Partida Rol por web

La cosa era cada vez mas molesta, sobre todo cuando el extranjero entro en mi rango de vision. Rode los ojos mientras esparaba que solo fuese que tenia que pasar cerca y no conocia modales.

Como no parecia ser la suerte me volvi para encararlo.

-¿Pasa algo?- pregunte en su lengua

Al volverte , apenas le habías hablado cuando ya estaba casi por arrollarte y de repente una mano apareció por el otro lado por el que te habías vuelto , ahora tu diagonal . Fue un golpe como el que se da a un niño que se porta mal solo que en un adulto no tiene más efecto que dejar en evidencia , a su vez , unas palabras en yodotai hicieron que acabaras encarandote del todo y pudieras ver mejor la escena . 

¿ Es que no ves por donde vas ? anda y discúlpate .

- Er , si . Perdón . 

Dijo en un torpe rokuganes el tipo grandullón sin moverse , pero el otro le cogió la cabeza y le obligó a hacer uan reverencia como es debido . Tras volvió a disculparse y se marchó con mucho más cuidado . 

Perdona , mi compañero no es bueno aprendiendo las cosas . Espero que no te haya molestado . 

Fue diciendo en rokuganés con una encantadora sonrisa . 

Era un hombre más bajo que el otro pero aun así seguía siendo más alto que un rokuganes medio , de cabellos negros y cortos , sin vello facial , ojos grandes y de color de la madera de roble . Su tez era blanca pero algo bronceada por el sol , si bien su rostro no era fino al menos era agradable a la vista , con dientes blancos como perlas y sonrisa agradable y de fiar . El cuerpo parecía esculpido al igual de la armadura que llevaba la cual estaba altamente decorada , portaba unos brazales de plata , algo similar a un kimono por dentro de la armadura pero bastante más corto y en las piernas llevaba una sandalias muy aireadas y una simple pieza de protección . Algo similar a un wakizashi pero recto pendía de su cintura , el cual parecía más aparatoso que cualquiera que hayas visto . 

Observe la escena en silencio mientras un compañero reprendia a otro, de no ser por que se dirigian a mi me hubiese dado la vuelta y seguido caminando.

"barbaros que se puede esperar"

Espere que se marchase para mira al otro hombre.

-Umm tu amigo debera darse prisa en aprender o terminaran cortandolo en trozos- comente mientras se alejaba- no te preocupes llevo aqui el suficiente tiempo como para saber que no sabeis comportaros con rokuganeses, suele haber incidentes.

Todo el tiempo hable en su lengua para evitar equivocaciones.

Vaya , hablas bastante bien nuestro idioma . Nosotros hemos venido en el último grupo de rotación de soldados , solo tenemos unas pocas semanas para aprender el idioma y las costumbres , así que debemos adaptarnos pronto , por desgracia no todas las personas son iguales . Oh perdona , soy un charlatán ; me llamo Marco Nelba . 

Fue hablando un poco sobre ellos ya en su idioma natal y luego se dio cuenta de que nos e había presentado , así que lo hizo tratando de realizar una reverencia lo más adecuada posible . Al menos algunos bárbaros se esforzaban por aprender tanto el idioma como las costumbres , algo inevitable en la segunda ciudad . 

-Uno debe aprender para sobrevivir- comente- tambien se leer tu lengua.

Hice un gesto de asentimiento pero no me incline demasiado.

-Ameko, deduzco que Nelba es su apellido¿no?- comente.

Vaya , es increible . Si , es mi apellido ; proviene de un ave que trae suerte , según dicen solo baja a tierra para poner los huevos . 

Comenta sobre su apellido dando una pequeña explicación sobre el ave . 

Verás . 

Dice llevándose una de las manos a la barbilla y bajando un momento la cabeza . 

Ya que conoces bastante bien el idioma , ¿ que te parecería enseñarnos algunas cosas sobre el tuyo ? así podríamos limitar cualquier incidente en la ciudad . 

-Curioso, entonces es Nelba-san- dije en mencion al ave- mi nombre es similar al de tu superior pero en femenino.

"Bueno a saber que como es su hogar..."

Alce las cejas ante la idea que planteaba

-Crei que de esos se ocupaba Plubio Cornelio- comente con un mohin- de todos modos voy a enseñarte una leccion ahora.¿Ves ese simbolo que lleve en la ropa?-dije señalando a alguien de clan- eso marca que tiene a quien servir y cubre sus gastos, yo- me señale a mi misma- no lo tengo asi que necesito conseguir mi sustento asi que no tengo tiempo, tendras que ser avispado para no meterte en un lio.

Entonces cada facción cubre los gastos de los suyos y tu eres solo una asalariada . Comprendo la diferencia . 

Pone los brazos en forma de jarra y mira un momento al cielo para luego poner su vista fijamente en tus ojos . 

¿ Que pensaría si pudiera conseguirte un trabajo ? la paga no sería en tu moneda pero creo que aquí se podía hacer el cambio de divisas . 

Te preguntó y esperó unos segundos para luego seguir . 

Debido a que somos pocos aquí , hay más cercanía entre nuestro líder y las tropas por lo cual podré conversar con él para que te contrate . 

Dijo finalmente volviendo a un sonrisa cálida y reconfortante . 

-Algo asi - dije en lo referente a asalariada, era una conclusion medianamente aceptable.

Me quede pensativa mientras calibraba sus palabras, era un trabajo medianamente sencillo pero tendria que ver.

-ummm bueno si el precio es adecuado y las horas flexibles podria plantearmelo- comente con un gesto de encogimiento de hombros- suelo estar por el saltamontes cojo igual que vosotros asi que no sera dificil encontrarme.

