. Otro se estarían despertando, bien lo sabías. Para cuando la noche caía, lo hacía también el manto invisible donde los niños y no tan niños se escondían tras una pesadilla en mitad de una noche tormentosa.

Sevilla te había tomado, aceptado, pero si bien era a todas luces un lugar de secretos y mentiras, de luces cambiantes rotas por las mil aristas de un diamante perfectamente pulido. Rondaba siempre una tranquilidad etérea, que hacía dos meses se había roto, trayendo un malestar y una tensión a lo largo de todos los habitantes. No solo de los humanos. Aquella había sido una metrópolis segura, aparte de algunos incidentes lo cierto es que la seguridad estaba bastante presente en sus calles. Una suave brisa con el olor del río y del combustible fue llegando débilmente, mezclada con el aroma de los árboles que había por la zona.

Un horizonte neblinoso que te hizo mirar hacia la dirección del incidente, más allá de ese rubí, al otro lado de la ciudad. Más de mil muertos que sesgó la bomba. Poca información verdadera hubo, la ciudad tardó muy poco en moverse para ayudar a los heridos pero los datos de verdad siempre siempre iban con cuentagotas. Una bomba en el centro, que se convirtieron en tres más que lograron desactivar a tiempo. Aquello podría haber sido una verdadera masacre. Mas de medio millón de personas estaban en la zona. Pero ¿Qué les lleva a poner una bomba? ¿estarán acaso ya demasiado quemados los humanos? Mirabas a tu alrededor y no veías eso, no lo parecía, si no que se refugiaban aun mas bajo el ala de los vástagos. Eran como pequeños niños a la sombra de su abuelo, fuerte como un roble, sabio como un Bonsai.

Estabas revisando si no se te habían olvidado los huevos cuando primero vino un empujón, y cuando te giraste para ver quien coño era viste que un chico, de apenas 15 años corría hacia una de las calles principales. Frunciste el ceño, y luego vino el segundo empujón con tirón incorporado. Este fue el que te arrancó la comida de las manos, propiciado por un chico de pelo rubio y chandal un tanto viejo que corría hacia una de las calles mas cerradas. No pareciese que necesitara comida, las zapatillas eran nuevas y tu corriste tras él porque lo notabas perdido, seguramente no sabría que esa calle no tendría salida tras girar a la derecha.

Y aquí estábamos, tu en el suelo con un par de patadas en las costillas mientras un montón de chicos de una panda se peleaban por ver quien te miraba la cartera. Algunos decían que no tenías nada, otros, que parecías una sucia rata. Así tenías tiempo para prepararte un poco, o al menos, tomar aliento.

Tocaba defenderte. Eran cuatro, tres te rodeaban y el cuarto se estaba comiendo uno de esos dulces que tanto te gustaban. Si, esos que encima costaban un riñon. La acción fue rápida, con un grito rodaste unos metros para levantarte y acabar peleando contra una barra de metal y un bate de Beisbol que te daban golpes con menos fuerza de la que tu podías administrarles a ellos. Un buen derechazo a uno que te hizo recibir algún golpe, una patada en las gónadas a otro mientras usabas ahora si los brazos para defenderte y ocultar el rostro, el tercero fue directo a un cubo de la basura de cabeza y entonces, mientras te preparabas para encarar al último, viste su sonrisa socarrona y sus dientes llenos de chocolate.

La descarga eléctrica que te llegó por la espalda te dejó de rodillas mientras caías inconsciente, lleno de sangre, y con al menos una costilla tocada, o eso creías. Quien te había visto y quien te ve, cazador de nigromantes, enfrentador de caminantes y seres infernales recibiendo una paliza por parte de cuatro niñatos en un callejón oscuro. Estabas mayor para eso.

Cuando abriste los ojos, podríamos decir que lo que tenías alrededor era...una bonita muestra de arte abstracto. Trozos, carne, sangre y manchas oscuras se agolpaban a tu alrededor, dejando una bonita marca que ascendía en mitad del edificio de tu derecha, hasta una ventana de la 4º planta de 6 que había. La luz estaba encendida. ¿Que harías? 

Cargando editor
14/11/2017, 08:53
Abraham

Era un dia como otro cualquiera del mes de Junio, uno de esos pocos dias en los que habia tenido la suerte de no tener demasiado que hacer y en cierta forma, se agradecia. El barrio estaba tranquilo, quizas fuera la hora, aunque la verdad es que en general era un sitio tranquilo, lleno de pequeñas casas y algunos edificios de no demasiadas plantas... y por eso mismo aquel edificio lejano llamaba tanto la atencion. Una espada de metal, vidrio y cemento que ascendia en refulgente rojo, para atravesar la noche, clamando a todos los que alzasen la mirada hasta su silueta, como él era el rey de la noche. Era sino el edificio mas caro de la ciudad, uno de los mas caros y ahora, que de nuevo intentaba divisar la punta del mismo, me preguntaba quien habitaria en su interior. ¿Humano? Lo dudaba mucho, en esta ciudad, habia sitios donde solos los verdaderos señores de la noche tenian acceso o derecho y sin duda, un sitio tan exclusivo no debia pertenecer a ningun mortal. Deje la comedura de tarro habitual a un lado. Hoy habia tocado hacer la compra, nada especial, sino fuera por unos dulces y una botella de vino, que esperaba poder empezar con Isadora en nuestra proxima cena.

