Partida Rol por web

¿Y bien?, pregunta Ausperg ¿Cuál es ese plan?

Bien señor Ausperg, si le digo la verdad, nosotros tenemos un plan para conseguir la cabeza, creo que saldrá bien, pero como ya le he dicho esto puede resultar peligroso, ya ha visto usted con qué tipo de gente tratamos. Una vez que la consigamos podemos traérsela a usted inmediatamente y usted darnos nuestra recompensa, o ponerle una trampa a Herr Hunderprest e intentar desenmascararlo.

Una posible trampa, seria anunciar que se vuelve a poner en venta su codiciado objeto y montarle una especie de emboscada, por supuesto, usted no estará implicado en este asunto. Pero si es cierto que nuestras vidas pueden correr serio peligro y me gustaría que esto lo tuviera en cuenta... Robert deja caer este último comentario para ver si Ausperg se hace cargo de la complicada situación que estamos pasando.

Tras un breve espacio de tiempo, Robert retoma la conversación

-Y bien Herr Ausperg que opina usted, cree que sería mejor que la trajéramos rápidamente? o mejor intentamos desenmascarar a Hunderprest?

-En caso de que pensara lo primero, nosotros nos volveriamos con la máxima discrección a nuestro país. En caso de la segunda opción puede que necesitemos algunos de sus sobrados recursos.

Si consiguen recuperar la cabeza, la policía puede ocuparse de lo demás, Hunderprest incluido.

Mañana les espero con el objeto.

Y se pone en piue, dando por terminada la conversación.

Levantandome a la vez que Herr Ausperg y justo antes de despedirme

-No le aseguro que mañana hayamos podido recuperar la cabeza, pero le mantendremos informado, como hemos hecho hasta hora de todas las novedades.

Ha sido un placer, espero poder verlo lo antes posible y que solventemos este problema de manera satisfactoria.

Robert se despide de Ausperg con un fuerte apretón de manos y sale de la casa de Ausperg con dirección al Hotel, esperando que los otros dos compañeros hayan encontrado algún uso de la cabeza.

Entertanto en el hotel, tras un primer examen, Steven y Nicholas pudieron confirmar lo que ya sospechaban. La lectura de aquel tomo no sería una tarea fácil. El oscurantismo de su redacción dificultaba en extremo su comprensión, y el deterioro de su estado tampoco colaboraba demasiado en la tarea. Sin embargo, y aún a pesar de ello, sus cuadernos empezaban a recoger algunas notas, si bien lo que en ellas recogían no era en absoluto agradable, y distaba mucho de ser un libro ocultista "a la usanza".

Fue agradable poder hacer un descanso de aquella desagradable lectura, y cuando Robert volvió al hotel Steven dejó a un lado lo que estaba haciendo para escuchar sus noticias.

-¿Y bien, que has sacado en claro de la conversación con Ausperg?-preguntó.

Tras la conversación con Herr Ausperg, Robert se dirigió hacia el hotel donde se encontraban sus amigos. Durante todo el trayecto estuvo dándole vueltas a la cabeza sobre lo hablado anteriormente y cual sería el curso de las acciones que tomarían a partir de ahora.

Cuando llego al hotel ya tenía decidido que lo mejor era que se encargara la policía y darle a Ausperg la cabeza, de esa manera cobraría y se podrían volver rápidamente a USA. Aun le picaba la curiosidad por lo que Hunderprest pretendía hacer con ese objeto y el robo de cadáveres y por supuesto el tema del asesinato, pero tal vez la policía con más medios podría descubrir que ocurrió la fatídica noche.

Al llegar a la habitación Robert encontró a los dos amigos absortos en el estudio del libro, una vez que consiguió despegarles del sus apuntes y estudios Robert les relato la conversación.

