Partida Rol por web

La sombra del águila

Una aldea condenada - La crueldad de Mirumoto Kobo

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02/05/2018, 17:18
Hoshi

Los granjeros se miran entre ellos sin saber qué hacer ni qué contestarle al Fénix. Hay murmullos, miradas por encima del hombro y miedo, sobre todo miedo. 

El crimen no fue suyo sino mío, Daiki-sama - la multitud se aparta para dejar paso a un granjero anciano que tiene la mirada vacía de a quien ya no le queda nada que perder - Soy Hoshi, el yoriki de esta aldea. Cuando Kobo-sama nos ordenó cerrar la presa cuyas ruinas habéis visto río arriba le pedí que lo reconsiderase - menea la cabeza - Quería evitar que alimentase la ira del Gran Ouyama pero sólo conseguir avivar la suya - señala a los ajusticiados - Son mi familia. Kobo-sama los hizo ahorcar por mi desobediencia y nos prohibió retirar los cuerpos. De eso han pasado ya ocho semanas...

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02/05/2018, 17:49
Shiba Daiki

El Fénix escuchó las palabras del yoriki con gran atención y aunque no lo deseaba, su rostro se torció en un gesto de tristeza pasajera al conocer la identidad de los ajusticiados. -"Lamento lo que ha sucedido y está sucediendo, pero creo que lo mejor que podemos hacer es sentarnos y charlar sobre los acontecimientos recientes de estas tierras delante de una taza de té caliente". 

La mirada de Daiki se posó sobre el shugenja Tonbo en primera instancia y en los Dragón en segunda, haciendo un gesto para que dejasen de hacer las labores de los eta y se dedicasen a hacer lo que les habían ordenado. No dijo palabra alguna más, pero tras mirar a sus compañeros agarró las riendas de su poni y esperó a que el Yoriki tomase la iniciativa de ofrecerles un lugar adecuado donde exponer lo sucedido a los enviados de Masayuki-sama.

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02/05/2018, 21:08
Tamori Saiki

Supongo que no es necesario aclararlo pero por si acaso. Saiki está ayudando a cavar las tumbas. No piensa descolgar los cadáveres o hacer otra cosa. Cualquier cosa relacionada con un entierro es efectivamente algo que sólo un eta debe hacer, ni siquiera un campesino lo haría (al menos en público).

Un samurai si puede cavar un hoyo por múltiples razones, y eso es lo que va a hacer. :)

Notas de juego

Espero que no tardemos mucho, si es necesario se puede hacer una pausa en el cavar para la conversación con Hoshi (y para esperar a Noboatsu si es que viene) y ya juntamos al grupo por fin.

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02/05/2018, 21:22
Kitsune Noboatsu

Al comprobar las intenciones de los samurai y escuchar las palabras del shiba, decido que merece la pena retrasar mi partida para conseguir su ayuda para llevar a buen puerto su misión.

- Si no le importa - digo dirigiéndome a Hoshi de esta manera más por respeto a la situación que por necesidad en el trato con un heimin - nos gustaría que nos invitase a su casa a beber algo mientras tratamos de planificar cómo vamos a ayudarles a resolver todo este asunto -.

Hago un gesto de premura a los samurai para que me acompañen. Todos pueden ver el nerviosismo en los ojos del kitsune. - Si me acompañan, no tenemos tiempo que perder; necesito de algo de tiempo para explicarles lo que sé y para pedirles que me acompañen a una reunión a la que no puedo faltar, y donde seguro que su ayuda me será muy útil y será relevante para resolver todo... -

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04/05/2018, 16:58
Mirumoto Daijiro

Daijiro se quitó su quimono para que no se manchara de tierra, lo dobló y lo dejó sobre una roca cercana a donde iba a cavar. Sobre este colocó con delicadeza su daisho, se arrodilló un momento para meditar sobre lo que iba a hacer y se puso manos a la obra:

Primero cavó, con la ayuda de Saiki-san, un hoyo para que los campesinos pudieran incinerar a sus muertos. La tarea resultó ardua y pesada pues, aunque ágil y diestro con las espadas, su cuerpo no era demasiado resistente. 

