Partida Rol por web

Soy una "creación"- aunque el dragón hablaba con tono neutro parecía que eso no le gustaba demasiado - cuyo cometido es ayudaros en lo que necesitéis - añadió mirando a Talnera -así que mis vínculos son con todos los presentes. No he sido invocado y mis limitadas capacidades se encuentran a vuestro servicio.

Parecía que nadie apreciaba su ilusión, algo que empezó a llenar de frustración a la joven. ¿Para eso se esforzaba? ¿Qué sería lo siguiente?

Cuando llegó Jacob fue la gota que colmó el vaso y deshizo su ilusión, en vez de eso se acercó para observar que había traído primero y después el libro que tenían los Moks. Aún no le habían dejado estudiarlo, pero bien que parecía que lo estuviesen utilizando.

Finalmente la joven lanzó otro conjuro silencioso y se desvaneció totalmente como si nunca hubiese existido, ni tan siquiera dejó una ilusión detrás, no quería seguir hablando.

La sombra de los Moks empezó a susurrar -eh, soy Acónito. ¿Me dejas el libro de los condenados para que le eche un buen vistazo? Quizá con un poco más de preparación sea capaz de leerlo. Puedes contestar a la sombra.

— El Jardín era una trampa, así que es el lugar más probable en el que estuviera Lilith. Podemos tratar de asaltarlo, pero el riesgo que corremos es bastante grande. Creo que sería mejor ir al bastión de los Vigilantes, tratar de recuperar lo que quedara que nos pueda servir, y buscar una flor de Lym de una vez. Si vamos a buscar el cuerpo de Caín, necesitaremos igualmente la protección contra la Umbra.

Tras estas palabras, el investigador se acercó a la bolsa que había cogido Vicnan, quitándole el ojo de las manos para volver a dejarlo dentro y seguir a Jacob para hacer la tinta del tatuaje.

— ¿Podrías quedarte vigilando a las niñas? — le dijo al inquisidor —. No creo que se hayan recuperado del todo, me sentiría más seguro sabiendo que hay alguien con ellas en todo momento.

- Pues si queréis tomar acciones drásticas, al menos como mínimo podemos convencer a flautista de que nos acompañe en alguna de las tereas que tenemos pendientes y echarle un ojo de cerca, no tiene motivo alguno para quejarse y seguro que quiere viajar para pavonearse por otros lugares.

El druida deseaba probar la inocencia del bardo, estas divisiones no le iban nada bien al grupo, pero parece que a cada rato surgen sospechas e intrigas de cada piedra...

- Si tanto os preocupa su lealtad puede que ser menos gente sea lo más conveniente, y no en un ambiente sin tantos cuchillos flotando en el aire, pero espero que no sea una decisión que tarde mucho en tomarse, Lilith y sus secuaces no necesitan pensar tanto sus pasos.- comento Talnera ante lo comentado por todos.

De repente el pequeño dragón de sombras comenzó a desvanecerse. 

-¡No! ¡No! ¡No ir!- Gritó Doth con lamento hasta que finalmente Mini Archie desapareció. -No...- Pipo parlanchín que saber volar ser maralloso... ¿Por qué tener que desaparecer tan pronto? ¿Por qué todos los Pipos desaparecer temprano o tarde? ¿Por qué? Los labios le comenzaron a temblar mientras hacía pucherito.

Grum miró al cielo poniendo los ojos en blanco, sabía lo que estaba por venir: el llanto de Doth y alguna canción infantil de Nyss para animarle, como siempre. Me cago en todo...

En eso, escucharon la voz de Acónito que les hablaba en privado a través de un conjuro de sombra luego de que aquella se hiciera invisible y posiblemente se fuera de allí.

-Agggr...- Gruñó Grum. -No existe la menor chance de que te dé el Libro de los Condenados, ilusionista sombría. Ya te lo he dicho cuando apareciste hace unas horas: tienes una amnesia tal que ni sabes tu propio nombre, pero sí sabes que has tenido alguna clase de vínculo con Lilith pues la haces responsable de tu estado, utilizas el mismo poder de sombras que nuestros enemigos, y todas tus auras mágicas están escondidas por lo que bien podría ser que tu padecimiento sea mágico y tengas algún geas que se pueda gatillar en cualquier momento... Podrías ser una espía y ni siquiera lo sabes, lo lamento.- Eran demasiadas cosas a considerar para alguien tan desconfiado por naturaleza como Grum. -Entenderás que la confianza es algo que aunque se puede romper con mucha facilidad, se construye poco a poco... pero...- Suspiró. Grum no quería decirlo, pero Aconito se había ganado un poco de su confianza tras el último viaje. -Pero te lo leeré si eso quieres.- Si es que me dejan estos dos insoportables... Pensó mirando a Doth y Nyss, y luego escuchó lo que decía el investigador.

