Partida Rol por web

La sombra del Norte

Capítulo 5: Fornost Erain

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04/09/2019, 14:09
Gramj Haïa

Largas horas escoltando a la dama empezaban con mucho estrés. vigilando todo y a todos, pero luego, poco a poco, los guardias perdíamos concentración, atención, y sobre todo, miedo a que pudiera suceder algo. Gramj no estaba acostumbrado a defender a nadie en estas situaciones tan poco habituales, pero según el cansancio aumentaba, se relajaba, procurando no perder de vista a la dama.

Algo sencillo, pero algo que ya en una ocasión le había costando un disgusto.

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04/09/2019, 14:14
Matha Pieldegamo

Melyanna salió de la tienda, no muy convencida de lo que había visto en la tienda. Después se quejó de que todavía no había encontrado gemas de su agrado que pudiera comprar en la ciudad. Había cargado a su escolta con varios paquetes que contenían vestidos nuevos, un perfume que le encantaba y unas sedas que le maravillaban, pero no había encontrado joyas de su agrado a pesar de los diferentes puestos de orfebrería que habían visitado.

Matha les encontró al poco y se sumó al grupo. Llegaba cargada de una buena provisión de alimentos que excedían lo que había contemplado en un primer momento. Además del conejo, la cebolla y el resto de cosas que le mencionó a Dimrod, también traía salchicchas, huevos, panceta, tortas, sirope, pan y mantequilla.

-Haremos un buen desayuno mañana. Así olvidaremos las gachas que lady Melyana tuvo que soportar en casa de la Baronesa. - Aunque también pretendía llenar a gusto su propio estómago y el de los demás.

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04/09/2019, 14:21
Aranarth

-Sin duda ese magnífico desayuno os hará olvidar a la Baronesa. -Dijo el príncipe, quien se había echado a reír con el comentario de Matha.

Después Aranarth se dirigió a Melyanna y se inclinó delante de ella para tomar su mano y besar su dorso con delicadeza. El Príncipe debía atender unos asuntos antes de partir y no podía demorarlos más.

-Aquí se separan nuestros caminos de momento. Si buscáis gemas, al final de la calle de los mercaderes encontraréis a Yandabar, una mercader que tiene las mejores joyas de Fornost. Es algo cara, pero sin duda lo merece.

Antes de marcharse, el Príncipe entregó a Melyanna un presente que había guardado para ella. -Un regalo de despedida. -Le dijo. Al abrirlo, Melyanna descubrió una fantástica cota de malla de Adarcer hecha por enanos. Un trabajo magnífico y de gran calidad que había sido encargado por el propio Aranarth para Melyanna.

-Tened buen viaje, y cuidaos de los peligros del camino. -Dijo el príncipe antes de despedirse.
 

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04/09/2019, 14:29
Director

Finalmente, el grupo se dirigió hacía el lugar que el príncipe les había recomendado para que Melyanna saciara su capricho de comprar unas gemas de buena calidad. Yandabar era una mujer que se había hecho respetar entre los comerciantes de la ciudad a base de encontrar las mejores joyas y enriquecerse con ellas.

Tras andar hacía el norte de la calle encontraron la tienda de Yandabar cerrada a cal y canto, como si aquel día no hubiese abierto en toda la mañana. Preguntaron al comerciante de la tienda que le seguía por ella.

-Oh, un suceso espantoso el ocurrido hoy. La guardia de la ciudad ha ido a su casa después de que Barkathil, un comerciante de sedas de ahí enfrente se preocupara por ella al no verla llegar en toda la mañana. Yandabar ha sido asesinada durante la noche. Había contratado escolta pero no han podido hacer nada para evitarlo.

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04/09/2019, 14:41
Dimrod

Al escuchar aquello Dimrod se quedo blanco como si los espectros que aparecieron en las Quebradas de los Túmulos hubiesen vuelto a presentarse delante del grupo.

