El grueso de compañeros se fue dispersando por la torre en busca de sus objetivos. A medida que se alejaban el murmullo de sus vovecillas se fue reduciendo hasta casi desaparecer.
Dagamo voló hacia la biblioteca dejando un aroma curioso tras de si, debería hacer varios viajes si quería llevar papel suficiente para las invitaciones, pero de momento debía buscarlo entre los libros y el mobiliario.
Tras el altercado con el gato y el susto que produjo la posibilidad de ser pillados por el amo fuera del baul y haciendo el olgazan, Tormi se dirige junto a su compañero hacia la biblioteca para conseguir la tinta con la que narrarian las invitaciones a la fiesta de su amo.
A ver, aquí cualquier cosa susceptible de crear escenas graciosas a la par que ridículas deben ponerse a prueba con dados. Quiero decir, Dagamo es volador... pero tira unos dadillos! 4+ escogiendo el valor más alto estará bien.
No sé porque pero no me deja poner la R en motivo de la tirada. XD
Tampoco sé el por qué pero no me deja hacer la tirada.
¿No te deja? va que es para darle vidilla a la escena!
También me pasa en otras partidas.
Ostras, pues quizá es para decirlo a los administradores de la web.
De repente, mientras decidís cómo subir la escalera, un estruendo enloquecedor parece proceder del palomar, de lo más alto de la torre. Algo o alguien ha asustado a las palomas, alertando a Rudesindus, que abre una puerta del tercer piso y grita:
- ¿Qué ocurre ahí arriba?
Dagamo ante el estruendo no pudo evitar estamparse contra la pared y caer haciendo una espiral contra el suelo, por suerte su lugar de trabajo habitual era la biblioteca, por lo que disimuladamente se puso a mirar los libros.
Finalmente no pasa nada. Rudesindus vuelve a su laboratorio mugiendo palabras incomprensibles.
Parece que alguien baja silbando por las escaleras ahí fuera. Debe ser un lutín. Espectante alte lo que pueda pasar a Dagamo se le cae un libro.
Plof
Los silbidos paran. ¿Será un lutín? Quizá es uno de los habitantes de la torre. Como encuentren al pobre lutín en la biblioteca holgazaneando...
-Cachis, seguro que alguno de estos enredas de lutines están jugando en la biblioteca.
Con paso decidido y la pluma guardada a buen recaudo, Pequeñín se dispuso a entrar en la biblioteca a arreglar los desperfectos creados por otros antes de que el amo los viese.
-¿Quién anda ahí?
En realidad ahora mismo soy el máster. El lutín Pequeñín, bajando del palomar, ha oid un ruido en la biblioteca y ha decidido entrar. Copio, pues, el mensaje de otrs escena y traslado a Pequeñín a ésta. Espero haberlo hecho correctamente ya que en esta partida estoy probando cómo mover PJs de una escena a otra constantemente.
Dagamo seguía buscando papel entre las ingentes cantidades de libros sin demasiado éxito al parecer, y lo peor es que se le había olvidado ponerse unos guantes y ahora todos los libros estaba llenos de mugre allá por donde los había tocado.
En el suelo se veían manchas de mugre del tamaño del pie de un lutín. Cual sabueso rastrador las siguió entre las estanterías, dando vueltas aparentemente al azar.
-Hoooooooola. Sé que hay un lutín por aquí. Yo soy Pequeñín. ¿Dónde estás?
Tirando unos cuantos sin poder evitarlo, Dagamo apareció ante Pequeñín. ¡Hola!¿Qué haces aquí?
-Joder, que susto me has dado al aparecer así de repente...
El corazón de Pequeñín latía tan acelerado que parecía un murmullo. Aunque...¿los demonios tienen corazón?
-Pues nada, es que escuché ruido por aquí y entré a ver que pasaba, no vaya a ser que entre el amo y nos pille por banda preparando la F, I, E, S, T, A. ¿Tú que andas haciendo?
Atención! Interludio!
Por el tranquilo camino de arena que lleva al foso de acceso, a un centenar de metros de la torre de Rudesindus, un aparatoso bulto se mueve alegremente. Debajo, unas piernas parduzcas terriblemente delgadas. Parece que se trata de un goblin mensajero que transporta una caja envuelta dirigida al amo. Sus silbidos amenizan el viaje y el aire va transportando sus suaves notas.
Soy muy aficionado a los Interludios: pequeñas escenas que están sucediendo paralelamente y que se explican para dar ambientación y mostrar que hay vida más allá de lo que estáis haciendo. Ahora mismo no podéis interactuar en la escena pero de alguna manera lo que se ha explicado os afectará.
Aún estoy intentando encontrar papel en blanco para las invitaciones, parece mentira que haya tanto por aquí y ninguno me sirva.
Ding dong. Ding dong.
De repente, un repicar de campanas resuena por el interior de la torre. Parece que alguien está en la puerta reclamando que le abran la puerta!