Partida Rol por web

La Ruta de los Mil Dragones

1 - Aguas Profundas, ¿Un día cualquiera?

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10/07/2021, 00:06
Dungeon Master

La ciudad había amanecido temprano, aprovechando la agradable temperatura de la primavera. El clima había propiciado las travesías por el mar dejando el puerto a rebosar de navíos. Cientos de trabajadores se congregaban a lo largo de los muelles en lo que sería una larga jornada cargando y descargando todo tipo de bienes con destino al mercado.

Cada ciudadano navegaba en una amplia amalgama de gentes, buena parte se apresuraba a llegar al trabajo pronto con lo que parecía una buena jornada laboral, otros que se consideraban astutos buscaban ser los primeros en beneficiarse de las mercancías frescas que pronto adornarían los puestos dispersos a lo largo de la plaza. 

Algunos centinelas controlaban las calles, esperando que con su sola presencia se pudieran disuadir los delitos menores, aunque siendo aquellos Aguas Profundas lo posible, lo imposible y lo impensable en ocasiones se mezclaban caprichosamente y un día tranquilo podía convertirse en una fecha para los libros de historia. Costaba "acostumbrarse" a la idea, pero era una ciudad de maravillas en la que cabía esperarse cualquier acontecimiento.

Era costumbre ver aventureros de un lado para otro, esperando encontrar un gancho para hacer fortuna, un trabajo fácil, retos personales, desafíos heroicos, etc. Cada alma presente tenía sus motivos para caminar por la ciudad de los esplendores.

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10/07/2021, 01:13
Dungeon Master

Tymora parecía mostrarse caprichosa ultimamente, o quizás la diosa le prestaba poca atención a las finanzas, pero las de Kidra estaban peligrosamente cerca de desplomarse. Quizás la brillante piedra que orbitaba a su alrededor no había sido tan buena idea, pero esperaba poder amortizarla cuanto antes mejor.

El dulce olor de la comida recién horneada resultaba una tentación incipiente, casi tanto como el centenar de personas esquivándose las unas a las otras, tan ignorantes de sus descuidadas bolsas. Cualquier aficionado podía escamotear un monedero en un mero roce y perderse entre la multitud con seguridad de que su legítimo dueño no se percataría hasta que fuera demasiado tarde

Competencia, ese era uno de los mayores problemas, en una ciudad tan grande había demasiadas espadas de alquiler, había que trabajar mucho más duro para hacerse un nombre y poder explorar los misterios que el basto mundo tenía que ofrecer. Todo viaje empezaba con un pequeño paso y nadie había dicho que debía ser fácil desde el principio.

Una curiosa y arrítmica melodía interrumpió sus pensamientos:

 - “Mira el orco que ríe y el cuchillo que baja, observa el verde que canta y las armas que campan..." -

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10/07/2021, 01:27
Zomar

Una pequeña multitud se había detenido a contemplar uno de los muchos espectáculos ambulantes, Kidra se había quedado con el nombre y la cara de algunos. A fin de cuentas los que se buscan la vida en las calles suelen ser muy buenos informantes.

No era la primera vez que veía a Zomar el medio orco hacer su número de malabarismo, no podía negarse que tenía mérito, al menos solo por el hecho de que el malabarista había decidido incluir un machete y un hacha de mano entre los objetos voladores, los brillos del sol en el metal parecían indicar que esas armas estaban bien afiladas. Lamentablemente su habilidad con la música no estaba tan depurada como la destreza de sus manos.

-¡Kidra!, ¿Cómo te trata la vida?, no intentes imitarme salvo que prefieras contar hasta nueve o tal vez ocho. -

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10/07/2021, 01:41
Dungeon Master

Kurmani había aprovechado el aumento de las horas de luz y las facilidades del clima para conseguir una buena provisión de la caza, pieles, huesos, pezuñas, pelo, carne, etc. Las piezas frescas de la caza tenían buen valor en Aguas Profundas, ya que era bien sabido que las importaciones de comida estaban a la orden del día. La multitud de gente era tan numerosa que irónicamente hacía más sencillo el evitar miradas incómodas o curiosas. Como podía tante gente vivir congregada en el mismo lugar sin ahogarse a veces resultaba un misterio.

