Partida Rol por web

Todo lo que ha oído hasta ahora empieza a ser cierto, este lugar es alguna especie de infierno en tierra aunque en vez de asustarlo lo motiva más para erradicar el mal que asola este lugar, será una honorable victoria a su nombre. Pero antes hay que sobrevivir y no lo están poniendo fácil, estas criaturas aunque torpes atacan con ferocidad y fuerza.

Una luz, una agradable luz inunda la estancia asustando a las oscuras criaturas. El zombi frente a el huye despavorido aprovechando la abertura para asestarle una estocada y acabar con esta miseria de vida, por llamarlo de alguna manera, del minero resurgido.

- !Tienes que descansar en paz¡ - Grita anhelando un destino más que deseado por el poseedor original de cuerpo zombificado.

Aprovechando la abrupta huida de los muertos vivientes, algunos integrantes del grupo intentan asestarles un golpe mientras huyen. Xoan, lanza una estocada, que le da al zombi en la espalda, penetrando su corazón, cuando el dueño del cuerpo estaba vivo, esa hubiera sido una herida mortal, pero en su actual estado, el zombi se limita a hacer un gruñido y sigue corriendo.

Armando también aprovecha que uno de los zombis que estaban enfrascados contra él huye, y le dedica una ágil estocada que cercena una lonja de carne del muslo derecho de la monstruosa criatura, peor el zombi no reacciona, sólo se tambalea un poco y luego sigue corriendo lejos de esa luz que lastima sus ojos y la carne muerta de sus huesos.
 

Despues de un derechazo brutal en la mandibula, que casi le arranca la cabeza de la fuerza que poseia, escucha la voz de Palomeque, como en las palabras del Buen Padre, notaba la cancion del Dios Sol, y tras ver una luz calida y reconfortante, ve como los zombies, huyen despavoridos, tras ello ve como el zombi kobold, deja una abertura enorme en su rapida huida, más rapida de lo que se esperaria de un ser destrozado y demacrado, por lo que lanza una estocada baja intentando cortar una de las piernas para evitar que huya, pero el dolor del derechazo ha hecho que uno de los ojos se le inflame y llore por lo que se vuelve la vista nublada en el peor momento , tras lo cual, solo hiende el aire, y ve como el Kobold, sale huyendo, aterrorizado por la luza del Dios Pelor.

Mierda, perdí la ocasion de herir gravemente a uno de estos seres repugnantes, si ya me daban ascos los Kobolds, siendo zombies, me dan ganas de vomitar...

tras lo cual, se seca la cara y ve como todos los zombies empiezan a hacer su huida como un tropel.

Morkhur ve como un destello proviene de la humanidad de Palomeque, destello que provoca que la mayoría de sus enemigos den media vuelta y salgan huyendo. El enano nota como Phelcyan en vez de salir huyendo, se mantiene firme en su posición - "Lo veo muy bien elfucho, porque no hubiese querido perseguirte para acabar contigo. Espera un rato que pronto llegará tu turno ¡JAJAJA!" - Morkhur levanta en alto su hacha y duda entre golpear a Phelcyan o al Kobold zombi. Decide atacar al reptil humanoide pero, tras despercidiar segundos preciosos, el ataque no logra impactarle, por lo que el hacha vuela silbando a través del fétido aire - "¡Mierda!" - "¡Las ganas de partir al elfo no me dejan concentrarme!" - exclama el enano refunfuñando - "Ni se atrevan a tocar al elfucho ¡¡¡ES MIO!!!"

Eso eso, huid, cadaveres putrefactos, pero os aviso que podreis huir pero no escapareis a nuestra ira ni a nuestra venganza, no dejaremos que camineis por estas tierras, puesto que vuestro lugar es bajo tierra o ardiendo en una pira.

Tras esa amenza vacia, puesto que esos seres no sienten el miedo igual que una persona viva, pone fija su mirada ante el zombie minero que esta cerca suyo.

¡¡¡¡TUUUU!!! SUFRIRAS LA IRA DE HEIRONIOUS, MI SEÑOR ORDENA QUE TE VAYA DE ESTE MUNDO, DEBES DE IRTE AL MUNDO DE LOS ESPIRITUS QUE ES TU LUGAR....

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡POR HEIRONIOUS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Se lanza corriendo a por el minero, hace una finta, y tras llegar a él, lanza una estocada hacia su cuerpo, con la mala suerte que entra en un hueco que pose su carne con lo que lo unico que hace es hendir el aire...

No podras escapar de mi Ira por mucho tiempo, y menos de la de mi señor... Diciendo eso muestra su simbolo sagrado, pero de él no sale nada a diferencia de lo que ocurrio con Palomeque...

Señor, dame fuerzas y tu luz para poder destruir a estos seres....

Morkhur intenta abatir al enemigo que tiene enfrente. Pero poco puede hacer, parece correr con la misma suerte que el paladín - "Ni tu rezándole a tu dios ni yo dándole la espalda al mio logramos acabar con estos fiambres. Solo el buen Padre parece tener a su Dios sobre su humanidad" - No tiene mucho para decir. El filo de su hacha pasó muy lejos del objetivo. El enano no se lo explica. Solo siente hervir su sangre del coraje que le produce no poder arremeter contra el elfo zombie. Pero cuando lo logre, descargará toda su frustración sobre el ya desalmado cuerpo de Phelcyan, hasta que poco se asemeje a lo que un tiempo atrás fuera un faérico elfo.

