Partida Rol por web

El rostro de Gimble era pura satisfacción. Realmente el gnomo disfrutaba con su cartomancia y los efectos que esta causaba en la gente. Asintió tras proferir una larga calada a su pipa antes de explicar el efecto de la carta.

- Mago, cuanto menos intrigante. Veo joven semielfo que la vida y los acontecimientos se suceden quizás demasiado rápido para comprenderlos, cada decisión es otra pregunta que ramifica todas las dudas anteriores. Ahora puede parecer que no lográis llegar a ninguna parte. Pero Tymora ha sonreido, más o tarde o más temprano. Las respuestas serán halladas.

Por favor, regresad el naipe entre los demás. -

Al ver cómo el medio elfo levantaba una carta y las florituras luminarias que acompañaron el gesto, la félida enarcó una ceja, mirando la baraja con curiosidad. Apuró su cuenco de comida y lo dejó a un lado para acercarse a la baraja. Estaba indecisa y su cola serpenteaba de un lado a otro. Miró al gnomo y luego se atrevió a levantar una carta, no porque creyera en las predicciones, sino por ver qué pasaba.

Tuski imitó a la félida, cogiendo una carta justo después. Se le habían adelantado, aunque eso en realidad no tenía importancia. En vez de eso sentía bastante curiosidad por ver que le decía a él. Como todas las predicciones la que había dado a Maedhros era de difícil comprensión y seguramente necesitaría unos días para digerirla.

La carta de Maedhros flotó suavemente hasta volver a su posición inicial. Una vez el naipe se quedó quieto todos los demás volvieron a mezclarse con movimientos rápidos y patrones cada vez distintos. Solo un verdadero maestro podría intentar memorizar las posiciones iniciales.

Cuando la félida tomó su elección los efectos fueron distintos. Las luces tenían un tenue tono agrisado. Pero venían acompañadas de una sucesión de golpes, como un martillo chocando contra una superficie dura en rápida sucesión.

La Justicia había sido revelada.

Gimble no ocultó su sorpresa ante el arcano revelado por la félida. El risueño adivino se tomó su tiempo para pensar la interpretación de la carta, emitiendo pequeños aros de humo desde su pipa mientras intentaba encontrar la mejor explicación para la aparición de Justicia.

Los pequeños ojos del gnomo se fijaron en la félida, buscando alguna respuesta que parecía escaparse.

- Oh, ahora lo entiendo. Una grave injusticia del pasado, mis condolencias maesa Kurmani. Veo que se impartió justicia, pero algo tarde. Lamentablemente estas cosas suelen ocurrir. Ahora parece que Tymora os brindará la oportunidad de evitar algo parecido. Siento no poder ver más. -

Al igual que con Maedrhos la carta elegida por la félida volvió a unirse a sus hermanas, para moverse de forma totalmente aleatoria a toda velocidad, mezclándose una vez más entre sus semejantes. El rostro de satisfacción del gnomo confirmaba lo mucho que amaba su peculiar arte.

Curiosamente el naipe de Tuski tenía un tacto rugoso que no se correspondía con el material, brillaba con una iridisdencia anaranjada que fue aumentando hasta casí ser cegadora.

La Fuerza había sido revelada.

Gimble celebró la elección del enorme clérigo con un generoso trago de hidromiel a modo de brindis. Si hay gente con amor y pasión por su oficio sin duda el pequeño gnomo era una de esas personas.

- La fuerza, el temple, la constancia. Veo que sois un fiel celote de Tymora maese Tuski, que prefiere respaldarse con actos a palabras. Una parte de mi agradece que haya hombres como vos, defensores de los inocentes. La otra lamenta que en ocasiones solo el acero pueda dirimir disputas y acabar con los malos. Pero solo soy un humilde feriante, las decisiones de Tymora son mucho más profundas y complejas para mi pobre entendimiento. -

La fuerza... es un buen presagio, digno de mi - puede que Tuski no fuese el hombre más fuerte ahí fuera, pero desde luego si se contaba entre los más fuertes. Pocos igualaban su poderío físico y era algo de lo que se enorgullecía, algo que entrenaba cada día también.

Otros clérigos preferían más los libros y sermones, pero ya que él no era capaz de la parte de los sermones prefería mantener su cuerpo en un estado óptimo que le permitiese empuñar su lanza con la mayor eficacia posible para proteger a los demás. Que Tymora hubiese hablado de Fuerza a través de Maese Gimble significaba que aprobaba su decisión, o por lo menos eso quería creer Tuski.