-Yandabar... -Dijo trabando saliva forzosamente y sintiendo como todo el cuerpo le temblaba. -Había contratado a Yulma como escolta para la pasada noche.

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04/09/2019, 22:24
Aular Robleviejo

¿Y dónde está ahora? —preguntó el animista con tono de preocupación. —Rápido, acudamos a casa de Yandabar. Debemos saber qué es de Yulma ahora —inquirió Aular al resto de sus compañeros.

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05/09/2019, 11:28
Gramj Haïa

Era extraño el asesinato. No parecía normal que sucediera algo así, y más cuando ya había contratado un servicio de protección: - ¿Sabía que había en ciernes un peligro sobre su vida?

Les avisó a los compañeros: - Marchad si procede, pero no voy a dejar a "nuestra dama" sin una escolta mínima. Incluso miró al hermano, por si este quería acompañarle, y ser al menos dos. - Sólo faltaría que pudiera ser un señuelo simple para que otros muchos fueran a cotillear y dejar desprotegidos a otros nobles.

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05/09/2019, 21:32
Aeth Umbradacil

Aeth llevaba taciturno y silencioso desde el término de la cacería del día anterior. En parte era decepción por no haber llegado a catar un poco de esa plata de premio; otra parte, aunque menor, era un poco de espíritu competitivo que no sabía que tenía. Por desgracia para los demás nunca tardaba demasiado tiempo en recuperar su tono jocoso, y para cuando salieron de la mansión ya volvía a ser el malhablado de siempre.

Para el normalmente avaro dorwinrim, en aquella ocasión parecía dispuesto a hacer ostentación de algo del oro que sacó del túmulo. Salió provisto con un buen puñado de monedas y también estuvo un buen tiempo conversando (más bien discutiendo) con los tenderos, aunque salió de allí sin llevarse nada por si mismo*.

Cuando los pasos del grupo se dirigieron hacia la tienda de la vendedora de gemas, sacó tiempo para otro de sus comentarios. - Pedruscos que brillan. Buen modo de transportar una fortuna, también de que la roben. - el dorwinrim apreciaba su valor en oro y plata como el que más, pero simplemente, era incapaz de ver alguna belleza o utilidad en las gemas preciosas que algunos nobles parecían tener en tan alta estima.

No tardaron mucho en descubrir las nuevas sobre la muerte de Yandabar, y la increíble coincidencia de que la elfa estuviera a sueldo como su guardaespaldas. - ¿Solo han encontrado a esa joyera? Si la elfa ha desaparecido debe de haberse metido en problemas, o es la causante. - terminó aquella frase encogiéndose de hombros; no conocía tanto a Yulma como para tener plena confianza en ella, y que no hubiera vuelto con ellos tenía que significar algo. Mientras hablaba, sacó de entre sus ropas un pequeño fardo de tela enrollada, de donde luego sacó una pequeña ganzúa. - Todavía podría haber una pista en la tienda. Si alguien quiere quedarse, podemos echar un pequeño vistazo. - Por la media sonrisa en el rostro de Aeth, quedaba claro que aquél no era el único pensamiento que tenía en mente.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lo adjunto en otro post para el master*

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05/09/2019, 23:13
Aeth Umbradacil

Aeth no pasó por alto cómo Melyanna se había quedado mirando la forja, y lo que había susurrado a la mediana antes de que esta saliera precipitadamente a "comprar comida"; y por supuesto Matha había vuelto con un cargamento mucho mayor al que esperaban. Los secretos atraían inevitablemente su curiosidad, por lo que aprovechó la ocasión para acercarse disimuladamente a la mediana y preguntarle en voz baja al respecto.

