Partida Rol por web

Ea, pues ya estáis secuestrados xD

o.o

ola k ase?

Hannah Clarck, 14 años.

Hannah nació en Chicago pero se mudó a LA al ser elegida para protagonizar la nueva serie de Disney Channel: Tu a California y yo también.

La serie trata de dos gemelas separadas al nacer que se conocen al cumplir los once años cuando sus padres deciden volver a vivir juntos. Llevan tres exitosas temporadas y han renovado para una cuarta con chistes tan geniales como: "¿qué tengo una gemela? ¿Desde cuando?"

Hannah interpreta a ambas chicas: Clohe la alegre, dulce y adorable y Ivy la cínica, activista y rebelde.

Adora todo lo que comporta la fama, las galas, las fotos, las entrevistas, los rumores, los fans, los haters y la falta de intimidad. Sin embargo, a su familia esto no le va tanto y como condición a su trabajo tienen negociado en contrato y con su hija que sus vacaciones siempre serán secretas.

La niña es muy abierta y risueña. Pero desconfiada, mal pensada y una miedica. En su trabajo es cordial, le importa mucho la imagen profesional especialmente ahora que le han ofrecido un papel coprotagonista en una película seria o de niños mayores basada en su libro favorito: La Dama Inglesa.

«No mires atrás, Riley...», me repetía una y otra vez mientras corría bajo la lluvia sintiendo el asfalto mojado bajo mis pies descalzos, «No mires atrás...»

Las lágrimas se mezclaban en mi cara con las gotas de lluvia cada vez que recordaba lo sucedido hacía unas horas y mi camisón empapado me hacía tiritar por el frío que calaba mis huesos. Toda mi vida se había desmoronado hacía un año, yendo en picado hasta llegar al momento actual. 

Mi padre era un gran hombre. Él nunca habría permitido esto. Él me habría protegido con uñas y dientes. Pero murió en ese maldito accidente y mi madre, que siempre había sido débil, nunca pudo superarlo. Empezó a desentenderse de mí y a beber. Y poco después trajo a ese horrible hombre a casa. Se pasaban las noches borrachos y los sonidos que atravesaban la pared que separaba mi habitación de la suya me hacían esconder la cabeza bajo la almohada y apretar los dientes. 

Unos meses después mi madre empezó a no ser suficiente para él y J. comenzó a poner sus ojos en mí. Intenté hablar con mi madre, lo intenté por todos los medios. Traté de explicarle que ese hombre sólo la quería por el dinero que habíamos heredado de papá. Pero no sirvió de nada, ella sólo tenía ojos para J., su nuevo juguete.

Cuando le dije que su nuevo novio me había tocado el culo sólo conseguí que me cruzase la cara con una bofetada. La primera que me había dado en toda mi vida. Empecé a esquivarlo, a tener miedo de estar en casa y a no quedarme nunca a solas. Pero el muy asqueroso aprovechaba cualquier oportunidad para mirarme con su sonrisa lasciva. «¿Quieres que veamos una película, pequeña Riley?», susurraba con voz grave mientras me miraba de arriba a abajo. Y mi madre era incapaz siquiera de concebir lo que estaba sucediendo bajo su techo.

Hoy me metí en la cama pronto. Mi madre estaba en una reunión con sus amigas y no quería cruzarme con J. sin tenerla cerca. Me dormí enseguida, arrullada por el golpeteo de la lluvia en el cristal. Y fueron sus asquerosas manos sobre mis pechos lo que me despertó sobresaltada. Estaba desnudo y completamente empalmado, sentado en el borde de mi cama y tocándome con sus sucias manos.«No te creerá si lo cuentas. Lo sabes...», susurró antes de apartar las sábanas y sujetarme con una mano, sin dejar de tocarme con la otra. 

Al principio me quedé helada. Era incapaz de reaccionar. Luego me asusté. Forcejeé todo lo que pude, grité, lloré, supliqué... Pero no sirvió de nada. Me hizo todo lo que quiso y después se marchó tras prometerme que no sería la última vez. Que a partir de ahora nos íbamos a divertir mucho los dos, eso dijo.

Ni siquiera fui capaz de vestirme, o de buscar los zapatos. Completamente asqueada de mi propio cuerpo salí corriendo, sin saber hacia dónde huía, tan sólo deseaba alejarme de ese lugar que había sido mi hogar. Alejarme todo lo posible, para no volver jamás.

Corrí durante horas y horas hasta que unas luces rojas y azules a mi espalda me hicieron detenerme. Sólo recuerdo que me abracé al policía que me apuntó con una linterna y que entre lágrimas le supliqué que no me hiciera volver a mi casa. Pero tras él salieron del coche mi madre y J., realmente enfadados. Mi madre me abofeteó y me gritó en medio de la calle, delante de los policías. Y ellos se hicieron a un lado y no se entrometieron. 