El dia terminaba, la gente volvia a sus hogares, o trozos de los mismos, con los pies cansados y las mentes destrozadas por un nuevo dia de trabajo y mientras la mayoria de los mortales cerraban los ojos, una gran miriada de monstruos los abriria, disfrutando de este, su momento. A veces no entendia como no caia destrozado de sueño, dias interminables, seguidos de noches aun peores. Debia ser la edad, se supone que duermes menos, o te importa menos dormir, una de dos. Solo necesitaba llegar a casa, quitarme los zapatos y tumbarme en ese sillon ya algo viejo para disfrutar de una copa, porque sin duda esta noche no pensaba hacer nada que no fuera descansar. Un suave olor me alcanzo en ese momento, olia a combustible, a rio, con una pizca de naturaleza verde. mi mirada se sintio atraida en la direccion de ese mismo olor, oteando el horizonte y recordando por un momento, como no hacia demasiado, la quietud y seguridad de esta ciudad se habia visto destrozada por un ataque en plena ciudad, mas alla del rubi rojo que hendia la noche.

¿Cuantos muertos? Mas de mil aseguraban las noticias. la ciudad se habia movilizado. Los sistemas de seguridad y los cuerpos de policia habian reaccionado, consiguiendo desactivas tres artefactos mas antes de que un baño de sangre, se convirtiera en una masacre a gran escala. La verdadera pregunta era... ¿Quien y por que? ¿Quizas el ganado, los durmientes se habian decidido por fin a librarse de un yugo que no sabian que tenian? No, no es lo que decia la ciudad, no es lo que clamaba la noche a mi alrededor, los humanos seguian caminando de un lado a otro, como el ganado que seguramente mas de uno les consideraria. Asi pues... si no habian sido humanos... la misma pregunta volvia a la mente. ¿Quien y por qué? Mil muertos eran muchos muertos, muchos resucitados que traer, pero tmabien era un metodo descuidado porque destrozaba los mismos cuerpos que podian querer usar. Dudaba que fuera obra de nigromantes, estos solian ser mas astutos... habitualmente al menos.

Ensimismiado, pensando en todo eso y quizas alguna mas, mi mente me dio la tabarra, recordandome si habia cogido huevos. Me detuve para mirar eso mismo en mi bolsa cuando alguien choco contra mi. Me gire para ver lo que ocurria, pues era raro que me pillaran asi de fuera de juego, cuando un nuevo golpe, seguido de un tiron... me dejo sin bolsa de comida, mientras un joven de pelo rubio y chandal viejo corria en direccion contraria al primer chico. Le segui, puesto que la idea de que tuviera que robar resultaba extraña viendo como iba vestido y sin duda, debia andar perdido, pues ese callejon no tenia salida cuando girase a la derecha. Apresure mi paso, hasta convertirlo en una carrera, porque sin duda no me apetecia eprder mi comida, menos aun a manos de alguien que no parecia necesitarla. Si queria comer, que se buscase un trabajo como todos los demas...

Antes de darme cuenta estaba en el suelo, recibiendo un par de buenas patadas en las costillas, que me hicieron soltar al menos un gruñido. La unica posible parte buena de todo esto, es que la panda de chavales que estaban en ello, se pusieron a discutir entre ellos mientras decidian quien miraba mi cartera. Eso me dio tiempo a recuperar el aliento y recomponerme, para al menos intentar mostrar un poco de entereza. Levante los brazos, grite y rode para verme enfrentado a un bate de beisbol y una barra de metal que golpeaban con fuerza, pero no demasiada. Aun asi no me apetecia llegar a casa con una ceja partida o algo peor, entre sus movimientos y golpes, entrevi mi ventana, mi oportunidad. Un juego de pies simple, mi derecha volando para golpear con fuerza en la manidbula a uno de los chavales, el siguiente vio como mi pierna se convertira en una extension de mi mala leche, mientras mi calzado se estrellaba contra sus huevos, convirtiendolos en un momento en una bonita corbata mientras un satisfactorio gemido de dolor reinaba sobre todos los demas sonidos, el tercero acabo yendo a parar contra un cubo de basura, de cabeza y sin compasion ninguna, por mas niños que fueran... y asi fue como vi al jefe, al cabronazo hijo de puta que me habia robado MIS dulces y que ademas estaba disfrutando de ellos, pues todos sus dientes estaban manchados por esa crema de chocolate mezclada con avellana. Antes de darme siquiera tiempo de dar un paso, una sonrisa socarrona consiguio hacerme desear sacar la pipa y enseñarle modales, cuando una descarga electrica llego desde la espalda.

Cai, primero de rodillas y luego contra el suelo del callejon, perdiendo la conciencia casi en el acto, lleno de sangre y con seguramente mas de algo tocado en mi pecho por el dolor que tenia, justo antes de sumergirme en la oscuridad.

La conciencia volvio, pero no lo hizo sola, la cabrona vino de la mano con el dolor. Volver a la realidad, nunca habia sido lo mas facil del mundo, menos aun cuando te duele gran aprte del cuerpo, sientes algo de sangre en la boca y tu orgullo como cazador, si es que existe de eso, esta por los suelos porque una panda de idiotas te ha dado una paliza  de cuidado en un callejo. Debi haberlo visto venir, por las formas del supuesto "jefe". Me toque la cara mientras me levantaba e instintivamente buscaba entre mis posesiones por si me faltaba algo mas. Fue en ese momento, al levantar la mirada de mi mismo, aun de rodillas en el suelo cuando vi el dantesco espectaculo de arte callejero que se mostraba ante mi. En tonos rojos de diversa graduacion, la sangre se encontraba desperdigada por delante mio, en mezcla sin sentido de trozos de carne que se agolpaban a mi alrededor y cuyo rastro sin ninguna duda ascendia por la pared hasta la ventana del cuarto piso, de seis que tenia el edificio. La luz del piso ademas estaba encendida, casi como una invitacion a llamar a la misma.

