Partida Rol por web

Eres uno de los pocos aventureros que lleva viviendo un tiempo en Carfax.

¿Un privilegio, piensas?

Quizás todo lo contrario.

Tu habilidad con las palabras te ha granjeado un estatus común entre los cortesanos.

Eres el perro faldero de alguien poderoso.

Empero, no llevas un collar ni tiran de una correa para mantenerte en una senda concreta.

A efectos prácticos eres un esclavo de cierta utilidad, pero, por citar al Maestro, estás excusado de levantar objetos pesados.

Considérate afortunado.

Carfax tiene a muchos grandes jugadores en liza sobre el tablero estratégico y político.

Te daré la opción de servir a uno entre tres.

Los tres son increíblemente poderosos.

Los tres son ajenos al concepto de piedad.

Y los tres tienen intereses en la gran ciudad.

Tres.

Solo puedes elegir a uno como señor.

Las calles tienen oídos, Kyuss von Trier. 

Recuerda mis palabras.

Pronto, muy pronto, las cosas van a cambiar en Carfax.

¿Cuál es tu señor y cuál es tu pecado?

Elige sabiamente...

¿Será el Duque Richard de Athangorn, poderoso miembro del Consejo de los Cuatro y aspirante a desbancar a la Casa Silverhand en importancia?

¿Será el temible Levko, artero líder del Decimotercer Gremio de Carfax, Príncipe de Ladrones y Asesinos y Señor de las Afueras?

¿O quizás eres débil y codicioso y ansías las riquezas del Gran Mercader Oberynn Bailey y te postras ante su oronda figura solo para conseguir los mayores lujos de la Baja Ciudad?

Elige tu propio veneno.

Debes saber que te asignaré una némesis en la forma de otro elocuente bardo que te hará la vida imposible y con el que tendrás numerosas posibilidades para construir una relación tan especial como, espero, memorable.

Cuando aparezca lo reconocerás al instante.

¡Buenas! Una de las sugerencias que has planteado de cosas que podríamos haber hecho durante nuestra entrada a la ciudad me ha gustado. He pensado que Vasanth, chulo y pendenciero que es él, podría haber llegado a la taberna de turno (camuflado de humano con su conjuro racial disfrazarse) y haber desafiado a todos los presentes con una sarta de baladronadas e improperios, liándola muy parda y revelando su verdadero aspecto en mitad de la pelea; me lo imagino un poco como esta escena de Tigre y Dragón, pero con conjuros de troleo y salvando las distancias. A Vasanth le chifla pelear y vacilar, MUCHO XD. Como resultado de eso, podría haber pasado una noche en un calabozo... o haber conseguido una audiencia con el noble de turno, que sintió curiosidad por conocer a una criatura tan exótica (recordemos mi rasgo por trasfondo). O las dos cosas XD. De hecho, la idea inicial de Vasanth al montar el numerito de la taberna podría haber sido precisamente llamar la atención XDDD.

Es solo una idea. Si no te parece procedente o lo que sea, no pasa nada :).

P.D.: Claro que, por otro lado, también me gustaría reservarme dicha escena para cuando estén los otros PJ presentes. Cuanto más público mejor XD. Ya me dirás.

Así que quieres algo de entropía en tu vida, ¿eh, felino?

Me parece bien.

Tu propuesta es demasiado buena como para dejarla en una perlita de trasfondo sin más historia, así que te invito a rolearla a lo largo de la primera escena, cuando a tu juicio sea oportuno o, por hilar según tu personalidad, más dramático. No te preocupes por elegir el momento adecuado, porque la introducción de la partida es casi exclusivamente para vuestro lucimiento y tendrás muchas oportunidades. Me limitaré a pintar un poquito la escena antes de sacudiros. Además, tu idea define bien el carácter de Vasanth y me dará la oportunidad de mostrar algunas de mis cartas.

Hay algún PJ que seguro reacciona de forma interesante ante tu show... O dos...

A nivel trasfondo, supondremos que Vasanth no ha llamado la atención de los chicos del Puño aún.

Un consejo: si atraes al Puño, asegúrate de que no te cogen. Créeme, no queremos que te cojan. Y más a ti, lindo gatito. Algunos podrían pensar que quedarías como un excelente felpudo a la entrada de casa.