Aquí no tenéis la misma comida y bebida que nosotros , si quieres puedo invitarte a algo cuando nos veamos en el saltamontes ; una parte de nuestros suministros vienen de nuestras tierras , estoy seguro que te gustarán . 

No te preocupes , yo me encargaré de hablar esas cosas con el señor Plubio . Nos vemos . 

Dijo finalmente mostrando de nuevo su sonrisa y haciendo una reverencia antes de despedirse . 

Arrugue un poco la nariz y negue con la cabeza.

-No creo que sea correcto Nelba-san, pero esperare por ese trabajo- comente- hasta pronto entonces.

Entonces recorde algo.

-Espero que haya aprendido algo buscando a esa samurai de fuego, debe ser cuidadoso podria salir peor parado- dije cuando se alejaba y luego me puse en camino yo misma.

Bueno , pues tu no me has cortado . 

Dijo algo nervioso tras que ella se diera cuenta de la pequeña cicatriz que tiene sobre el brazal de plata . 

-Si yo le hubiera cortado no tendria brazo como minimo, no tener señor me hace menos quisquillosa ¿acaso debia sentirme aludida?- comente alzando una ceja- cuide esa herida y agradezca a los Kami que solo fue eso.

Despues de eso me volvi para seguir mi camino.

Er ... A decir verdad mi oponente tambien se contuvo ya que comprendió que fue solo un malentendido , no la estaba buscando a ella , lo hicimos así para salvaguardar el honor de la chica . 

Rei levemente

-Haga una ofrenda de agradecimiento hay quien aun sabiendo de un error os mataria- dije despidiendome con un leve gesto de mano.

Dai Dai abrió los ojos como platos. ¿Era Ameko? Vaya, vaya... Así que tiene buenos contactos. Interesante.

Algunos culparían a su suerte por 'perder' el tiempo de esta manera, cuando resulta que ya conocía a la persona que buscaba. Otros, sin embargo, veían en la confirmación de lo que era un rumor jugoso, una gran oportunidad.

Desde luego que lo era. Seguramente tendría ya cierto camino allanado.

Se acercó a ella, sonriente. Hizo una breve inclinación: la cortesía primero, ante todo. La ronin se había ganado su respeto tras aquella primera aventura que compartieron e hizo hincapié en tratarla como un igual.

- Saludos, Ameko-san. Vaya coincidencia, no esperaba encontraros aquí. Esta ciudad es más pequeña de lo que parece, ¿no creéis?

Sonrisas, halagos. Dai Dai se mostró como una persona atenciosa.

- Dicen que las palabras se las lleva el viento; vuelan y se esparcen por todos los rincones. A mis oídos llegaron alabanzas y elogios de vuestras gestas. No se habla de otra cosa por aquí.

Cuando me encontre a Dai Dai sonrei levemente, para luego inclinarme con suavidad. Cambien el peso de mi paquete para acomdarme a mirar a mi compañera ronin.

-Me alegro de verte Dai Dai-san ¿como te encuentras?- pregunte con tono suave.

Mi expresion se torno un poco confundida.

-¿Gestas?, quizas os encontreis en un error, no he hecho nada que merezca tal renombre-

Dai Dai sonrió con un gesto juguetón, ladino.

- No es eso lo que dicen, Ameko-san. Es más, fui testigo de vuestro arrojo contra aquellos gaijin. Aunque por lo visto, parece que se recuerdan algunos rostros mejor que otros...

Hizo un gesto desdeñoso, quitándole importancia mientras mantuvo aquella expresión amable que adornaba su rostro.

- Pero claro, ¿quién no recordaría a una hermosa mujer de cabellos rojos como el fuego?

Y se echó a reír. Hizo un pequeño gesto, quería ofrecerse a compartir el peso de las compras.

- Me encuentro mejor. Tuve tiempo para recuperarme de mis heridas y descansar. Pero alguien como yo no puede guardar reposo mucho tiempo. Hay mucho que hacer en esta ciudad; ya tendré tiempo para pasar mis dias descansando cuando envejezca.

- A eso poco puedo hacer yo realmente- conteste a lo de que algun rostro se recordaba mejor que otro.

Sonrei levemente tras de arrugar levemente para contener la risa.

-Supongo que el fuego atrae consecuencias y no todos las conocen, pero no es algo que me ataña demasiado- comente como chiste.

"Un gaijin es un gaijin ni importa cuanto traten de comportarse de otro modo, si trata llamar mi atencion esta perdiendo su tiempo"

Negue suavemente cuando se ofrecio a llevar mi carga un Kimono apenas era pesado, solo que queria ensuciarlo.

-Comparto esa energia Dai Dai-san, mas me encuentro en diversas tareas para continuar la busca de sustento. Por ahora no me urge demasiado sino habria acudido a Kasuga-sama; siempre tiene algo para las espadas sin señor; en esta cuidad somos afortunadas- comente con un encogimiento de hombros- ¿y vos habeis tenido suerte?, no digo que compartais la tarea solo saber si la habeis encontrado.

- Oh, lo cierto es que precisamente buscaba algo en lo que ocuparme. Y no me importaría compartir mis hallazgos, Ameko-san. Quizás otros piensen lo contrario, pero considero que cuanto más  ofrezcamos a esta ciudad, más rápido podrá prosperar.

No insistió al ver que Ameko rechazó su oferta de llevar las compras. La pesadez era igual de maleducada que la falta de cortesía.

- De hecho... - frunció los labios un instante, pensándose lo que iba a decir a continuación. - Pienso que todo nos resultaría más sencillo si compartiéramos con frecuencia nuestros hallazgos. Nunca he creído en la bondad de los 'lobos solitarios'. Si descubro algún rumor interesante, tened por seguro que os diré algo.