Partida Rol por web

Atento a las palabras del arquero, Sergis trata de calmar sus emociones, porque la tarea que tiene delante es una que nunca hizo. Atacar a otra y quizás matarla, quitarle la vida a otro ser por algo que no sea la propia subsistencia.

Controla de nuevo la tanza, controla por segunda vez las flechas y finalmente se queda quieto, esperando por los enemigos que vendrán hacia ellos. - ¿Qué os parece si nos separamos? Así no sabrán desde donde disparamos y les será más difícil decidir para donde atacar. - Quizás hasta sería mejor subirme a un árbol y aprovechar la altura y la ocultación que pudiera obtener.

– Mejor permanezcamos a pocos metros no más alejados de una docena de metros para poder coordinarnos sin tener que gritarnos. Si eluden a nuestros compañeros tomando un camino distinto mejor que podamos luchar juntos.

No dejo de seguir con la vista a los soldados esperando que sobrepasen el seto que cálculo que se encuentra a unos cuatrocientos metros.

El campesino asiente ante las palabras del arquero y queda espectante, mirando en la misma dirección que le indicó, esperando poder ver al enemigo que se acerca hacia ellos.

Los 4 soldados que marchaban hacia la posición donde creían que seguía el dragón, se encuentran ahora a 400 metros de vosotros. En ese mismo instante se dan cuenta de que la bestia ha desaparecido y el desconcierto se apodera de ellos. Comienzan a mirar por todas partes para intentar averiguar lo que está pasando, es muy raro que el dragón desaparezca de esa manera, nunca antes lo había hecho.

Una vez llegan a la distancia adecuada le indico a Sergi que espera expectante que comience a dispara flechas.

Instantes después la mía sale volando buscando al lancero y veo claramente como elude su escudo clavándose en su sobrevesta.

El soldado la observa sorprendido. Ahora quedo a la espera de saber si va protegido por una cota de mallas que lo proteja o simplemente esta a punto de caer herido.

Los 4 soldados que marchaban hacia la posición donde creían que seguía el dragón, se encuentran ahora a 400 metros de vosotros. En ese mismo instante se dan cuenta de que la bestia ha desaparecido y el desconcierto se apodera de ellos. Comienzan a mirar por todas partes para intentar averiguar lo que está pasando, es muy raro que el dragón desaparezca de esa manera, nunca antes lo había hecho.

Sergi queda esperando que Bernat dispare la primer flecha y espera a ver cual es el destino de la misma. Una vez ve donde es el impacto, hace lo propio disparando con su arco, pero se ve que la distancia no le hacen dar cuenta del daño que causará con estos disparos, quizás hasta puedan ser los que quiten una vida.

 Estáis tras los árboles, escondidos esperáis que se acerquen los soldados hacia vosotros.Cuando están a unos 400 metros de vuestra posición véis como uno de los  lanceros  cae al suelo herido por una flecha, emitiendo un grito de dolor. El resto de los soldados se ponen en guardia mirando hacia todos los lados, completamente desconcertados.

Dejando de lado el escondite, salió de la arboleda con paso firme, dejandose ver.Bien podía dejar que los frieran a tiros desde la distancia, pero su sangre de orgullo se lo impedía claramente. Caminó con tranquilidad sorteando al distancia que le separaba del rango visual y se detuvo a menos de 30 metros. No se había vuelto a mirar si alguno le había seguido o no, en absoluto.

-¿Como os llamáis, insolente?- dijo mientras cruzaba mirada con el mandatario de aquel grupillo.

 Agazapados entre los arboles esperamos a que el enemigo se acerque a nosotros. Desde nuestra posicion la visivilidad era escelente ya que pudimos ver como uno de los lanceros enemigos caia al suelo herido por una flecha... ¡¡¡ Bien por Sergi y Bernat !!!

Me quede atonito cuando vi a Aurea salir del cobijo de los arboles y dirigirse hacia el enemigo, no lo dude ni un segundo...

¡¡¡ esperad Aurea !!! voy con vos... me gire hacia mis compañeros y les hice  un gesto con la mano para que me siguieran.

A una distancia prudente me situe junto a Aurea esperando la contestacion de estos a la pregunta que les acababan de formular, mostrando una posicion de ataque inminente intentando intimidarlos.

Si, al mismo.