Amigos, he estado dando vueltas a todo este asunto y creo que lo mejor es darlo por concluido la policía austriaca se encargaría de Hunderprest y nosotros nos llevaremos la recompensa de Ausperg, he intentado que sea más alta, pero no ha dado muestras de querer subirla y parece que no lo hará en un futuro. Por lo que aunque el caso sigue siendo muy interesante, por lo menos para mí, se lo dejamos a la policía y nosotros no corremos ningún riesgo. Por supuesto Ausperg no conoce el descubrimiento de ese libro que tanto os atrae a vosotros los estudiosos, por mi parte podéis quedaros con él, a mi no me interesa, lo he ojeado y prácticamente no lo entiendo.

Tras la decisión tomada, Robert se acuesta y espera al día de mañana.

Cuando Robert se fue a dormir, Steven interrogó a Nicholas con la mirada, en busca de su opinión.

-Supongo entonces que este desgraciado asunto ha llegado a su conclusión. Ausperg recupera la ccabeza, y si los policías hacen su trabajo, Hunderprest acabará entre rejas. Espero que para siempre. Tú no estuviste en su casa, pero te aseguro que el espectáculo te revolvería el estómago. Es un demente. Ya lo demostró con los medios que utilizó para robar la cabeza, destrozando de aquella manera al pobre hombre.-Steven sacudió la cabeza. Aún le costaba creer que una persona pudiese hacerle algo así a un semejante.

-Supongo entonces que podemos irnos a casa. Tenía intención de visitar la ciudad con tranquilidad, pero ahora mismo sólo puedo pensar en lo que hemos vivido estos días.  Y Viena es un lugar demasiado hermoso como para dejar que mis recuerdos de ella estén asociados a la obra de ese criminal. Creo que me llevaré el libro cuando me vaya, me gustaría estudiarlo con calma. Aunque debo reconocer que resulta...inquietante, en cierta forma.-Sonrió, un tanto avergonzado. Era tan sólo un libro, y él un adulto y un estudioso, no tenía sentido creer en cuentos de viejas. Pero debía reconocer que las imágenes y sensaciones conjuradas por su lectura le asustaban, le hacían sentirse inseguro.

-¿Volverás a Whashington con nosotros unos días o te irás a Nueva York?

La lectura de aquel macabro libro era realmente absorbente, hasta tal punto que ni siquiera se dio cuenta de que Robert había entrado en la habitación. Éste expuso su postura respecto a que sería conveniente zanjar aquel tema cuanto antes, Nicholas no pudo más que asentir:

--- Ciertamente dudo que podamos hacer aquí más de lo que ya hemos hecho, hemos identificado al asesino y recuperado la cabeza para Ausperg. Él se encargará de que Hunderprest sea llevado ante la justicia y que pague por sus atroces crímenes. Además, no creo que a la policía vienesa le haga la más mínima gracia que unos yankis se entrometan en sus asuntos, sobre todo con la Gran Guerra tan reciente.

Después de que Robert se retirara a descansar Nicholas y Steven intercambiaron unas palabras al respecto.

--- Sí, Steven, ese hombre es un demente, que no te quepa duda, y lo que visteis en su guarida no hace más que corroborarlo. De hecho, hay algo más…, no sé como explicarlo… cuando estuve en el restaurante con él pude fijarme y hay algo en su persona, algo repugnante, ponzoñoso, casi inhumano… No sé, tal vez fuesen figuraciones mías fruto de lo aterrado que estaba, o tal vez no… ¡Bah!, no me hagas demasiado caso, creo que hemos tenido demasiadas emociones últimamente.

--- Es una oferta muy tentadora, sí, pasar unos días con vosotros en Whashington. Sí, ¿por qué no?, ciertamente nos lo merecemos. Así tendremos más tiempo para estudiar con calma este libro. Sin embargo estoy pensando que tal vez quieras venirte luego conmigo a Nueva York. Tengo algunos conocidos en la Universidad de Nueva York a los que les gustaría echarle un vistazo a este tomo, y tal vez nos pudiesen ayudar a saber algo más de él, y si no probablemente sepan redireccionarnos a alguien que sí lo sepa. Por cierto ---volviendo al libro y señalando una página----, ¿te has fijado en estos extraños símbolos? He visto cosas parecidas en algunos templos egipcios en los que he trabajado, pero hay algunas diferencias bastante significativas…