- ¿Qué puede interesar tanto a la señora para que te mande a comprarlo a escondidas? Tranquila, no muerdo, y por lo que a mi respecta a los demás no les interesa esta conversación. -

Notas de juego

Lista de la compra*:

Objetos de buena calidad¿? (Creo que se pueden comprar objetos con una bonificación de +5 por x10 veces su precio original, aunque no se si se consideran mágicos; dejo en tus manos si soy capaz de encontrarlos/comprarlos):

- Brazales de cuero (+5 BD) 2mo
- Armadura de CE (+5 BD) 10mo
-
Botas (+5 MM) 1mo
- 12 capas oscuras (+5 ocultarse/esconderse): 10mo 8mp (4 de ellas de tamaño enano/mediano. Ya que vamos a escapar de noche, pretendo dárselas al grupo más tarde. Si no puedo comprarlas con el bono, igualmente las compraría como capas normales por 1mo 8mb).

Objetos Normales:

- Herramientas de Curandero: (No aparecen en el libro básico, estoy pensando en un objeto que me conceda una pequeña bonificación a las tiradas de primeros auxilios, justificable como vendas, aceites o similar. Si puedo obtenerlo, tu dirás el precio).
- 2x Linternas + 4 frascos de aceite: 3mp 6mb
 

Extra: No voy a cargar con todo eso por la calle, si es necesario pago extra para que lo envíen a la casa de la baronesa.

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10/09/2019, 11:53
Matha Pieldegamo

La mediana era fiel a lady Melyanna y pretendía guardarle los secretos que ésta ocultaba, sin embargo, le encantaba contar chascarrillos y chismes y no pudo resistirse a compartir la información con Aeth. Matha miró hacía todos lados antes de hablar en voz baja, poniéndose de puntillas y acercando la mano a su boca para adquirir un tono de mayor confidencia.

-La dama Melyanna quería una espada, había hablado con un herrero del principio de la calle para que se la forjase. Hoy he ido a recogerla. Guardad el secreto. - Le advirtió con tono severo. -U os zurraré con mi bastón.

Notas de juego

Encontrarías todo lo que pides, pero debido a la guerra los precios en Fornost son algo más elevados:

- Brazales de cuero (+5 BD) 3mo
- Armadura de CE (+5 BD) 14mo
- Botas (+5 MM) 12mo
- 12 capas oscuras (+5 ocultarse/esconderse): 14 mo 4 mp
- Herramientas de Curandero: podrían ser vendas por 40 mp (+5)
- 2x Linternas (con 1 kg de aceite cada una que dura 48h): 40 mb
-Envío a la mansión: 2mc

El único problema es que el Gremio de Armeros de Fornost tiene controlado quien compra armas y armaduras en la ciudad, debido a la guerra nuevamente. No hacen pedidos especiales (con bonif.) a menos que seas gente de bien, y tu personaje no da ese aspecto. Por lo que tendrás que superar una tirada de influencia para convencerlos, la dificultad sería -10, pero suponiendo que usas el nombre de Melyanna podría quedar en +0. En definitiva, necesitarías sacar más de 76 para que lo consideren. La tirada sería para la armadura y las grebas. Te doy la opción de jugarte las dos cosas con una tirada (negociarías con el mismo herrero) o hacer dos tiradas, una para cada cosa (negociarías con dos herreros diferentes). 

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10/09/2019, 12:29
Director

Yandabar no era ninguna descuidada que dejará sus joyas y sus riquezas al cuidado de una simple cerradura. Aeth descubrió que se enfrentaba a la cerradura más compleja que había visto en la vida, y que sus ganzúas no servían de mucho contra aquel mecanismo. Incluso estuvo a punto de romper una ganzúa al engancharse con los pernos del interior de la cerradura, aunque afortunadamente logró liberarla al final. Aeth había visto numerosas cerraduras y sabía que los joyeros eran los más celosos protegiendo su propiedad, pero la tienda de Yandabar parecía tener algo más y Aeth sospechaba que no lograría abrir aquella puerta mediante las artes habituales.

