Partida Rol por web

Veo como el viejo me ha ganado y aunque al principio me molesta porque odio perder ha sido una gran partida, sobretodo por la compañia.

Me temo que ese dilema solo puede tener una solución. Si viven juntos dos pastores, uno puede cuidar de ambas familias y el otro del rebaño, siempre dos son mejores que uno. Creo que me ha ganado, muchas gracias por la partida.

La partida terminó con una victoria para tu contrincante, que comienza a recoger las fichas. Te levantas y haces una reverencia para marcharte, pero antes de que te vayas el hombre te para.

- Ten cuidado con los lobos disfrazados de ovejas...son los lobos más peligrosos...- Te dice con un gesto serio.

Muchas gracias por todo, ha sido un placer, la verdad, es que a menudo un enemigo llega ser más amigo que un amigo, pues este puede traicionarte en cualquier momento y no esperarlo. le digo mientras le comento, y continuo con mi camino por las calles de la ciudad.

Tras un pequeño tiempo de recorrer calles, me vuelve a entrar hambre y apenas puedo ver algo que me interesa por la ciudad, por lo que decido continuar mi camino en dirección al palacio, donde sé que podré descansar.

La luna hace su aparición en lo alto y como el cielo está despejado, está bien escoltada por estrellas. Al llegar a la puerta, los vigilantes te reconocen y te abren la puerta de entrada del palacio imperial.

Dentro está todo en silencio, parece que la mayoría de gente descansa, salvo los guardias encargados de la seguridad.

Al entrar en palacio saludo a los guardias y me dirijo hacia los jardines. Antes de entrar en mi habitación, el silencio de la noche me hace perderme en los jardines de palacio, el tiempo pasa sin que me de cuenta, mientras recorro lentamente el camino de seto embriagador por los liros que me acompañan en mi caminata.

Ha sido una buena tarde, aunque me hubiera gustado haberla visto, que lista fue al desaparecer al momento pienso, mientras que llego a un estanque. Me fijo en el agua cristalina, la cual refleja la luz de la luna, a primera vista, incluso parece que me mira, pero me doy cuenta que no es a mí, sino a una pareja de rana. Al parecer el macho es más pequeño y seguramente mas joven y esta cloando a otra rana, la cual se encuentra en un nenufar en el agua. ¡Que bonito es el amor! suspiro, mientras que me siento en el jardín que rodea el lago y dejo caer mi espalda, mirando el amor azul del cielo.

Pasa el tiempo sin que me de cuenta y noto como mis ojos se van cerrando, pero estoy tan agusto que no me muevo, quedándome dormido donde estaba.

Tras un rato durmiendo, te despiertas perezosamente. Aun es de noche y puede que sólo hayas cerrado los ojos durante un pequeño rato, por lo que te incorporas.

Mientras vas abriendo los ojos para poder ver con más claridad, puedes medio observar a Mutori Genshu, que parece que se marcha de palacio a paso veloz junto a un guardia; hacia el lado contrario anda Isawa In, que se dirige hacia las habitaciones de invitados.

Ninguno parece haberse dado cuenta de que estabas durmiendo a la intemperie.

Aún medio dormido, sin saber si ha sido breve el sueño, me siento descansado, pero extrañado al ver la situación, ¿qué ocurre? ¿A qué se deberá esa prisa? me pregunto, mientras que decido que hacer. Lo mejor será que intente seguir a Mutori Genshu, así podre saber a donde va, pues parece que Isawa In va a descansar

La curiosidad por saber que ocurría, hacía que mis piernas siguiera el camino por donde habían salido Mutori y el guardia. Así, que salí tras ellos, a pesar de que sabía por donde habían ido, notaba que su paso era veloz, por lo que tenía que aumentar el mio si quería saber a donde iría.

Le sigues por el palacio con zancada amplia, ya que Genshu se mueve rápido. Ves como se para en una de las puertas de salida y habla con varios guardias, y tras unas indicaciones sale en dirección a la ciudad. Tu te situas a varios metros y aun puedes seguirle por la ciudad, aunque no sabes si los guardias de la puerta te dejaran pasar.

No tengo otra oportunidad que intentar salir por esa puerta o irme a dormir sin saber nada, tal vez pueda pasar pienso al ver a los guardias y dirigirme hacia donde están. Al llegar los saludos como si nada, Buenas noches, me dirijo a la ciudad, olvidé algo importante donde estuve y con un poco de suerte aún podré encontrarlo abierto y recuperarlo les digo con la esperanza de que me crean.