Cuando ambos samurai consideraron que el hoyo era lo suficientemente grande, Daijiro dejó la pala tirada junto al hoyo, recogió su daisho y comenzó a buscar piedras cerca del río. No eran ni demasiado grandes ni muy pequeñas, tenian forma ovalada con una base mas o menos plana y las fue dejando junto a la base de uno de los puentes de la aldea, donde fue formando nueve montículos en forma de pequeños altares con ellas. Una vez concluido el trabajo, el samurai se arrodilló unos minutos junto a cada altar, rezando una sencilla plegaria a los kami del Rio y de la Montaña para que dieran descanso a las almas de los nueve habitantes del pueblo condenados, bajó al río a lavarse un poco, volvió a por su ropa para vestirse y se dirigió a la casa del anciano de la aldea donde estaba seguro lo estarían esperando sus compañeros.

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04/05/2018, 18:06
Hoshi

Venid a mi casa - dice el yoriki - Mi comida es humilde pero ahora mismo tenemos algo de sobra que compartiré con vosotros - No hace falta añadir nada más sobre el porqué de dicha abundancia.

El anciano conduce al grupo de samuráis a la cabaña más grande del pueblo. En la sala principal hay una anciana atendiendo un caldero que hierve con un guiso de fuerte aroma.

Ya está listo, Hoshi-san - anuncia ella tras probarlo - Luego vendré a recoger y a limpiar. Por favor, disfrutad de la comida - se inclina respetuosamente ante los samuráis hasta donde se lo permite su espalda doblada por el trabajo.

Muchas gracias, Sae-san. Nuestros invitados no podrían tener una comida mejor.

Ella asiente y se despide. Al igual que Hoshi su mirada está llena de tristeza.

El guiso de mijo no es la comida refinada a la que los samuráis están acostumbrados, pero está aderezada con setas y hierbas silvestres que le dan un gusto fuerte y agradable.

Comed cuanto queráis - dice Hoshi tras servir los cuencos - Sae-san aún tiene días en los que se despista y cocina como si familia siguiera conmigo - él mismo prueba un par de bocados antes de ir al grano - Daiki-sama, antes has dicho que habéis venido a ayudarnos y os lo agradezco sinceramente ¿Acaso podríais aplacar las iras del Gran Ouyama y de Kobo-sama a la vez? - a los samuráis no les pasa desapercibido el hecho de que Hoshi anteponga al dios-lobo, dejando claro a quién temen más los granjeros...

Notas de juego

Ya sé que Daiki habló de una taza de té pero habéis llegado a la hora de comer, de ahí que Hoshi os invite al almuerzo.

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05/05/2018, 22:12
Tamori Saiki

Habiendo terminado las preparaciones para la cremación, Saiki se une a sus compañeros en casa de Hoshi. Se ha manchado un poco y se limpia lo mejor que puede para no insultar la hospitalidad del Yoriki. La comida es agradable, y le recuerda a la de su casa, ambas zonas pobres de montaña tan comunes en las tierras Dragón. Sabiendo que los de su clan han causado todos estos problemas decide no hablar y esperar a que otros tomen la iniciativa.

Cuando Hoshi pregunta si los samurais podrían aplacar las iras de Ouyama o Kobo, un solo pensamiento ocupa la mente de la shugenja. Lo primero sería saber qué es lo que realmente ha pasado aquí, si es que alguien lo sabe. Los espíritus no se vuelven violentos de la noche a la mañana, y los señores no deciden matarlos simplemente porque estorban.
 

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06/05/2018, 02:24
Tonbo Yuya

Cierto que la escena era atroz, y para un corazón delicado como el del Tonbo había supuesto un impacto nada desdeñable. Odiaba la muerte tanto como amaba su arte. Así, se pasó en silencio y taciturno la mayor parte del tiempo, sin hacer nada ni hablar...