Entre los demás corrió la urgencia por saber del estado de Yulma, aunque Gramj quiso proteger a la dama. No obstante, Melyanna también quería saber del estado de la elfa, con quien había hecho buenas migas en los pocos días que les había estado acompañando. El grupo se dirigió hacía la casa de la mercader, siguiendo las indicaciones del otro tendero. Allí descubrieron una pequeña multitud de comerciantes y curiosos rodeando el lugar y a la guardia de la ciudad manteniéndolos a una distancia prudencial mientras investigaban en el interior de la casa de Yandabar. La voz de que había habido una nueva tragedia tras la muerte de Elacar Brazoafilado comenzó a correr entre los comerciantes y ciudadanos de los lugares próximos. En unas pocas horas lo sabría toda la ciudad.

Dimrod se dirigió a los guardas para informarse. No le hicieron mucho caso hasta que dijo que protegía a la dama Melyanna, invitada de honor de la baronesa Eketta. Entonces le contaron que Yandabar había sido apuñalada después de que alguien entrase a escondidas en su hogar tras eliminar a sus dos escoltas. El primero, un hombre de más de dos metros de altura y tan fortachón como un buey, según les contó el guardia, ni siquiera se había percatado de la llegada del filo que terminó con su vida, pues el asesino se acercó sigilosamente por la espalda y le rajó la garganta. La segunda de las escoltas de Yandabar, que respondía a la descripción de Yulma, había plantado cara al asesino pero finalmente había sucumbido ante su daga, recibiendo una mortal puñalada en el vientre. Después, el asesino subió a la habitación de Yandabar y la asesinó mientras dormía. Por la descripción de las puñaladas, y la manera de proceder del asesino, no pudieron evitar realizar una conexión con el asesinato de Elacar y suponer que se trataba del mismo hombre. Además, el incidente había ocurrido poco tiempo después en la misma zona, pues a Elacar se le encontró en el callejón que separaba la casa de Yandabar de la de Barkathil. Lo cual hacía suponer que el asesino había intentado matar a Yandabar anteriormente, pero Elacar logró frustrarlo pese a su muerte. Y ahora había regresado para culminar el trabajo.

- Tiradas (1)
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11/09/2019, 23:40
Aeth Umbradacil

- Una daga sería más apropiada, con esos brazos tan delgados que tiene. Y procuraré no enfrentarme a la poderosa ira de tu bastón. - respondió a la mediana con sorna; empezaba a caerle bien, y lo que le había contado era prácticamente lo que ya se había imaginado.

Su intercambio de palabras con los tenderos, sin embargo, lo pusieron de peor humor. Los precios estaban por las nubes y el control para vender armas y armaduras era absurdamente estricto. También abandonó una zapateria de muy malos modos tras acusar al dueño de intentar estafarlo, lo que causo un cierto revuelo durante un momento.

- Tiradas (1)

Notas de juego

- Brazales de cuero (+5 BD) 3mo (¿no hay rebaja? ¿50% de descuento a un pobre manco? xD)
- Armadura de CE (+5 BD) 14mo
- Botas (+5 MM) 12mo (cariiiiiisimo, mi economía no se lo puede permitir)
- 12 capas oscuras (+5 ocultarse/esconderse): 14 mo 4 mp
- Herramientas de Curandero: podrían ser vendas por 40 mp (+5)
- 2x Linternas (con 1 kg de aceite cada una que dura 48h): 40 mb
-Envío a la mansión: 2mc


Renuncio a la armadura y las botas, y no saco la tirada para los brazales. La suma del resto serían 18mo 8mp 0mb 2mc

(más tarde narro el turno en público, que se me ha echado el tiempo encima)

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12/09/2019, 16:11
Matha Pieldegamo

-Más te vale. - Le advirtió la mediana, Aeth podía tomarse a guasa los golpes de bastón de la mediana pero había visto a Eoden recibir uno en su cabezota hueca por coger del puchero antes de tiempo y parecía que aquella pequeña mujer tenía tanta determinación como una comadreja. No obstante al final le mostró un pequeño esbozo de sonrisa, parecía que conseguía caerle bien a Matha. En cuanto al tema de que le sería mejor usar una daga nada dijo, pues ella poco entendía de armas.

