Partida Rol por web

Cuando Michael llegó al hospital, la mujer de la recepción lo saludó.

- Buenos días señor Thomas - Era la misma a la que ayer le había entregado la ropa para el análisis de sangre, y al parecer se había quedado con su nombre. - Me temo que no está todavía el análisis. Ya le expliqué ayer que tardaría varios días dependiendo de la cantidad de trabajo que tengan en el departamento - 

Aunque sus palabras sonaban a repetición, las decía con una sonrisa en su rostro. Una ensayada y más que convincente sonrisa.

—Sí, desde luego señorita —dijo retirando el sombrero de la cabeza—. No es esa mi intención, desde luego. Verá, como sabe, estoy al cargo de la investigación de Warren Coob. Bueno, en realidad trabajo para el señor Miles y le gustaría echar un vistazo a la autopsia del pequeño.

Dejo el sombrero sobre el mostrador y se colocó el pelo con la mano izquierda. Miraba a la recepcionista con cordialidad.

—Se que pierdo el tiempo pero el señor Miles es muy meticuloso con su trabajo y quiere hacer las cosas correctamente. Aunque el resultado... bueno, usted y yo lo sabemos, ¿verdad?

La mujer miró sorprendida a Michael, y no tardo nada en coger el teléfono y marca una extensión de tres dígitos.

 - ¿Doctor Weird? Si. Aquí hay un caballero que quiere verle. Es relativo a la autopsia del niño del parque. Si. De acuerdo doctor. Muchas gracias - 

- El doctor Weird le espera en su despacho señor Thomas - Dijo la mujer, aunque esta vez no mostró aquella sonrisa - Y si le digo la verdad me alegro que estén investigando. Todo el mundo debería ser inocente hasta que se demuestre lo contrario, no importa si es un ricachón o un pobre desdichado que ha de sobrevivir en la calle - 

Una planta más abajo se encontraba el despacho del doctor, justo al lado de la morgue. Era un pequeño cuarto, sobrio y con poca decoración. Sentado en una silla en su mesa, justo detrás de un cartel en el que se podía leer Dr. Thomas Weird se encontraba un hombre entrado en años, de pelo cano y bien afeitado. 

- Por favor pase. Ya estuvieron aquí de la fiscalía, pero no esperaba que el señor Miles tomara la defensa la verdad - 

Sobre la mesa había una carpeta de color marrón con una etiqueta en la que se leía Jerome Miller y debajo la fecha, 16/01/1924.

- Aquí tengo el informe que yo mismo redacté, pero le aviso que contiene algunos documentos gráficos que pueden ser bastante impactantes. Si prefiere puedo hacerle yo un resumen y evitarle el mal trago - 

Michael sonrió.

—En realidad el señor Miles no tuvo elección —dijo cogiendo la carpeta—. No creo que a estas alturas me afecte demasiado, doctor Weird, pero aún así me gustaría que usted me contara su opinión del caso, lejos de lo que pone en estos papeles.

Abrió la carpeta y levantó la mirada para examinar el gesto del doctor mientras, poco a poco, iba pasando las hojas del informe.

La carpeta contenía una única página en la que estaba escrito el informe ^[1]. Además había una serie de fotografías en las que se veía el torso y la espalda del niño; en los que se podían apreciar claramente los diversos dibujos que el sádico asesino realizó en el cuerpo del pequeño^[2]. Había una gran cantidad de cortes superficiales, posiblemente realizados con una daga, que dibujaban en su piel una serie de formas geométricas como triángulos, círculos, trapecios, ...

El doctor esperó unos minutos, quizá ordenando sus ideas antes de expresarlas, puede que para dejarle a Michael un momento para leer el informe. Pasado un tiempo prudencial habló.

- Lo primero que llama la atención es la escasa cantidad de sangre que tenía el cuerpo. Sin duda el corte del muslo que seccionó la arteria fue la causa principal de la exanguinación, que en mi opinión fue la causa de la muerte. - 

Se detuvo unos segundos antes de continuar.