Vale, vale. Oído cocina. Lo que no quiero tampoco es que quede muy forzado. Ya veremos cómo se da la escena. Si tiene que pasar, que pase, y si no, ya habrá mejores ocasiones :D.

Hay algún PJ que seguro reacciona de forma interesante ante tu show... O dos...

Mientras sepan de qué lado les conviene ponerse, no hay problema XDDDDD. No sé por qué, me da que te refieres a Arcadia y Darion. Creo, ¿eh? ;)

Buenas noches, Director. Estoy con el post; relativo a Lady Edevane:

He sacado la TR CAR, te lo adelanto. lo que no tengo claro es si Kyuss desea que los demás sepan de su relación con ella y demás. Kyuss va a querer fingir constantemente, para poder manejar a los demás, y en ocasiones creo que hacer tiradas ocultas puede venir bien a tal efecto. ¿Cómo ves ése asunto?*

Para ceñirme un poco a tu idea, me gustaría saber si la relación que tiene esta fría dama con von Trier va o ha ido más allá de lo profesional, y si tengo que ajustarme a un vínculo con ella o quieres que desarrolle a lo loco, oiga.

Por último: ¿Tragedia o comedia? (sé lo que me vas a decir: tragicomedia., verdad?--> me refiero a Kyuss)

Muy interesantes preguntas, amigo mío.

Para tu consuelo, lo que voy a desvelarte solo lo sabe Kyuss. Es más, si alguien más lo sabe, en todo caso, ese es Venditti. Y todo tiene un por qué, claro XD

Davania Edevane es una mujer hecha a sí misma. No es una noble de Alta Ciudad, sino que ha prosperado desde las profundidades de las Afueras, abriéndose paso a empellones hasta escalar en el escalafón social. Su sueño húmedo es adquirir un título nobiliario, y aunque los años no pasan en balde para algunos, Lady Edevane -como le gusta que la llamen- posee una ambición y una falta de escrúpulos legendaria. No parará hasta lograrlo. Aunque, al ser una humana de mediana edad, su tiempo se agota. Eso la ha vuelto más irascible y despiadada.

Sospechas -lógicamente- que su nombre es FARSO de toda FARSEDAD. ¿Pero quién eres tú para llevarle la contraria a esta víbora? O_O

Edevane es muy próxima a Oberyn Bailey, tu, por así decirlo, mecenas. Bailey es un tipo que ha sabido ver en ella ciertos talentos no apreciables a la vista (¿Oyes el chasquido del látigo? XD) y la mantiene bajo su protección, confiándole la gestión de algunos de sus negocios más turbios, entre los que cito dos: La Serpiente de Jade y La Gema de Sen. Ambos son lupanares de bastante fama (sobre todo por las personalidades que se dejan caer por allí), ubicados ambos en Baja Ciudad. Esto lo sabe Kyuss a la perfección y no tardaría en encontrar a Edevane pululando por allí. También a Venditti (XD), ya que tu némesis siente particular atracción física y mental hacia Edevane.

Volvamos a Bailey. Tu mecenas, que es adicto a las corruptelas de todo pelaje y condición, es bastante manipulable, como tú mismo has podido comprobar. Es muy poderoso y bastante vengativo, pero un bardo como tú no tiene problema en guiar algunas de sus decisiones. Lady Edevane sabe de tu habilidad y, por así decirlo, siempre ha preferido tenerte atado en corto. ¿Podría ser una enemiga para Kyuss? Sí, fuera de toda duda. Ahora bien, también puede ser una aliada si sabes explotar su debilidad... ;-)

En todo caso, Edevane es una mujer cruel por naturaleza. Jamás tratará a Kyuss bien. Si el bardo es inteligente, sabrá jugar sus cartas de hombrecillo acobardado para darle la vuelta a la situación.

Lo último que te comento: Edevane es especialmente celosa de su estatus y de la posición de privilegio que ostenta como mano derecha de Oberyn Bailey. Le ha costado conseguirlo con sangre, sudor y lágrimas, y jamás caerá sola. Y mira tú por dónde, sobre esto mismo va su intervención en la partida... ;-D

Atento al próximo post... ^^

¿Me suena alguno de estos tres nuevos personajillos?

Pudiera ser...

Haz una tirada de Perspicacia DC 15.

Si la pasas, te daré una pista.

