Partida Rol por web

Norman se llevó un chasco cuando observó a Andrew comerse una hamburguesa de la bolsa. Ingenuo de él, pensaba que quizá le habrían entregado un paquete que les proporcionara una pista. 

-Muy bien-dijo contestando a Michael-. Saldré del coche cuando esté a una manzana de su casa, para aproximarme a él disimuladamente y que me de tiempo a frenar la puerta.

El plan fue como la seda. Probablemente por el propio cansancio de Andrew ni siquiera se percató de que alguien le seguía y cuando entró en su casa Norman no tuvo problemas en dar un pequeño sprint y detener con la punta del zapato la puerta en el último momento.

La casa tenía tres alturas. Y Andrew ya estaba comenzando a subir por las escaleras...

Norman hizo un gesto a Michael desde la puerta del edificio, para indicarle que tenían acceso. La dejó abierta para que pudiese entrar, y mientras tanto miró los buzones para comprobar la planta y número del apartamento de Andrew. A continuación se apresuró a seguirlo, intentando no llamar la atención.

Quería poder alcanzarlo justo cuando estuviese entrando en su domicilio, si era posible. No iba a ponerse duro desde un principio. Su idea era un primer acercamiento para hacerle unas preguntas haciéndose pasar por investigador privado (al fin y al cabo, uno de ellos lo era de verdad). Dependiendo de sus respuestas, ya subiría el tono.

Michael bajó del coche cuando recibió la señal de Norman desde la puerta. Mientras tanto Andrew había subido a su apartamento y cuando Norman indicó que el doctor Wood vivía en el primer piso se escuchó una puerta cerrarse desde ese primer piso.

—Vamos —dijo Michael ladeando la cabeza.

Comenzó a subir el corto tramo de escaleras hasta que llegó a la primera planta. La puerta de Wood era la de la derecha e hizo un gesto para que Norman se ocultara junto al marco. Una vez éste estuvo en posición llamó a la puerta y se separó un par de pasos hacia atrás dando un margen de confianza al doctor. Norman sería el que tomara las acciones expeditivas en caso de ser necesario.

La puerta se abrió a los pocos segundos de que Michael llamara. El rostro de Andrew se veía claramente cansado, pero aun así se sorprendió al ver al investigador. Lo miró de arriba abajo sin percatarse siquiera que Norman aguardaba a un lado de la puerta. Frunció el ceño.

— ¿Puedo ayudarle en algo? — Dijo apoyando la mano en el marco superior de la puerta.

Norman casi aguantaba la respiración mientras mantenía su espalda pegada contra la pared y trataba de escuchar la conversación. Sus rodillas estaban ligeramente dobladas, por si tenía que girar y saltar como un león hacia su presa, aunque confiaba en que no tuviese que llegar a eso.

—Buenas noches. Es usted Andrew Wood, ¿verdad? —dijo relajadamente manteniendo la distancia con la puerta—. Soy el detective Thomas y estoy investigando un caso. Hay ciertas pruebas que apuntan a su persona y, si bien no son concluyentes, me gustaría hablar con usted para descartarle definitivamente. ¿Tiene un momento?

Michael observaba la cara de Wood mientras le enseñaba su acreditación como detective y le contaba el motivo de su visita. En ningún momento dirigió la mirada sobre Norman, que vigilaba a un lado de la puerta.

El rostro de Andrew, que lucía cansado nada más abrir la puerta cambio en el momento de escuchar las palabras de Michael; y este pudo notarlo. Retiró la mano de la parte superior del marco y la colocó en la puerta, aunque sin cerrarla.

- Vaya, pues. No entiendo a que puede referirse inspector. - 

El hombre no se quitó de la entrada, tampoco hizo además invitando a entrar a Michael. 

- Hoy he tenido un día muy duro. Si no va a ser muy largo adelante, pregunte. - 

Aunque trataba de conservar una calma simulada se le notaba ciertamente nervioso.

—Supongo que está al tanto del incidente de la mina, ¿verdad? El caso es que la investigación ha revelado una bata con sus iniciales en una galería de la mina. También se ha encontrado un extraño liquido. Siendo usted un reputado químico¹ y coincidiendo las iniciales con la de una de sus batas... ¿entiende la relación? ¿Qué sabe de eso? Supongo que usted no ha estado nunca en las minas pero nos ayudaría saber su opinión sobre el tema, quizá evaluando ese líquido y dando su opinión o ayudándonos a comprender la procedencia de su bata en la escena.

Michael se mostraba tranquilo y trataba de entonar cada frase para que no pareciera una acusación directa. Había puesto las cartas sobre la mesa y trataba de valorar la coartada de aquel doctor.

Andrew se removió sin moverse del sitio, cambiando de peso su cuerpo de una pierna a la otra. También dirigía la mirada a ciertos sitios aleatorios, y gesticulaba con las manos mientras hablaba. Parecía nervioso, puede que estuviera mintiendo, pero la cara de agotamiento confundía al detective, que no pudo dilucidar si era una cosa o la otra.

- ¿Las minas? Si, claro. Una desgracia. Por suerte no afectó demasiado a mi casa. Hay gente mucho peor ya sabe - 

Al mencionar las iniciales de su bata frunció el ceño y negó con la cabeza. 

