Partida Rol por web

No puedo contagiarme de su alegria temo que Kal saque su espada, tiene entrenamiento del imperio, es paladin... por bueno que fuera Luc... intento no pensar en ello.- Kal, la capilla solo tiene una puerta, la trasera da a la montaña, no voy a escaparme, no pasa nada. No hay motivo para pelear.

Miro con tristeza a Geoff y niego con la cabeza.

No se cuanto sabes Geoff...pero a poco que sepas o imagines, deberías temer la razón por la que hemos de casarnos deprisa y corriendo en mitad de la noche y sin apenas poder avisarte.

Le abrazo a mi vez sin soltar a Yadra, después del interés de Nat y las tonterías de que hay cosas peores que caer en las tinieblas para la niña no pienso soltarla. Desde luego que las hay...que se la lleve el monstruo de su tía. Siempre he pensado que aquel día debí matarla a ella también, como a su padre mil veces maldito.

Luc, relajate, nadie nos esta atacando.- Le pido con tono de suplica, me da miedo que luchen, me da miedo muchas cosas....

-Vamos ya- intenté sonar alegre. -Celebremos la ceremonia, que después quiero visitar a un viejo amigo antes de emborracharme con vosotros... o al menos en su honor. No permitiré que deis una mala imagen a esta preciosura-  y luego le planté un sonoro beso a Yadra, a quién adoraba como si fuese mi sobrina.

Lord Kalthorin aguantó estoicamente la sarta de insultos y desconfianza que soltaba Luc. Apenas movió un músculo de la cara mientras los puñales que le había arrojado el herrero flotaban en el aire, inútiles.

-¿Has acabado ya de soltar todo tu veneno, herrero? ¿Puedo hablar? -el paladín tenía las manos a la espalda, sin ninguna intención de empuñar su espada.

No me interesan vuestras palabras Lord Kalthorin. Por lo que cuentan ahora sois un hombre de acción...aunque tal vez lo sean mas vuestros hombres. Como os he dicho, no sois bien recibido a la ceremonia, así que regresad a buscaros una compañía que os aguante mas.

Le miro de arriba abajo, asqueado en lo que se ha convertido.

El Conde estaría muy orgulloso de vos. Seguro que no sois hijo suyo también?.

-¡Cálmate Luc! Estás demasiado... lleno de odio. Kaltorin estará en el bando equivocado, pero jamás cometería semejantes atrocidades. Sigue siendo un hombre de honor. No lo dudes.- Sabía todo lo que el herrero había tenido que soportar y no podía reprocharle que sintiera tanto rencor por Nat, y por los hombres del rey. Pero estaba siendo injusto con el paladín y las tripas se me revolvían al ver cómo se iba abriendo un abismo entre ellos.

Niego con la cabeza y miro a Luc. ¿Asi sera nuestra boda? Siempre soñe con que si esto llegaba seria algo que compartir con los amigos, un dia de alegria, no una noche de gritos ante la puerta de una capilla por uir del destino... Luc... no quiero casarme asi.

Hundra, sabes perfectamente por que esta el aquí. No porque le haga feliz que te cases sino porque teme que de alguna forma te escurras de entre sus dedos y desaparezcas. Es un cobarde que nunca tubo el valor de ir a buscarte al norte, donde sabia que te encontraría y espero aquí, a un momento de paz entre nuestros pueblos para chantajearte y buscar tu fin. El te quiere a ti, y la bruja de Nat a la niña. Desde luego que no quiero que estén presentes. Una vez que se hayan marchado las cosas se harán de forma mas apropiada... la miro y trago saliva antes de continuar. Tampoco es que podamos tomárnoslo con calma, no crees?.

Abrazo a Luc y suspiro.- Tienes razon, ya es hora de dejar de comportarse como una niña. Di mi palabra de que me dejaria matar por que pense que con ello habria paz. Kal teme que yo pueda llegar a ser una bruja malvada y hacer daño pero yo solo quiero vivir en tranquila, contigo y con la nuestra pequeña. No voy a separarme de vosotros ahora que he logrado reuniros, no, tengo el sueño de mi vida al alcance de mi mano, no lo cambiare por el sueño eterno.