Kano le había presentado a un viejo cazador ya retirado, Haller, que se había reconvertido a curtidor y carnicero, durante años siempre tuvieron negocios prosperando gracias al trabajo de ambos. A la félida le resultaba tan familiar el camino que casí podría recorrerlo con los ojos cerrados salvo por el detalle de la marabunta que necesitaba esquivar.

Lo que resultaba una sorpresa era ver tras esos años el tenderete abandonado, era un día pleno de mercado y solo un loco o un moribundo ignoraría las oportunidades que esa fecha representaba.

¿Qué podría haber ocurrido?

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10/07/2021, 02:04
Dungeon Master

Maedhros quizás no había elegido el mejor día para buscar respuestas. Pero estaba harto de que toda su vida pareciera ser una inmensa sucesión de preguntas sin respuestas. Estaba cansado de dar tumbos y terminar en callejones sin salidas. Necesita un punto de partida donde poder empezar a buscar su lugar en el mundo, era un derecho de nacimiento que todos deberían tener, o al menos eso le había repetido Lyanna una y otra vez hasta que decidió desaparecer sin dejar rastro.

Aguas Profundas era lo bastante grande y antigua como para albergar el conocimiento suficiente para solventar varias dudas, pero salvo trabajos menores y encargos triviales no había conseguido nada, salvo una bonita amistad con Kiara. Pero las palabras de consuelo de la pelirroja no tenían el efecto necesario. Se sentía vacío y necesitaba desesperadamente respuestas para no volverse loco.

La gente vagaba por las calles como un torrente caudaloso, trabajadores, aventureros, buscavidas, guardias, etc. Ahora mismo solo era un rostro más en la multitud. ¿Cómo podía sentirse tan solo entre semejante cantidad de gente?

Kiara le había aconsejado entre susurros un nombre, uno que había escuchado a veces entre susurros entrecortados en algunas tabernas, "el ciego, el viejo ciego, el maldito ciego..." No había conseguido una descripción fiable ni entre los parroquianos más ebrios, pero todos coincidían en que los ojos lo delataban.

Sumido en sus pensamientos no se percató que había llegado a su destino. Una calle bastante descuidada en el casco antiguo, al lado de los restos de un albergue al que un fuego había consumido hace ya muchos años.

- "Busca el albergue quemado, pregunta por el ciego, no te olvides de llevar una bolsita con incienso y sobretodo se honesto." - Kiara le había dado ese último consejo casi temblando, ¿habría sido una buena idea?.

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10/07/2021, 02:22
Dungeon Master

La primavera había despertado con ímpetu a la ciudad, a cientos, miles, decenas de miles de almas vagaban por las calles, la mayoría rumbo al trabajo o a aprovisionarse en los mercados. Tuski gracias a su tamaño era de los pocos afortunados que podía moverse con relativa facilidad entre el gentío.

Desde que decidiera abandonar los muros del templo para pregonar la palabra de Tymora a su manera sólo había podido realizar tareas menores, escoltando a veces a mercaderes humildes, ayudando a terminar con alguna plaga molesta, asustando a bandidos o listillos locales, etc. Trabajos humildes pero bienintencionados, cada pequeño gesto importaba y contribuía a que almenos unos pocos tuvieran vidas más felices.

Tras varios meses ayudando a otros le había parecido buena idea pasarse por la imponente catedral en Aguas Profundas, rezar, ordenar sus pensamientos y volver a salir con fuerzas renovadas. No era el único que se dirigía a suelo sagrado, varios fieles ya se habían personado en aquel lugar santo para orar a la dama, suplicando para que la mala fortuna no visitara sus vidas.

Entre todos los fieles era el que más llamaba la atención, pero nadie se quedó mirando al imponente sacerdote más tiempo del necesario antes de bajar de nuevo la cabeza y seguir con los rezos.