Me levante con cuidado, mirando que la sangre no me hubiera alcanzado directamente, aparte de la propia. Palpe mi cuerpo, buscando posibles heridas o dolores, gruñendo por lo bajo cuando notaba alguno. Al terminar la inspeccion mis ojos volvieron al piso y despues a lo que quedaba de los chavales. Alguien o algo habia matado a los cuatro chicos y luego habia arrastrado sus cuerpos hasta su casa, o se los habia comido aqui mismo y las manchas eran solo del estropicio causado tras su banquete. Sin duda lo importante de primeras era mi cartera y la compra, porque si no estaban ahi mismo... entonces tendria que hacerle una visita a lo de ahi arriba, si o si... y para eso preferia ir sabiendo algo, al menos las opciones sobre que tipo de criatura era. Observe a mi alrededor, las casas, las ventanas, cualquier sombra o cuerpo que me indicara que habia alguien mirando... los testigos podian ser lo peor que alguien de mi profesion podia encontrarse. Tras eso, palpe mi cintura, donde siempre llevaba mi arma, con un suave suspiro al encontrarla, centre mi atencion en el callejon, mientras rebuscaba en mi abrigo, una linterna que siempre llevaba conmigo. La informacion era poder, saber a que me enfrentaba era importante, siempre... y si ademas tenia que negociar con ello, pues mejor saber a que me enfrentaba. Iluminaria el callejon con la menor potencia de la linterna, principalmente los trozos de carne, las posibles huellas en la snagre, la pared, para ver si habia dejado alguna marca al subir por ahi, mientras buscaba con atencion cualquier pista sobre que era el vecino del cuarto.

Cargando editor
15/11/2017, 20:01
Director

Tenías tu cartera pero la comida...la bolsa había desaparecido. Miraste alrededor tras asegurarte de que no habría vecino alguno...de hecho, el edificio que tenía acceso, el mismo por el cual ascendía el reguero de sangre eran el único que tenía las ventanas mirando hacia el callejón, y todas salvo esa luz estaban apagadas.

El callejón estaba vacío, aparte de toda esa sangre y vísceras ¿Sería solo tuya la que llevabas encima? No lo podrías decir con exactitud, solo que ibas a pasar mas calor que nadie al tener que ir con la parte de arriba cerrada, menos mal que era oscura. El ruido de la noche te llegaba entre los pitidos de los coches por querer llegar antes a casa y las mil voces cascadas de la gente pasando por el inicio del callejón, que estaba girando a la izquierda ahora desde tu punto de vista. 

Notas de juego

*¿Llevas el arma de fuego encima?

Cargando editor
16/11/2017, 07:09
Abraham

Notar la cartera fue un alivio, pero la bolsa de comida habia desaparecido por completo y con ella los pastelitos y sin duda la botella de vino blanco que habia comprado para Isadora. No es que yo fuera el mas detallista del mundo, pero me gustaba pensar que tenia ciertos toques y sin duda me cabreaba que para una vez que fuera a tener uno diferente, alguien me lo arrebatara. Que fueran unos niños tenia su delito, sobretodo tras toda la mierda por la que habia pasado en mi vida, pero saber que una de las criaturas que solo yo veia de norma, se habia metido por medio, salvandome quizas la vida y para colmo se habia llevado mi comida... eso no tenia precio con lo que pagarse la maldita experiencia. Suspire y me di cuenta de que no habia mucho que sacar del escenario, el arte abstracto que lo que fuera, habia pintado, lo habia hecho a conciencia y ni siquiera habia dejado marcas en la pared al subirla lo que sin duda me tenia intrigado.

La mano en mi espalda toco el trozo de metal que me hacia sentirme seguro en la mayoria de los casos. No solia ser impulsivo, sino metodico y paciente, pero... esa maldita luz encendida, la unica del puñetero bloque... sin contar que no habia mas ventanas mirando en esta direccion del callejon o al menos ninguna con un testigo que pudiera ser un problema... provocaba que cierta curiosidad llamara mi atencion y a menos que lo que fuera, necesiatara una despesan, ya debia tener comida para unos dias, con cuatro cuerpos.

Note entonces la humedad de mi ropa, suspire mientras cerraba la gabardina para evitar que nadie viera la sangre, aunque los tonos oscuros deberian evitar eso mismo. Mi mirada fue a la luz y un pensamiento similar a "a tomar por culo", me obligo a buscar la forma de entrar en ese edificio, sin duda lo que hubiera sido capaz de matarlos, me habia dejado vivo por algun motivo, fuera el que fuera... y ademas se habia llevado mi bolsa de la compra. ¿Sentia la necesidad de matar a esa criatura, de "cazarla"? No, sinceramente no, no era tan obtuso como para buscar matar a todo ser sobrenatural o "monstruo" que se cruzaba en mi camino y uno que me habia salvado la vida, quizas, pues... sin duda no aparecia de primeras entre ese grupo, sin contar con que no sabia que, o quien cojones era. Observe con atencion el callejon, buscando una puerta o similar que indicara la entrada al edificio, asi como una escalera de incendios o similar. De no encontrarla, me moveria con cuidado, evitando los charcos de sangre y los trozos de carne, para ir dando la vuelta a la manzana mientras buscaba esa puerta que pudiera llevarme al unico piso del edificio que realmente llamaba mi atencion.

