Partida Rol por web

Al escuchar a funjen entro y tomo asiento con toda tranquilidad

Imito a mis compañeros sentandome en el suelo esperando con ansias la llegada del emperador ¿cómo es que estoy nervioso? Es que se trata del emperador pienso nervioso mientras por fuera parezco de lo más calmado.

Una vez dentro de la instancia, preparada para este tipo de reuniones, esperáis al Emperador. Tras unos instantes, una de las puertas interiores se abre, entrando Ling Wataba y observando la sala.

Os saluda con una reverencia y hace un gesto a través de la puerta, parece que estaba vigilando que todo estuviera tranquilo. Después aparecen varios soldados, aparentemente la guardia personal de Hantei, que se colocan escoltando un asiento enfrente vuestra.

Al entrar el Emperador se sitúa en dicho asiento.

El Emperador tiene un aspecto imponente, con un traje elegante de color verde jade, os escruta con su mirada penetrante y su gesto serio. Hace un movimiento de cabeza hacia Ling Wataba, y éste abandona la habitación yéndose a los jardínes de palacio. Con otro movimiento ordena a un empleado, que inmediatamente trae una tetera y sirve a todos, comenzando por el Emperador, una taza de té.

- Buenas noches emisarios.- Saluda solemnemente.- Os he hecho llamar para recordar aquellos tratados y acuerdos que mi padre, el padre de mi padre y sus antecesores, tenían con los Grandes Clanes de Rokugan. Esta decisión es tomada debido a que los ejércitos de las Tierras Sombrías están más fuertes cada día, las escaramuzas sangrientas merman la moral de mis hombres. Es hora de que los samuráis de los Grandes Clanes demuestren su valía y luchen por la gracia del Emperador y protejan nuestra honorable y milenaria nación de las garras de los seguidores de Fu Leng.

Toma algo de aire.

- Pueden proceder a comunicarme sus opiniones o solicitudes. Escucho a las voces de los Grandes Clanes.- Dice para daros la palabra.

Buenas noches su alteza - inclina la cabeza respetando las tradiciones- Mi nombre es Mirumoto Kyu, sierva del emperador y de mi clan, el clan Dragón. Será un placer que nuestro clan colabore en la guerra de las tierras sombrias, pero tal y como esta la situación actual necesitaremos un aumento de los recursos para poder actuar con eficiencia, así como un mayor reconocimiento. Estoy segura de que con los medios necesarios vuestras tropas y las nuestras podran derrotar al enemigo común.

Vuelve a hacer otra reverencia al terminar y observa de soslayo a los otros emisarios.

In, a pesar de haber sido siempre más reservado, comenzó a hablar.

-Según sus palabras, Emperador, parece más una petición de socorro que pedirle ayuda a un hermano... [B]-se atreve a decir-[B] Y no creo que debiera consierarnos menos que unos hermanos... Hermanos a los que ha dejado atrás de un tiempo a esta parte, pero los hermanos se perdonan -añade con un suspiro-, ¿verdad?

- Como bien menciona Mirumoto-sama los Grandes Clanes podrán recuperar parte de sus tierras y de su influencia, en tanto demuestren su lealtad para conmigo y hacia la Nación.- Mira hacia Isawa In.- Isawa-sama, las peleas internas entre los Grandes Clanes tiempo atrás debilitaron Rokugan, la sucumbieron en tenebrosas sombras y en un futuro incierto. Yo como Emperador tomé la decisión de fortalecer el Imperio y durante años hemos vivido en paz y armonía...espero que no tenga objeciones ante mis actuaciones.

Hace una pausa.

- Ahora nuestro enemigo desde el inicio de los tiempos vuelve con gran fuerza, su objetivo es destruir todo Rokugan...Unir nuestras fuerzas puede evitar más sufrimiento del necesario a las humilde población. Y ese es una de las responsabilidades de un Emperador, velar por su gente.

Me agacho en el suelo tocando con mis brazos y cabeza haciendo una reverencia que de menos es merecida por el Emperador Hantei XXII después de que haya terminado de hablar me presento - Mi nombre es Akodo Heiro y vengo en representación del Clan León y estaríamos más que orgullosos de colaborar en tal encomienda, no sería menos de esperar de un clan como el nuestro - vuelvo a agacharme cuando termino de hablar para que el resto de los emisarios de su opinión tal y como hemos hecho nosotros.