Normalmente solía hacer oídos sordos a los cuchicheos ajenos, pero no muy lejos de donde había decidido sentarse dos acólitos hablaban en susurros, la cara de preocupación de uno de ellos se plasmaba en el nerviosismo de la conversación.

- "Todos los días viene desesperado a rezar por sus hombres, por la dama... son seis familias que pueden quedar destrozadas, por favor Tymora no los abandones." -

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10/07/2021, 10:28
Tuski Risten

El clérigo observaba la Corona del Norte con cierto estupor pueblerino cada vez que la visitaba. No cambiaba nada las veces que la viera, Daggerford no era más que una aldea en comparativa y la cantidad de gente que la poblaba podía resultar abrumadora incluso.

Por suerte el excelente trabajo de los Escribas hacía que perderse en la ciudad fuese difícil si como Tuski tenías una memoria decente tirando a buena. Carteles y nombres indicaban las calles y donde se encontraban otras zonas, por lo que el clérigo tenía pocos problemas para moverse entre barrios. Aunque eso no significaba que no tuviese que esquivar la multitud de carros y carromatos que recorrían las calles en un caos ordenado.

Y desde luego el Barrio Marítimo era uno de los más "aquejados" por la llegada de la primavera, el deshielo del norte y la reapertura de numerosas líneas comerciales. Todo el barrio bullendo de vida animaba a Tuski que casi tenía ganas de silbar cuando vio la torre que ejercía de templo para los afortunados que seguían a Tymora. Como fe dispersa no solía tener edificios tan majestuosos, pero a Tuski le parecía una buena idea intentar crear más edificios así en otras ciudades, o quizá existiesen ya y en su ignorancia asumía que Aguas Profundas era única, la única forma de saberlo sería viajar.

Ya en la Torre su idea era dedicar un rezo a su diosa antes de decidir que hacer ese día para encontrar un trabajo. El clero de Tymora era pródigo para con los aventureros y lo había sido con él, pero no podía depender de ellos para siempre y algún día debía devolverles lo que habían invertido con intereses. ¿Cuántos otros templos le hubiesen salvado de la pobreza, cuidado, educado y ataviado con ropajes mágicos protectores sin esperar nada más a cambio?

Tuski conocía alguna otra fe que quizá lo hubiese hecho, no estaba tan ciego como para asumir que sólo los Tymoranos seguían el bien, pero muchas otras hubiesen exigido, atado con leyes o quizá lo hubiesen obligado al pacifismo o algún otro voto que el no hubiese querido tomar.

Y así estaba Tuski distraído cuando escuchó a los dos acólitos, jugueteó con su símbolo en forma de moneda llevándolo de un nudillo a otro brevemente -gracias Tymora por permitirme ayudar hoy también - pensó antes de acercarse intentando suavizar un poco el ceño casi permanente en uno que quedaba un poco vacuo y falto de expresión.

Que... - tuvo que carraspear para aclarar un poco la voz ronca y continuó - ocurre. Puedo ayudar.- no quería hablar más de lo necesario, seguro que si lo hacía acabaría quedando como un idiota, así que esperó que esto fuese suficiente. Se preocupaba sobremanera de que su aspecto indicase lo que era para que la gente no hiciese preguntas incómodas de responder, que venían a ser todas. 

Notas de juego

Entiendo que el templo es la Torre de la Fortuna. En caso contrario edito.

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10/07/2021, 14:34
Joven Acólito

Los acólitos estaban tan centrados en sus cuchicheos que irónicamente no se percataron de la enorme silueta de Tuski hasta que la voz de este rompió el intercambio de rumores.

El más joven no apenas pudo reprimir un pequeño grito por el susto, algunas cabezas se giraron de forma desaprobadora para a los pocos segundos volver a sumirse en los rezos privados.

Una vez superado el shock inicial el muchacho más viejo logró ordenar los pensamientos.

-¡Ah! ah.... hermano Risten, perdón, no le hemos visto.  - La sola frase dada la situación parecía ridícula.  - Un viejo mercader del gremio, viene todos los días a rezar por sus hombres, algo de una caravana en el camino largo. Está muy afectado, teme... tememos lo peor... - El muchacho tocaba su símbolo de Tymora nervioso, como si el malestar de aquel mercader se hubiera contagiado de solo contar su desdicha.