Su aspecto, por si el Kitsune lo juzgaba en base a él, no era habitual en un miembro de la Libélula (como tampoco para un shugenja). Portaba un kimono marrón y dorado, sí, ignorando el azul que tan poco le gustaba, y un desgastado mon se dibujaba en su tela, pero ahí acababan todas las coincidencias. Su edad, indefinida, probablemente rondaría los treinta y tantos. Un amplio sombrero de paja cubría su cabeza, y se podía deducir que no era un guerrero por el simple hecho de que ningún arma colgaba de su obi salvo el wakizashi -la verdadera prueba del rango de un samurái- cubierto con un paño

De cuando en cuando hacía gestos, como si hablara consigo mismo. Y no ocultaba sus emociones, algo por descontado extraño. No sabía si iban a enterrar los cuerpos de los muertos, pero en caso de incinerarlos se flageló a sí mismo por pensar en la grasa que podía extraerse de ellos, si la cremación era controlada claro... ¡Eran campesinos, no materias primas!
Sin embargo la visión en su cabeza de una llama suave y estable nubló temporalmente sus pensamientos...

-Es posible, es posible -respondió a Hoshi distraído, hablando por primera vez. Acarició su barbilla pensativo, y tras unos segundos (para los cuales parecía no importarle que los ojos de los demás se clavaran sobre él) agitó el dedo ante Hoshi. -Cuéntanos antes todo lo que sepas sobre el Gran Ouyama y la Dama Pálida -tras lo cual se palmeó el estómago, mostró una amplia sonrisa y se dedicó a engullir con fruición su cuenco sin tomar en consideración ninguna norma de decoro

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06/05/2018, 08:42
Hoshi

Tras facilitar una descripción del Gran Ouyama muy parecida a la de Murai, Hoshi pasa a relatar lo sucedido desde su punto de vista - Todo empezó esta primavera, cuando el Gran Ouyama entró en la aldea acusándonos de habernos adentrado en la zona prohibida del bosque y haber cometido sacrilegio asesinando y desollando a su compañera. Intentamos hacerle saber que nosotros no teníamos nada que ver con eso, pero no quiso escucharnos. Según él, manos humanas habían cometido ese horrendo crimen y manos humanas debían repararlo - suspira - ¡No tiene sentido! Nosotros cazamos para comer, nunca para tener trofeos y menos nada tan grotesco como una piel arrancada. Aún así el Gran Ouyama decretó que mientras el asesino no fuera entregado y la piel devuelta ningún humano podría adentrarse en el bosque. Y así fue: los animales nos atacaban y nos robaban los frutos del bosque. No podíamos talar árboles, ni pescar en el río... - menea la cabeza - Todo el bosque nos odia desde entonces.

Deja su cuenco en la esterilla y sustituye el caldero por una tetera.

Acudí a Kobo-sama para explicarle la situación y suplicarle su ayuda. Él me recriminó que no le habíamos entregado nuestra cuota de recolectas del bosque y me castigó por acusar a sus hombres de un comportamiento tan bárbaro - su mirada va pasando de los ojos de un samurái al otro - Yo no pretendía acusar a nadie, pero fue como si lo hubiera hecho. Poco después Zenko-sama, el hijo de Kobo-sama, vino con sus hombres a registrar la aldea. Nos acusaba de estar guardándonos la cuota. Pero nuestras leñeras sólo tenían ramajos y nuestros almacenes apenas tenían comida suficiente para mantenernos con vida. Damos gracias al Tengoku por haberle dado a Zenko-sama la piedad suficiente para no confiscarnos lo que nos quedaba. Pero Zenko-sama entró en cólera y nos aseguró que no permitiría que ninguna bestia nos privase de lo que nos pertenece, así que se adentró en el bosque. Si el Gran Ouyama se había convertido en un enemigo, entonces debía ser destruido - esboza una sonrisa triste - Le vimos tan convencido de su propósito que incluso llegamos a confiar en él. Al día siguiente el Gran Ouyama escupió el cadáver destrozado de Zenko-sama en el centro de la aldea y nos avisó de que no podríamos resolver este asunto con más asesinos.

Retira la tetera del fuego y empieza a servir el té en pequeños vasos de madera.