A las palabras del gnomo dijo con su voz grave y algo ronca -a menudo la lanza tiene que hablar, ya que las palabras no salvan a los indefensos de la violencia.

Kurmani ladeó la cabeza al ver su carta, mirando con curiosidad al Gnomo. Vio la duda en él pero ella ya intuía de qué se trataba... y no estaba errada, pues el feriante habló de una injusticia del pasado que fue tardíamente saldada. La félida respiró profundamente y asintió con la cabeza.

—Gracias, maese Gnomo— dijo, regresando a su asiento, pensativa y mirándose la mano izquierda. Empezó a desenredar la tira de cuero que la envolvía, en silencio. Sólo los que estuvieran cerca de ella podrían llegar a ver algo, una marca en su mano, hecha posiblemente con un hierro ardiente.

La exploradora abrió y cerró un par de veces su mano y suspiró, antes de volver a enrollar cuidadosamente la tira de cuero para ocultar la marca de nuevo.

Kidra no entendía tanta frase esotérica pero sí había algo que le llamaba la atención: ¡qué cartas más coloridas! Las cosas brillantes tendían a despertar su curiosidad. Como las monedas. Sobre todo las monedas. Pero bueno, sí, en aquel caso también las cartas coloridas.

Quería ver otra así que estiró una mano y sacó una.

Por última vez las cartas se entremezclaron esperando la decisión final. Cada naipe era idéntico en el reverso, ni siquiera mostraban signos de desgaste ni uso. Realmente el gnomo se había esmerado en cuidar su mejor posesión.

La elección de Kidra tenía un efecto único, la carta era semitranslúcida, dejando pasar la luz nocturna, pero incluso así no se lograba percibir que arcano mayor escondía el singular naipe.

Al revelar la carta una súbita luz blanca envolvió el campamento por unos segundos hasta disiparse paulatinamente.

La Luna había sido revelada.

El gnomo se frotó los ojos que no se habían esperado el súbito destello de luz. Cuando el afable adivino se recuperó la visión de la Luna le sumió en pose pensativa durante varios minutos. Su rostro mostraba dudas, pero una sempiterna sonrisa de satisfacción.

- Es uno de los arcanos más difíciles de interpretar, la luz guía en la oscuridad,  muestra la dualidad de la vida, los dos o más caminos a elegir.  El conflicto entre naturalezas que pueden llegar a ser opuestas. La osadía de recorrer caminos con obstáculos, el deseo de intentar hacer lo correcto aunque quizás otros no puedan percibirlo así.

Nunca he visto a Tymora sonreir cuatro veces seguidas. Sea cual sea su empresa sin duda es buena y justa. Que la dama les proteja de todo mal. -

«Jo, ¿y no me la puedo quedar?»

Sabía que la pregunta era retórica, es más, ni si quiera la había hecho en voz alta. Pero sus pensamientos iban por libre.

—Oh, eso seguro que es porque somos muy divertidos de ver—esbozó una sonrisa colmilluda—. Ya sabes, Tymora no es de esas diosas serias, estoicas y solemnes que se pasan el día siendo serias, estoicas y solemnes: ella aprecia el sentido del humor.

«Anda que ya te vale... » pensó divertida para sus adentros ante la "lectura" obtenida. Aunque no fuera a Gimble a quien tenía en mente.

El semielfo se sorprendió al ver que la carta se iluminaba de una manera inesperada. ¿Se trataba de alguna ilusión creada por el propio gnomo o era otra cosa? El rápido fogonazo dio lugar a la colorida imagen de la carta: el mago. Maedhros apretó los labios. La carta mostraba a una figura haciendo un hechizo y sus efectos tenían el mismo color del fogonazo. ¿Casualidad o poderes de vidente?

La explicación que le hizo Gimble, sin embargo, no le sorprendió, pues en cierto modo estaba parafraseando lo que él había dicho momentos antes.

- Creo que ese resumen está mejor explicado que el que os he hecho antes.- dijo a Tuski, sonriendo.

Sus compañeros repitieron la misma jugada y uno a uno las cartas se fueron mostrando, enseñando imágenes coloridas con significados extraños. ¿Habría acertado con alguno de ellos?

- Muchas gracias por vuestra demostración, ha sido interesante.- dijo al acabar. Luego miro a la tiefling- Espero que su sentido del humor no sea retorcido.