Partida Rol por web

Habeis sido invitados a pasar una semana esquiando en la mansión de los alpes suizos del Sr. Boody. Es un importante magnate de los negocios y todos le conoceis de uno u otro modo, por lo que no os extraña demasiado que os haya invitado a pasar una semana con él.

Una limusina os va recogiendo según vais llegando a la estación de tren del pueblo cercano y os va subiendo a la mansión, que descansa a pie de pistas, en un terreno rodeado de pinos, separada de las demás edificaciones.

Cuando llegais a la mansión un chico sale a recoger vuestras maletas y en la entrada os espera un educado mayordomo con acento inglés.

¡Sean bienvenidos a la mansión del Sr. Boody! El señor regresará enseguida y podrán disfrutar todos juntos de la cena.

El mayordomo os da la bienvenida a la casa según vais llegando y os enseña vuestras habitaciones.
Desde las ventanas podeis ver las laderas de las montañas suizas. El cielo está encapotado y las predicciones dicen que nevará fuertemente durante la noche, pero debería despejarse por la mañana dejando las pistas perfectas. Va a ser una semana genial.

Después de acomodaros en vuestras habitaciones y deshacer las maletas vais bajando al vestíbulo donde os encontráis al Señor Boody, que entra a la mansión quitándose un pesado abrigo.

¡Vaya vaya! veo que ya han llegado todos mis invitados. Espero que las habitaciones sean de vuestro agrado.

Uno de los criados recoge su abrigo y lo guarda en un guardarropa con los vuestros.

Si me hacéis el favor de pasar al salón tomaremos un chocolate caliente, ¡típico de las montañas suizas!

Boody os acompaña al salón donde encontráis puesta una mesita con tazas y jarras de humeante chocolate líquido. También hay una gran variedad de pastas dispuestas en bandejas de plata.

Disculpadme un momento, tengo que resolver unos asuntos en mi estudio y enseguida volveré para estar con todos vosotros

Boody se retira por una puerta lateral del salón y os deja en el salón para que charléis mientras tomáis el chocolate. Mientras comenzáis a dar cuenta del chocolate podéis ver, a través de las ventanas, que está empezando a nevar en abundancia.

La Señora White, arreglada y retocada como siempre, se dirigió al salón después de haber deshecho sus maletas,acompañada de su joven y guapa hija.

Tras haber escuchado al Señor Boddy, tomó asiento junto a la mesa que se encontraba en el salón llena de tazas y de un apetitoso chocolate caliente.
Observó detenidamente a los demás invitados, y miró hacia la ventana, que por cierto estaba nevando fuera, algo que le encantó.

Volvió a mirar a su hija, sonriéndole, como tratando de decirle algo. Poco después cogió su taza de chocolate y dio un pequeño sorbo, sin hacer nada de ruido, por supuesto.

Ah compañando a mi querida madre, me voy con ella al salón y me siento cerca de ella...

*Me acerco en la mesa, me siento a lado de la MSS. Scarlett, y sirvo chocolate a Miss Scarlett, a su madre y ami, y luego dejo la jarra en al mesa, y me siento tranquilamente observando el precioso paisaje..

Cuando llego a la habitación, coloco mis vestidos con calma por orden de tonalidad de más a menos negro, separando uno de cocktail que dejo estirado en la cama para ponerme una vez termine. Guardo también el resto de mis pertenencias reservando un frasco blanco encima de la mesilla de noche. Me visto y maquillo, y antes de salir de la habitación me tomo dos píldoras y las vuelvo a guardar en el bolso.

Aparezco en el Salón con la mirada perdida y una sonrisa tierna dibujada en los labios, hola a todos..., les digo en apenas un susurro. El fuerte olor a chocolate recién hecho hace que me sienta en la necesidad de sentarme en el lado opuesto de la habitación, es demasiado temprano para algo tan pesado..., ¿dónde esta el bar?, pregunto al vacío mientras me enciendo un pitillo, sujetando la boquillera con delicadeza.

El coronel se acerca cojeando hacia la mesa en la que está servido el chocolate y lanza al burbujeante líquido marrón una mirada reprobadora.

-¡Bah! ¡Chocolate! ¿Es que somos niños? Cuando estaba en Bengala sólo nos alimentábamos de raíces y carne reseca de sikh.

Mira por la ventana, a la copiosa nevada, y al perfil blanco de las montañas.