Notas de juego

Si.

Cargando editor
22/11/2017, 22:40
Director

Tuviste que salir del callejón. No sin llevarte la mirada de más de un transeunte por el camino no por la sangre si no por estar tan loco primero de llevar tanta ropa, segundo de llevar ESA ropa. Eras un faro andante. Casi cinco minutos después diste con la entrada al dichoso edificio, resulta que estaba en otro callejón que tapaban unos cubos dela basura que recogerían esa noche. 

Un portal pequeño, de una puerta de metal ya tocada por el óxido y los años sin ser lijada y barnizada estaba ante ti. Los porteros marcaran las plantas, solo había 4 letras por cada y no había nombres ni apellidos. Eso solía estar dentro siempre, no por fuera. No al menos que fueran lugares con algo mas de calidad. 

Cargando editor
23/11/2017, 18:07
Abraham

Aun notando los estragos de la paliza que me habian dado esos chicos, junto con algo de sangre en la boca, consegui avanzar lo suficiente como para acabar en la calle principal por la que hacia apenas un rato, no tenia claros los minutos, avanzaba tan tranquilo con una bolsa de comida, mientras me preguntaba si habria comprado huevos. Suspire nada mas dejar atras el callejon, siendo consciente en todo momento de las miradas que provocaba en los que me rodeaban. No era alguien que fuera justamente a la moda y eso tenia sus consecuencias, pero mientras que quizas, lo interesante de verdad estaba mas abajo de mi gabardina, los paletos y superficiales durmientes de esta ciudad preferian fijarse en si llevaba algo de latex o no. Sin hacer demasiado caso y asegurandome de que la gabardina estaba cerrada, avance con tranquilidad por el lugar, buscando el portal que pudiera llevarme hasta la ventana iluminada que habia visto.

Tras un buen paseo, de casi cinco minutos sufriendo miradas e incluso algun gesto de uno de esos super modernos capullos, consegui vislumbrar el callejon que deberia tener el portal que bscaba, oculto tras unos cubos de la basura que seguramente recogerian esta noche. Me quede mirandolos mientras en un movimiento facil, hacia crujir mi cuello. No tenia claro si me estaba haciendo demasiado viejo, o demasiado blando. Mire los cubos por si habia alguna marca que identificara a quien pertenecia, o si pertenecia a algun piso en concreto... aun asi lo importante era ver si estaban llenos, para saber si habia mas residentes aparte de nuestro bestial amigo... y tras eso simplemente me adentre en el callejon, donde un portal viejo me esperaba. La puerta de metal estaba oxidada, alguien habia olvidado lijarla y barnizarala desde hacia mucho. Los timbres no tenian nombre ninguno y aunque sin duda podria llamar a uno cualquiera de ellos, a esta hora de la noche seria dificil hacer creer a nadie de que venia el "cartero". Aun asi supuse que no me vendria mal, tener alguna referencia, al fin y al cabo no estaba de caza. Simplemente queria mi comida de vuelta. Aprete los timbres del cuarto piso, uno por uno, dando tiempo entre cada timbre para que alguien respondiera.

Si tenia mucha suerte, el tipico "Yo" funcionaria, si tenia mucha suerte, sino siempre quedaba la excusa de que me habia dejado las llaves del portal arriba y se me habia cerrado la puerta. No perdia nada por intentar lo basico, lo normal, lo que se podia hacer en casi cualquier barrio. Despues de todo este no era un mal barrio, no del todo al menos.

Cargando editor
27/11/2017, 21:46
Director

Paseaste por las calles en búsqueda de una entrada al lugar donde sin duda el culpable de aquella carnicería se alzaba en su dormitorio, y puede que con tu comida. Sudabas como un condenado, aparte de la paliza que te habían metido claro.  Otra cosa mas negativa de aquellas bombas de hacía tanto tiempo, los inviernos eran otoños, pocas veces asomaba la nieve en ningún lugar, y los veranos era raro cuando no hubiese alertas de día. Por suerte, las edificaciones habían sido construidas contra el sol directo creando mucha sombra por las aceras.

Revisaste los contenedores, estaban a rebosar, así que si. Aquel lugar estaba completo o al menos, había mucha vida entre sus paredes. Tocaste uno a uno en aquel pequeño callejón a ver si alguien te dejaba entrar, la primera fue una mujer mayor que te preguntó quien era tú. Al ver que no había respuesta te dejó con la palabra en la boca. 

El segundo fue una mujer de voz sensual.-¿si?- le explicaste que te habías dejado las llaves y que no podías entrar- dulce mio, si vivieras aquí, sabrías que el portal siempre está abierto...ten cuidado con las escaleras, no vayan a ser que te coman- colgó pero te quedó claro que ese había sido el 4ºB al igual que la anciana había sido el 4ºA. Aun quedaban dos pisos mas en esa planta. 

El interior era pequeño y oscuro, los buzones no estaban allí y el ascensor en el lado derecho era lo único que funcionaba, las escaleras estaban cortadas por varias señales de obras. 