-La última vez que estuvimos en Norul, noté que hay un lugar que se llama la Taverna de Lym.- Dijo acercándose hacia donde estaba Mischa. -No me extrañaría que el posadero sea un amante de esas flores y mantenga alguna viva con su sangre... Valdría la pena con tal de tener alguna a mano por si acaso, pero a decir verdad, no creo que debamos emplear nuestro tiempo en buscar los cuerpos de Caín o Haquim, lo principal tiene que ser encontrar los huesos para hacer la estaca especial contra Lilith y descubrir dónde está su base para poder darle caza. Matar a sus putas pelirrojas de la cofradía si nos las encontramos, y recuperar el Sol, serían los dos objetivos secundarios que deberíamos tomar siempre que podamos para poder así debilitar sus fuerzas.- Para el parecer de Grum, mientras no hubieran descartado antes las posibles bases de Lilith, aquello de viajar a la umbral o a la isla salvajes podía esperar.

-¿Qué hay de Costa Sombría? Kithe dijo que Dafne, la sanguijuela de la cofradía que mató, le dijo haber sido convertida allí hace un año luego de haber sido esclava de "Los Hombres del Norte".- 

Costa Sombría... me pregunto sí ese nombre se debe a... ​​​​​​

Cuando Nyss notó a su niño gigantón a punto de llorar voló hacia él. 

-Ya... ya...- 

Pensó en alguna de las canciones infantiles de las tantas que conocía y que pudiera animar a Doth en aquella situación que estaban viviendo.

¿Cómo era ésta...? La que hablaba de la noche eterna Drow... Ah, sí. 

-Mmm... mmm... raaaarara...

Comenzó a tararear encontrando la melodía correcta mientras materializaba su instrumento musical. Como lyriaken, la azata vivía para la música.

Mmmm... mmmm... mm.. mm..

Ahí vienen, ahí vienen, comienza la invasión

Se los digo, se los digo, no tienen corazón

De túneles y cuevas emergieron los Drow

Creanme, creanme, quieren robar el Sol

...

¿Cómo era la letra? Ay... qué performance más paupérrima estoy dando...

Nananá, nananá, nana na na na ná

Se los digo, se los digo, me olvidé del verso

No importa, no importa, improviso sin esfuerzo

Nananá, Nananá,  Nana na na ná

...

-Cof, cof... ¿Una ayudita por favor?- Preguntó a los bardos presentes, Kithe y Flautista, antes de de continuar. -¿Alguna vez visitaron el Valle de Cristal? ¿La conocen?- Allí fue donde la aprendió ella, en su lugar de creación. Mejor termino y me salto hasta la parte del final, ese sí que me lo acuerdo. 

Y así, y así, la noche eterna acabó

Las flores sonrieron y el ave cantó

Las caricias del Sol nuestro rostro tocó

Y así, y así, la noche eterna acabó. 

-Ya chiquitín, vendrán días mejores, ya lo verás.- Animó a Doth, sin siquiera percatarse de que las canciones, inclusive las infantiles, solían esconder verdades históricas. 

¿Qué información podría esconder la canción completa? ¿Era un clásico cantado en el Valle de Cristal por alguna razón? ¿Habría sido aquel el lugar en donde antaño sucedió la Gran Invasión Drow? ¿O donde se llevó a cabo el ritual que tapó el sol? 

Mientras oía el cantar de Nyss y se acercaban hasta donde estaba Misha y Vicnan, Doth dejó de llorar, aunque no por la canción infantil de la azata, sino porque se dio cuenta de que el mini Archie seguía allí*, cosas que pasaban cuando la visión de uno tenía un solo ojo. 

Por su parte, Grum observó a la azata para asegurarse de que tuviera su varita a mano. 

¿Qué era la maldad? Para Grum, era sinónimo de libertad. 

Estas palomitas ilusas nunca lo harían, ni siquiera lo someterían a votación con todas sus estúpidas barreras éticas y morales... Nunca hacen lo que hay que hacer, por eso Lilith está al borde de ganar. Son predecibles, la bondad de sus corazones y de los que ya murieron por ello es lo que realmente está sentenciando a Daenash a morir... ¡Esto es una guerra! Y para ganar en una guerra, no se hace lo que parece más bueno y ético...

-Polilla.- Dijo a Nyss. -Ya cállate y prepara tu varita de curar.- 

...¡SE HACE LO QUE HAGA FALTA! 

Y en menos de un segundo, Grum tomó el anillo gemelo que había en la mano de la amiga de la hija de Mischa y tiró de él con todas sus fuerzas.