Notas de juego

Correcto la torre de la fortuna.

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10/07/2021, 15:28
Tuski Risten

Tuski tuvo que combatir el rubor al sentirse en centro de atención durante esos breves instantes que siguieron al grito. ¿De verdad había sido necesario gritar al verle? No dijo nada al respecto, en vez de eso solo preguntó -¿dónde está?

Quería irse de allí lo antes posible, sabía que estos dos acólitos se iban a burlar después de el pero le daba igual... Más o menos, así que mejor irse. La única forma que tenía para lidiar con burlas eran sus puños y no podía hacer eso en el templo.

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10/07/2021, 19:57
Kurmani

La caza había sido provechosa aquel día y la félida regresó a la ciudad con una sonrisa de orgullo en el hocico, y el enorme fardo de pieles, pezuñas y huesos al hombro. La carne que no había dejado para las bestias, la había guardado cuidadosamente en su saco mágico -colgado a modo de bolso- para preservarla mejor y poder llevar más cantidad en un solo viaje.

El viejo Haller se pondrá contento— dijo para sí mientras atravesaba la marabunta de gente que aquel día invadía las calles. Sin embargo, al ver que el puesto del cazador retirado estaba vacío, Kurmani ralentizó su paso, extrañada.

No era propio del cazador, así que la félida decidió preguntar en el puesto más cercano.

Buen día— dijo —. ¿Sabéis algo de Haller?— añadió, señalando el puesto del viejo cazador.

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10/07/2021, 20:17
Kidra

Kidra estaba deseando encontrarse con alguno de aquellos mercaderes malintencionados que engañaban al ciudadano decente para sacar más monedas; eran los únicos que le daban la excusa perfecta para confiscarles el dinero ganado de forma no-honrada. Por supuesto. Ella le daría mejor uso: si a ella le iba bien, al templo de Ilmáter le iba bien, y si al templo de Ilmáter le iba bien, a los desamparados les iba bien. Así esos ciudadanos decentes habían invertido su oro en una buena causa en lugar de en llenar los bolsillos de un malnacido avaricioso. 

Era una forma magistral de equilibrar el universo.

Por desgracia, aquel día todos los mercaderes parecían estar siendo muy honrados. A Tymora le gustaba ser traviesa a veces... pero a fin de cuentas, si abusaba demasiado de los golpes de suerte, ¿quien la iba a valorar? Tenía que reconocer que era una diosa muy sabia.

Fue entonces cuando aquella cacofonía musical asaltó sus oídos sin piedad, provocando que le rechinasen los dientes hasta el punto que creyó que se le iban a caer los colmillos. Maldito Zomar, ¿no podía hacer sus numeritos tarareando al menos? Emitió un suspiro dramático y se acercó al semiorco cuando éste la saludó.

Dime, Zomar ¿Por qué iba yo a querer arriesgar el tesoro incalculable que son mis manos imitando lo chiflado que estás?—respondió cruzándose de brazos y alzando ligeramente la barbilla en teatral gesto orgulloso—. El sensato cuida de sus talentos. Aunque si me permites una observación, me temo que los tuyos se limitan a la habilidad para mantener todo tipo de cosas peligrosas en el aire sin provocar un desastre, querido. Lo de la voz musical dejémoslo en el cajón de los quizá...

Esbozó una sonrisa de circunstancia como quien pide misericordia por algo.

En cuanto a tu pregunta, bueno, supongo que no me puedo quejar; hay gente a la que trata peor—añadió—. ¿Y tú qué? ¿Has probado ya la sugerencia aquella que te hice sobre malabarismos con pequeños roedores? ¿Espadas en llamas? ¿Roedores mezclados con espadas en llamas? Ya sabes: nunca hay suficiente confusión que sembrar entre tus espectadores.

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10/07/2021, 23:23
Comerciante de Verduras

El comerciante colocaba mecánicamente varias lechugas y repollos en cajas de fácil acceso, revisando previamente que no se hubiera colado alguna verdura pocha que pudiera estropear los demás.

