Alabado seas Helios, me encuentro orgullosa de poder luchar a tu lado, nada que no pueda hacer el glorioso sol- dice la diosa.
Pero es hora de partir, nuestra presencia atraerá la ira de Poseidon por detener su ataque y la cobrara a las personas de este lugar, Atena sabrá cuidarlos mientras nosotros sigamos con nuestra promesa. concluyo con pesar.
Helios tras el esfuerzo, dejo caer una de sus rodillas, hincándola en el suelo, para poder soportar el cansancio repentino, pero pasajero que se apoderó de él. Entonces Hypnos llena de alegría comenzó a festejar danzando a su rededor, hasta que Hécate se pronuncio:
-"Sabias palabras Hécate, será mejor que nos marchemos lo antes posible..."-, luego miro al resto de dioses presentes, terminando en Hypnos mientras decía:
-"Gracias por vuestra ayuda, si no fuera por vosotros no lo hubiera logrado en esta apariencia de mortal."-
¡¡¡Marchémonos pues, no perdamos el tiempo!!!
Como veo esto algo paradillo, me animo a que nos pongamos en marcha :)
-"Parece que ahora el mar está en calma, será mejor partir lo antes posible antes de que Poseidón lance otra vez su ira sobre todos nosotros..."-
Tras vuestro momento de felicidad, Acasto sale del templo y contempla la situación
¡Hombres! ¡Rápido! ¡Algunas casas se han incendiado! ¡Deprisa, apagad los fuegos!
Un grupo de hombres sale corriendo del templo con dirección al pueblo para apagar las llamas. Acasto se dirige a vosotros
¿Qué ha ocurrido? La ola no parece haber impactado y ahora hay fuego en algunos hogares.
Helios miró fijamente al mortal mientras señalaba con su mano el fuego, -"¿Quieres saber lo que ha ocurrido?, pues que la ira de Zeus y Poseidón iba a caer sobre todos ustedes, pero la gracia de Atenea os ha salvado, apagad ese fuego y después id todos al templo y rezad a la diosa misericordiosa y nunca perdáis la fe en ella pues Atenea es vuestra protectora"-, Helios esperaba que los rezos, la fuerza de atenea aumentara, entonces aparto su mano de la dirección del fuego, para señalar esta vez al mar, -"Una vez más amigo os lo ruego, necesitamos una embarcación con su tripulación para poder partir de inmediato, no sois los únicos en peligro, Atenea nos ha mostrado el camino y ella bendecirá a los que nos ayuden a cumplir su voluntad, lo aquí ocurrido hoy lo muestra..."-
Las palabras oportunas del dios solar dejaron una buena impresión en Hécate que asintió a las peticiones hechas por él, no podían perder tiempo precioso, Cronos en el tártaro aun tenia su influencia sobre el orden universal, su presencia nunca desconocida para la diosa desde el momento en que le traicionó retumbaba en sus pensamientos.
Rogó a Kairos que les concediera la oportunidad justa y no corriera demasiado para que su objetivo se cumpliera antes de que una tragedia se cerniera sobre la humanidad tan amada.
Acasto se pone en marcha con sus hombre, y en menos de dos horas están preparados para partir.
La nave zarpa tan pronto como puede. Os habían dicho que, con buen tiempo, en días llegaríais al continente, pero el viento no es siempre favorable. Unas veces va a vuestro favor, otras en contra, y otras simplemente no hay.
Pasados cuatro días, os hayáis en la cubierta. Lleváis notando una presencia algo extraña a vuestro alrededor y no habéis podido averiguar de qué se trata. Pero algo os dice que esa noche cambiará.
Y, en efecto, algo ocurre. En el mar, se pueden ver dos ojos amarillos brillando, que os están mirando directamente
Pido permiso para subir y hablar con vosotros...
Hécate cree reconocer los ojos que los mira, se adelanta a sus compañeros y dice:
Sólo si es para hablar bienvenido seas, di tu nombre y tu mensaje y encontraras oídos que te escuchen y corazones que guardaran tus palabras, si vienes en son de guerra corrige tu camino que las almas que habitan este barco vamos en paz.
Helios miraba fijamente a los ojos inoportunos que surgían del oscuro mar nocturno, su mano diestra se apoyó en el mango de su hacha por si era necesario el uso de ella, sin perder la percepción de lo que ocurría escuchaba las sabias palabras de Hécate, ahora solo aguardaba la respuesta del dueño de los amarillos ojos marinos.
Hypnos, al ver que Helios cogía su hacha, se acercó a él y en un tono de voz bajo se dirigió al dios flamígero.
Hermano... no creo que sea necesario ser descortés... además creo que poco o nada tiene un artefacto mortal que hacer frente a quien se dirige a nosotros...
-Abrid bien vuestros ojos y tened todos los sentidos puestos, estamos en aguas profundas y no sabemos si se trata de otra artimaña de Poseidon-, le susurró en baja voz a Hypnos mientras estaba parado mirando los misteriosos ojos amarillos.