¿Saldría sin más o estaría maldito y pegado a la delicada piel de la niña tal y como estaba el que portaba Mischa? Si era así, aquello le daba igual al despiadado de los hermanos, el dolor era algo momentáneo y su mano podría sanar, pero el grupo estaba a punto de dividirse y necesitaban una forma de poder estar comunicados entre sí. 

Flautista no estaba para hacer el idiota. Es decir, puede que a veces lo fuera, pero no lo era para diversión de los demás. No era un bufón, vaya, así que no siguió el juego a Nyss, que estaba destrozando una melodía de tal forma que un justo castigo hubiera sido tocar un violín desafinado en su oreja durante horas.

En lugar de eso miró a los Moks, observando lo que hacían. A su comentario sobre los hermanos de Lilith, así como de encontrar la estaca para matar a la última, simplemente resopló —suerte con ello, hace falta matar a uno de los primigenios para descubrir las debilidades de los otros—, pero cuando empezó a moverse hacia las escaleras —hacia Vicnan y las niñas—, entonces se puso en tensión; la cabeza malvada ya había demostrado no ser de fiar en lo que a las pequeñas se referían.

—Ni te acerques a ellas, Grum —avisó—. Que no... —No importaba si la hacía daño de verdad o no, era cuestión de que aquél ogro era una bestia capaz de hacerlo sin importarle lo que pasara, un monstruo vil al que le daba todo igual. Y no podían permitirlo. Él no.

Así que, cuando cuando se dio cuenta de que le iba a ignorar, lanzó un conjuro sobre el suelo antes de que llegará, dispuesto a impedirle cualquier cosa que pretendiera hacer de una manera diplomática. Porque si la hacía algo, eso se iba a acabar.

Ante un gesto de Lushara el cuervo soltó un graznido y se fue volando en dirección a dónde se había ido Friza con los demás.

Entró en la habitación en un revuelo de plumas negras y gritó -¡Caw! ¡Caw! ¡Peligro! ¡Alguien peligroso! ¡Requiere magia y protección!- al transmitir su mensaje se quedó apoyado en una de las vigas de madera del techo mirando a Friza.

¡Son el lenguas y el gordo doble!- terminó por exclamar, por si no le había entendido antes. No se fiaba demasiado de la inteligencia de la paladina.

La reunión ya tocaba a su fín y desde luego no salió como el hubiese querido, se contentó con que había hecho lo que consideraba correcto.

El grupo se disponía a irse cuando entró aquel cuervo parlante. -¿De donde diantres salía ese bicho? ¿Otra invocación u otro familiar?  La palabra "peligro" por su puesto fue un detonante en mente de Abelgos que desenfundó sus dos cimitarras.  "Lenguas y gordo doble" no hacía falta ser un genio de los enigmas para saber que que esos dos habían vuelto a tener un encontronazo. La cuestión era que clase de peligro podía presentarse teniendo la presencia del vampiro. 

Mas intrigado que asustado marchó a paso ligero a donde tenía la reunión a ver en que podía ayudar. 

Mientras se regresaba con el resto, Cylina alcanzó a escuchar retazos de conversación que el grupo principal estaba teniendo. Grum decía algo sobre Costa Sombría y Los Hombres del Norte, y Nyss cantaba una muy antigua canción infantil a Doth sobre la Gran Invasión Drow y el ritual de la Eterna Noche.

¿Pistas? ¿Sobre cómo recuperar el Sol?

Enseguida escuchó el barullo que le siguió. Parecía haber revuelo y los graznidos del cuervo en la habitación que abandonaba lo confirmaban: los Moks y Flautista, otra vez.

La bruja de los espejos rechinó los dientes. Lamentaba haber puesto su fé en Flautista y abogar por su inocencia, pero aquello ya era demasiado.

Sé que Grum no atacaría primero a nadie pues me estaría desobedeciendo... Por lo que Flautista... Justo cuando aparecían pistas nuevas... Soltó un suspiro, aquello simplificaba las dudas que tenía hacía unos momentos. 

Aceleró el paso.

No hay ofensa donde la palabra obtiene la comprensión - dijo la paladina en respuesta a las primeras palabras del otro tiefling.

Cuando Katsumoto pronunció el juramento Friza le cogió la mano con fuerza, el suyo era el agarre de una guerra y mientras recitó una oración en la que el símbolo sagrado de Sarenrae se iluminó brevemente.

Ya está hecho, me honras con tu confianza y... - la tiefling también había visto que el grupo parecía seguir varias corrientes peligrosas, no el extrañaba, pero cuando Abelgos la reclamó en apariencia con algo muy importante dijo -discúlpame, actúa como si este fuese tu hogar, Lushara y Alegre Torbellino pueden ayudarte en lo que precises, volveré después.