A pesar del golpe asestado la criatura putrefacta continua su camino sin mostrar signos de dolor o atención, el miedo lo domina por lo que centrarse en el sería perder el tiempo teniendo a algunos todavía amenazantes.

- Deberías huir con tus amigos aunque si tu deseo es descansar en paz, te ayudaré en tu hazaña. – Dice con lisonja pero pensando en la alma contenida en tan nefasto destino.

Con su destreza habitual Armando logra asestar un nuevo golpe sobre el zombi que aun le afrenta acercando aun más su final a la vez que la victoria sobre este rival. Satisfecho por el golpe se permite esbozar una sonrisa.

Ryld avanza e intenta terminar con el zombi minero que resta en el lugar oero el terreno le juega una mala pasada, se resbala levemente peor lo suficiente como para errar la estocada.

Armando luego de herir al zombi que intentaba escapar, se vuelve contra el minero que aun se mantiene firme frente a el, y aprobechando que el paladin no logra darle, decide encargarse  el mismo del enjendro. Da un paso hacia el zombi y con un agil movimiento de muñeca lanza su espada contra el minero, la filosa arma penetra por el ojo de la criatura y llega hasta su cerebro destrozandolo, el zombi cae al suelo inanimado y ya no vuelve a moverse, aparentemente  los dias como muerto viviente del minero han terminado.

Mientras tanto, Morkhur sigue intentando decapitar al zombi del que alguna vez fuera un hechicero efico, pero increiblemente parece como si el enano y su hacha  estuvieran peleados ya que esta no quiere dar en el blanco, Morkhur abanica su arma pero vuelve a fallar, sin demora el pútrido cuerpo de Phelcyan descarga un puñetazo contra el enano, pero nuevamente Morkhue logra anteponer su escudo el terrible golpe del zombi, impacta de lleno en el, haciendo temblar la mano que lo sostiene.

Matly por unos momentos siente un alivio por la huida de los zombies. Sin embargo al percatarse de que se han quedado dos de ellos es muy fuerte y desgastante para el. Y siente que debe ayudar a su grupo a terminar con lo empezado. Pero no puede soportar la idea de enfrentarse al zombie de Phelcyan. Por eso toma su bastón y con una energia repentina e inesperada recorre unos metros y decide darle un golpe con todas sus fuerzas.

Agilmente se mueve en ese pileton de pudredumbre y pestilencia y al sobrepasar a Armardo que esta a su derecha le asesta un golpaso en la cabeza del zombie.

Xoan tomo lo ultimo que le queda de sus ropas decentes un pañuelo y con el en la mano se cubrio la herida para limpiar la sangre...

Ahhh maldicion terminemos con esto...

Avanzo hacia donde estaba el eneno. 

Morkhur se pone serio al oir lo que dice Xoan y mucho más al verlo acercarse a él - "Sé lo que estás pensando Xoan, pero no voy a dejar que me arrebaten al elfo, menos tu que estás malherido. No quiero también tener que cargar con tu muerte en mi consciencia" - "Ya es suficiente con la del pequeñajo Lázaro" - advierte el enano, sin dejar de prestar especial atención a Phelcyan - "Si desean seguir camino, adelante. Yo los alcanzaré en un momento. Que el Padre examine tus heridas, será mejor" - Mostrando el típico y característico orgullo de su raza, Morkhur expresa su deseo de enfrentarse solo con Phelcyan en combate singular - "¡Consideraré como un agravio imperdonable que no se respete mi voluntad!"

Su enorme rostro recupera de nuevo la sonrisa. Ha sentido como la luz de Pelor le inundaba, y su satisfacción es indescriptible. Sólo el corrupto cuerpo de Phelcyan queda en pie tras los ataques de Armando a uno de los mineros. Palomeque sabe qué debe hacer. Si se acerca hasta el resto de muertos vivientes romperá el efecto de su expulsión, por lo que saca su ballesta y dispara a uno de los que trata de huir hacia la caverna principal. Hubiese ayudado a Morkhur con el mago, pero sus advertencias son suficientemente claras.

- No podemos dejar que huyan. El poder de mi dios no durará eternamente, y regresarán a por nosotros. Yo no puedo acercarme a ellos o se romperá el efecto, pero vosotros sí. No os atacarán, así que id por ellos o disparadles a distancia si no os fiais

Matly escucha a su compañero enano estar canalizando su pena y angustia por la muerte de Lázaro, en forma de enojo contra el cadaver viviente de Phelcyan. Y por un lado siente alivio de no sentirse obligado a atacar a la persona que ha venido a buscar a esa mina. Pero en ese momento cae en cuenta que le ha fallado a su amigo elfo por no haber podido proteger a su pupilo. Una lagrima cae suavemente por su mejilla derecha.

Luego gira sobre si mismo prepara su ballesta y se queda apuntando a la entrada de ese lugar, como preparandose por si los otros zombies vuelven.

Morkhur, amigo enano, haz tu trabajo rapido. No soporto ver a Phelcyan en ese estado.