Porque es bien sabido que soy muy generoso en materia investigativa... XDDD

Te lo dejo en Oculto porque es más divertido xD

Un miserable 13... ¡Qué cerquita te has quedado! ¡Ahora te toca interrogar a la hadita! XDDDDD

A poco que preguntes, podrás atar cabos muy rápido. ;-)

Estoy de acuerdo contigo, en oculto ganan emoción. ^^

Estimado Director.

Estaba convencido de que la Edevane quería algo.

Algo muy caro.

Esto me huele a sucios, muy sucios secretitos.

Secretillos suena más... inocente. Más rural.

¿La Edevane teme hacerse vieja?.

Kyuss teme que le maten. El negro, el tigre, la albina o cualquiera de esos fanáticos.

Y dadas las circunstancias Bailey y Edevane dan miedo, pero hay otros que dan más.

Bastante más.

Tendré que pensar.

Kyuss tiene que pensar.

Así que ganaremos tiempo. 

Eso se nos da bien, ¿verdad?.

Tengo dudas.

Realmente no sé si Kyuss es un monstruo. 

No quisiera.

Puede que sí. 

Aunque no quisiera. Qué miedito.

Algunos PJs en esta partida admiten desarrollo a largo plazo. Vasanth, Arcadia, Karan y Kyuss, mayormente. La Edevane te ha ofrecido el típico giro de guion para tu PJ, si es que aceptas el encargo (¿Puedes negarte? No lo sé... XD).

No tienes ni idea de para qué puede querer la estrella caída tu Lady Edevane. ¿Preguntarás? O_O ¿Tal es tu osadía? O_O XDDD

Hablemos sobre Kyuss.

Hasta ahora, más que malvado, le veo trastornado. Sin duda, la relación con Venditti ha salido fetén, cómica y perturbada. Y eso que no creé a tu némesis para que atrajéseis tanto los focos, pero bien está lo que bien acaba. En una hipotética secuela, Venditti podría volver a aparecer, pero no es el PNJ donde quiero poner el foco ahora.

Ahora la clave está en Dafne y en Ariadna también, PNJ este último que ha quedado muy debilitado tras el ataque de la Niebla Mental.

Me interesa saber qué piensa nuestro Kyuss de la singular misión en la que podría estar a puntito de embarcarse. Edevane mediante, ahora tiene un motivo de peso para alejarse de Carfax y tiene un séquito de héroes dispuestos a hacerle el trabajo sucio. Si el bardo juega bien sus cartas, puede volver a Carfax con la estrella, no tengo la menor duda.

Ahora bien... Por ahí anda el Cetrino. Y es la prolongación deweyana del Mal. XDDDD

Si lo deseas, puedes desarrollar los recuerdos que te evoca el cuento del Hombre Cetrino desde tu niñez. Ahí hay una pista bastante interesante que explotar y léase bien: Kyuss está seguro, plenamente convencido, de que a él le han leído cuando era niño la historia de un Hombre Cetrino. Uno que robaba sombras. Uno que llevaba una máscara blanca. Qué repelús.

Cualquier cosa que quieras desarrollar, aquí te leo. ;-)

Hola, Karan.

¿Quieres elevar el juego al siguiente nivel...?

Entonces ven a jugar conmigo.

Declara públicamente que efectúas un descanso prolongado.

*Se frota los dedos*

Uy, me pillas en mitad de post. Yo encantadísimo de jugar, pero, ¿cómo lo encajaría? Quería narrar mis reacciones a la aparición de Chip, Chop y Campanilla, ¿un descanso prolongado es irse a dormir? Podría decir que una vez acabada la «reunión» me retiro a una de las habitaciones... o que caigo dormido de repente. No sé, el Hombre Cetrino me ha marcado, no tengo sombra, y si la niña está inconsciente, yo también puedo quedar grogui así sin más, y descolocamos un poquito más al resto. ¿Tú cómo lo ves?

No sé, el Hombre Cetrino me ha marcado, no tengo sombra, y si la niña está inconsciente, yo también puedo quedar grogui así sin más, y descolocamos un poquito más al resto. ¿Tú cómo lo ves?

No queremos dejar huella...

¿Comprendes?

Narra tus reacciones a esos simpáticos arcadios, sí... Luego declara que estás cansado. Muy cansado. Necesitas irte a dormir.

Eso me bastará para visitarte, Karan...

Los monstruos existen. Y el que diga lo contrario, miente con vileza y descaro.