Kobo-sama enloqueció por el dolor ante la pérdida de su hijo, pues él no ve al Gran Ouyama como un dios sino como un simple animal. En su dolor pensó que si el bosque era su refugio, entonces habría que matar el bosque antes de matarlo a él. Por eso nos ordenó cerrar la presa que tanto esfuerzo nos había costado construir bajo la dirección de Kaiu-sama. Intenté convencerlo de que eso sólo empeoraría las cosas y mi familia pagó por mi insolencia. Como Kobo-sama amenazaba con seguir las ejecuciones Murai-san corrió a la presa y cerró todos los pasos de agua reduciendo el río a un mero riachuelo - se masajea las sienes con una mano - Fue una decisión muy estúpida. No pasó ni un día cuando todos los animales del bosque nos atacaron. Mataron a la mitad de los nuestros, dañaron nuestras casas y esparcieron por el suelo nuestras reservas de comida. El propio Ouyama se lanzó al río y destrozó la presa. Estaba más furioso que nunca. Nos dijo que tras la primera nevada del invierno mataría a cualquier humano que todavía se encontrase en la aldea. Por eso Kobo-sama no ha podido entregar los tributos que le prometió a Masayuki-sama: sin el agua para regadíos que nos proporcionaba la presa nuestros nuevos campos de arroz se secaron y se echaron a perder. Y tras el ataque del Gran Ouyama tampoco hay suficientes granjeros para salvar algo.

En cuanto a la Dama Pálida, ha sido una pequeña bendición en medio de esta desastrosa maldición. Es un espíritu generoso que ha cuidado de esta aldea desde los tiempos de mis ancestros. Ha estado ayudándonos a escondidas del dios-lobo trayéndonos comida y leña para que pudiéramos subsistir. Su última oferta ha sido encontrarnos un camino a través del bosque que nos permitirá huir hacia las tierras del Unicornio - sus hombros se sacuden con lo que podría ser un sollozo o una risa triste - No entiende que nosotros estamos atados a esta tierra. Los Unicornio no querrán saber nada de unos granjeros traidores y no podemos darles información estratégica que haga que valga la pena acogernos. Así pues, sólo nos queda aguardar la muerte ya sea por los colmillos del Gran Ouyama o por la espada de Kobo-sama...

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06/05/2018, 15:19
Tonbo Yuya

Pasó el dedo por el borde del cuenco, casi vacío, y se chupó el dedo. Hacía tiempo que no comía algo caliente y casero, y no iba a perder la ocasión de disfrutarlo como los kamis mandan. Deslizó la lengua por los dientes, satisfecho. Se golpeó suavemente el pecho con un puño y regoldó en silencio, con los carrillos hinchados, antes de hablar

-Bueno, bueno. Hay opciones antes de que salgáis huyendo u os maten, ¿no es así Tamori Saiki-san? -y sonrió con sinceridad, confiando no simplemente en la buena voluntad de sus compañeros sino en la capacidad de cambiar el destino de aquellas gentes. Si invocaban a la Dama Pálida y hablaban con ella es posible que encontrasen un modo de solucionar el embrollo, o cuanto menos información sobre el asesino que el Gran Ouyama demandaba. O el lugar donde se guardaba esa piel que había nombrado y que suponía algo tan valioso para él. En cualquier caso no había tiempo que perder, y cuanto antes acabaran con aquel asunto antes podría dedicarse a sus pruebas

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06/05/2018, 17:13
Kitsune Noboatsu

Escucho tranquilo la historia contada por el Yoriki, mientras tomo unos bocados del guiso de la anciana. No parece que nada desentone de lo que ya sabía. Espero algo impaciente las palabras de los samurai, pero parecen no saber o no querer contar demasiado. Lo único de lo que no había oído hablar hasta ahora es sobre la dama pálida, pero bien pudiera tratarse de la propia Oki-chan...