Notas de juego

¿Latex? El Latex no se lleva demasiado, lo que pasa es que es Junio, en Sevilla. JUNIO y tu vas con una gabardina. Hace un calor que tela. Por eso llamas tanto la atención. 

Pd: yo sigo con la música de fondo XD

Cargando editor
28/11/2017, 11:00
Abraham

El paseo por la calle no fue para nada agradable, porque la maldita gabardina, la misma que cubria la sangre que lo que fuera que hubiera en ese piso habia decidido compartir, me producia un calor inaguantable. Ademas de atraer miradas alla donde fuera, si, sin duda era cojonudo, sentirse de esa forma. Por si eso no era bastante, estaba empezando a sudar, porque aunque yo no tenia ni idea, si habia leido en alguna parte que desde que las bombas cayeron la temperatura en general habia subido bastante, comparado con el mundo de antes claro esta, lo que hacia que en verano tuvieramos alertas por culpa del calor... aunque al menos los edificios habian sido contruidos preveyendo ese efecto, o al menos asi parecia.

Sea como sea no tarde en encontrar ese maldito callejon, un rapido vistazo a las basuras me dio a entender que no era un edificio abandonado, sino que habia mucha vida alli mismo, lo que sin duda era bueno, porque cuanta mas vida hubiera, el nivel de degradacion deberia ser menor o eso esperaba. Lo peor segun mi criterio eran las zonas abandonadas o similar, ahi estaban cosas que sin duda no gustaban a nadie, ni querian la compañia de nadie... y eso solia implicar problemas a un nivel de violencia elevado. En las zonas mas de este estilo, podia encontrarse cierto grado de "civilizacion".

Me acerque el portal, el primer timbre dio con una mujer mayor, que no tardo en colgar. El segundo, me permitio escuchar una voz sensual tras el mecanismo, lo mas interesante fue la forma de dirigirse a mi antes de dejar claro que si fuera del edificio sabria que la puerta estaba abierta. Tras eso colgo y yo no pude mas que sentirme como un idiota, mientras adelantaba mi mano y abria la portezuela. Deja escapar un suspiro de hastio y cansancio, odiaba esto, pero me habia gastado un buen dinero en esa botella de vino, ademas de que con suerte, uno de esos dulces seguiria intacto. Malditos crios, no es que se lo merecieran, bueno si... pero yo ahora mismo, queria mi comida. El asesinato se lo dejaba a quien le interesara. Nada mas cruzar la puerta, me encontre en un lugar que estaba a oscuras como poco, ademas de ser de estilo minimalista. La mujer habia indicado que tuviera cuidado con las escaleras, la broma negra tuvo su punto cuando vi el motivo, puesto que estas estaban cerradas por obras. Cojonudo, la forma de escape mas rapida, tapiada por obras... ¿Nadie se ha parado a pensar que esa maldita caja metalica es un peligro en si misma? Si tuviera que decir alg sobre las escaleras es que igual el proximo milenio estarian arregladas.

Avance por el rellano, fijandome en que los buzones no parecian estar alli, lo cual quitaba la oportunidad de saber el nombre del sujeto en cuestion. Mire de reojo al ascensor del fondo y toque de nuevo mi arma, casi como si fuera un acto reflejo, antes de mirar hacia la puerta de nuevo. Mi sueldo era bueno, o lo era segun lo que entrase por la puerta, cada cierto tiempo... pero aunque podria pasar sin la compra en si, sin duda habia ciertas cosas que dolerian a lo largo del mes que estaba por venir. negue y avance hasta el ascensor, fijandome en mis cercanias, como haria si esutviera de caza. Atento a cada movimiento o gesto minimo que pudiera delatar un ataque. Llame al ascensor y espere, el cuarto piso, las puertas Ay B ya estaban descartadas... faltaria ver que habia en la C y D. Casi parecia uno de esos concursos de mierda de la television.

Cargando editor
28/11/2017, 14:29
Director

Subiste al ascensor, y mientras este ascendía con una velocidad terminal de muerte te daba tiempo hasta de pensar en que hacer con el resto de tu existencia. Al abrirse lo primero que percibiste era que la luz fallaba un montón.

Ante ti, un pasillo iluminado a destiempo mil veces y las cuatro puertas, dos inmediatamente pegadas a ti a los lados casi y otras al final, tras pasar la ventana de la izquierda, una frente al ascensor, la restante a la derecha de esta. No reconocías la luz por fuera de esa manera tan violenta cuando habías estado mirando para encontrar la entrada al edificio. 

La puerta que tenías a la derecha era la B, y la izquierda a A. La de enfrente al ascensor la C y la otra la D. También había un montón de cajas de obras a la derecha (donde la zona oscura) amontonadas una encima de otras impidiendo el paso. 

Cargando editor
28/11/2017, 16:44
Abraham

El ascensor debio haber ganado algun tipo de record en cuanto a velocidad, pero de manera negativa, estaba seguro de que seria capaz de escribir todas mis memorias de cazador en un solo viaje, si me hubiera acordado de traer el diario y el boligrafo. Estudie las alternativas y debia admitir que aunque la A y la B habian respondido, eso no le quitaba posibilidad de que fueran ellas. La anciana bien podia ser descartada, aunque en mi experiencia no siempre debia ser asi, aun asi, se habia comportado de una forma bastante norma, pero luego estaba el hecho de que una mujer con voz sensual, hablara de esa forma a un extraño, y despues le dijera sin mas, que la puerta estaba abierta, decia a las claras lo poco que le importaba que alguien de fuera entrara en su edificio. Eso no era normal, se mirase como se mirase... asi que en todo caso estaba como al principio.

