Partida Rol por web

La sombra del Norte

Capítulo 5: Fornost Erain

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03/05/2018, 21:40
Yulma Tarmaelen

Los años en el camino, conviviendo entre mercenarios y cazando orcos, la habían vuelto más cínica aún que sus congéneres. Yulma no bajó la guardia y se mantuvo cerca de la dama. Lamentaba no haber llevado armas al baile, pero era capaz de defender a Melyanna si se lo proponía. 

Se mantuvo a pocos pasos de la pareja y guardó silencio. No tenía intención de bailar con nadie aunque se lo pidiesen, y tampoco contaba con que alguien quisiese mantener una conversación con una sirvienta. Buscó con la mirada a Matha. El tiempo que había pasado cuidando de ella, hacía que se sintiese más unido a la mediana. También deseaba reunirse con Aceroamargo y comentar los hallazgos que habían visto en la biblioteca[1] y el archivo de Fornost.

Notas de juego

[1]: asumo que esta escena es después del tiempo libre, ¿verdad? Es decir, que ya hemos ido a reunir información.

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06/05/2018, 15:17
Rossuon Pairaniar
Sólo para el director

Rossuon sentía las miradas sobre su espalda, no aprobaban que el servicio bailara con la nobleza. Al girar, envuelto en la danza, nadie parecía prestarle atención. Y ahí estaban de nuevo, tras él. El joven noble se forzó en ignorarlo, no le fastidiarían la fiesta. No sabía cuando podría asistir a otra. Tampoco pensaba que desvelar su linaje le fuera a resultar de ninguna utilidad. Aunque el padre molesto podría cambiar su gesto, disfrutando al fin del acercamiento e incluso dispuesto a proponer la unión, el gondoriano estaba aún más lejos en cualquier línea que su compañera de baile. ¿Cómo quedaría exigiendo respeto a su honor en aquel festejo? 

El noble asintió con una sonrisa ante el comentario de la joven.

- Tampoco le faltaran amigos. -

Y alzó los hombros. Se preguntó cuantos serían de verdad y cuantos por conveniencia. El que había sido uno de sus eternos dilemas. 

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07/05/2018, 00:39
Thund

El enano se permitió una sonrisa velada ante el desenvolvimiento del joven Rousson, desde luego aquel salón era un campo de batalla en el que tenía más experiencia que el resto, incluido Dimrod.
Cuando el príncipe de aproximó le dedicó una reverencia adecuada y retomó su puse pétrea.

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08/05/2018, 20:23
Melyanna Forestel

-¡Es horrible! - Exclamó la dama sintiéndose liberada de poder expresar al fin lo que sentía realmente, pues el príncipe le había proporcionado esa confianza. Hasta ese momento había tenido que disimular, poner buena cara y comportarse como la dama de alta cuna que se presuponía que era. Melyanna le había prometido a Dimrod que se comportaría y aguantaría todo hasta que encontraran una salida, pero la pregunta de Aranarth y su tono confidente habían propiciado que la dama estallase, para angustia de Dimrod que casi derrama la copa que sostenía.

-Me gustaría volver a mi casa, -confeso -hecho de menos a mi familia y no me gusta ser una prisionera en esta casa. Por favor, mi príncipe, ayudadme a salir de aquí. Os lo ruego. -Melyanna sabía que el príncipe Aranarth era amigo de Faramis, por lo que no mencionó que su mayor deseo era romper el compromiso que sus familias habían establecido y regresar por donde había venido.

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08/05/2018, 20:45
Aranarth

-Mi señora, -dijo el príncipe con una amable y gentil sonrisa, -será todo un placer ayudaros a salir de esta noble cárcel. Yo también fui huésped de la baronesa cuando era sólo un chiquillo y sé que puede ser una vieja bruja muy cruel. Actualmente estoy preparando una caravana de suministros a Ilmaryen, donde se encuentra Faramis. Dadme unos días para reunir unos avituallamientos que nos son indispensables y podré colaros allí sin que la baronesa se entere. Os encantará conocer a Faramis, no me cabe duda. -Melyanna se mostró entusiasmada con la idea, aunque en lo concerniente a Faramis, y al matrimonio concertado, seguía siendo reticente, como reflejó su rostro.

