Partida Rol por web

Al sonido agudo de las monedas responde el hombre pequeño abriendo los ojos ampliamente y colocando una sonrisita en su rostro.

- Siempre hay de todo a su debido precio.- Dice.- Aunque no eres el tipico cliente que viene buscando flor de loto...

Frota sus manos entre sí.

- Cuesta 3 Bu cada dosis guapa.

Eso es un poco caro.. además, yo voy a comprar una buena cantidad, ¿me hareis un precio especial, no?

Se aparta un mechón de la frente y sonríe poniendo cara inocente.

Necesito unas diez dosis.. os doy tres kokus y 5 Bu.

El hombrecillo mira en un saquito que esconde tras él y tras contar varias veces, saca las diez dosis de flor de loto.

- Aqui están.- Te las enseña, aunque luego vuelve a ponerlas junto a él.- Pero primero quiero ver el dinero.

Tras enseñarle los 4 Kokus (ya que 5 Bu son 1 Koku) el hombre te da las dosis y el intercambio comercial parece haber concluido satisfactoriamente.

- Oye guapa...¿no te interesaría hacerme un favor? Necesito entregar algo a alguien...pero no me dejan entrar en el local donde está el destinatario...

Eso depende de lo que tengas que ofrecerme a cambio....-sonríe guardando las dosis dentro de su kimono- eso si, si pretendes que lo haga tendrás que darme todos los detalles. ¿Qué es lo que tienes que entregar y por qué no te dejan pasar?

El hombre sonríe viendo tu interés.

- ¡Oh! Tan sólo es un poco de hierba especial que consume un cliente, además de una carta de agradecimiento por unos antiguos negocios que tuvimos hace poco. Me gustaría entregarsela yo mismo, pero está en el local de Madame Ichigo, el cual tengo vetado la entrada...por digamos...diferencia de opiniones sobre el servicio.

Parece que no quiere hablar mucho sobre el tema.

- El hombre es un ronin regordete, llamado Tomu...Puedes quedarte el pago que te haga él, quizá sean varios kokus si le convences tan bien como a mi, jeje...

Sonríe de nuevo incrédula de que pretenda que acepte en esas condiciones.

Necesito una parte por adelantado, no voy a arriesgar mi pellejo y mi honor por un dudoso pago de un amigo tuyo..

En fin, tengo que irme

Se gira y hace ademán de marcharse.

Los dos hombres se miran y hacen unos gestos, parecen que hablan sin decir nada.

- ¡Espera!- Te dice el más bajito, como siempre.- Está bien, te adelantamos 2 Kokus...pero debes realizar el trabajo, ¡no nos engañes!

Se gira y toma el dinero.

Sólo llevar esa carta y las hierbas , nada mas.

Bien, indicame donde esta ese local y en que parte de ´él puedo encontrarle dentro..

El hombre te hace las indicaciones adecuadas para llegar al prostibulo de Madame Ichigo, a la vez que te da una carta doblada sobre sí misma y con un poco de cera para sellarla, además de un saquito diminuto. Y por supuesto, el dinero.

- Una vez allí, pregunta a cualquier chica; seguro que está en la zona de las mesas, tomando algo con alguna empleada. Recuerda, Tomu.

Introduce la carta y el saquillo dentro de su kimono.

Ajá.. Tomu. Muy bien, adiós..

Parte hacia allí, caminando por las sucias y peligrosas calles en cierta tensión. No sabía porque diablos se habia metido en este lio, si los de palacio se enteraban a su clan le caería una enorme losa, pero necesitaba el dinero y ahora no había otra salida más que cumplir el trabajo a la perfección.

Madame Ichigo.. aquí es..

Entra al local, echa una ojeada en general y finalmente pregunta a una de las prostitutas.

El local es amplio y de dos pisos. Abajo parece estar la recepción y un bar, lleno de mesas y asientos para los clientes, con poca luz para dar un ambiente clandestino; arriba supones que estarán las habitaciones, para terminar la fiesta.

Una chica de extrema delgadez te indica la mesa de Tomu, tan sólo hay tres o cuatro hombres por allí, así que no tiene pérdida. El ronin parece disfrutar de una botella de sake mientras tontea y mete mano a una de las rameras.

Sonríe agradecida y le da un par de zenis a la pobre infeliz.

Poco mas y sería un esqueleto andante..

Se detiene suvamente cuando alcanza la mesa y mira al ronin- ¿El señor Tomu? Necesito hablar con él en .. privado. -sonríe de manera sensual aunque elegante, sin dejar de mirarle.

- Déjanos.- Dice secamente el ronin a la mujer que le acompañaba, que se marcha rápidamente.

- ¿Qué quieres, samurai-ko?

Bebe un trago de sake.

Tengo una carta para ti, solo soy una mensajera..

Saca la carta y el saquillo y se lo ofrece al samurai.

El ronin lee la carta detenidamente, de repente pega un salto, lanzando la mesa por los aires.

- ¡Maldito!- Grita mientras lanza el saquillo al suelo de forma agresiva, tras lo cual coloca su mano sobre su katana.- Eres una estúpida si crees que moriré sin luchar, bastarda de Ju-Chi.

Eh eh eh!! ¡ Yo no tengo nada que ver en esto..!, ya te dije que solo soy una mensajera..

Retrocede alarmada al ver la reacción del ronin, su rostro parece sincero y trata de calmarle.

No voy a matar a nadie a no ser que me ataquen, si quieres ir a por él, ve..

- Ju-Chi no usa mensajeros, sólo lacayos.- Asegura.- Deberías avergonzarte de servir a una escoria como esa...y no voy a darte la espalda para que puedas asestarme un golpe...¿o acaso aseguras que no eres quién nombra la nota?

El ronin aún se muestra agresivo y en posición de ataque...

No se que diablos dirá esa nota pero yo no soy una asesina y menos estoy a su servicio.., ese cerdo me ha tendido una trampa como a ti.

Agarra la yari a su espalda pero sin llegar a desenfundarla todavia.

Parece que el ronin relaja un poco su postura, pero sigue con la mano cerca del obi, por precaución.

- En ese caso, no tendrás inconveniente en acompañarme y guiarme hasta Ju-Chi, ¿verdad?

Está bien.. te guiaré hasta él.. espero que si aún piensas atacarme no lo hagas por la espalda a traición..

Vayamos sigilosamente,ahora mismo creerá que estamos matandonos y no espera vernos..

Se gira y sale del local, guiándole hacia donde encontró al traidor.