La puerta por fin se abrio y la luz del pasillo me golpeo directamente, sin miramientos, brillando y parpadeando de una forma muy diferente a la que recordaba desde el callejon, si es que el ventanal de mitad del pasillo era la ventaba que habia visto. Avance un par de pasos, viendo las dos puertas a mi lado, en uno la anciana, en el otro la mujer de sensual voz, unas cajas que sin duda parecian puestas ahi por el tema de la escalera, la ventana, otra puerta justo enfrente mia, a lo largo del pasillo y la otra en un lateral. Me centre en mis sentidos, para ver si habia algo raro, dude un instante sobre tomar el arma pero no lo hice. No estaba aqui por ninguna pelea, ni siquiera como cazador o por el asesinato multiple, sino por esa botella de vino y quizas por la comida, si es que seguia entera. Avance con cuidado hasta la ventana, asegurando que no estuviera en una posicion donde fuera facil lanzarme a traves de ella en caso de estar abierta. Mire al exterior para asegurarme de que era la misma ventana que habia visto desde alli abajo, mientras buscaba cualquier rastro sin dejar de tener en cuenta mi alrededor. Detras de una de las cuatro puertas estaba mi premio... con suerte aun intacto. Si la ventana, era la que yo habia visto, sin duda... el cambio de la luz podia ser algo provocado, asi que alguien sabia que bien podia estar de camino. Solo las pruebas o detalles que encontrara, me dirian algo... pero lo primero era inspeccionar la ventana.

Cargando editor
29/11/2017, 20:15
Director

No era la ventana desde la que alguien había ascendido algo desde luego. Esa era mas grande, enormemente mas grande que la que viste. Te asomaste tras ver que no había nada extraño en el lugar, salvo las luces que fallaban de mala manera y te ponía nervioso, o simplemente te molestaba de mas en los ojos. 

Daba a otro callejón que no reconocías, uno que daba a la parte trasera de algún tipo de lugar con un aparcamiento. Seguramente estaría por la zona a la cual no podrías acceder. Eso medio te podía indicar que la puerta era la que estaba mas alejada, la que ahora si te girabas estaba algo mas allá de donde apuntaba tu espalda. La D

Cargando editor
29/11/2017, 21:09
Abraham

Al acercarme a la ventana me di cuenta de mi error, uno muy estupido todo sea dicho. La ventana era mas grande, mucho mas grande que la que habia visto desde ese callejon, sumado al erratico parpadeo de la misma en contraste con la simple y perpetua luz que habia iluminado aquella pequeña ventana, dejaba claro que habia calculado erroneamente mi acercamiento. La unica suerte es que no habia ninguna criatura para recordarmelo o restregarmelo... aun al menos. Tras asegurarme de que no habia nada mas extraño en el lugar, a excepcion de esa luz que era una molestia de las buenas, pues no paraba de provocar sombras y figuras con cada parpadeo. No es que me pusiera nervioso, pero era algo desquiciante, aun asi me acostumbre a ello y despues lo deje a un lado, mientras mis sentidos estaban alerta ante cualquier otro posible inconveniente.

Me asome a la ventana, despues de todo si entendia hacia donde miraba el edificio, podria hacerme una idea de quizas cual era la puerta que debia atravesar. Al fin y al cabo, aqui no habia comodin del publico o similares. La ventaba daba a otro callejon, uno desde el cual se podia acceder, o eso parecia, a otro lugar que contaba con parking. Sin duda una de esas zonas a las que no podia acceder, por lo tanto si mis caculos no eran erroneos... la puerta ganadora era la D. Mire de reojo, antes de darme la vuelta y fijar mi vista en aquella puerta. Habia despertado en un callejon, habia dado una vuelta enorme hasta dar con una puerta oxidada y tras eso la habia cruzado, habia ascendido gracias a un ascensor hasta un cuarto piso para llamar a la puerta de un "algo" por una botella de vino. Isadora sin duda iba a matarme, como poco... y aun asi aqui estaba. No estaba de caza, no queria problemas, al menos no era mi intencion y solo deseaba que esa botella estuviera intacta... porque era un complemento especial, para una futura cena con ella.

Me asegure de que la gabardina estuviera bien cerrada de nuevo y con pasos tranquilos me diriji a la puerta. Estudie la misma, lo hice con paciencia y tranquilidad durante al menos un par de minutos, por si habia algo que llamara mi atencion. Si no era asi, llamaria una unica vez, fuerte, contundente, para asegurarme de que quien estuviera dentro me escuchara claramente. Tras eso solo quedo esperar, di un paso atras, para que si usaba la mirilla, si es que la puerta la tenia me pudiera ver bien.

Cargando editor
02/12/2017, 18:52
Director

Ojalá pudieses acostumbrarte a los cambios de luz, pero el ojo humano no era uno de esos órganos que consiguiesen eso. Una cosa era una luz y luego oscuridad y otra los cambios. Cuando la luz llega a tus ojos,  pasan algunos milisegundos antes de que adquieras conciencia sobre ello, así que realmente, vivimos en un pasado reciente. Cosa que no le afectaba a otros seres. El ser humano estaba hecho para morir con facilidad. 