-Entre tanto os prometo que me pasaré a veros lo más a menudo que pueda y haré que la baronesa os permita salir de la mansión. ¿Os gusta la caza? Mañana debo asistir a una reunión del Consejo, pero pasado podemos ir en busca del Corzo Blanco, la baronesa no se negará. Vuestros amigos están invitados también, por supuesto. Habrá una jugosa recompensa para quien más piezas capture.

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08/05/2018, 20:58
Melyanna Forestel

-¡Me encantaría salir de esta aburrida mansión! Gracias mi buen príncipe, estoy en deuda con vos. -Aranarth hizo un ademán con la mano restándole importancia a la ayuda que le brindaba a la dama, pero Melyanna continuó agradeciéndoselo.

-Y ya creo que me gusta la caza, descubriréis que entre mis amigos hay más de un buen cazador. Os apuesto algo a que logran más piezas que cualquiera de los suyos. -El príncipe había obviado la palabra sirvientes, y Melyanna, sin ser consciente de ello, había vuelto a referirse a ellos como amigos.
 

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09/05/2018, 08:52
Gramj Haïa

El enano estaba preso en aquella casa. O, por lo menos así se sentía: Ya no digamos de la situación y de la ropa. Como guardaespaldas de la hermosa pelirroja, escuchar aquello era un alivio. - Alguien más para acompañarnos en el camino, y una escucha más para marchar. Aunque ya sabía que iría a "entregar" a la pareja: - A ver si le dan un nieto pronto a la Vieja Bruja y se le amansa en avinagrado carácter. Los pensamientos de este corrían por su mente, al igual que su tosca y fuerte mano acariciaba, mesando, su densa barba. Su rostro de satisfecho era una marca de lo que en sus planes corría.

Ya tenía ganas de partir.

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10/05/2018, 14:08
Rossuon Pairaniar
Sólo para el director

Rossuon se percató de que sus intentos por sonsacar información caían en saco roto. Consideraba de interés conocer quienes se llevaban bien y mal con la baronesa para los planes de huida que planeaba Dimrod, pero al no recibir la respuesta deseada acababa perdiéndose en el nuevo tema de conversación, olvidando sus tentativas. Consciente de su poco éxito como espía, por enésima vez, decidió disculparse con elegancia para ir a la letrina. Pensó que quizás no debiera buscar posibles aliados o enemigos en ese salón, sino en la propia mansión. Además, en ese momento no era más que un sirviente, como tantos otros. Creyó que encontraría mayor comprensión entre los criados. Aunque si su pareja de baile decidía escaparse del baile para encontrarse con él en un lugar más privado no se negaría al placer. Él no lo propondría con palabras, pese a que su mirada no podía esconder el deseo. 

Una vez liberado de las exigentes miradas de la nobleza deambularía por la mansión, tras ir a la letrina, en busca de los sirvientes menos atareados en una ocasión como aquella. Conversaría en principio de asuntos triviales, intentando ganarse su confianza. ¿Quién mejor que las invisibles presencias de la mansión para ayudarles en su cometido? 

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10/05/2018, 22:50
Aular Robleviejo

Aquello era soporífero. Aular no estaba hecho para ello —esto es infernal —comentó en voz baja a los enanos.

La muchacha pareció haber hecho buenas migas con el príncipe y estaban departiendo amigablemente. Aular deseaba salir de allí.

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12/05/2018, 16:48
Aeth Umbradacil

Solo se había alejado un poco cuando el príncipe y la dama pelirroja comenzaron a intercambiar frases con más familiaridad, de modo que la escena no le pasó desapercibida y tuvo que contener una carcajada. Melyanna podía no ser la más desenvuelta de aquella particular compañía, pero en un momento había logrado lo que Dimrod todavía no había podido; tenía un plan para sacarla de la ciudad.