- ¿Haller? Vinieron a buscarlo del gremio de mercaderes al poco de abrir la plaza, no creo ni que haya pasado media hora. Algo de una caravana en extravío y no se que de necesitar urgentemente un rastreador veterano. Personalmente creo que están perdiendo el tiempo, hace mucho que el viejo colgó el manto de aventurero.

Me parece que era de la Vieja confiable, una casa que comercia con mercancía de ultramar por las rutas terrestres, dicen que pagan bien. - Señaló a una de las calles del mercado, bastante larga, de las que desembocaban en la zona de las casas gremiales. -

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10/07/2021, 23:41
Zomar

Al medio orco se le escapó una carcajada, a la par que su número se acercaba al climax. Un lanzamiento a mucha altura para ir recogiendo cada objeto en una sola mano, sin soltar los anteriores. Peligroso e insensato, pero lo bastante llamativo para que varias monedas terminasen rebotando en el suelo, como pago de un número bien hecho.

- La última vez que intenté un número con cosas vivas no terminó bien, ¿alguna vez has perseguido a una comadreja asustada por media ciudad? Yo si, terminó en los calzones de un sargento y yo me pase una semana en el calabozo. Prefiero los objetos afilados, son más fríos pero a su vez más nobles. - Argumentó el malabarista mientras guardaba sus herramientras en una gruesa manta de piel.

- Tristemente mi música no es comprendida por la basta y burda plebe que con anhelos falaces y carentes de virtudes se afanan en criticar melodiosas entonaciones al son que sin duda reflejan toda la magnificiencia de las creaciones divinas. Oh, dioses, cuan crueles son vuestros designios al otorgarme tan singular don. - Segundos después Zomar estalló en un ataque de risa ante su irreverente sarta de tonterías y las caras de no haber entendido absolutamente nada que habían puesto los miembros de la improvisada audiencia.

- Quizás debería buscarme otro trabajo, en cualquier caso me han hablado de una posible empresa que necesita espadas de alquiler para recorrer los caminos al norte. ¿Interesada? - Un par de carraspeos precedían el comienzo de otra tonadilla improvisada.

- Embarcate a un viaje y no olvides el equipaje, alcanza tu destino sin perderte en el camino...  lolololololooooo -

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11/07/2021, 00:10
Joven Acólito

Uno de los muchachos se retiró con bastante prisa, el joven acólito restante apenas se atrevía a alzar la vista, la diferencia de altura entre Tuski y el muchacho era abismal, no tenía manera de adivinar que el gigantón estaba igual de incómodo con la conversación.

- No... no lo se con seguridad hermano Risten, creo que es un jefe de alguna compañía perteneciente al gremio de mercaderes. Un anciano que hace una ruta en los enclaves al norte de la ciudad con las mercancías que le traen al puerto. Tiene una sede restaurada bastante antigua, creo que por ello la llaman "La Vieja Confiable" . A... ahora mismo sigo con mis tareas señor. -

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11/07/2021, 13:46
Kidra

Kidra abrió mucho los ojos con expresión de urgencia, hizo un cómico aspaviento con los brazos y se apresuró a taparle la boca con ambas manos a Zomar.

Sólo si dejas de agasajarme con tus dotes para el canto—respondió con una sonrisa tirante de oreja a oreja—. No quiero que esos coros de Celestia que andan buscando reclutarte se pongan celosos. 

Una vez se hubo asegurado de que el semiorco no iba a continuar cantando, recuperó la postura normal.

Mis bolsillos comienzan a estar más llenos de aire que de monedas así que quizá sí que me interese—suspiró—. ¿Te han dicho en qué consiste?

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11/07/2021, 18:06
Maedhros

Si hubiera alguna palabra que pudiese resumir la vida de Maderos hasta el momento actual, probablemente diría “Cambios”. Aunque si se le preguntara un día, semana, mes o año más tarde muy probablemente respondería con otra. Pero la actual le venía que ni pintado, pues ¿cómo era posible que un alma como la suya hubiera vagado tanto de un lugar a otro? ¿No se suponía que la vida, pese a sus inmensas dificultades y extraños mecanismos, era más sencilla?