- Ya que soy un invitado en estas tierras, creo que me corresponde ofrecerles lo poco que sé de este asunto antes de que decidan compartir conmigo cualquier cosa que consideren puede ayudar, no sólo a este pueblo, sino a todo Rokugan, porque sepan que las acciones de Ouyama bien pudieran desembocar en un conflicto aún mayor. - Bebo un sorbo de te y continuo... - Llegué a estas tierras hace unos días con la misión de investigar la entrada a una senda espiritual que podría encontrarse en esta zona. Enseguida pude comprobar el extraño comportamiento de los animales y los espíritus hacia mi persona. Nunca me había ocurrido algo así. - mi voz denota preocupación y tristeza ante este hecho - Mientras acampaba recibí la visita de San, la hija de Ouyama y su manada de lobos, que me advirtió de lo que ya ha contado el Yoriki. Hice un trato con ella, y conseguí cierta tregua entre los humanos y los animales y espíritus con la intención de conseguir tiempo para investigar lo ocurrido. Creo que la okami teme en cierto modo lo que pueda suceder si su padre acaba por desplegar toda su furia. - bebo otro sorbo de te, para aclarar mi garganta y mis pensamientos. - Me he comprometido a encontrar al asesino y la piel de la reina y eso es lo que voy a hacer. Des luego, necesito vuestra ayuda - hago una pequeña reverencia - Conseguí contactar con un kami local para tratar de averiguar algo acerca del asesino o la ubicación de la piel, pero los espíritus no se caracterizan por su claridad en sus respuestas, así que sólo pude confirmar que fue un único humano de piel clara el que asesino a la reina, con una especia de lanza o algún arma similar, y que la piel, junto con el espíritu se encuentra en el noroeste. Creo que logré dibujar una especie de sendero de montaña...  - les muestro el pergamino donde copié la representación del kami - pero no tengo más información al respecto. Mi opinión, quizá equivocada, es que alguien desea el malestar de los dragón, debilitando a su gente y enfrentando a sus señores entre ellos y contra un ser al que no pueden derrotar... Al menos, espero que se trate de simplemente un tema mundano, perdonenme la expresión... Porque Ouyama es el protector de la senda espiritual de la que les hablé. Las consecuencias de enfurecer a un espíritu tan poderoso, con tal influencia en los espíritus locales, puede conllevar un desastre espiritual sin precedentes... - Tras unos segundos de silencio, en los que todos están pensando en las palabras del kitsune finalizo con una tez más sombría y preocupada... - He conseguido que Ouyama acepte recibirme esta misma tarde. Ruego su compañía en esta reunión en la que quizá podamos averiguar algo importante que se nos escapa. Quizá nos deje ver el cuerpo de su reina o hablarnos algo más de lo ocurrido. En caso de que deseen acompañarme, deberemos salir con premura, ya que el lugar de la reunión está lejos, y necesitaré encontrar algún atajo para llegar a tiempo. - Miro a los samurai. - Ahora, si lo desean, pueden contarme cuanto saben que pueda ayudarme a cumplir mi promesa para con esta gente y con los espíritus locales. - hago una pequeña inclinación a Hoshi mientras mi mente piensa en San y en mi hombro marcado...

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06/05/2018, 18:08
Tamori Saiki

No podemos contar nada porque no sabemos nada, Kitsune-san, dice Saiki con su franqueza habitual. Hace poco que llegamos aquí y hasta ahora que hemos podido oir la historia completa por boca de Hoshi no teníamos claro ni siquiera a qué nos estábamos enfrentando. La shugenja hace una pequeña reverencia al Yoriki agradeciéndole todo lo que ha contado.

Como acaba de decir Yuya-san, teníamos sin embargo un pequeño plan. Invocar a la Dama Pálida para que nos diese algo más de información, sobre todo porque no parece estar involucrada en esto, y eso nos daría una nueva perspectiva. Por lo que nos dicen parece ser que no le desea mal a estas gentes así que es posible que esté dispuesta a ayudar si se lo pedimos correctamente. Necesitaríamos saber todo lo posible sobre ella para que el ritual tenga las mejores posibilidades de éxito. Sería bueno que nos dijeran qué le gusta y le disgusta, qué ofrendas son las que más le agradan, y cualquier otra cosa que pudiera ser útil. Saiki termina de hablar mientras espera la respuesta de la gente local que pueda saber algo más de la Dama.

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06/05/2018, 18:28
Mirumoto Daijiro

Cansado por el esfuerzo realizado y con su mente aún en parte en las almas de los campesinos ajusticiados, aceptó humildemente con una leve inclinación de cabeza la comida que le ofrecía Hoshi.

