Partida Rol por web

Sonrío a mi querida hija, y dejo la taza de chocolate sobre la mesa mientras le susurro:
-Dejaré de tomar chocolate hija, pero no creo que esté envenenado...acabamos de llegar¿ya nos van a querer matar?.- digo riendo de forma callada.

Luego miro a los presentes, sin aportar nada más.

Scarlett me parece perfecto eso de dar una vuelta , venga vamos a ver las habitaciones y buscamos una que podamos compartir como si fuesemos hermanas . Yo hoy no puedo tomar nada que no sea agua , tengo el estomago algo revuelto debio de ser el coctel de gambas de ayer o tal vez la bebida estaba algo adulterada por que sino no entiendo este dolor de cabeza .

Ajá, no. Es sólo que la leche con que la han hecho está a punto de cortarse. Les recomiendo no tomar más, a menos que quieran arriesgarse a pasar toda la noche soltando algo similar en el baño. Sólo que me temo que su aroma no será tan agradable...

Estúpidos, ni siquiera saben reír una broma. Excepto la Señora White. Puede que sea la única persona respetable de esta sala.

Carraspeo para atraer la atención una vez más.

Disculpen, señoritas. (por Scarlett y Peach) Y reverendo (está claro por quién) Creo que sería síntoma de mala educación y tremenda descortesía vagar por la casa antes de que regrese nuestro anfitrión. O al menos, el mayordomo, para conducirnos a nuestras respectivas habitaciones.

-Estoy de acuerdo con el Señor Gold.- sonrió la señora white mientras lo miraba.

-No es de gente educada deambular por una casa que no es nuestra, como mucho podrán dirigirse a su habitación, aunque yo me quedaré aqui hasta recibir nuevas órdenes.- dije observando a los invitados.

Luego me dirijo a mi hija con una mirada de comprensión y le susurro:
Hija, espero que no te muevas de aquí, por favor, se un poco educada.

Luego retomo mi aire de ternura y comprensión tan característico de mí.

me aprece bien sr. Gold, porsupuesto, nos debe de señalar las habitaciones y todo de todas formas, yo de mientras disfruto del chocolate, mientras viene el dueño de la casa, pero no se porque se ausenta tanto..

*Voy diciendo mientras soplo al chocolate para que se enfrio y me lo voy tomando poco a poco

Observo con la mirada perdida las inclemencias del tiempo, mientras, de fondo las voces del resto de visitantes se pierden en fútiles discusiones de las cuales no quiero tener nada que ver. Y... díganme caballeros, ¿qué les ha traído a esta casa? ¿De qué conocen al Sr. Broody?, pregunto al Coronel y demás huéspedes, intentando que el desafortunado comentario de Madame Rose caiga en el olvido.

Lady Brown se acercó a la campanilla y tras tomarla entre sus manos, la movió discretamente, para que el ruido que emitiera no fuese desagradable.
Cuando apareció el mayordomo le pidió un te con limón.
- ¿Tú quieres algo, querido?

Va pero seguro que no le importa que demos una vuelta por la casa ... no vamos a tocar nada , solo a curiosear por ahí , estar aqui sentados viendo caer la nieve es muy aburrido , es mejor dar uan vuelta por ahí . Dice la señorita Peach esperando a ver si Scarlet se levanta y va con ella .

El Mayordomo toma nota de lo que quiere Lady Brown.

-En seguida le traeremos su té mi lady

Se retira discretamente con una reverencia

Tras un rato en el que la charla sigue en el salón se escucha un estruendo procedente de la escalera, seguido de un grito de mujer. Cuando abrís las puertas que separan el salón de las escaleras os encontráis con el cuerpo del Sr. Boody tendido en el suelo. Podéis ver un reguero de líquido con olor a alcohol bajando por la escalera y un pesado vaso de cristal en el último escalón. Junto a este hay dos grandes hielos a medio derretir. El cuello del Sr. Boody está en una posición que no deja lugar a dudas sobre su estado.

El Sr. Boody ha muerto.

La doncella se encuentra temblando junto al cadáver, está llorando aterrada y a sus pies están derramadas la tetera y las rodajas de limón que os llevaba al salón.

La madre que me... ¡Que a nadie se le ocurra tocarlo! —ordeno. Aún en medio de este shock, no puedo evitar pastorear al ganado. Después me dirijo a la plañidera—. ¿Qué diablos ha pasado aquí? ¿Resbaló? ¡Hable!

