Una duda Master: ¿Somos un grupo? o tenemos libertad para ir por ahí?
Eromör analiza con calma a sus interlocutores. Uno es numenöreano, sin duda, aunque nunca le había visto. Tal vez pueda obtener información de las novedades de la lejana Umbar. En cuanto al otro, esos ojos... hay en él más de lo que aparenta. Bien, se dice, veamos a dónde nos lleva este extraño encuentro
Consideraos afortunados, en este momento la inactividad me conviene menos que la charla intrascendente que sin duda mantendremos - se levanta y se sienta en su mesa, poniéndo el yelmo bien visible sobre ella - ¿Teneís alguna propuesta interesante que hacer a un soldado momentaneamente empobrecido, o pensaís quizá en asaltar a alguna vieja campesina para robarle las gallinas?
Podeis hacer lo que querais. Si vais juntos habro una escena para el "grupo", si quereis ir por separado vais a vuestra escena individual.
-Bueno qué? nos vas a dejar pasar o tenemos que quedarnos aquí viendo como te crecen los pelos de la barba, no sé tú pero yo no tengo todo el día- dice Addraran con cara de pocos amigos al guarda
Tu personaje, como numenöreano negro, sabe que la cota de malla de Erömor, su yelmo etc. son el uniforme de La Guardia de Umbar, un grupo de élite de la ciudad, encargado de proteger a uno de los 7 Señores de Umbar.
También te darias cuenta que el lugar donde debería estar el emblema de armas del Señor de Umbar ha sido cuidadosamente pulido para borrarlo.
Bien, no digo que estar aquí sentados charlando no sea una ocupación descansada, pero no es ni agradable ni beneficiosa...
Pósadero, acércate! Mis compañeros y yo necesitamos hacer algo de ejercicio.Tal vez tú, que estarás al tanto de las novedades de la región, sepas de alguna tarea provechosa para nuestras espadas.
Mientras habla, hace tintinear unas monedas de estaño en su mano.
Lo que mi compañero quiere decir , con demasiada educación y sutileza quizás, es que queremos pasar- Apostilla Kiran de malhumor el desprecio del guardia.
-Cuida tus palabras extraño.- dice mirando a Addaran.
Os resulta extraño pero el guardia sonrie sutilmente, y no parece ofendido por vuestro discurso.
-Claro que podeis pasar.- diciendo esto se aparta dando un paso lateral
-Estais en vuestra casa.- dice para dejar de miraros, girando su cabeza de nuevo para volver a mirar al frente.
Dareogar se queda mirando la figura del recién llegado. Está como embobado, como si un lejano recuerdo hubiera aparecido en su cabeza al ver a ese hombre
Sí posadero acercate, que tenemos cosas que preguntar
Notas como miro descaradamente tu armadura, pero no digo nada.
El posadero se acreca pesadamente, como si le costase un mundo caminar, tanto que casi parece que arrastra los pies.
-¿Que desean ahora señores?.-
Preguntar concretamente lo que quereis saber, el posadero no está muy por la labor.
- Yo en concreto, nada. Que mis compañeros elijan. Eso sí, me gustarí tener una aventura como las de antes... Aunque... he oído a hablar de uns jabalíes que rondadn por la zona haciendo estragos, ¿no es así, posadero?
Dogo espera la respuesta de los demás, esbozando una tímida sonrisa.
Perdonad que el mensaje sea tan escueto, pero es que no tengo demasiado tiempo :(
Jabalies..., murmura pensativamente Erömor mientras recuenta cuidadosamente los colmillos más largos que adornan su collar.
Por fin exclama: !Jabalíes, sí, por el sagrado Oiolairë, ja,ja,ja!
Las carcajadas cesan bruscamente y declara muy serio: ¿Sabes algo de esos cerdos peludos, posadero, o debemos preguntar a alguien mejor informado que tú?
-Solo se que esas bestias salvajes han destrozado parte de la granja de Furish, eso es lo que se habla en el pueblo. Esos animales son peligrosos de veras y supongo que están buscando gente para matarlos o echarlos de aquí.- dijo el posadero con desden
-Furish es el granjero más prospero de la zona y en sus tierras se cultivan casi 800 acres. Si quieren más información lo mejor es que vayan a verle. Ese es mi consejo.-
Quiero recordaros a los tres que para "aceptar" una mision debeis postearlo en la escena de misiones, así que si os interesa alguna en particular corred a apuntaros antes de que os quiten el sitio.
- ¡No se hable más! Yo acepto esa misión - dice Dogo, con un leve suspiro - Mis débiles huesos no estan hechos para estar apoyados tanto rato sin hacer nada. Sería un honor para mí que me acompañáseis... - a sus compañeros, haciendo un pequeño gesto con la cabeza - Podríamos ganarnos un poco de reputación y dinero con ese trabajito.
Girándose hasta el posadero, esbozando una sonrisa fingidamente tímida, el estavari continúa hablando:
- Perdonad nuestra pesadez, señor posadero, pero me gustaría que me indicáseis el camino hacia la granja de... Furish, el granjero.
Pues a mi me parece una excelente idea señor Dogo, pues precisamente por mi cabeza pasaba hacer algun tipo de trabajo con el que ganar algo de dinero y asi poder empezar a instalarme por la zona. Aún así creo que es una tarea dificil, pues todo el mundo sabe que es esos animales son en verdad peligrosos y fieros.
El hombre esperó a que el posader contestara a Dogo acerca del lugar donde estaba la granja de Furish, pues tambien era forastero en el lugar.
Yo ya me he apuntado
-La granja de los Furish está al sur, no tiene perdida, ni siquiera para quien no haya andado por estas tierras antes.- dijo el hombre desde detrás de la barra
-Deben salir por la puerta del sur y seguir el camino, apenas dos millas. Como les digo no hay dificultad alguna.-añadió finalmente