- Arigato, Hoshi-san.- Sabía que esa comida era de la familia del yoriki o, en su ausencia, del resto de los habitantes del pueblo semidestruido. Comió lentamente y escuchó el relato de lo sucedido por parte del anciano. Al escuchar lo de las muertes de los habitantes de la aldea debido al ataque de los animales el dolor de su alma le impidió seguir comiendo hasta terminar de escuchar todo el relato. Incapaz de decir palabra, escuchó a Yuya-san, a Noboatsu-san y a Saiki-san. Tras terminar de hablar ésta, el silencio se estableció como una pesada losa en la estancia, pero Daijiro sintió que una pequeña llama de luz resurgía en su interior al comprobar que había un samurai que había decidido arriesgar su vida por defender la de los indefensos aldeanos. A veces olvidaban que los deberes de un samurai no solo se restringen a obtener gloria para sus familias y sus Daimyos sino que también son el defender a los habitantes de sus tierras cuya posición en el Orden Celestial les impide empuñar armas y luchar por sus vidas. 

Arigato, Hoshi-san.- Volvió a inclinarse levemente. Se giró hacia el Kitsune y continuó.- Arigato, Kitsune Noboatsu-san.- Nueva reverencia.- Sumimasen Noboatsu. Siento que nuestro primer encuentro en el pueblo no fuera del todo amable, pero me sentía furioso al contemplar la destrucción de la aldea y el sacrificio de sus habitantes. Espero que pueda disculparme por haber pensado que usted tendría algo que ver.- Nueva inclinación. A todas luces estaba sinceramente arrepentido de su comportamiento.- Creo que sus actos dicen de usted lo que necesitaba saber y es cierto que debemos corresponderle como mínimo con la información de la que disponemos, aunque como acaba de decir Saiki-san no es mucha. Como le dije antes, mi nombre es Mirumoto Daijiro. Me acompañan la sacerdotisa Tamori Saiki-san, el sabio Togashi Ryu-san, el experto Tonbo Yuya-san y el honorable Shiba Daiki-san. Hemos sido enviados por su excelencia Mirumoto Masayuki-sama para investigar el motivo por el que tras la construcción de la presa de Higashidani Mura no se había aumentado la producción de arroz prometida al Trono Esmeralda. Su excelencia había escuchado habladurías de ataques de espíritus en la zona y deseaba que averiguáramos qué había de cierto en esos rumores. Gracias a usted y a Hoshi-san parece que hemos dado con el origen de todo esto. No soy un gran experto en agricultura o ingeniería, pero entiendo que tras la destrucción de la presa por parte de Ouyama-sama es imposible regar los nuevos campos de arroz y que, tras la muerte de los aldeanos de esta humilde aldea, ni siquiera el cupo normal de arroz pueda alcanzarse. Eso de por sí ya supone un duro golpe para la subsistencia de esta pobre gente y pone en un gran aprieto a su excelencia Mirumoto Kobo-sama. No apruebo sus métodos en esta situación -volvió a decir para asombro de sus compañeros de viaje ya que era algo inaudito en un samurai el cuestionar en voz alta los actos de sus superiores- , pero entiendo a qué son debidos y los respeto. Mirumoto Masayuki-sama, en su sabiduría, lo eligió para gobernar esta región por un buen motivo.

>> Me apena, sin embargo, decirle que poco más podemos aportarle. Acabamos de llegar y solo sabíamos lo que Murai nos había contado al llegar- continuó diciendo tras una breve pausa.- Pero ahora lo importante es continuar con la misión de nuestro Daimyo y solucionar lo que ha pasado aquí. Tal vez consigamos salvarle la vida a los habitantes de la aldea. Para ello debemos acudir a su cita con el Espíritu Guardián del bosque.- Miró a Saiki y le preguntó.- ¿Daría tiempo a realizar el ritual que teníamos pensado para hablar con la Dama antes de ir al encuentro de Ouyama-sama?

 

Notas de juego

Volviendo a lo de las fichas públicas o no, tal vez podáis pensar que este samurai no se comporta como tal o que es poco honorable en sus actos, pero es que realmente solo tiene 1,5 de honor... Ahora ya se sabe el por qué  ^_^U

 

Edito: Vaya Pokepa, parece que te me has adelantado mientras escribía este ladrillo de turno... No me da tiempo a modificarlo ahora pero luego lo haré para que se adecue un poco más a tu post.

 

Turno ligeramente editado para que todo encaje.

Un saludo.