Desde pequeño hasta su prácticamente estrenada etapa de adulto, la rueda del destino ha ido girando constantemente, sin detenerse. El persistente flujo del tiempo y del espacio, a priori lento, hizo mella en la vida del joven semielfo. De algún modo, los muros de una habitación de piedra se abrieron, dando lugar a un frondoso bosque con un largo camino. En el final del sendero, un enorme y vasto mundo por explorar, gigantescas montañas que parecían empeñadas en rasgar el cielo, llanuras que se extendían más allá de lo que el ojo mortal pueda vislumbrar y una gran mar de color azul, reflejo de un cielo cambiante.

Sí, hasta el momento su vida había sido un cambio tras otro. ¿Quizá su condición mestiza le había proporcionado esto? ¿O quizá alguna divinidad quería divertirse a costa de los avatares del destino?

Suspiró, mientras andaba.

Permanecía en silencio, mientras el bullicio se encargaba de orquestar una confusa sinfonía.

Se restregó los ojos, al mismo tiempo que bostezaba. Tenía sueño. Desde que había llegado a Aguas Profundas, no llegaba a acostumbrarse al constante ruido de la calle, fruto de su vida en el bosque. Sí, era cierto que él ya había vivido en otra ciudad humana y conocía las estructuras, pero no fue hasta que conoció el vínculo del bosque cuando descubrió que las personas en general vivían demasiado aceleradas. Se preguntó si de pequeño él también habría vivido así.

Había pasado mucho tiempo y tenía visiones confusas del pasado, de su juventud, mucho antes de que su madrastra… Sacudió la cabeza. La imagen de la mujer sentada, bebiendo vino, mientras miraba con desdén le estremeció.

- El lado positivo es que si ella no hubiera hecho lo que hizo, nunca hubieras conocido el bosque.- Volvió a suspirar.- ¿Por qué tuvo que acabar aquello? Hace poco que pasó y me parece una eternidad. ¿Por qué te marchaste?

Maderos miró al suelo. Lyanna se había marchado de la noche a la mañana, dejándolo como antaño sucediera, sólo. ¿Acaso había hecho algo? ¿Acaso era una invitación para abandonar su choza, a la que consideraba su hogar? La vida en el bosque, las aventuras por las tumbas y cavernas, los peligros a los que se enfrentaron…

“¿Alguna vez tendré?”

 Sus botas avanzaban con paso firme, seguras hacia donde se dirigían. En cambio, en su cinturón reposaba su nueva compañera. Una espada mágica que encontró en su última expedición, envuelta en misterio. El semielfo no recordaba que había sucedido, salvo lo que le dijo Lyanna, cuando despertó: “Perdiste el control y te desmayaste”. Desde entonces, numerosas preguntas se formularon en su mente, pero la elfa le pidió que descansara. A los pocos días, desapareció.

Antes de que pudiera rememorar más recuerdos, sus piernas se detuvieron y Maderos se dio cuenta de que había llegado al sitio que estaba buscando.

- Bien, Kiara, veamos a dónde me has traído.- Maedhros echó una ojeada, mientras se aseguraba de haber traído el incienso. Pensó en el último consejos suyo y en cómo se lo dijo. ¿Acaso lo conocía?- Ojos bien abiertos, Kenrrick.- El semielfo se dirigió a los restos del albergue, esperando encontrarse con alguien, ya fuera en el propio edificio o por las calles.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Mmmm, no se qué ha pasado. No se me ha puesto correctamente el vídeo, quería reducirle la altura y me sale entero. Y lo peor, no me deja editarlo, ni borrarlo... D:

Edit: Ya he descubierto qué ha pasado. Tenía activado "Hacer Responsivo" (o algo así) y no me dejaba modificar ni altura ni anchura.

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11/07/2021, 18:41
Tuski Risten

El clérigo juzgó las palabras del acolito como verídicas, después de todo una cosa que había aprendido era que al permanecer en silencio tendías a fijarte más en el qué, cómo y porqué decía algo otra persona.