Suele ser habitual atribuir a la noche un influjo particularmente atractivo para el monstruo común. Cabe por tanto suponer que, en una ciudad en la que la noche se alza maligna con visos de proseguir durante algo más del tiempo que reglamentariamente le está permitido, los monstruos no solo existen, sino que deben encontrarse en su salsa.

Incluso, ser felices.

¿Puede ser feliz un monstruo?

O lo que es peor.

¿Debe ser feliz un monstruo?

* * *

La Serpiente de Jade no tiene los mejores jergones del mundo. Karan lo aprende con rapidez durante la noche de marras. Los camastros han trabajado duro durante váyase a saber cuánto tiempo, soportando cuerpos de diversa índole y complexión tendente a lo pícnico, muy probablemente a juzgar por su consistencia, similar a la dulzura de una losa de pizarra. Mejor no mencionaremos ese olor agrio a sudor que rezuman, por sensibilidad con los estómagos delicados.

No es fácil conciliar el sueño. Demasiada información que asimilar. Hadas. Ratones. Una albina chalada. Un tigre que aúlla con la fuerza del trueno. Un negro con ojos llameantes. Un cuervo que habla. O lo intenta. Un espantapájaros parlante. Y flautista. Y un enano. ¿En qué relato heroico falta un enano, diablos? Quizás, concede, debería haber aceptado el ofrecimiento de esa jovencita de piel lechosa que se atrevió a mirarle a los ojos, sus ojos, esos marcados por dos regueros de sangre coagulada. Quizás, quizás, quizás.

En algún momento de la invariable noche, un monstruo viene a verle.

Aparece como hacen los monstruos, sin previo aviso, en forma de traicionera sombra agazapada a los pies de la cama, solo la parte de su cabeza visible, sus ojos rojizos clavándose en el replicante, horandándole el alma, escudriñando sus más secretos temores como una ninfa emergiendo de un tenebroso estanque.

Por algún motivo que Karan no comprende, la sombra tiene forma, una silueta femenina fácil de intuir por sus pequeños senos o sus sinuosas caderas. Recuerda a una menuda mujer untada en brillante brea.

Se limita a observarle.

Su mirada es escalofriante, pero también inexplicablemente turbadora y enigmática.

—Oh, vamos. ¿Jamás has visto a una mujer desnuda?

La voz, a un tiempo burlona, a otro intrigada, emerge de modo imprevisto de ninguna parte aparente hasta que el Hombre Cetrino hace su entrada en escena con un donaire majestuoso atravesando las sombras que acechan por las paredes. Para él, desde luego, parece lo más trivial del mundo.

—Karan —Lo dice como el que encuentra atrapada entre los tabiques del suelo una pieza -¿Una pieza? ¡La pieza!- del puzle para la que su mente encuentra rauda el encaje apropiado.

—Volvemos a encontrarnos —dice con un tenue deje jactancioso antes de acercarse con andar pavoroso y solemne a los pies del camastro.

Saludos, Director.

He estado dándole vueltas a las motivaciones de Kyuss, su respuesta a Lady Edevane y su papel en el grupo.

Independientemente del encargo de Edevane, Kyuss quiere ir con ese grupo, ahondar en sus dramas, seguir el desarrollo de la búsqueda/huida del Hombre Cetrino entre ellos, donde se considera más seguro. Pienso que la figura del Príncipe de las Sombras pudiera llegar a atraerle, y el único acercamiento es a través de este resuelto y épico grupo.

También SIENTE cosas por ellos, le evocan sentimientos y sensaciones de las que Kyuss se nutre y por eso pueden llegar a ser importantes para él, en cierta manera.

Pero no olvidemos que Kyuss es un atormentado manipulador en busca de... redención? placer? sustento?. Aún no lo sé. 

Podría volverse malvado, o un héroe, o ambas. 

Todavía no lo sé.

Te hago un mini-post con Edevane y a ver si puedo hacer otro para todos.

Un abrazo.

PD. Como me jode estar tan pillado, diablos.

En caso de duda, elija lo que dé más espectáculo.

;-D

¡Nunca falla! ^^

Voy a avanzar la escena, puesto que entiendo que aceptas -a regañadientes- el encargo de la Edevane. Tú decidirás en su debido momento qué hacer con la estrella.

Si es que te haces con ella, que no veas lo que va a costarrrrrr...