- No hay forma de saber a ciencia cierta si los cortes superficiales fueron realizados antes o después de la muerte del niño. Además el cuerpo presenta diversas marcas de ligaduras en tobillos y muñecas como las que presentan los cuerpos que han sido atados con cuerdas. Lo he visto en otras autopsias, así que de esto estoy bastante seguro. - 

Abrió entonces el cajón de su mesa y sacó una pequeña pitillera de metal que abrió ofreciendo un cigarro a Michael y encendiéndose otro para si mismo, dando una larga calada después. 

- No se si ese vagabundo es el culpable o no. Lo que si que pienso es que no fue un acto de locura momentánea o de un impulso irracional. Las marcas a lo largo del cuerpo... - Dejó sin terminar la frase, negando con la cabeza a la par que expulsaba el humo.

Michael arrugó la nariz al ver las fotografías.

—Eso tiene que ser la obra de un lunático... y por lo que he podido hablar con el señor Miles, Cobb no parecía ser un lunático. Es muy extraño todo esto, ¿no cree? En la comisaría, los equipos de investigación están muy convencidos de la autoría del crimen pero, a poco que raspas en la superficie del cascarón la sombra de la duda se hace más y más grande.

Hizo una pausa para encender el cigarro del doctor y dar una larga calada.

—Hay un dato que no veo en el informe, doctor. ¿Se ha analizado la sangre del muchacho? Verá, he mandado analizar la sangre que había en el abrigo de Cobb y pretendo contrastarla con la sangre del pequeño. Probablemente el grupo sanguíneo sea coincidente pero... —arqueó una ceja dejando la frase en el aire para aumentar aún más la sombra de la duda.

»Disculpe que le haga esta pregunta doctor Weird, ¿hay en Bloomfield alguna adivina o algunos grupos sospechosos de sectarismo? Mi intención es contrastar esos símbolos para encontrar un significado.

El doctor te miró extrañado al preguntar por la sangre, pero luego pareció comprender los motivos de tu pregunta.

- No. No hemos mandado a analizar la sangre del chico, pero puedo hacer que lo hagan si lo quiere -

Negó con la cabeza dando unos golpecitos al cigarro y dejando caer la ceniza en un pequeño cenicero plateado que albergaba unas cuantas colillas más ya terminadas. 

- No creo en brujas, fantasmas o adivinas. En cuanto a sectarismo, aunque Bloomfield ha crecido mucho ultimamente sigue siendo una ciudad tranquila. Siento no poder ayudarle ^[1] -

—Sí, por favor, doctor Weird, le agradecería que lo hiciera¹ —dijo Thomas tomando otra calada del cigarro—. Y no por favor, no crea que yo creo en esas historias doctor, es simplemente contrastar detalles de lo que la ensoñación de la gente de ese tipo es capaz de imaginar. Nosotros sabemos que no es real, pero la gente mata por ideales muy alejados de la razón... creame doctor, le hablo por experiencia.

Acabada la explicación se levantó y alargó la mano al doctor a modo de despedida.

—Ha sido muy amable doctor. Me pasaré en unos días a por los resultados de las pruebas. He tomado nota de los informes en mi libreta. Imagino que no le importará que le cite como fuente, ¿verdad?

Una vez obtuvo la respuesta, salió del hospital en busca de ese frutero del que le había hablado Miles.

- Por supuesto que no me importa - Dijo de forma tajante - He de participar igualmente en el juicio para declarar acerca de la autopsia. - El doctor despidió a Michael, acompañándolo hasta la puerta del hospital. 

- Cualquier cosa que necesite ya sabe donde encontrarme. Le avisaré cuando tenga los resultados de los análisis - 

El camino hacia la frutería no era demasiado largo, pero para cuando hubo llegado la persiana estaba echada. En un lateral, un pequeño cartel medio cubierto por la nieve especificaba el horario. Abriría de nuevo por la tarde...