No que eso le ayudase a la hora de ser más hablador, así que se refugió en las fórmulas establecidas, algo que siempre ayudaba porque siempre era igual, era imposible equivocarse -Desafía.

Esa única palabra era lo que necesitaba, se dio media vuelta y salió del templo a paso ligero. Pocos tenían la zancada de Tuski y eso se notaba cuando el hombre se movía con rapidez, por lo que en pocos minutos había recorrido la mayoría de calles del distrito.

Suponía que se encontraría en el distrito del Norte, ya que el de los Campos era demasiado pobre y poco seguro, Tuski lo sabía bien pues era uno de los pocos distritos donde podías dormir en la calle, aunque no era muy aconsejable. Sin embargo uno nunca estaba del todo seguro así que preguntó un par de veces con pocas palabras -¿dónde está la Vieja Confiable?

Puede que le costase, pero acabaría llegando.

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12/07/2021, 18:58
Zomar

Zomar intentó reunir todo atisbo de dignidad para limpiarse las ropas y poner un rostro totalmente ofendido. Aunque la perenne sonrisa risueña del medio orco arruinaba cualquier intención de parecer solemne.

- Y yo que pensaba que hacía progresos, bueno... ¡es más cerca de lo que estado ultimamente con otras! -

El malabarista señalo a una de las largas avenidas que atravesaban gran parte de la ciudad comunicando los distritos.

- Algún potentado ha perdido un cargamento en la carretera larga, debe ser lo bastante importante como para permitir pagar a varios aventureros para recuperarla. Creo que es un miembro del gremio de mercaderes, el dueño de una compañía llamada "La Vieja Confiable" -

Justo después de guardar el último enser de su espectáculo el comediante pareció recordar un último dato.

- Creo que buscaban cuatro o cinco almas capaces, y me parece que no han tenido mucho éxito. -

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12/07/2021, 22:20
El Ciego

Aquel lugar encajaba a la perfección con el que aconsejas a los foráneos evitar. Las ruinas y desechos de lo que en antaño debió ser una avenida próspera se extendían en un largo y mal iluminado camino hacia algún suburbio de la ciudad. Las casas que no estaban deshabitadas tenían tapiadas y reforzadas tanto las puertas como las ventanas. Los pocos faroles para iluminar hace mucho que se oxidaron y rompieron, o tal vez fueron saqueados por algún bribón sin escrúpulos.

Maedhros por fortuna tenía los ojos de un elfo, así que incluso con poca luz podía percibir detalles que a los humanos convencionales se les escapaban. La poca luz solar que se filtraba entre los techos actuaba como improvisados faros para el Magus.

Un tenue olor a incienso se escapaba cerca de las ruinas del albergue, era casi imperceptible al olfato salvo para un observador que conscientemente buscase esa pista.

En una parte menos castigada por el fuego un anciano reposaba sentado en una gastada manta, tenía una barba poblada y tatuajes incomprensibles por el rostro, los ojos se habían apagado con los años y era evidente que estaba ciego. Su cuerpo mostraba síntomas de malnutrición y la durísima vida en las calles.

- Parecéis perdido muchacho. Este no es lugar para los jovenes. - La voz era sorpresivamente calmada, como la de aquel que no le queda nada por perder y por lo tanto no le teme a nada. El viejo había girado levemente el rostro hacia la dirección donde estaba Maedhros.

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12/07/2021, 23:15
Guardia de Aguas Profundas

Aguas Profundas estaba llena de gente de toda índole. Pero aun así impresionaba que un gigantón abordase a alguien, incluso para un guardia de la ciudad más acostumbrado a rateros y robaperas que a sacerdotes armados.

- Imagino que venís por el trabajo, si que han corrido las noticias.... es aquella casa restaurada, de la que están saliendo ahora mismo esos dos carros. Es propiedad del señor Lemarc. Aunque me parece que buscaba una compañía de aventureros, quizás te lo puedan aclarar. -

El guardia suspiro unos instantes antes de proseguir la conversación.

- Ha debido ser grave si todo se ha movido con tan rapidez. -