Cualquier comunicación de índole conspiradora, por aquí. ^^

Me despierta el acero en la mano. Es mi instinto avisándome, el pomo de mi daga, que siempre guardo bajo la almohada, me muerde en la palma, antes siquiera de que mi cerebro sepa qué ocurre. Asfixia. Un silencio espeso, y sé, sé, sé que hay alguien.

Y la veo.

Una sombra de ojos rojos. Con forma de mujer. Sinuosa, sinuosa. Sé al instante a quién pertenece, y me levanto, ¡resorte! de la cama, con el cuchillo asido frente a mí, tan amenazante como un cuchillo puede serlo para una sombra. Pero antes he visto una espada hender la niebla, así que puede... solo puede...

La Hoja del Estío. Está junto al resto de mis cosas, en un rincón cercano. Valoro mis posibilidades. ¿Puedes moverte más rápido que una sombra, Karan?

En ese momento, el Ladrón de Sombras se muestra. Me niego a llamarlo Hombre Cetrino; un ladrón, eso es lo que es. De sombras y de vidas. Oigo la burla en su voz y tuerzo la comisura del labio, pero me niego a confirmar lo acertado de su suposición. Nadie ha querido acercarse nunca a Karan con otra intención que no sea hacerle daño o pedirle cosas.

—¿Qué quieres? —pregunto, impaciente, impaciente—. Si volvemos a encontrarnos, es por ti, no por mí. Tú-tú-tú viniste a buscarme a mí en ese callejón, ¿recuerdas? Y ahora vuelves. —Pausa para pensar, para respirar—. ¿Por qué yo? Todos quieren algo de Karan. ¿Qué quieres tú?

Antes de que responda, ya he calculado cuántos pasos y movimientos me separan de mi espada.

El Hombre Cetrino posa sus ojos enigmáticos de un malevolente dorado en la daga que sostienes antes de clavar sus pupilas en las tuyas.

—Estoy dolido.

Se lleva una mano al rostro de alabastro y sacude con un tenue movimiento la cabeza antes de mirarte con un solo ojo, el único que deja al descubierto.

—Muy dolido.

Tras cruzarse de brazos, lanza un profundo suspiro. Sus ojos bailotean por la estancia hasta toparse con tu oscuro objeto de deseo: La Hoja del Estío.

Una vez más, el enmascarado te dedica una mirada agria, incluso decepcionada.

—Profundamente dolido, Karan.

>> ¿Quieres cogerla? ¿Es eso? ¿Te haría sentir más seguro? —pregunta extendiendo la mano, invitándote a hacerlo. —Adelante. Hazlo. Sigue insultándome, si es eso lo que deseas.

El Hombre Cetrino se inclina. Por un instante, la habitación parece encogerse de miedo ante su pavorosa presencia.

—¿Crees que le resultó muy útil a su antiguo propietario...? —inquiere con malicia mientras junta las yemas de los dedos. No sabes qué rostro se oculta tras la máscara, pero apostarías todo el oro de alguien a que está sonriendo.

Un silencio incómodo.

—Pensemos: Si hubiese venido a asesinarte, que todo podría ser, ¿qué sentido tendría despertarte primero? ¿Acaso piensas que soy una especie de macabro carnicero dispuesto a desperdigar tus vísceras como si de guirnaldas se tratasen por este lamentable cuchitril mientras estás consciente? —El Hombre Cetrino ríe muy animado para luego, de modo repentino, alzar un macilento dedo y llevándoselo a los labios. —Shhhh... Ni se te ocurra contestar. Podría enfadarme... Dejemos que el misterio fluya entre los dos, ¿de acuerdo?

Se sienta a los pies de la cama mientras la femenina sombra emite lo que resuena como un ronroneo cuando le pasa su mano por su cabellera de noche.

—¿Qué quiero de ti, preguntas? Oh, veo que eres un tipo importante. Todo el mundo quiere algo del señor Karan —dice con un donaire desdeñoso. —Veamos... ¿Qué tienes tú que yo quiera? ¿Huuuummmm?

Tras darse unos toquecitos en su inerte mejilla chasquea los dedos.

—Ah, no. Eso tampoco lo quiero —dice, burlón. 

Luego ladea la cabeza y permanece silente. Se toma un largo instante antes de volver a hablar.

—¿Y si solo quiero ser tu amigo?

>> Dime: ¿Tienes amigos, Karan? Amigos... de verdad. ¿Tienes al menos uno?