Notas de juego

¿Te lo descuentas tú de la ficha?

Cierto que te podría haber aplicado el descuento del club de Brazoafilado por los brazales.

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15/09/2019, 17:20
"Aceroamargo"

- Yulma, ¿como alguien había podido matarla?, sabia cuidarse sola... - Era lo único que podía pensar el gondoriano. Sin embargo tras la información, y la sospecha de que el autor de aquello era la misma persona que había matado a Elacar, dudó. Brazoafilado era un tipo fuerte, un soldado veterano, y aun así había sucumbido a las malas artes del mismo asesino. Yulma no debió de oírle llegar, de nada le valdrían sus habilidades.

- Hay que buscar al responsable - dijo seriamente - De inmediato - aquello no podía quedar así.

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18/09/2019, 10:26
Dimrod

-Mucho me temo que el responsable de esto esté ya muy lejos de aquí. -Dijo Dimrod con tono apesadumbrado.

Y lo cierto es que así era. Tiempo después se descubriría que Galastel, el Tahúr Púrpura, había sido el asesino de Elacar, Yandabar, el fortachón guardia de ésta y, finalmente, Yulma. Esto era algo que algunos de ellos ya sospechaban, después de haber interrogado a Zôri y de confirmar que Galastel no era trigo limpio. El verdadero objetivo del Tahúr, siempre había sido Yandabar, el resto fueron daños colaterales que se cruzaron en su camino. El motivo por el cual la comerciante de joyas era un objetivo que le llevó a recorrer cientos de kilómetros en medio de una guerra hasta llegar a Fornost y asesinarla era algo que nunca sabrían. Galastel había intentado matar a Yandabar la primera noche, pero Elacar, que siempre había recelado de él, lo siguió y frustró el intento. Algo que pagó muy caro, con su propia vida, aunque consiguió herir de gravedad a Galastel. Éste buscó al curandero Zôri y le obligó a sanar sus heridas, por ello, cuando algunos miembros del grupo interrogaron al sanador y descubrieron la verdad éste decidió huir de Fornost. Elacar no logró detener a Galastel, pero sí puso sobre aviso a Yandabar, quien contrató a varios guardias para proteger su casa al igual que hicieron otros comerciantes tras el hallazgo del cadáver de Elacar. Pero al parecer nada pudo detener al escurridizo tahúr, que atacó en la noche. Dos semanas después, el grupo de aventureros y escoltas de Melyanna ya se encontraban muy lejos de Fornost, pero en la tranquila ciudad de Bree, el cadáver de Zôri aparecía apuñalado flotando en una alberca.

Aquella mañana, no obstante, poco podían hacer por Yulma. Lograron recuperar su cadáver, pues la guardia de la ciudad no puso objeciones a que sus compañeros se hicieran cargo de ella. Melyanna se sentía desgarrada, habían conocido a dos elfos en aquella aventura, y ambos habían corrido el mismo trágico destino. La dama propuso celebrar una ceremonia similar a la que hicieron por Mithdúlin. Así Yulma, amiga en vida del bardo, al fin se encontraría de nuevo con él.

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18/09/2019, 10:50
Aular Robleviejo

Aular se temía que algo así hubiera pasado, desde que fueron informados del asesinato de Yandabar. Apenas había conocido a la elfa, pero no por ello sentía menos la pérdida de una compañera. Sin embargo, su desaparición significaba que estaría en un mundo más cómodo, de abundantes juegos y cultivos agrícolas continuos. Rodeada de tantos árboles como les gusta a los elfos.