-Cómo odio Suiza.

No importa demasiado si pones estas cosas públicas por que nadie entrará en tu habitacion a menos que vaya a matarte :D

Deslumbrante, así soy. Envuelto en un resplandor hipnótico, como el del oro. La gente se escuda tras consignas demagógicas contra él, tan sólo porque no pueden tenerlo.

Soy el señor Gold —afirmo, como conclusión a mi monólogo interno. Aunque lo he dicho para toda la sala, incluyéndome (sobre todo) a mí, me dirijo a Miss Black, adelantándome a su ademán de encenderse el cigarrillo. Con la destreza de un pistolero, hago aparecer un encendedor dorado en la mano derecha y le ofrezco encendérselo yo—. Permítame, señorita...

Dejo colgada la frase como invitación a que se presente.

¿Chocolate?,si, por favor Me acerco a la mesa, tomo una taza y me dirijo hacia la ventana donde le hablo al coronel.
Buenas tardes, general. Permitame presentarme: soy el profesor H.J. Plum y soy especialista en historia rusa. No puede evitar oir su referencia a ciertos conflictos asiáticos y estaría encantando de escuchar algunas de sus anécdotas de guerra. Despues de beber un sorbo de chocolate, agrego con una sonrisa Eso si, siempre que el esquí le deje algún tiempo libre. y comienzo a reir con una estruendosa y solitaria caracajada.

-¿Esquí? ¿¿ESQUÍ?? ¡Ni loco voy a atar yo mis pies a dos estúpidos trozos de madera y lanzarme montaña abajo! -Mira enfurruñado por la ventana y luego otra vez al profesor- Por otra parte, mi rango es el de coronel, profesor: no me ascienda. Y por si la quiere saber, mi opinión de los rusos es nefasta. Combatí contra ellos en Crimea, y aquello fue un desastre. Son aún peores que los franceses, que al menos tienen ingenio. Los rusos sólo saben beber ese matarratas apestoso suyo hecho de patatas y otras porquerías infrahumanas. Aunque bueno, al menos es una bebida recia, no como ese afeminado potingue que están bebiendo ustedes.

Jojojo. Por favor, Coronel, no se sulfure. Lo del esqui era solo una broma... y en cuanto a lo de los rusos, bueno... la objetividad es el valor que prima en mi área, y tampoco soy ruso, asi que gustoso oiré todas las críticas que tega hacia ellos diciendo esro me vuelvo hacia la ventana y miro el paisaje bebiendo mi chocolate.
quizas debi decir "todas las criticas con valor histórico que tenga..."

Buenas tardes, le digo a todos mientras que cojo un chocolate, soy la doctora Olivia y viendo el panorama que hay fuera, no les recomendaría salir a esquiar, sino creo que tendré que cuidar a ese loco que se atreva a salir. Luego, con el chocolate en la mano, me dirijo hacia las estanterías llenas de libros

despues de dejar las maletas en la habitacion, me dirijo hacia el salon guiada por el olor a chocolate, abro la puerta diciendo: nullbuenos dias, soy madame rose, me presento, ya que veo que los aqui presentes dejan que desear en qüestiones de decencia y educacion entro en la habitacion i cojo una taza de chocolate.

- Encantado de conocerlos a todos, soy el señor Navy - dice un descuidado caballero delgaducho y despeinado. Es un placer estar aquí con todos ustedes, creo que nos lo vamos a pasar muy bien durante estos días en este lugar tan maravilloso... si la nieve lo permite, claro.

- Seguro que sí, amigo Navy. Mi encantadora esposa y yo estamos realmente emocionados por esta oportunidad para relajarnos y apartarnos un poco de la ajetreada vida social.

Hola , dice una joven con aspecto cansado pero jovial . Bien esperemos que mejore el tiempo , a ver si podemos esquiar , sino tendremos que divertirnos dentro de la casa , añade con una sonrisa picarona .

Cogida del brazo de su esposo entra en el salón.

- Buenos días a todos- dice mientras se mantiene alejada del chocolate. Hay que cuidar la línea.

*Se elvanta, y hace un gesyo a todos y dice...

Buenos dias a todos, sentarse y seviros chocolates, el amable señor boddy, no has preparado esta jarra de chocolate, para que comabtamos el frio, me alegro de veros de nuevo a todos