El guardia te hace un reverencia y te acompaña unos metros fuera del palacio.

- Señor, tenga cuidado con el barrio de los Hinin; ha habido un incidente, aunque afortunadamente Mutori Genshu se dirige hacia allí.- Te dice para que vayas con precaución por la ciudad.

¿Un incidente?¿qué ha ocurrido? conteste rápido. Empiezo a comprender por qué estaban hablando e Isawa se fue a su estancia. pensaba mientras esperaba una contestación a mis preguntas, pues tal vez me ayudaría en mi objetivo de averiguar a donde iba Mutori

- Parece que ha habido algun tipo de pelea, un compañero de Mutori Genshu esta involucrado.- Te dice casi susurrando, para que nadie le oiga desvelar esta información.- A veces ocurren estas cosas, hay bastante delicuencia en la ciudad...

De acuerdo, no se preocupes, no croe que tenga que acercarme por ese barrio, me dirijo hacia la zona del mercado, donde estuve antes le digo al guardia, mientras ojeo por encima de su hombro, viendo por donde coge Mutori, bueno, cuanto antes salga, antes volveré, menos mal que siempre la llevo le digo al pasar, tocando mi katana.

Mis pasos se apresuran por el camino por donde ha cogido Mutori, tendré que esconderme un poco, para que no me vean los guardias

Tras andar disimuladamente por un par de calles, estas lo suficientemente lejos del palacio para girar y poner rumbo al barrio de los Hinin.

Al rato, llegas a un barrio de calles estrechas y casas apiñadas. En uno de los callejones hay un par de extraños samurais, además de Mutori Genshu, que inspecciona dos cuerpos sin vida sobre la calzada llena de sangre.

No tengo nada que perder pienso al ver la situación desde el fondo de la calle, por lo que empiezo a andar hacia donde se encuentran los dos cadáveres.

Buenas noches digo al ver que uno de los samurais se da la vuelta al acercarme, Mutori Genshu, estaba dando una vuelta y justo al cruzar la esquina os ví aquí, junto a estos cadáveres, ¿qué ha ocurrido?

- Disculpe, no puede pasar.- Dice el samurai impidiendote el paso.- No puedo decir nada.

Afortunadamente Mutori Genshu se da la vuelta, te mira y parece que se acerca a tu posición.

- Señor emisario, por favor no vea esto.- Te dice intentando que abandones el lugar.- Ha ocurrido una pelea mortal, pero yo, como Campeón Esmeralda, me haré cargo de la investigación...El Emperador no tolera la injusticia ni la maldad...

De acuerdo, pero si necesita mi ayuda digamelo, podrá contar conmigo. le digo mientras me doy la vuelta para volver por donde había venido, buenas noches y que tenga usted suerte en su investigación

Mutori Genshu también se despide de ti y se vuelve de nuevo al lugar de los hechos. Por tu parte sigues andando para salir del barrio de los Hinin...

Unas calles más adelante, tuerzo una esquina y me mantengo allí de pie, pensando. Veamos, esto no me cuadra, Isawa estuvo hablando con Mutori, por lo que él debe de saber algo, si vuelvo al castillo, no creo que pueda saber nada, y tal vez si me acerco despacio, logre ver a un niño escondido o agazapado que haya podido ver algo.

Así volví a caminar, pero esta vez camino hacia el accidente. En vez de coger por donde había venido empece a callejear por las calles que pensaba que eran paralelas a la que buscaba. Cada vez caminaba más en la noche y no estaba seguro de saber justamente donde me encontraba. El silencio era aterrador, pues no saber donde encontrarme y las advertencias de los guardias, surgían en mi mente, pero me negaba a ella, vamos, tranquilo, en esta ciudad no pasa nada, no tienes que temer nada. pensaba, hasta que de pronto escuche un ruido sordo a mi espalda.

Plufff, rapidamente me gire con mi mano en la katana, no podía ver nada. Solo lograba ver algo tirado en la calle, poco a poco me acerque al lugar donde algunos cacharros estaban tirados en el suelo, ¿hay alguién hay? preguntaba, pero nadie contestaba.

Al llegar a los cacharros, observe que eran unas vasijas rotas, por lo que deje de preocuparme, peor de pronto note como algo paso por detrás mía y mi piel se erizaba. Al darme la vuelta veía un gato negro a mi espalda, el cual no me quitaba los ojos de encima, hay que ver, asustarme de ti le dije al gato al verlo.