No sería momento de venganzas, estaba de acuerdo con Dimrod. Ya había fallecido suficiente gente por todo aquello. Asintió a las palabras de Melyanna de celebrar una pequeña ceremonia, seguramente algún día la celebrarían por Aular. Sin apenas haber encontrado peligros graves, excepto en los túmulos, ya habían desaparecido dos de los compañeros. En este caso ni siquiera la protección de una ciudad había sido suficiente, así que Aular deseaba partir cuanto antes de las casas de piedra y encontrarse de nuevo al aire libre.

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18/09/2019, 23:24
Aeth Umbradacil

Al descubrir el destino final de Yulma el explorador no pudo ocultar su sorpresa. Las historias sobre los elfos eran legendarias, y su última compañera había demostrado poseer incluso algunos dones místicos; sin embargo, ambos elfos con los que habían coincidido habían encontrado su muerte tan fácilmente como lo haría un hombre corriente. - aprende algo de la orejas picudas y no te metas en asuntos que no te conciernen, o terminarás como ella. - se repetía para sus adentros.

Aeth no se opuso al funeral para Yulma, aunque tampoco estaba entusiasmado por la idea; lo que si hizo fue recordarles que según sus planes no seguirían en la ciudad pasada aquella noche, por lo que no tenían mucho tiempo para malgastar.

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18/09/2019, 23:35
Aeth Umbradacil

Notas de juego

Pagados los objetos con el oro del túmulo. Ya me lo he descontado en la ficha.

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27/09/2019, 10:56
Director

Tras hacerse con el cuerpo de Yulma, Dimord encargó a Eoden y Aceroamargo que prepararan la despedida de la elfa de modo similar a como lo habían hecho con Mithdúlin. Deberían hacerse con madera seca para montar una pira y utilizar los terrenos de la mansión Eketta para tal fin. El hecho de no ser muy conocedores de las costumbres funerarias de los elfos les hizo dudar sobre si aquella era la mejor manera, pero lo harían con el máximo de los respetos y rindiendo honores a su compañera caída. Entre tanto, el resto del grupo comenzaría los preparativos para tener todo listo para la inminente partida. Matha se llevó a Melyanna a su cuarto y se encargó de recoger sus cosas, guardarlas en uno de los baúles que el grupo había llevado consigo todo el viaje y reclamar a Rossuon que lo bajara a las cuadras para cargarlo en su carro y estar ya listos para la noche. La dama lloraba desconsolada en su cama, lamentando la muerte de Yulma recordando al bardo que partió antes que ella.

Por la tarde, cuando la pira funeraria estuvo lista, colocaron sobre ella a Yulma y prendieron fuego a la base del montículo de ramas y paja para que comenzara a arder. Mientras las llamas se elevaban, Melyanna, que ya no tenía más lágrimas que derramar, cantó con dulce voz una canción en sindarín que recordaban haberle escuchado a Mithdúlin. Apenas fueron unos versos, pero removieron algo en el espíritu de todos y pareció que las llamas respondieron al bailar durante aquel corto instante de tiempo que duró el canto de voz triste de la dama. El silencio y el respeto gobernó el resto del tiempo que permanecieron allí. Probablemente la última elfa dispuesta a ayudar en la causa acababa de partir dejando a los hombres solos en la lucha contra Angmar. Si Círdan no había reaccionado hasta entonces, muchos dudaron de que lo haría algún día.

Al caer la noche, el grupo esperó a que la baronesa se fuera a sus aposentos. Algo que no solía tardar en hacer, pues prefería dormir en cuanto caía el sol para despertarse en cuanto amanecía. El servicio de la mansión, en cambio, tardó más en darles vía libre, pues se encargaban de adelantar algunas tareas para el día siguiente. Al llegar la medianoche pudieron sentirse lo suficientemente seguros como para evitar miradas no deseadas y se dirigieron a las cuadras para tomar su carro y partir de allí siguiendo las indicaciones que les había dado el Príncipe. Nuevamente estaban en marcha, con el invierno y la amenaza de la sombra de Angmar cerniéndose sobre ellos y asegurando que aquel viaje sería todavía más difícil.

 

Fin del capítulo 5