La puerta de la capilla se abre y un viejo protesta.- ¿Quien viene a armar escandalo en un lugar sagrado, a estas horas de la noche?

Me giro hacia el sonido y sonrío al hombre, tratando de que no se me note el disgusto que llevo dentro.

Hola padre...soy Luc, el herrero. Trabajo enfrente del templo y suelo acudir a los oficios...tal vez se acuerde de mi. Fui uno de los que dono el nuevo torreón para los novicios.

Le doy un instante para que recuerde y sigo.

Ya se que es un tanto precipitado, pero si no le importa, necesitaría que oficiase una ceremonia esta noche...un matrimonio.

- Si, nos acordamos de vos y de su generosidad. Siempre es buen momento para unir a los que se aman ante los ojos de los dioses.. aunque veneis algo retrasado.- dice mirando a la niña de reojo.- Pasar entonces y decirme el nombre de vuestra futura esposa para ir preparando la ceremonia.

Espero a que entren Hundra y Geoff y cierro la puerta delante de el paladín, haciéndole un gesto al sacerdote para que la cierre.

Ya estamos todos padre. Mi futura mujer se llama Hundra, la niña Yadra y el es mi padrino, Geoff. Le doy una palmada al hombre en la espalda cuando lo menciono. Creo que es el padrino de ambos en realidad.

El viejo trastavilla... Hundra... repite con cara de horror... ¡La terrible bruja del norte... Que los dioses nos asistan! ¿Como te atreves a poner los pies en un lugar sagrado y traer a tu corrupta semilla contigo?.- pregunta el viejo con cara de horror.

Yadra pone cara de enfado, se revuelve en tus brazos, ves su intencion de defender a su madre y sus ganas de darle a ese viejo una buena patada en la espinilla.

Pongo una expresión de estupor mientras escucho la sarta de tonterías que el maldito viejo esta lanzando por su boca desdentada.

Oiga, paleto ignorante con túnica, que solo esta en esto por los jóvenes del coro....no se precipite en sacar conclusiones ofensivas de algo que desconoce y que esta muy claro que sus asquerosos prejuicios le impiden razonar, fanático descamisado.

Le miro con cara de desear partirlo en dos, mientras sujeto a Yadra con firmeza para que no se escape.

Pero tranquilo...nos marchamos inmediatamente, pero recuerde a su abad, que no llamen de nuevo a mi puerta para lamerme el culo en busca de mi dinero para que se lo gasten en orgías y regalos caros a mozos dicharacheros.

Temia que algo asi pasara, lo que mas me duele es que Yadra tenga que ver eso.- No se preocupe, nos iremos ensegida.- digo al cura sin reincor y hago un gesto a Luc para que me deje a mi sostener a Yadra, yo se clamarla cuando se pone nerviosa y sujetarla mas fuerte solo sirve para que le den mas ganas de salir corriendo.

- No pasa nada cielo. Volveremos a casa de Luc y dormiremos, mañana hare tortitas para desayunar y nos las comeremos todos juntos.- le digo con una sonrisa, esperando que pensar en otra cosa desvie su mal genio.

- Luc, tu tambien debes calmarte, estoy aconstumbrada a que la gente escupa tras pronunciar mi nombre.- digo con una sonrisa.

- ¡No! Exclamo la pequeña enfadada.- Teneis que casaros, quiero hermanitos, me aburro de jugar sola. Luc, si ese señor no quiere te puede casar Geoff y si no te caso yo. ¿Vale?

Me cuesta darle a la niña a Hundra y soy el primer sorprendido de ello. LE beso un segundo en la frente y al instante olvido el mal humor y la rabia que sentía hasta ese instante y solo siento el tener que soltarla.

Luego suspiro y niego con la cabeza.

Siento que haya pasado esto...no...no sabia que te conocieran aquí. Yo nunca oí nombrarte antes de ahora en ningún lado y no se... Suspiro de nuevo y me callo un instante.

Siento que hayas tenido que ver esto Geoff...podemos pasar la noche en mi casa si te parece bien.