Acercándose disimuladamente al guardaespaldas de la dama, le susurró sin poder ocultar totalmente su humor - Fugitivos y cómplices del príncipe. Este plan suena cada vez mejor. -

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12/05/2018, 22:44
Eoden

-¿Qué es ese "Corzo Blanco" del que habláis? - Preguntó Eoden algo suspicaz con el príncipe, pues empezaba a temer que el hecho de acelerar todo el proceso de encuentro entre Melyanna y su prometido terminara mermando las posibilidades que él tenía de conquistar el corazón de la dama.

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12/05/2018, 23:06
Aranarth

-El Corzo Blanco es un ejemplar único que según cuentan algunos cazadores habita en los bosques del norte que salpican las Quebradas. Se trata de un majestuoso animal de albino pelaje, muy difícil de ver y casi imposible de cazar. Desde hace años, grupos de nobles cazadores han tratado de encontrarle y apresarlo, pero jamás se ha logrado. Es el más esquivo y caprichoso de los animales salvajes.

El Príncipe bajó la voz, como si fuera un cuentacuentos encargado de narrarle aquella leyenda a unos niños, y se acercó a Melyanna en tono de confidencia.

-Se dice que el Corzo es realmente un Maia menor, un enviado de Yavanna para mantener a salvo los pocos bosques del norte libres de seres oscuros. -Melannia, que disfrutaba siempre de los cuentos y las leyendas como ya habían visto con Mithdúlin o Galastel, quedó encandilada con la historia del Príncipe.

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12/05/2018, 23:14
Eoden

Eoden bufó en tono burlesco, rompiendo bruscamente la magia que el Príncipe había dejado en el ambiente, soltó una carcajada, resopló sonoramente y después soltó una bravuconada de las suyas.

-Pfff... Ya veréis como me encargo de traeros un par de corzos blancos. Puede que incluso cace un tercero para la cena.

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12/05/2018, 23:17
Director

Turno 2

A Dimrod no le quedó más remedio que sonreír ante la sorna de Aeth, consciente de que Melyanna había sido quien había resuelto aquella situación proporcionándoles un medio de escape con la inestimable ayuda del príncipe Aranarth. No cabía duda de que la dama era una joven muy sorprendente y extraordinaria, capaz de desenvolverse tanto en la alta sociedad como en los peligrosos caminos del norte de Arthedain. Con frecuencia Dimrod tendía a verla como a la niña que no hacía mucho que había dejado de ser; pero ahora, aquella pequeña había visto crecer desde que era un tierno y sonrojado bebe era capaz de ganarse el afecto y la confianza de un príncipe para escapar de una noble prisión y de una vieja bruja amargada.

El príncipe Aranarth iba a convertirse en un excelente cómplice para el grupo, pues además de preparar una caravana de suministros a Ilmaryen con la que pretendían huir de la Mansión Eketta y de Fornost, iba a proporcionarles un buen entretenimiento para todos ellos mientras la caravana estaba lista. La caza del legendario Corzo Blanco prometía ser, cuanto menos, interesante. Según el Príncipe, aunque no se capturase al místico ser, habría una generosa recompensa para quienes más piezas lograran cazar.

Notas de juego

Un último turno antes de cambiar de día por si queréis añadir alguna impresión sobre lo último.

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15/05/2018, 00:27
Aular Robleviejo

Aular no había prestado atención a lo del Corzo Blanco, la caza no es algo que se deba practicar por deporte, sino por necesidad.

Pero lo que escuchó le enfureció soberanamente, acaso no estaban hablando de cazar a un enviado de Yavanna. La esposa de Aulë y la hermana de Vána. La Kementári y La Dadora de Frutos. Aquello podría considerarse el insulto más grave hacia un animista. Se le tornaron rojas las mejillas, se le ensancharon los agujeros de la nariz mientras resoplaba escuchando aquella sarta de barbaridades.

Aular no tenía confianza con el príncipe pero se acercó a Eoden —os cuidareis muy mucho de acercaos al Corzo Blanco. Como vea que empuñáis un arma contra él será una ofensa personal y seréis vos el servido asado con una manzana en la boca —dicho lo cual extrajo un collar de hueso entre los ropajes y se lo mostró a Eoden mientras decía unas palabras en su idioma natal —Má bölvun Valar falla á þig ef þú ráðast á Hvíta Roe Deer —tras lo cual se marchó del lugar sin esperar respuesta de nadie.

