Partida Rol por web

Mientras te encuentras en tu despacho de la Universidad, rellenando por enésima vez una solicitud para que te permitan acceder a ciertos volúmenes de la Biblioteca que se encuentran restringidos y que esperas no sea rechazada sin ningún motivo como han sido las anteriores, recibes una llamada. Es tu mecenas, Terri Wyatt, que te invita a tomar el té en su casa porque tiene algo que puede ser interesante.

Hacía tiempo que no te llamaba, pero sabes que si bien no todo lo relacionado con Terri tiene interés real, te conviene mantenerlo contento, pues no en vano es quien te fináncia las expediciones y las compras de objetos que no te costea la Universidad y que te permiten avanzar en tu investigación principal.

Accedes de buen grado y allí te presentas, con una puntualidad nacida de tu educación británica. Tras una breve charla preliminar y mientras saboreais un exquisito té con unas pastas sobresalientes, tu anfitrión decide entrar en materia.

Querido doctor - siempre te llama así, con una mezcla de admiración y empalagosa amistad - le he hecho venir porque he recibido una invitación para una subasta. Viene de una prestigiosa casa de Viena y está dedicada a artículos que bien pueden ser interesantes. Yo no puedo desplazarme, pero puedo arreglar las cosas para que vaya usted en mi lugar y que adquiera los artículos que considere interesantes. Tenga, le dejo el catálogo para que le eche un vistazo y sin más, te alarga un sobre.

Mientras el se toma otro sorbo de su taza, tu abres el sobre y despliegas el catálogo:

Como siempre, escucho con el debido interés lo que Wyatt me propone: No en vano se trata de un prestigioso mecenas y de la persona que faculta que varias de mis excéntricas investigaciones reciban el más que necesario financiamiento.

he recibido una invitación para una subasta (...) Yo no puedo desplazarme, pero puedo arreglar las cosas para que vaya usted en mi lugar y que adquiera los artículos que considere interesantes

Me tiende un sobre con la invitación que incluye una reseña de lo que incluyen los diversos lotes sometidos a subasta; a pesar de no necesitarlas, en algún momento de mi carrera reparé que las gafas, aún sin graduar, confieren al que las lleva una sorprendente autoridad académica así que, antes de abrir el sobre, saco mis lentes del interior de la chaqueta y me las ajusto antes de examinar atentamente los motivos de mi posible viaje: Viena está lejos, implicaría varias jornadas, acaso semanas, alejado de mis estudios... no deseo ir si no hay algún objeto de suficiente interés que lo motive!

Al repasar la lista, varios objetos te llaman la atención. Los lotes 1, 2, 4, 6, 7, 9, 11, 12, y 14 te parecen interesantes, en el caso de que sean ciertos y no una falsificación, cosa que sólo podrás descubrir viéndolos en persona.

Hum hum... - asiento complacido - ...parece que van a subastarse diversos objetos de interés, atractivos, fascinantes quizás - me alzo de la butaca que ocupaba, quitándome las gafas y esgrimiéndolas enfáticamente hacia Wyatt -. Debería examinar estos efectos pero bien podrían valer ese viaje hasta Viena... - me llevo las manos a la espalda, documentos y lentes en ellas - ...de qué importe contaría para participar en la subasta: A primera vista veo hasta nueve lotes que podrían llegar a resultar interesantes! - El recelo inicial se va tornando entusiasmo: Un viaje siempre es una excepcional ocasión de aprendizaje, una oportunidad para ampliar mis conocimientos a base de la mundana experiencia del peregrino.

Umm...  - carraspea un poco - ciertamente no lo había pensado, pero digamos que podría disponer de unas 500£. Por supuesto el desplazamiento y su alojamiento en Viena corre de mi cuenta. Le encargaré a mi secretario que le prepare todo y supongo que en un par de días estará listo. Como la subasta no es hasta dentro de un par de meses, tiene tiempo sobrado por si usted quiere preparar algo.

Quinientas libras... - repito a la vez que calculo mentalmente la equivalencia que ese importe supone - ...puede bastar para obtener algún lote de interés... - reflexiono en voz alta: En ningún caso pretendo menospreciar la cantidad ofrecida por mi mecenas.

En cualquier caso, Sir Wiatt... - añado apresuradamente - ...he observado diversos artículos suculentos, que engrosarían y revalorizarían su ya de por si atractiva colección - esgrimo, ante él, el catálogo de la subasta -. Sería una pena perder tan magnífica ocasión para adueñarse de tan singulares, particulares, excepcionales efectos! - me giro de espaldas a Wiatt, impostando con excesivo dramatismo mi estado de afectación -. Pero si es con lo que contamos, sacaré el mayor provecho de su preciado dinero, Wiatt - vuelvo a girarme hacia él, agachando respetuosamente mi cabeza.

Querido amigo, no soy sir - aunque puedes notar que se trata de falsa modestia y que no le importa nada en absoluto que lo llames así. Medita brevemente un momento y contesta - Quizas tenga usted razón, no es cuestión de invertir en el viaje y que luego ande escaso de fondos para pujar en la subasta. 750£ será una cifra más adecuada.