El Grulla apoyó ambas palmas de sus manos en el suelo del salón y luego inclinó su frente hasta que esta tocó literalmente el suelo. Después de permanecer en esa posición unos prolongados segundos, se irguió y con voz clara y afirmó:

- Durante mil años el Imperio Esmeralda ha mantenido a raya a las hordas de Aquel Que No Debe Ser Nombrado. Y durante mil años nuestra civilización ha florecido y se ha perfeccionado, haciéndose cada día más honorable y hermosa. Todo esto solo ha podido lograrse con el esfuerzo conjunto de los Grandes Clanes, guiados por la Casa Hantei. Cada uno ocupando el lugar que le corresponde en el Orden Celestial, sin ignorar a ninguno, por muy pequeño que haya sido. Pues solo respetando ese Sagrado Orden podremos salir victoriosos frente al Oscuro.

Su discurso crecía en emoción, y sus palabras traslucían un orgullo evidente. No había un resquicio de duda en su voz. Incluso su cuerpo parecía brillar con una luz mortecina. Después de una breve pausa prosiguió:

- Las Tradiciones nos diferencian del Enemigo, y es reconfortante saber que somos guiados por un Señor tan determinado a velar por el celoso respeto de las mismas. Aplaudo su decisión de velar por el Sagrado Orden, otorgándole a cada Clan el lugar que merece en la defensa de Rokugan. Y hablo en nombre de todo mi Clan, cuando digo que sería un honor para nosotros los Grulla ocupar el lugar que siempre ocupamos: a la izquierda del Emperador, en la primera línea de batalla.

Cuando habla el emperador permanezco agachado en señal de respeto hacia su persona, cuando termina de hablar, espero unos segundos hasta comenzar a explicar la situación en la que se encuentra el Clan Cangrejo, si levantar la mirada ni mi cuerpo.

Desde que el Emperador nos dejo de lado, hemos tenido graves problemas, hemos sufrido derrotas ante los enemigos de las Tierras Sombrías, por lo que necesitaríamos que nos envíe parte del Ejército Imperial para defender la frontera.

Debe de recordar lo importante que ha sido el Clan Cangrejo para la defensa de Rokugan .

- Con el apoyo del Clan Cangrejo aumentamos nuestra fuerza para vencer a las fuerzas del mal; sin duda el Ejército Imperial ayudará en la frontera después de la campaña que en estos momentos nos ocupa.

Tras responder a Zaraki, pone su vista en Toku.

- El Orden Celestial hay que recuperarlo...¡Pero está corrompido!- Tras este arrebato de furia, respira para controlarse y continúa para explicarse.- Durante muchos años el Clan Escorpión se ha mantenido en la sombra, controlando y generando odio entre nosotros. Por eso no ha sido llamado ningún emisario escorpión, ¡no les quiero ver!. Son un enemigo más que un aliado...

Deja la última frase en el aire, para ver si vuestras reacciones.

- Honorable Príncipe Resplandeciente, como dije antes, agradezco haber nacido en una época en la que todavía podemos disfrutar de la guía de alguien tan sabio y apegado a las Tradiciones. Pero creo, sin ánimo de empañar el buen juicio que lo ha llevado a tomar tal postura, que incluso el Escorpión tiene un lugar en el Orden Celestial.

- Como Grulla que soy, poco aprecio tengo por ese oscuro clan, siempre rodeado de penumbras y secretos. Creo que ninguno de los presentes ignora las maquinaciones que suelen traman, e incluso puede que algunos se hayan visto enredados alguna vez en sus peligrosas redes. Pero creo también que han servido al Imperio con lealtad durante siglos. Tal vez algunos de sus miembros se hayan visto tentados por el Maligno, pero no deberíamos condenar a todos por ello. Sería igualmente perjudicial para el Imperio.

- Tal vez, todavía hay sucesos que no son conocidos y que pueden arrojar un poco más de luz al asunto. Si es así, y para evitar que Su Venerable Señoría tenga que lidiar con esos asuntos que lo incomodan, incluso puedo ofrecerme como voluntario para investigar a los Escopion.
- Desde ya, mi Clan respaldará cualquier decisión que tome, sin pedir nada a cambio. Y, si fuera necesario ir a la guerra contra otro Clan, estamos dispuestos a dejar nuestra vida por el Emperador.

El Emperador vuelve a mostrarse firme en su decisión.

- Los Escorpión han hecho más daño que beneficio, lo mejor para Rokugan es su desaparición. Pero ya habrá tiempo de hablar de esta situación, lo importante ahora es vencer a las Tierras Sombrías...

Bebe un poco de té.

Toku se mantenía arrodillado sobre el mullido cojín. Su respiración era pausada y tranquila, y no levantaba su vista de las enigmáticas formas que se dibujaban en el pulido piso de madera. No obstante, su mente bullía con una febril excitación. Toda su vida se había preparado para este momento, pero ahora no estaba seguro de cómo actuar. Sus pensamientos se sucedían casi sin coherencia alguna:

- Estoy hablando demasiado. Debo procurar ser más paciente. Lo último que necesito es importunar al Emperador con estupideces. Debo aprender de los otros emisarios, parecen tener mayor control de la situación. Sus palabras son certeras y profundas, no acaparan la atención del Emperador más de lo necesario con formalismos inútiles…

- Pero…es que… por todo lo sagrado…¡¡¡¡¡ Es el Emperador Hantei !!!!!!! Quien sabe si tendré otra oportunidad de hablar frente a frente con el.