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20/05/2018, 01:58
Eoden

-¿Acaso creéis que es cierto? - Replicó Eoden a Aular. -No es más que un cuento para engatusar a la dama. -Se cuidó de decir aquello en voz muy alta para evitar que Melyanna lo escuchara.

-Pero pienso cazar más ciervos, corzos o jabalíes que nadie y demostrarle a ese principito de que pasta estoy hecho. -Añadió por último en voz más audible, aunque Aular ya se estaba marchando tras dejar clara su postura y maldecir a todo aquel que diera caza al Corzo Blanco.

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20/05/2018, 20:42
Aeth Umbradacil

- No hay que hacerle mucho caso, ha probado demasiadas setas del bosque. - Respondió Aeth al Eothraim, que parecía un poco descolocado después de que el viejo vagabundo de Aular le amenazase. - Yo también creo que eso del corzo mágico no es más que una leyenda, pero si se trata de cazar animales que sí existen... - le dio un codazo disimulado para llamar su atención fuera de los oídos del príncipe y la dama, y ya puestos también de Dimrod a quien no le gustaría demasiado escucharle.

- ..te ofrezco un trato. Colaboramos en la caza, tu te quedas todas las piezas para impresionar a la pelirroja con tu habilidad, y a cambio cuando ganemos me das la mitad de tu premio. ¿Qué me dices? - terminó guiándole un ojo con compicidad.

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27/05/2018, 23:10
Eoden

-¿Cuándo ganemos? -Dijo Eoden enarcando una ceja. -¿Y qué piensas hacer tú, además de quedarte con la mitad de mis ganancias?

Entre tanto, la velada llegaba a su fin. Una vez el príncipe se despidió de la dama y su grupo y la familia real salió de la mansión Eketta, la vieja desagradable baronesa le recordó a Melyanna que una señorita de su alcurnia debía despedir a sus invitados a una hora razonable para después ir a dormir y seguir con sus labores al día siguiente. Así pues, los invitados comenzaron a despedirse y a abandonar la mansión, y Melyanna acudió con Matha a sus aposentos. A pesar de que no le gustaban las exigencias y las normas estrictas de la baronesa, se fue con una sonrisa después de su encuentro con el gentil príncipe.

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28/05/2018, 23:02
Yulma Tarmaelen

A Yulma la caza le recordaba a su hogar, pero no estaba precisamente interesada en los rituales de cortejo de aquellos jovencitos. Le resultaba indignante la gran diferencia entre los aldeanos que había visto por el camino y las gentes de aquellos salones. Muchos de ellos habían perdido sus hogares, pasto de las llamas y cosas peores, habían sufrido el pillaje de los orcos o habían sido cruelmente torturados. Allí dentro, sin embargo, todos danzaban engalanados y engolados; sin más preocupación que la de criticar al de la mesa de enfrente o el impresionar al del sexo opuesto.

Decidió guardar silencio y permanecer cerca de Melyanna y de Matha, pues todavía no terminaba de fiarse de aquellos aristócratas, por muchas palabras melosas que le dedicasen a la joven dama.

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31/05/2018, 23:42
Aeth Umbradacil

La sonrisa se le borró de la cara a Aeth como si estuviera hecha de cera que comenzaba a derretirse. Había pensado que aquél aspirante a caballero sería más fácil de manipular, sobre todo si mencionaba a la dama, pero se lo estaba poniendo difícil para sacarle beneficio.

- Hay más de un modo de cazar que correr inútilmente detrás de una presa con una espada en la mano. ¿Sabes buscar presas, encontrar su rastro? - le respondió en actitud desafiante. Antes de señalarse a sí mismo con el pulgar - Yo si, y con un cómplice oculto por allí cerca solo tendrías que hacerlas huir en mi dirección, y yo las pillaría por sorpresa con mi red; una presa fácil. Hasta un niño quedaría el primero. Y ahora ¿Quieres ir solo, o quieres ganar? - impregnó sus palabras con todo el desdén que pudo, si el orgulloso eothraim no quería su ayuda al menos le serviría para desquitarse un poco.