Partida Rol por web

Tras años como maestro de esgrima oficial de la poderosa familia noble de Habsburgo, casi te has convertido en un miembro de priviléjio. Suelen confiarte mucha información, ya que te has ganado su confianza.

La casa de Habsburgo está consternada. Al parecer, Chacelle Bautista de Paula Francisca de Chantal, prima de Su Alteza Imperial y Real Fernando José Juan Bautista Gran Duque de Toscana, archiduque de Austria, príncipe de Hungría y Bohemia. Ha desaparecido en las inmediaciones de los distritos parisinos. Se trata de una niña de sólo doce años y prima predilecta de Fernando, archiduque de Áustria y uno de los miembros más poderosos de la casa de Habsburgo. Lo último que se sabe de la pequeña Chacelle, es que había salido de Orleans con sus padres dirección hacia París al evento que en Jeu de Paume tendría lugar esa noche.
Apesar de su poder militar, no creen conveniente poner París patas arriba sin una prévia investigación. Y más teniendo en cuenta la delicada situación que soporta Francia. Así que el archiduque de Austria te pidió personalmente que realizaras una profunda investigación con ayuda de la guárdia real que tan amablemente ha cedido el Rey de Francia.
Tienes que reunirte con el coronel Gilbert de Geargé. De esta manera asignará los mejores soldados para que te acompañen en tu propósito.

Tras años como maestro de esgrima oficial de la poderosa familia noble de Habsburgo, casi te has convertido en un miembro de priviléjio. Suelen confiarte mucha información, ya que te has ganado su confianza.

La casa de Habsburgo está consternada. Al parecer, Chacelle Bautista de Paula Francisca de Chantal, prima de Su Alteza Imperial y Real Fernando José Juan Bautista Gran Duque de Toscana, archiduque de Austria, príncipe de Hungría y Bohemia. Ha desaparecido en las inmediaciones de los distritos parisinos. Se trata de una niña de sólo doce años y prima predilecta de Fernando, archiduque de Áustria y uno de los miembros más poderosos de la casa de Habsburgo. Lo último que se sabe de la pequeña Chacelle, es que había salido de Orleans con sus padres dirección hacia París al evento que en Jeu de Paume tendría lugar esa noche.
Apesar de su poder militar, no creen conveniente poner París patas arriba sin una prévia investigación. Y más teniendo en cuenta la delicada situación que soporta Francia. Así que el archiduque de Austria te pidió personalmente que realizaras una profunda investigación con ayuda de la guárdia real que tan amablemente ha cedido el Rey de Francia.
Tienes que reunirte con el coronel Gilbert de Geargé. De esta manera asignará los mejores soldados para que te acompañen en tu propósito.

Llegas al cuerpo de guárdia y te encuentras al coronel Gilbert.
-¿Ya estas aquí, Fauchet?- Te dice sin levantar la vista de un documento que estaba ojeando. -Espero que no hayas metido la pata en Versalles.- Dice ahor mirandolo de reojo. -¿Que les has dicho?.-

- Buenas tardes, señor, dice Fauchet con algo de ironía por las palabras secas y poco amables de Gilbert. - No se preocupe, les he dicho la verdad, que la guardia está para garantizar la seguridad de todos los parisinos y, especialmente, la de aquellos ciudadanos de buena clase. ¿He hecho bien, señor?

-Eso espero Fauchet... eso espero.- Notas una cierta inquietud en sus palabras. Algo poco habitual en este hombre. -¿Solo te han hecho ir a Versalles para que les digas algo que cualquier soldado aprende a decir su primer día de reclutación?... ¿Que más te han dicho, Fauchet?-

- Pero qué perspicaz que es usted, vuelve a decir Fauchet con ironía.- No se le escapa una. Precisamente Su Majestad me ha dado este pergamino para usted. , dice y tiende la nota a Gilbert. Luego se queda en pie esperando la reacción de su superior.

