Partida Rol por web

Solo había un camino... Seguir tirando dados. Y confiar en el número sagrado de los enanos.

-¡UN SIETE!, exclamó Dabur y miró desafiante a Baaleer. 

Ya habían conseguido siete deseos y sólo habían fallado una vez en el juego, Baaleer devolvió la mirada a Dalbur algo desanimado, así que trató de convencerles para que tras el octavo deseo que consiguieran jugando, siguieran apostando, sonriendo con desgana dijo no he visto grupo con tanta suerte como vosotros, quizás hoy sea vuestro día para cambiar todo lo que no os gusta de esta vida ¿necesitáis algo más? ¿algún familiar o amigo caído que queráis traer de vuelta? Sois cuatro y sin embargo el martillo de Durin es sólo un arma ¿cómo vais a repartirla? quizás la discordia por quién iba a empuñar el arma les llevara a actuar individualmente y no como grupo, y eso fuera el fin de estos enanos. Desesperado Baaleer los miró a la expectativa de la reacción de estos.

-No te preocupes, añadió mientras cogía los dados Thudim, necesitamos tambien a Cortaelfos, dimos nuestra palabra. Así que nos tendrás aqui un rato mas. Thudim tiró los dados y se le torció el gesto, todavía podía ganar pero parecía difícil, podía ver la sonrisa burlona de Baaler.

A Gramj le dio mucha rabia el suceso, y sentía sus músculos como ateridos por el frio. Un extraño dolor le impusó a actuar más por rabia que por interés de cumplir la misión pero los dados no estaban por la labor.

- Esto va a doler.

Al ver el número que sale tras lanzar los dados, gruño con rabia.

La fortuna era caprichosa. Por eso los khazad no se fiaban de la suerte. Un martillo. Una roca. Cosas sólidas y constantes.

Dalbur lanzó los dados, y por un momento pudo sentir ese hormigueo de tensión y de emoción al verlos rodar por el suelo. Deseaba ver un siete, pero no pudo ser.

-Solo nos queda un camino. Hacia delante..., soltó enfadado.

Baaleer no podía creer su mala suerte, los enanos ya tenían 11 deseos y él sólo había ganado una vez. Se maldijo a si mismo. Y su cara mostraba frustración e ira. Malditos enanos, tenéis mucha suerte pero pronto se os acabará. Ya tenéis 11 deseos, seguir jugando o retiraros. Con ocho ya tenéis al Martillo de Durin y Cortaelfos son otros ocho. Pero si preferís tirar antes y conseguir los 16 deseos para las dos armas, adelante.

-Hemos venido aquí a por las dos cosas. El Martillo de Durin y el Cortaelfos. Y no nos iremos sin lograrlo, sentenció Dalbur. Volvió lanzar los dados, y parecía conforme al ver un 4 y un 6. Era un resultado difícil de batir.

No te dejes engañar Dalbur, para superar tu tirada solo tiene que sacar menos, es parte del juego de este ser confundirnos, pero la suerte esta de nuestro lado. Thudim sonríe al ver su tirada.

gñffff

Baaleer comenzó a tirar los dados después de vuestra ronda JAJAJA rió con fuerza vuestra suerte ha cambiado, pero no decaigáis tenéis mucho ganado, sólo os faltan 7 deseos los tres comenzasteis a sentiros más débiles, Gorkatdhum en fuerza y Dalbur y Thudim en salud.

La última ronda le había dado alas al malvado demonio, pero los enano todavía se sentían fuertes. -Aquí va mi nueva tirada, dijo Dalbur. -Ahora no lo tendrás tan fácil, añadió aunque internamente se lamentaba de haber fallado el sagrado 7 por uno.

Hacía rato que el bribón miraba más que actuaba, y ya aburrido hizo lo que correspondía: compartir con sus hermanos la suerte que hubiera que correr para cumplir la misión.

Thudim lanzó de nuevo los dados y torció el gesto cuando vio su mala suerte, solo quedaba esperar que baaler la tuviera peor.

En esta ronda sólo le superó Gramj con el 7, que es victoria automática, ya sólo le quedaban a los enanos 6 deseos para conseguir su objetivo. Hasta ahora habían salido ganando pero ¿qué les esperaba en las siguientes rondas?

Por otro lado, de nuevo le restaban energías a Dalbur y Thudim al perder la mano.

Dalbur se sentía más débil, y gruñó descontento. Lanzó los dados nuevamente, y alzó su puñó con rabia al ver el siete. -¡Toma! Un siete, dijo mirando desafiante al demonio.

Thudim se sentía cada vez mas débil pero volvió a lanzar los dados, la euforía momentánea por el resultado de Dalbur se le pasó al ver el suyo, pero quién sabe, todavía había posibilidad. 

Parecía que aquellos representantes de la fortuna no estaban por la labor de apoyarles demasiado.

La suerte no corría de nuestra parte, desde el momento que salimos de casa, así que habría que cambiar suerte por habilidad. ¿Cómo? Buena pregunta. Era algo que había que averiguar.

Cuatro deseos le faltaban a los enanos para conseguir las sagradas armas, pero de allí no se iban a ir de rositas. Tiró los dados contra Thudim y victoria para Baaleer, Thudim seguía perdiendo resistencia física.

Ya se había aburrido de esto, pero no dejaría a los compañeros sufrir sin él poner su "Granito de Arena".