-Yo... yo...- La doncella casi no puede articular palabra.

-No se que ha pasado, yo iba al salón con el té cuando ha aparecido el señorito en lo alto de la escalera. Después...- la camarera vuelve a echarse a llorar - ¡se ha desplomado por las escaleras! ¡No se que ha pasado!- la doncella se echa a los brazos del Sr. Gold a llorar.

- Vaya por Dios. ¿Eso significa que no puedo pedir mi café?

Se me pone cara de pánico... y

Madre no se mueva por favor, no tome mas chocolate... a ver si va a estar envenenado , por favor que alguien tape el cadáver no quiero verlo, me da miedo ver a un muerto, y no quiero que mi santa madre vea un cadáver cerca suya deberíamos de llamar a la policía y a una abundancia para que se lo lleven porque no podemos tenerlo aquí ...

* Los miro asustada...a todo el mundo, mirando hacia el suelo y no queriendo mirar hacia al cadáver miro hacia otro lado , con cara de miedo ... Pensamiento ronda por mi mente ... *
Que nos pasara ahora y si nos echan las culpa la policía a nosotros... tienen nuestra huellas por toda parte de esta sola...

*Voy corriendo ahcia el cuerpo y con mi palma abierta hago la forma d euna cruz, y leugo con los ojos cerrados digo...

De nomitis pati, espiritus santis, amen

*Luego me acerco a Mss. Scarlet y le digo...

Tranquila, tapese los ojos, reunieromos a todo el personal, y ese mayordomo donde s eencuentra??, señorita, llamad a todo el personal aora mismo

Consuelo a la doncella, tratando de que no se me pegue demasiado. Podría estropearme el traje con la llantina.

Si no quiere verlo, señorita, vuelva al salón. Al mundo feliz donde cae la nieve y el chocolate es dulce, caliente y probablemente en mal estado. Pero recomiendo no tocarlo en absoluto hasta que venga la policía y un juez a levantar el cadáver. Ni siquiera echarle algo por encima.

Observo el reguero.

Por lo demás, les recomiendo no beber o comer nada que esté expuesto. No sea que para cuando llegue el juez, haya tantos cadáveres que necesite una excavadora para levantarlos todos.

Cuando ve el cadaver se abraza a su esposo, hundiendo la cabeza en su pecho y sollozando.
- Dios mio... dios mio...dios mio...-es lo único que acierta a decir

*Intento consolar a Mss. Scarlett, le tiendos mis brazos y le digo...

Tranquila hija mia, pognase en mis brazos, ya paso todo, no te preocupes que a usted no le pasara nada, vamos volvamos al salon...

*la voy llevando poco a poco al Salon...

- Tranquila, cariño -dice, acariciándole el pelo a su esposa-. Seguro que la doncella te puede traer otro té.

Luego mira al resto de los invitados.

- Bueno, parece que tendré que ser el primero en decirlo en voz alta. Si no puede salir nadie por culpa de la nieve, tampoco se puede entrar. Eso quiere decir que lo más probable es que el asesino se encuentre aún entre nosotros...

El Señor Azur desde su llegada y ligera presentacion: "Buenas tardes señores, soy el Señor Azur y Mi esposa a de llegar en el siguiente vuelo, pero parece que el tiempo esta fatal, si me disculpan" Habia estado inmerso observando los papales del maletin que trajo con el. En un par de ocasiones miro ese gran reloj de pared que tenian en la salita, evitando mirar aquel chocolate caliente que le habian ofrecido al principio de la velada.
"¿Que tonteria es esta? Todos somos adultos, necesito un Whisky, no un estupido chocolate, ya no soy ningun niño."

Al fin con el caer de un nuevo trueno alzo la mirada y vio empeorar el tiempo, echo que le obligo ir a buscar el telefono de la casa para llamar a su mujer y saber de ella.

-No se que pasa, señores la linea debe estar cortada por el maldito tiempo... ¿A que vienen esos gritos? ¡Dios MIO!-Exclamo al ver el cuerpo del anfitrion muerto a los pies de ellos.-¿Como es posible?

Despues de eso guardo silencio mientras atonito mirada el cadaver y la histeria se iba apoderando de los presentes.
-Yo no se ustedes pero necesito un Coñac, un Ron o algo fuerte.-Dicho esto volvio a la sala en busca de aquel bar bien surtido y servirse algo.