El hombre recoje el pergamino con una leve sonrisa. Al parecer, piensas, le ha gustado el cumplido.
-Vaya...- Comenta al leerlo. Entonces levanta la vista hacia tí y se queda un rato pensativo. Suele hacer esto cuando maquina algo.
-Creo que tú serás el indicado para esto, Fauchet. Esta puede ser tu oportunidad para escender.- Dice al fín. Y te ofrece el pergamino para que lo leas.

Muy honorable coronel Gilbert Constantín de Geargé.
De bién seguro sabrá la próxima llegada de nuestros héroes procedentes de la guerra americana, la cual hemos ganado con la ayuda de Diós nuestro señor. La familia real está convencida de que entenderá la necesidad de realizar un recibimiento digno para estos hombres que vuelven de un viaje largo y glorioso. De manera que queda bajo su responsabilidad velar por la integridad de todos esos hombres en su paso triunfal por París. De esta manera, la honorable guárdia del rey, gozará del priviléjio de acompañar personalmente a los soldados.
La llegada tendrá lugar dentro de dos días, pues el ejército hará noche en Orleans.

Hay otro asunto de grave importáncia. Chacelle Bautista de Paula Francisca de Chantal, prima de Su Alteza Imperial y Real Fernando José Juan Bautista Gran Duque de Toscana, archiduque de Austria, príncipe de Hungría y Bohemia desapareció en los suburbios parisinos cuando se dirijía al evento que esta noche pasada tuvo lugar en Jeu de Paume. Debe priorizar su encuentro.
En estos momentos uno de los hombres de confianza del Archiduque de Austria se dirije hacia parís para apoyar tal labor.

-Como si no hubiera suficiente trabajo en intentar contener los ánimos...- Comenta casi para sí.
-¡Fauchet!- Exclama de repente con fuerza. Su mirada era penetrante. -Ocupese de encontrar a esa endemoniada niña noble. Y, por lo que más quiera, no la cague, Fauchet... si no quiere ver sus genitales colgados de lo alto de la caserna del cuerpo de guárdia. Recuerde que se trata de un miembro de la casa de Habsburgo, y... la madre de nuestra reina, Maria Teresa de Austria, pertenece a esa casa noble.-
-Esperará la llegada de ese hombre de confianza y, junto con él, removeran cielo y tierra hasta encontrar a Chacelle.- Dice gesticulando con el dedo índice. -¿Entendido Fauchet?... si lo hace bién, seguro que el Rey le recompensará como és debido.-

Fauchet recibe nervioso el importante encargo que le hace Gilbert de Geragé. Le presenta la misión como una forma de ascender y no podría haber elegido mejor forma de hacerlo, pues, en lo más íntimo, Pierre Fauchet tiene grandes ansias de poder y, desde que entró en la guardia, algunos años atrás, siempre ha soñado con conseguir un importante puesto de mando que le aleje de las calles y le otorgue poder para decidir qué cosas hacer y de qué manera. Además, por supuesto, de permitirle asistir a importantes eventos, reuniones y fiestas con los personajes más influyentes de Francia, no como mero agente de seguridad, sino como un invitado más.

Casi perdido en sus sueños, deja a su superior esperando una respuesta durante unos segundos, hasta que vuelve en sí.

- Por supuesto, señor, me pondré a trabajar en ello enseguida. Respecto a ese hombre del Archiduque, no creo que vaya a necesitar su ayuda, pero si es mandato de la Reina, supongo que deberé aceptarle como ayudante. ¿Tengo permiso para empezar con mi encargo, señor?

-Se trata de un envido especial desde Austria...- Te dice con una mirada incriminatória. -Más te vale caeros bién.-
-Además...- Comenta ahora pensativo. -...tenemos suerte de que no nos manden al ejército dispuesto a remover hasta la última piedra de la ciudad.-

- Bueno, si no me equivoco, según dice la nota parte del ejército vuelve a París de la guerra, así que no sé si tendrán ganas de remover muchas piedras, pero cerca al menos sí que estarán., añade Fauchet al comentario de su superior.