- Por supuesto que no he estado en las minas. No se que podría yo hacer allí. ¿La bata? Lo cierto es que... si, me ha desaparecido una de la taquilla hace unos días. Si. Y claro, déjeme su número y le llamaré en cuanto tenga un hueco para analizar ese líquido. - 

Colocó su mano en el pomo interior de la puerta, pero sin llegar a empezar a cerrarla. 

- Ahora si me disculpa estoy muy cansado y me gustaría acostarme - 

—Me temo que no tenemos tanto tiempo como para buscar ese hueco señor Wood. Yo confío en su palabra y en su reputación pero me va a costar mantener a las autoridades alejadas de usted con tantos indicios apuntando a su dirección.

Esa pregunta tenía doble intención. Por un lado el detective sospechaba la implicación de las autoridades en los asuntos turbios de la ciudad y, por otro, tenía casi seguro que Wood era culpable de los cargos que Thomas trataba de demostrar. Si no le preocupaba que su caso se elevara a instancia policial tendría un argumento más a favor de la teoría de la implicación de la policía.

—Otra cosa, señor Wood. ¿Denunció usted el hecho de que su bata desapareciera? ¿Solicitó otra al hospital, acaso? ¿Sospecha de alguien?

- ¿La bata? No, porque lo iba a denunciar. Es solo una bata. No... no he tenido tiempo de pedir otra. Pero lo haré. - 

Negó con la cabeza suspirando. 

- No tengo ni idea quien pudo robarme la bata. Quizá solo la perdiera la lavandería. Lo cierto es que no lo se. En cualquier caso ahora si me disculpan estoy agotado. Como le dije podemos hablar otro día, quizá mañana - 

Comenzó a cerrar la puerta de su casa, listo para dejar a Michael y a Norman fuera.

Norman hacía grandes esfuerzos para contenerse. Las palabras de Andrew sonaban a culpabilidad. Si podían sacarle la verdad con un buen meneo, mejor ahora que lo tenían a mano; de lo contrario, podría esfumarse.

Cuando escuchó que la puerta comenzaba a cerrarse, giró rápidamente para impedirlo. Al diablo con la discreción, ahora se iba a enterar ese tipo...

Andrew ya estaba cerrando la puerta cuando Norman saltó desde su posición para sorpresa de Andrew. Por mucho que acelerara el ritmo y tratara de cerrar la puerta no pudo hacer nada ante la violencia que imprimió el segundo. El resultado fue que Andrew acabo en el suelo y la puerta golpeando con fuerza contra la pared de la casa...

- Que... ¿que es esto? - Preguntaba confundido desde el suelo.

Norman cruzó la puerta y avanzó hacia Andrew observándole con mirada asesina, como la de un depredador a su presa. Comenzó a hablar con cierta pausa, para que entendiera bien el mensaje, sin dejar de acercarse mientras se quitaba el abrigo y lo tiraba al suelo.

-No somos vendedores a los que puedes despachar cerrándoles la puerta en las narices. Esto es serio, amiguito. Queremos información, y la queremos ya. De ti depende dárnosla por las buenas o por las malas...

Después de quitarse el abrigo, continuaría quitándose la chaqueta, lo que revelaría su revólver en una funda sobaquera.

Michael colocó las palmas hacia arriba y se encogió de hombros. Acto seguido aprovechó que Wood estaba en el suelo para entrar a la casa y echar un vistazo. Registró rápidamente lo que pudo mientras que Norman retenía al doctor.

—Disculpe señor Wood, pero ya le he dicho que no tenemos tiempo y su falta de colaboración... en fin. Intenté hacerlo por las buenas, créame.

Andrew se levantó del suelo al ver el arma de Norman y apoyó la espalda contra la pared.

- No, no tienen ni idea de donde están metiendo las narices. Será mejor que se marchen de aquí inmediatamente si no quieren tener serios problemas. No... no me dan miedo - Dio un paso adelante, pero manteniendo cierta distancia.

Michael mientras tanto había podido dar un rápido vistazo muy por encima la casa; encontrando una una cocina que parecía que no se usaba desde hace bastante tiempo, con restos de comida que se empezaban a descomponer llenando el ambiente de un olor poco agradable. También vio varios libros de química en casi todas las habitaciones, unos tirados, otros doblados y en general conservados en bastante pésimas condiciones...

Michael se acercó a Wood y se acuclilló junto a él, todavía amenazado por el arma de Norman.

—¿No lo sabemos? ¿Y me lo va usted a decir, señor Wood? —dijo serenamente—. Esto no tiene porque acabar mal, ¿sabe? Venga, sea un tipo listo y colabore.

Norman desenfundó el revólver.

-No nos tiene miedo, ¿eh? Es todo un machote... 

Presionó el cañón del arma contra el pecho de Andrew.

-Pues mire, señor machote, yo le aconsejo que empiece a tenerlo, porque tal y como yo lo veo la cosa no pinta muy bien para usted. Si no hace caso a mi amigo, le meteré tres balas y aquí se acaba su triste vida. Casi me haría un favor. He tenido un día de mierda y me apetece desquitarme...

Andrew miró el revolver de Norman y seguidamente a sus ojos. El gangster pudo ver como los ojos se le ponían llorosos, pero sacaba de algún lado una valentía que podría ser miedo a alguien más peligroso que Norman... o quizá hubiera algo más.

— Prefiero morir a la otra alternativa. — Sus palabras sonaban contundentes y todavía siguió; sin dejar de mirar a los ojos a Norman — Ahora, si no va a disparar. Fuera de mi apartamento los dos, por favor —