Partida Rol por web

Talitha tiró el arco y las flechas dentro del carro y cogió las riendas en cuanto Rong Wei las sueltó. La muchachá controló a los caballos hasta que vió que todos sus compañeros habían subido al transporte, momento en el que comenzó a conducir a los caballos por el desfiladero para huir de las criaturas que aparecían por debajo de la arena.

Se distrajo un poco por la caída de Zelata, y rápidamente recordó a Iona el antídoto que deberían llevar encima.

Subo al carro y agradezco a los dioses la suerte que hemos tenido tanto Zelata como yo,
compañera me gusta tanto las peleas como a ti, pero era una batalla perdida y no se que hubiera pasado si tanto tu como yo hubieramos caido
El viaje es largo y no sabemos que nos espera en el templo pero creo que nos podremos desquitar sin problemas

- Me vi totalmente impotente... - Digo agitada y frustrada - Siento no haber sido de gran ayuda... ¡Tengo que comprar un arco la próxima vez que vea un bazar!

Aun acostada esperando que se me pase el efecto del veneno  y el cansancio  respondo con un hilo de voz .No lo hicimos bien pero aun así sobrevivimos . Lección aprendida ;necesitamos mas  armas de distancia y coordinarnos mejor , eso es todo .

Talitha arreó a los animales tan fuerte como pudo, sin embargo, los nervios y el gran bagaje que soportaba el carro hacía que el movimiento de este se viese muy limitado. Rong Wei se apresuró a tratar a Zelata lo más rápido que pudo con una eficacia que ya era definitoria del sabio. Cuatro de los cinco monstruos se amedrentaron ante el fuego, un fuego que estaba perdiendo intensidad y que sin duda se extinguiría pronto, más el quinto de ellos superó el miedo instintivo hacia el elemento, a pesar de sufrir unas feas quemaduras que casi le hacen retroceder, y corrió con gran prestanza en post de su presa...

A pesar de traqueteo del carro, Rong Wei identifica las dolencias de Zelata con ojo clínico y decide no aplicar ningún tratamiento que ahora mismo pudiera empeorar el estado de la noble. En cuanto pudieran parar procedería a un rápido purgado de la sangre, ya lo tenía todo planeado.

Concentrado como estaba, no se percató que uno de los coriáceos engendros había atravesado la muralla de llamas, y al darse cuenta le dio un vuelco el corazón.

… Estas criaturas son de pesadilla …

- Hay que lanzarle algo - Dijo por encima del ruido de las ruedas, instando a alguien con más fuerza que tirara por la parte trasera del vehículo algo pesado – ¡Debemos detenerlo como sea! -

Pensabamos que esto estaba solucionado, pero uno de esos bichos se armó de valor y nos comenzo a seguir, teniamos que hacer algo, pero se estaba poniendo dificil.
debemos sacar la mayor ventaja posible y así separarlo de los demás, que a lo mejor al no estar cerca se olvidan de nosotros y no nos persiguen y nos centramos todos en ese único perseguidor

- Visto el combate en el que mis compañeros se vieron envueltos, decido hacer algo más activo esta vez. - Ahora nos vemos - Susurro en voz baja y bajo del carro desenfundando mis dagas, para moverme en forma de L de manera sigilosa para pasar inadvertida a la criatura

Apenas tengo las fuerzas suficientes para levantar el cuello y echar un vistazo al campo de batalla pero cuando lo consigo desearía no haberlo hecho .Uno de los escorpiones espoleado por su ansia asesina había superado el miedo al muro de fuego y  estaba pisandonos los talones .La cabeza aun me da vueltas pero sé que si nos enzarzamos en combate  daremos al resto de los bichos la posibilidad de atravesar también la barrera de fuego  y masacrarnos .Espolead los caballos , quizás se canse y nos deje en paz  si nos alejamos de su nido...

Viendo que la criatura nos sigue y no tiene intención de dejarnos escapar, hay que ir más deprisa o aligerar esto, así que me levanto y empiezo a tirar parte de las balas de la comida del ganado, para intentar que nuestra bestia de tiro tenga menos que arrastrar.

rapido tiremos todo aquello que pensemos que no es del todo necesario o que sea facil de recuperar más tarde

Talitha espoleó con más ganas a los caballos para intentar que estos dieran todo de sí, luego dejaría que descansaran cuando llegaran al oasis tan esperado en estas circunstancias.

- ¡Podemos arriesgarnos a tirar el agua y esperar que más adelante podamos repostar en el oasis, pero si no está donde creemos estaremos en un aprieto! ¡Si lo hacéis no tiréis las tinajas, o no tendremos dónde llevar el agua del oasis! - Dijo Talitha intentando aportar alguna idea, por pesimista que fuera.

- Rong Wei, debe de haber un antídoto para Zelata, Iona lo compró...o podríais sacar uno de la glándula de veneno que ha conseguido... - Seguía diciendo la muchacha mientras esperaba que esta vez la velocidad del carro aumentara.

Al ver que Ulfner toma la iniciativa para aligerar el carro y retrasar a la bestia, Rong Wei no pierde el tiempo y se incorpora diligentemente para ayudar al norteño en su tarea.

- ¡Vamos! -

Exclama el sabio ayudándole a hacer rodar un barril. De fondo escucha, entre el potente sonido de las ruedas y el galope de las mulas, como Talitha le da indicaciones medicas. Mal momento para consejos de curación, cuando paremos nos lameremos las heridas, si no nos alcanzan antes estos engendros del desierto.