- Entonces, ¿puedo empezar con la investigación o debo esperar a que aparezca ese austriaco tan "especial"?

Justo después de que Pierre terminara suúltima palabra, entra en la cabina un guárdia, el cual realiza el saludo marcial de la guárdia real antes de empezar a hablar.
-¡Coronel Geargé! ha llegado un hombre que pregunta por vós, dice ser enviado del archiduque austríaco-

Al salir el guárdia que le había recibido, el enviado del archiduque austríaco entra en la cabina de guárdia.
-Le doy la bienvenida a París, mesié.- Dice cortés el coronel. -Espero que el viaje haya sido confortable.-

Mientras intenta esbozar una amplia sonrisa, François saluda con una reverencia y observa con interés a los presentes.

- El viaje bien Coronel, gracias. Sería tan amable de darme toda la información disponible sobre la misión.

Como siempre, François se muestra parco en palabras.

vaya... por fin apareció... veremos de qué pie cojea este...

Pierre se queda en segundo plano, esperando que alguien le presente al recién llegado, pero observándole de arriba abajo desde que aparece.

-Por supuesto mesié.- Dice Gilbert al recién llegado. -Usted debe de ser el maestro de Remis, no esperaba su tan temprana llegada.- Comenta el coronel mientras toma asiento en el escritório.
-Bién, accederé a su peticíon de ponerle al día con lo sucedido.- En este momento Gilbert se recuesta en la silla y suspira antes de proseguir. -Al parecer la prima de su alteza real, Chacelle, se dirijía, junto con sus padres, hacia Jeu de Paume. Donde la misma noche recibimos un atentado que mantuvo a la guárdia ocupada en la persecución del autor. Al parecer, creemos, que aprovecharon el caos para apoderarse de Chacelle.- Gilbert hablaba con voz clara y realizando las correctas pausas.
-Estoy seguro que será consciente de la difícil situación que atravesamos en Francia estos meses a causa de la reunión de los estados. Los disturbios van en aumento y la ciudadanía está agitada. Y es por este motivo que, aquí en la guárdia de su magestad real Luis de Francia, creemos que sería conveniente que fuera acompañado y respaldado por uno de nuestros mejores hombres que conozca bién la situación y pueda guiarle.- En este momento hace una nueva pausa para levantarse y dirijirse hacia Pierre. -Le presento a Pierre Fauchet, capitán de la guárdia y un patriota, él le acompañará en su cometido. Será mejor para todos que este problema termine lo antes posible.-

François se gira hacia el capitán y mientras se quita el sombrero le saluda.

- Encantado, Capitán Fauchet, un placer.

Después de observarle durante unos segundos, François continúa concentrándose en el Coronel.

- ¿No disponemos de más información?. ¿Sospechamos quién puede haber sido?. ¿Por dónde podemos empezar?- Dice François con voz sosegada.

Me ha presentado como si fuese su guardaespaldas... maldito Geargé... ahora a ver como le bajo los humos a este señorito...

- Encantado igualmente, responde Fauchet con una media sonrisa y respondiendo a su saludo con el sombrero.

Luego se queda en silencio, a la espera de si Geargé responde al recién llegado y da algún dato más que fuese desconocido para él.

-Lamentamos no disponer de más información más allá de la que le acabo de obrecer, mesié de Remis.- Dice Gilbert.
-Sin embargo, puesto que el atardecer está clamando sus últimas frases, quizá quiera examinar las calles donde se encontró el coche con la seña de Habsburgo. Coche en el que viajaba chacelle.- Comenta Gilbert ahora de pié delante de los dos.

- Sí, por supuesto, ése sería un buen punto por el que comenzar a investigar, dice Fauchet haciéndose notar.- Si le parece indíquemelo a mi, que conozco bien la ciudad, e iremos ambos para allá, si es eso lo que quiere.