Jo jo jo! - río animadamente al comprobar que mi súplica ha surtido efecto - Ya sabe que aun no he logrado familiarizarme con los grados aquí, en Estados Unidos - palmeo su espalda a la vez que recupero mi asiento frente a Wiatt, agito estruendosamente la cucharilla en la taza de té para, a continuación, dedicarle un sonoro sorbo -. Setecientas cincuenta libra serán suficientes, Wiatt, me permitirán traerle algo mejor para su colección! - Realmente entusiasmado; doy otro trago al sabroso té. Ensimismado en hondas reflexiones.

Cuento con que su secretario me informará acerca de los detalles de tan emocionante, sobrecogedor, apasionante viaje! - Nuevo movimiento de cuchara en la vertiginosamente menguante infusión, otro sonoro sorbo, el último ya... - Entendí que la subasta tendrá lugar dentro de dos meses: Aprovecharé este tiempo para estudiar los objetos a la venta para ver cuales son los más interesantes! - Agito el catálogo en el aire y, sin atisbo de rubor o vergüenza relleno generosamente mi taza, echo tres cucharadas de azúcar y vuelvo a emplearme a darle tragos a tan deliciosa tisana!

Muy bien. Manténgame informado, se lo ruego. - te dice. Tras lo cual agita una campanilla que tiene a su lado. Presto acude un mayordomo - Por favor, acompañe al doctor Ibrahim al despacho de Norwood y que arregle los trámites con éste.

Terri te estrecha la mano y te despide cordialmente. Tu sigues al mayordomo, que se detiene ante una puerta y llama. Una voz desde dentro indica que podéis pasar. Te abre la puerta y puedes ver un despacho, cuya mesa está llena de papeles pero perféctamente ordenada y a un hombre joven inclinado sobre los mismos.

En cuanto acaba con lo que tiene entre manos, se levanta y te saluda. Ya os conocéis de otras veces que has tratado con él relativo a las subvenciones que Terri te dispensa. Te invita a sentarte y cuando lo haces, te habla:

Digame doctor, ¿en que puedo ayudarlo?

Tiendo a sentirme algo incómodo en lo que a los detalles administrativos refiere. A pesar de ello, el eficiente Norwood suele hacerme más llevaderos estos trámites en los que me siento como un pez fuera del agua.

Estará sin duda enterado, al tanto, informado... - inicio sacando la documentación relativa a la subasta - ...del acontecimiento que tendrá lugar en Viena en ocho semanas - despliego la invitación encima de la mesa -. El asunto, Milton, es que Mr Wyatt no puede acudir al evento pero desea que yo vaya en su lugar y representación - mis manos gesticulan nerviosas ante tamaña exposición de motivos.

Mr Wyatt pone, a mi disposición, setecientas cincuenta libras esterlinas para que las administre como mejor disponga en lo que a la subasta refiere - prosigo -. Además, me ha indicado que usted va a procurarme el pasaje, alojamiento y otros gastos derivados del desplazamiento y estancia en esa ciudad Europea - reflexiono -. Dicho lo cual, y ya que abordamos el asunto del viaje, no considero oportuno, pertinente, apropiado, llevar los emolumentos destinados a la subasta encima durante tan costoso trayecto - indico -. Me pregunto si sería posible que tuviera ese dinero a mi disposición en un banco en Viena dispuesto a entregar esa cantidad a... ejem! Alguien de mis exóticas características... - refiriendo mi excesivamente bronceado tono de piel.

El siempre eficaz Norwood va tomando notas mientras le dices lo que necesitas y no puede evitar el esbozar una media sonrisa cuando le hablas de tu "exóticas características". Tras meditarlo un momento, te responde:

No se preocupe doctor, lo arreglaré todo - se alcanza su agenda, la consulta y continúa - Si le parece bien, pásese en 3 días y espero tenerlo todo solucionado. O si está muy ocupado, puedo hacer que le lleven todos los pasajes y documentos necesarios a su despacho de la Universidad, lo que prefiera. Si una vez que los tenga hubiera algo que no estuviese de acuerdo a sus necesidades, siempre puede telefonearme o pasarse por aquí. ¿Necesita algo más, doctor?

Cavilo antes de levantarme.

Pasajes, manutención, alojamiento, dinero para la subasta... - voy enumerando casi mentalmente, apenas en un murmullo, mi listado de necesidades -. No - sentencio -. Creo que con lo que le he indicado bastará! - concluyo. Me levanto y recojo la documentación relativa a la subasta, impaciente por ponerme manos a la obra en lo que a los preparativos de la misma refiere.

Mejor mándemelo todo al departamento - desde el linde de la puerta - entre las clases, el trabajo en la facultad y esto - agito los documentos que acabo de recoger - voy a estar bastante ajetreado, ocupado, atareado! - digo ya en camino... la última de mis palabras perdiéndose por el pasillo, despidiendo a Norwood.

Ya en mi despacho del departamento, trato de hacer un hueco en alguna de las mesas atestadas de documentos, libros y manuscritos de la más diversa índole... Una vez dispuesto el escenario, sitúo ante mi la documentación de la subasta, un calendario y una libreta nueva con el membrete de la Universidad.

Cuarenta y nueve días... dieciséis lotes... esto me da tres días para recabar información y estudiar cada uno de los lotes... mejor trato de dedicarle dos días a cada lote al que añadir un tercero de contingencia por si fuera menester... el tiempo apremia, deberé pedir permiso al departamento para ausentarme todo este tiempo!

Determino que plantearé la conveniencia de dedicarme en exclusiva a este viaje para redactar un artículo sobre la subasta que, sin ningún género de dudas, revertirá en el prestigio de la Facultad!