Decidido a tocar la puerta avanzaste, o al menos esa era tu idea, hasta que oliste el incienso. Provenía de ese sitio. Incienso y algo más que se colaba por debajo de la puerta. No estabas seguro. ¿Tocarías de igual manera? ¿Valdría la pena tu vida por una botella? ¿Qué clase de ser ataca a otros cuando no es Martes? 

Cargando editor
04/12/2017, 07:57
Abraham

Acostumbrarse a los cambios de luz fue imposible, de alguna forma simplemente no lo conseguia y pronto me di cuenta que era mas bien debido a la fisiologia humana, que a otro motivo. Eso no ayudo, ya habia bastantes cosas en contra, ademas de los monstruos como para ademas tener a la maldita luz dando por saco. Otra cosa mas que poner en mi contra si lo que sea que hubiera mas alla de la puerta, decidia no ser amistosa. Claro, porque habia sido jodidamente amistosa con los crios de ahi abajo. Ya... pero ¿por que me habia dejado vivir? Habia que admitir que no tenia logica... ninguna aunque desde que habia despertado a este mundo sin igual... la logica no siempre iba de la mano con la realidad.

Me acerque a la puerta, lo hice con pasos medidos, tranquilo para ser sincero aunque sabia lo que podia ocurrir. Nada mas llegar alli lo primero que me alcanzo fue el olor a incienso y algo mas, no es que fuera necesario ser un sabelotodo para saber el motivo del incienso, menos aun si era lo bastante fuerte como para traspasar la puerta. Servia para enmascarar lo que habia ahi dentro, varios cuerpos, como minimo. Sangre, visceras y lo que no s ehubiera comido ya... lo que coño fuera eso. ¿Realmente valia la pena llamar por una botella de vino? Ese pensamiento llevaba golpeandome la sien intermitentemente desde que habia decidido seguir este camino. No solia tener problema en meterme en la boca del lobo, pero siempre iba preparado y este no era el caso... no sabia que habia ahi atras, no sabia como pararlo y solo tenia mis poderes como posible opcion si decidia... intentar joderme, porque sin duda un disparo de mi pistola seria lo peor posible en este escenario.

Nadie habia visto su ataque, nadie habia visto como los despedazaba y aun asi, habia dejado un testigo. Ningun cazador haria eso, a menos que tuviera un motivo... asi que quizas, la botella de vino, solo fuera un motivo mas, despues de todo. Nadie hace nada porque si... y eso fue lo que me obligo a levantar la mano y golpear fuerte la puerta. Una sola vez.

Cargando editor
04/12/2017, 18:43
Director

Tocaste fuerte, y la puerta estaba abierta. O al menos la abriste unos dedos mientras el olor a incienso te llegaba con una fuerza desmesurada. Mezclándose con otro mas dulzón, y ácido. Las luces del pasillo dejaron de parpadear, se centraron y todo se volvió mas tranquilo, menos raro...si no teníamos en cuenta la puerta.

No podías ver nada con eso, solo quizás una parte de un pasillo pequeño de moqueta grisacea algo sucia por el tiempo y poca limpieza. Si querías ver más, o abrías la puerta o acercabas mas la cabeza...y el ojo. 

Cargando editor
05/12/2017, 18:24
Abraham

La puerta se abrio, lo hizo en cuanto golpee y aunque solo se desplazo unos centimetros, me permitio oler con mas fuerza el olor del incienso, con mucha mas fuerza que hasta el momento, y de algo mas, que emanaba del interior del apartamento. La mezcla de olores era extraña, porque aun con el incienso la mezcla dulzona y acida que habia en el aire llamaba la atencion. Mas si la mezcla de olores no era bastante rara, en ese momento el parpadeo de la luz del pasillo se detuvo, quedandose encendida de forma normal y corriente, permitiendome adaptarme al nuevo escenario. Eso no era normal, mis años como cazador sabian cuando algo no tenia logica y este escenario... se mirase como se mirase no era bueno, al menos no para mi.

Me fije en lo poco que podia ver, una especie de pequeño corredor, enmoquetado de un color grisaceo aunque era notoria la suciedad, tanto por la edad de la misma, como por el descuido del propietario. Las opciones eran obvias, asomarme... con la opcion de que me rebanaran algo, abrir mas la puerta y ver que ocurria o irme. La ultima opcion era la que tenia mas logica, seamos sinceros. Un asesinato multiple en la parte posterior del edificio, mi camisa manchada con la sangre de las victimas, un arma ilegal en mi cintura y ninguna razon de peso para estar alli... vale que tenia amigos en la policia pero esto comenzaba a ser tentar demasiado a la suerte. Aun asi... habia algo sin sentido. ¿Por que? ¿Por que salvarme la vida o dejarme vivir? ¿Por que hacerlo fuera de Martes' No tenia logica y lo que me rodeaba cada vez tenia menos de eso ultimo.

Me aparte levemente de lo que seria un tiro directo en cuanto la puerta se abriese del todo y con el pie, empuje la misma hasta que mostrase mas del corredor, mientras hablaba en voz media. - Buenas noches... creo que ha podido encontrar algo mio. Si fuera tan amable de devolvermelo, no me entrometere mas en sus asuntos. - Ni puta logica Abraham, ni puta logica... largate al ascensor, si, esa era una buena deiciosn mental, lo era.