- ¿Qué estoy diciendo? ¿Acaso no soy capaz de reconocer el tremendo Honor que me ha tocado vivir? La mayoría ni sueña con una bendición semejante, y yo estoy aquí, tratando de esconderme debajo de este almohadón. Debería estar agradecido eternamente por este efímero momento…No soy digno…

- Bien, ahí está, depositando su taza de té. Es el momento. Debo hablar… No, mejor debo esperar a ver si dice algo… ¿Y si habla otro? ¿Y si decide terminar la conversación? Bien, hablaré… ¿Y si justo lo interrumpo?…No, mejor esperaré…

- Oh…diablos…les dije que no me eligieran a mí…

In, tras escuchar interesado la conversación que tenían Toku Michi y el Emperador, se animó a entrar en el tema.

-Lo cierto, Emperador, es que es interesante hablarlo ahora -dice, intentando no sonar impertinente-. Estamos hablando de tener un frente tan fuerte que necesitará emisarios de todos los clanes para mantenerlos a raya... ¿De verdad quiere generar un conflicto con el Clan Escorpion? Pues si es así necesitamos hablar de ello ahora, porque no quisiera tener que encontrarme con problemas del calibre de enfrentarme a un Clan Hermano mientras luchamos con esas bestias.

Tras la intervención del emisario del Clan Fénix, me veo en la obligación de apostillar algo, pero manteniendo la cabeza gacha.

En mi humilde opinión, ahora no es el momento de enemistarse aun mas con el Clan Escorpión, cuando se haya acabado con el verdadero enemigo de Rokugan, llegara el momento de hacer que el Clan Escorpión atienda a razones o sino exterminarlo .

- Tres de cinco. Bien. Solo faltan dos. No creo que Hantei tome semejante determinación con todos los clanes en desacuerdo.
- A pesar de nuestras diferencias, parece que todos somos concientes de lo que significa la aniquilación de uno de los Grandes Clanes. Y sabemos que, si dejamos que algo así ocurra hoy, bien puede ocurrir también mañana.

El Emperador reflexiona un momento.

- No sabía que el Clan Escorpión tuvieran tantos...amigos...Parece que la situación no ha cambiado mucho con el paso del tiempo, aún siguen entre las sombras, controlándoos...¿O acaso es falta de determinación y valentía?

A Hantei no le ha gustado que el clan con el que tiene enemistad tuviera tantos apoyos, quizá tenga que meditar la decisión, aunque antes tensará la cuerda un poco más con los emisarios.

- Con todo el debido respeto, Su Altísima Gracia, un Grulla no llamaría “amigo” a alguien que puede apuñalarle por la espalda. Pero no creo que la Casa Hantei deba temer algo así por parte del Escorpión. A pesar de que en ocasiones deban realizar un trabajo ciertamente…sucio…que incluso algunos de ellos parecen disfrutar, en los mil años que tiene el Imperio, nunca han intentado algo semejante.
- Además, el pastor no tiene necesidad de ensañarse con sus ovejas. Después de todo, el está por encima de ellas. Son como niños esperando su guía. Al pastor solo le basta con encaminarlas nuevamente al redil.

La voz del Grulla comenzaba a adquirir un tono cada vez más solemne, cada vez más profundo, creciendo en intensidad. Cuando terminó su monólogo, algo había cambiado en la mirada fascinada e inocente del joven bushi. Sus ojos mostraban una extraña determinación. Sorpresivamente, se puso de pie y avanzó unos pasos hacia el Emperador. Lenta pero firmemente. Al llegar a sus pies, volvió a arrodillarse frente a él y agachó su cabeza, dejando al descubierto su empolvado cuello.

El sonido de su voz nació de unas profundidades insondables:

- Si es la valentía o la determinación de la Grulla lo que está en duda, mi vida será un precio insignificante a pagar, para demostrar al Emperador cuan lejos llega nuestra lealtad. Hantei-sama…solo espero su orden…

¿Como puede poner en duda el valor y la devoción de los miembros del Clan Cangrejo? Hida Zaraki tiene ira en los ojos, por suerte sigue mirando al suelo.

Espera unos instantes controlando su respiración y calmando su creciente ira.

Ya mas calmado habla con calma Señor, para el Clan Cangrejo será un honor, si usted lo desea, marchar a la guerra contra el Clan Escorpión, pero tenga en cuenta que nuestro verdadero enemigo es los moradores de las Tierras Sombrías .