Me obligaron a volver a casa, y bajo la amenaza de internarme en un reformatorio esperaban quitarme las ganas de volver a escaparme. Pero es cuestión de tiempo. No puedo seguir aquí, no puedo. Voy a reunir dinero para hacer las cosas bien. Seguro que si cojo un avión y pongo un océano de por medio no podrán encontrarme. Y papá siempre quiso enseñarme Europa.

Riley Brown tiene 15 años y hasta la muerte de su padre hace un año era una adolescente normal y feliz de una familia de clase alta. 

Sus ojos son verdes y grandes, su cabello castaño oscuro y muy largo. Mide 1,60m y pesa 52kg. Le gustan los videojuegos y leer manga. Está escribiendo un diario que espera poder publicar algún día. En él relata todos los sucesos desde la muerte de su padre hasta el momento actual.

Siempre ha sido tímida y bastante introvertida, pero desde la muerte de su padre estos rasgos se han acentuado, llegando al extremo de dejar de hablar completamente incluso con sus antiguos amigos.

Hasta entonces su pandilla estaba formada por los más raritos de su clase, otras dos chicas y un chico. Solían pasar el rato tirados en el parque o en el centro comercial:

Claudia:

Riley y Claudia se conocen desde que ambas iban al parvulario. Siempre han estado en la misma clase y viven en el mismo barrio. También tímida como Riley, siempre fueron las mejores amigas. Al menos hasta que el padre de Riley murió y ella se volvió aún más retraída de lo que era antes.

Compartían aficiones y solían pasar mucho tiempo juntas, ahora, incluso a ella le cuesta sacar a Riley de la biblioteca o de casa. En casa de Riley siempre la han recibido como si fuera una más. A pesar de que su amiga nunca le ha contado lo que está pasando con J. Claudia no es tonta y ha notado algo. Además de que el nuevo padrastro de Riley también le echa miradas a ella en los últimos tiempos. Por este motivo no termina de sentirse cómoda allí y siempre trata de quedar con Riley fuera de su casa.

Michelle:

Es una chica simpática y divertida. El problema es que es de Louisiana y en Los Ángeles no están acostumbrados a su espontaneidad y la dejan de lado. Riley y sus amigos no dudaron en adoptar a la muchacha cuando se quedó apartada.

Le gusta tocar la guitarra y sueña con ser algún día una cantante de country famosa. 

William:

Viene de una familia desestructurada y bastante disfuncional. Su madre murió cuando él era demasiado pequeño para recordarlo y su padre se volvió a casar. Ahora él y su madrastra tienen dos hijos propios y a él no le hacen mucho caso. Por si eso fuera poco, no dejan de discutir y ya han hablado varias veces de divorcio. William no termina de comprender cómo sucede, pero siempre terminan culpándole a él de todo.

Por si eso fuera poco, escucha dark metal y viste con estilo gótico. Riley lo conoció en un taller de escritura que se organizó en su instituto y enseguida se cayeron bien. 

Desde la muerte de su padre, Riley suele pasar todo el tiempo que puede a solas en la biblioteca del instituto, para estar en su casa el mínimo de tiempo posible. Le encanta leer y escribir, así que puede entretenerse allí durante horas sin problemas. Antes solía pasar más tiempo con sus amigos, ahora le cuesta estar con ellos pues hay muchas cosas que no sabe cómo o no se siente capaz para contarles. Aún no ha superado la muerte de su padre y lo sucedido con J. ha terminado de rematar la poca seguridad que tenía en sí misma. Después de la biblioteca va directa a su casa y allí se encierra en su habitación hasta que la llaman para cenar. De vez en cuando sigue quedando con ellos, pero ya no es con la misma frecuencia ni tranquilidad como antes. 

J. y Allie (madre de Riley):

Padre, fallecido, de Riley:

Habitación de Riley:

Cuadra todo. Eres carne de Wraith, que asco de vida xD

No lo he dicho, pero ya sabéis que si tenéis a alguien en la lista blanca que queráis apuntar me lo decís y le contactamos. Yo no tengo problema con grupo pequeño, aunque manejo con más comodidas 5-6 jugadores. Es cuestión de coger el tranquillo así que no importa.

¿Eso lo dices porque ya me quieres matar nada más empezar? D:

Yo venía todo contento a proponer que alguien fuera mi hermano/a, pero creo que las dos tenéis la vida más o menos montada y una idea muy diferente a la mía. :(

Yo soy hija super única, sorry XD. 

Aún puede caer otro, Atre, estoy negociando

Yo te quiero hermandar! De hecho molaría que fueras una gemela verdadera. Hasta te puedes quedar con nuestros padres mientras hago la estrella o yo que sé, hablamos

A eso me refería con ideas muy distintas, yo pretendo tirar hacia los bajos fondos. :P

Me he encontrado una tortuga en la playa :D

En la montaña

Bueno, pues dad la bienvenida a Nekin, la última en dejarse enredar por Atre ^^

Y así ya estaríamos 5, que es un número de jugadores muy cómodo para mí :)

Veo que Atre tiene cierta fama XD
Si, me he dejado liar, hola a todos!

Hola Nekin, un placer conocerte :)