Cargando editor
06/12/2017, 22:43
Director

La puerta se abrió, y te enseñó el pasillo corto que daba a una puerta normal de madera cerrada, solo eso. La otra parte del piso, la grande suponías daba al otro lado. Tendrías que entrar para verlo, era así de simple. Es como si hubiesen colocado la puerta en la dirección contraría. Un puto genio aquel ingeniero, sin duda.

Apenas había luz, quizás solo la que entrase por la ventana desde el otro lado. 

Notas de juego

No reiteres todo lo que yo pongo, si te tiene que salir un post de 8 lineas que te salga pero no repitas. 

Cargando editor
11/12/2017, 02:03
Abraham

Genial, jodidamente genial, algun lumbreras con poco cerebro habia organizado la casa como si fuera... algun tipo de puzzle o rompecabezas estupido. Si la situacion hasta el momento ya se iba de madre, aquello lo decanto. No pensaba entrar en casa de cualquier puto bicho que bien podia ser territorial o excesivamente afectuoso de su espacio personal, no, Isadora no se iba a enfadar y mi orgullo se curaria, probablemente muy rapido viendo el destrozo de los chicos de abajo. Asi que con cuidado me movi fuera del campo de vision de la puerta y si tenia que apsar por delante, lo haria con cuidado y sin perder de vista la misma, con la mano en el arma. Una vez pasado ese escollo iria avanzando lentamente hasta el ascensor, sin darle la espalda a la puta puerta.

Eso es Abraham, ya te la has jugado bastante. Vivir para pelear otro dia, sobretood cuando ni siquiera sabes en que pelea te estas metiendo. Llamaria al ascensor, sin perder de vista la puerta de los demonios y con mi mano cerca del arma. Me iria a casa, prepararia la cena con lo que tuviera, que no era mucho y mañana haria otra compra. Si, mañana.

Cargando editor
12/12/2017, 07:25
Director

Te moviste, aquello era suficiente, tenías que salir de ahí...pero era demasiado tarde. 

Las luces titilaron de nuevo y viste a cámara lenta como la puerta se iba entreabriendo mientras tu solo te acercaste al ascensor y diste varias veces al dichoso botón. Porque si, porque obviamente eso no te gustaba, no te gustaba una mierda. ¿Sabes cuando alguien se acerca demasiado en una película de miedo lo que ocurre? Que casi siempre si tu lo has visto, lo que sea te ha visto. 

Caíste al suelo, porque algo te había tirado de los pies y te viste arrastrado al interior de la casa apenas en un par de segundos, siendo lanzado contra la pared del pasillo, donde de milagro solo recibiste el golpe, que te dejó sin respiración unos segundos mientras la puerta se cerraba de un portazo. Boca abajo, en el suelo con la vista a lo sumo puesta debajo de tu cuerpo. Las luces del interior titilaron hasta que percibiste el bamboleo de luz propio de una chimenea o algo parecido, pero no era una luz de bombilla, si no algo mas natural. 

Muchas veces, el truco estaba hacía donde mirar y como actuar. Aun recordabas esos callejones, cuando volvías andando, bajo las luces de esa parte del barrio llena de anuncios pequeños en los puestos tiendas de la zona, que brillaban como fantasmas en mitad de las callejuelas que pasabas por alto, creyendo ver en algún momento lo que no eran luces, si no el reflejo oscilante de una forma en el aire al final, junto con el sonido de una canción lenta e infantil de alguno de los juguetes con musica de bebe. La gente había aprendido a no mirar a esos sitios, a no prestarle atención, porque lo que tu creías haber visto de refilón, esos grises de forma al final del oscuro y húmedo lugar no eran más que alguna de las entidades que tenía hambre, buscando el aperitivo ya fuese en forma de miedo, o de carne humana. 

- Tiradas (1)
Cargando editor
13/12/2017, 18:46
Abraham

El aire de mis pulmones salio disparado, justo antes de caer contra el suelo, donde sin duda el golpe dolio, pero no fue mas alla. Estaba mirando la misma asquerosa moqueta de tonos grises que habia vislumbrado antes, con mis ojos puestos debajo de mi cuerpo. Sea lo que sea ese malnacido es invisible, como poco y no me gusta jugar a oscuras, ni por asomo. Ni siquiera dude, como veterano no me gustaba que me cogieran con la guardia desprevenida y sin duda recordaba como la gente habia aprendido a no mirar en ciertos lugares escondidos entre las luces de neon, simplemente porque habia cosas a las que era mejor no llamar la atencion... y voy yo y me meto en la casa de uno de esos. Jodidamente inteligente Abraham... no recuerdas esa famosa frase. " Debes tener cuidado cuando miras al abismo, porque es posible que él te devuelva la mirada"

Bajo el ya conocido titilar de la luz del pasillo y con la puerta cerrada, otra luz mas natural llamo mi atencion, aun asi sin duda lo primero que hice fue recurrir a aquello que se me habia otorgado. Esa vision que me permitira ver a mi enemigo y al menos, saber a que cojones me estaba enfrentado. Me di la vuelta sobre mi mismo y mire a mi alrededor, la luz era siempre un refugio, un calido lugar donde esconderse de lo malo. No caeria en eso, no de primeras. Debia verle primero, mientras me separaba de la posicion que creia entender estaba él... junto o cercano a la puerta.

Notas de juego

Gasto de Conviccion - Segunda vision.