El hacha está en mi cinturón, solo puse la mano el el mango por si tengo que usarla ;P
Un remolino surgió alrededor de los ojos amarillos, y poco a poco una columna de agua fue ascendiendo, posando su extremo superior en la borda. El agua desapareció, y pudisteis ver al dueño de esos misteriosos ojos
Os mira sonriente
Tritón es mi nombre, para los que no esteis seguros, hermanos. Y tranquilos por los humanos, mis sirenas les mantienen ocupados, si os paráis a escuchar...
No tenéis por qué creer mis palabras, pero el tridente de mi padre me parta si son falsas. Del lado de Atenea me sitúo y, por tanto, del vuestro también.
Os vengo a avisar de que los hermanos de nuestro Padre, Poseidón y Hades, están de su lado. A pesar de las diferencias y las guerras que han tenido entre ellos en el pasado, se han puesto de acuerdo, y los tres atacarán.
Creedme que estoy de vuestro lado, pues si todo el poder de mi padre hubiera llegado en esa ola, la isla entera hubiera desaparecido. Conseguí bloquear parte de su energía, aunque por suerte vosotros conseguisteis detenerla.
Hizo un gesto que abarcó todo el mar que podíais ver
El océano es inmenso, y mi padre Poseidón domina todo ello. Podría volver el agua contra la tierra y sumergirla, y entonces mi poder sería inútil.
Y aquí mi consejo. Bajad a las profundidades marinas y venced a mi padre. Si le derrotáis, le podéis obligar a no atacar, y tendríais un rival menos
Hypnos mira detenidamente a Tritón y sin, duda, cree sus palabras. ¿Acaso Poseidón no tiene poder más que suficiente para hundir este barco y a todos sus tripulantes? No tendría demasiado sentido enviar a Tritón a destruirnos.
Hermano Tritón, mi nombre es Hypnos y no dudo de tu palabra. Sin embargo, nuestros cuerpos son mortales y sin ayuda me temo que estos cuerpos ni podrán respirar debajo del agua ni soportar las presiones del fondo del mar...
Lo que dice Hypnos es porque parto de la base de que en cuerpos mortales no podemos hacer este tipo de cosas, pero si no es así, disculpadme tod@s y tened el post por no realizado. Y a mí por un tremendo idiota XD
Helios escuchó las palabras del medio hombre, medio pez, sus argumentos parecían sinceros, -"Deja que te cuente un secreto Tritón, aunque parezca que en el poniente el sol se sumerge en el océano, no es así..."-, la idea de meterse en el agua se le hacía algo imposible y menos para luchar contra Poseidón en su terreno, -"Si servís a Atenea, sois un aliado, o por lo menos eso es lo que nos quieres mostrar, y no es que dude de tu lealtad, ¿pero qué es lo que te mueve a buscar un motivo para matar a tu padre?"-
Entiendo vuestras preocupaciones, pero no debéis temer
En el agua yo sólo tengo poder para enfrentarme a él, pero no es suficiente, como habéis visto. Sólo puedo frenar su poder.
Poseidón es muy orgulloso, y no hay valor en derrotaros en su forma de Dios y vosotros en vuestra forma humana. Si bajáis, él luchará contra vosotros con su aspecto humano, pues para él no tendrá mérito aplastaros sin más.
Helios, tu poder valdrá bajo el mar. Cuando Poseidón tome su forma de humano, no tendrá más remedio que proteger su alrededor con algún tipo de burbuja, pues no puede respirar eternamente bajo el agua con ese aspecto. Además, tenéis armas. No son armas comunes, hieren a cualquier dios como si fueran mortales
No habrá forma de sacarlo de sus dominios, allí es fuerte, o eso piensa. Si queréis hablar con él o desafiarlo, debéis bajar. Yo os puedo proporcionar protección hasta llegar a su lado
No quiero que la humanidad muera. Y los motivos de los Tres Grandes me parecen un berriche de gente poderosa. No puedo permitir que ellos mueran.
Los Tres Grandes no deben morir, eso haría que el mundo perdiera el equilibrio. Sólo hay que vencerlos. Con vuestra victoria, llegará su sumisión
Hypnos sopesa las palabras del Tritón con aire pensativo.
¿Estaremos preparados para derrotar a uno de nuestros hermanos en su propio territorio? Sin duda, partirá con ventaja y aunque nosotros seamos más, eso no garantiza nuestra victoria.
Por otro lado, ¿acaso tenemos elección? Ya estamos en sus propios dominios y su ira podría partir en 2 nuestra embarcación como si fuesemos meras hojas de papel....
Hermanos, ¿que pensaís? ¿deberíamos aceptar y bajar a las profundidades del océano?
Helios posaba una mano en el cinturón y con la otra se tascaba la barbilla, estaba analizando la propuesta del ser marino, -"Tus intenciones son buenas Tritón, pues ayudas a Atenea, tampoco temo enfrentarme a vuestro padre, pero si respeto vuestras cualidades para respirar bajo el salado mar, nos ofrecéis bajar de modo seguro, pero ¿qué ocurrirá una vez allí, nos facilitaras algún medio para poder respirar?"-