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06/05/2018, 18:43
Tamori Saiki

Notas de juego

No edites si no te apetece que más o menos todo está coherente :)

Si el director no tiene nada planeado debería dar tiempo a hacer el ritual. Dura hacerlo unos 10-15 minutos y estaremos unos dos o tres hablando, así que a menos que la reunión sea para ya mismo se puede hacer. Serán unos 20 minutos mas lo que tardemos en preparar las ofrendas, si encontramos alguna.

No sé que opinais vosotros pero yo voto por hacerlo antes, que la reunión con Ouyama me da un poco de mal fario XD

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06/05/2018, 18:59
Kitsune Noboatsu

- No se preocupe, Mirumoto-san - digo devolviendo la reverencia a Daijiro - Vivimos en tiempo difíciles donde lo más normal es estar prevenidos y esperar lo peor de las personas. Sin embargo - continuo - esto os enseñará a no ser tan rápido de manos, y dejar que la calma domine vuestras acciones. - Continuo volviéndome a Hoshi, y dejando cerrado ya el asunto con el mirumoto - Habladme ahora de la Dama Pálida, porque, si es quien creo que es, poco más podrá ayudarnos de lo que ya lo ha hecho. Respecto al ritual, esperad a que averigüemos algo más sobre este espíritu antes de decidir si tenemos el tiempo suficiente para convocarlo... -

Notas de juego

No sé si tenemos ese tiempo disponible para el ritual. A ver qué dice Kony

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06/05/2018, 19:22
Cronista Imperial (Narrador)

Notas de juego

La respuesta es "depende" ¿Hasta qué punto te fías de las habilidades de Oki-Chan? ;)

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06/05/2018, 20:31
Kitsune Noboatsu
Sólo para el director

Notas de juego

No entiendo tu respuesta. Sorry. ¿a que te refieres con que me fie de sus habilidades?

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06/05/2018, 21:20
Cronista Imperial (Narrador)

Notas de juego

Me refiero a que Noboatsu tardó todo un día en llegar desde el lugar del encuentro a la aldea y ahora apenas quedan 3 horas hasta la hora del encuentro con Ouyama. La pregunta es si crees que Oki-chan podrá conduciros hasta allí en ese tiempo. Claro, son sólo unos 20 minutos lo que está proponiendo Pokepa, pero quién sabe.

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06/05/2018, 21:34
Tonbo Yuya

-Confía en mí, Tamori Saiki-san. Es posible que no lo parezca, pero no soy tan irresponsable como para invocar a quien no conozco con métodos improvisados. -respondió (o así lo creía) a la pregunta de los gustos de la Dama Pálida, invistiéndose de una falsa arrogancia. Creía haberlo aclarado antes, en la presa, pero estaba acostumbrado a que no se le tomara muy en serio y no le dio ninguna importancia
-Lo de las plumas y las flores no cuenta... -en voz baja, como si quisiera pasar de puntillas

-Hay que invocarla en una aldea de Higashidani Mura, ofrecer arroz cocido, tallas de madera con su efigie y pergaminos de cuentos populares donde los protagonistas triunfan utilizando la astucia y no la fuerza bruta -enumeró de forma aséptica, doblando sus dedos uno a uno como si contara. Parecía fácil, ya que estaban en una aldea y siendo un espíritu local probablemente hubiera ya varias imágenes suyas talladas en madera. Bastaba con encontrar esos cuentos en pergamino y podrían convocar a la Mujer de las Nieves sin peligro alguno

 

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06/05/2018, 22:21
Tamori Saiki

Saiki mira fijamente a Tonbo Yuya. Nunca pretendió poner en tela de juicio al libélula, pero parece que su habitual brusquedad había sido demasiado impertinente, como de costumbre.

Confío plenamente en sus conocimentos, Yuya-san, dice mientras inclina su cabeza a modo de disculpa. Masayuki-sama es un daimyo conocido por su buen juicio, y no tengo razones para dudar de sus decisiones, entre las que se incluyen la formación de este grupo.

Si eso es lo que hace falta entonces queda poco por hacer -continúa hablando pero en un tono más animado-. ¿quizás Kitsune Noboatsu-san desee unirse a nosotros en esta tarea?