Partida Rol por web

Cuando me doy cuenta de que la muejr de dentro me está mirando se me hiela la sangre, por unos instantes quedo paralizada hasta que el empujon de Rosalie me hace volver a la realidad y salgo corriendo de alli

Cita:

Escuchas trasa abrirse la ventana.
-¡Maldición!- Exclama la mujer al soltar a Sophie mientras emprende la huida calle arriba.

Jean Cloude, sin aparentar sorpresa más que por un fugaz enarcamiento de cejas, se acerca a la ventana y presta atención a los acontecimientos. Duda un segundo pero llega la conclusión de que todo ese asunto no tiene nada que ver con él... por lo menos hasta ahora. Tras evaluar la situación decide salir de la habitación a paso rápido para poder salir a la calle y desde allí valorar la situación y actuar en consecuencia.

-Mi señora, enseguida regreso...- Dice dando a entender que por precaución iba a molestarse en bajar...

Al oir la voz desde la ventana y ver a Rosalie echar a correr me quedo parada sin saber que hacer, miro hacia la ventana y miro hacia la dirección por donde Rosalie ha salido. Con los nervios del momento me cuesta decidir qué hacer pero finalmente corro hacia la casa. Al llegar a la puerta la golpeo con mis nudillos repetidas veces.

Desciendes las escaleras que llevaban hacia la salida del servicio. Puedes observar a algún criado apartarse de tu camino rápidamente y inclinando la cabeza a tu paso.
Al abrir la puerta y salir a la calle puedes ver una mujer que se aleja apresuradamente calle arriba.

-¡Mademoiselle!- Exclama la muchacha que se apresuraba a acercarse a la puerta donde estábais. Al parecer queda sorprendida al observar a Sophie. -Disculpeme, mademoiselle...- Dice algo más pausado pero sin quitar ese tono de apremio que le salía cuando estaba realmente preocupada por algo.
-Se trata de la pequeña mademoiselle... algo me dice que dentro de aquella habitación pasa algo...- Comenta preocupada. -... y no encuentro a André por ningún sitio... espero que a ese pequeño ladronzuelo no se le haya ocurrido increpar a la mademoiselle...- Dice ahora algo más serena.

La muchacha te dedica una mirada incisiva que te hace dudar un instante. Esa mirada parecía llena de fuerza, una fuerza que hacía mucho que no veías. -Mis padres están muertos...- Dice conteniendo una lágrima que no logra borrar esa expresión.
-Mi nombre es Chacelle Bautista de Paula Francisca de Chantal, prima de Su Alteza Imperial y Real Fernando José Juan Bautista Gran Duque de Toscana, archiduque de Austria, príncipe de Hungría y Bohemia...- Dice sin pestañear. -Y por el título que ostento le ordeno que nos deje libres a mí y a André...- Senténcia.

Cerrando la puerta tras la joven intento consolarla pero, el apremiante gesto de Elizabeth no me da tiempo a decir palabra. Escucho lo que dice sobre los niños, aun abrazando a la vendedora de flores, a la que separo de mi con cuidado.

No entiendo querida, me estás diciendo que han cerrado la puerta desde dentro?

Digo a Elizabeth mientras, con un gesto, le indico que atienda a la recién llegada.

Perdone mademoiselle, digo a la joven, tengo unos asuntos que atender arriba, ahora mismo volveré con vos.

Empiezo a caminar con paso rápido hacia las escaleras mientras pregunto a Elizabeth con tono agitado:

En que cuarto has dicho que estaban?

Dudando solo un instante Jean Cloude duda si merece la pena correr tas la mujer. No sabe cual ha sido su falta ni si merece ser retenida. Desde luego él no es quien para inmiscuirse donde no le llaman, por mucho que sea por ayudar a un Dama. No obstante, su extraño sentido de la caballerosidad de empuja a correr tras la mujer que intenta escapar para poder preguntarle que pasaba...

Abrazo fuertemente a la mujer hasta que otra mujer irrumpe en la estancia. Las escucho mientras mi mirada se posa de una mujer en la otra siguiendo la conversación ¿la pequeña mademoiselle?
Observo como la mujer rápidamente se separa de mi subiendo por las escaleras mientras permanezco inmóvil en mi sitio. Comienzo a estar inquieta y algo nerviosa. Me acerco hasta el pie de la escalera mientras sigo con mi mirada a la mujer según sube escaleras arriba

Camille se sorprende cuando la niña cuenta que sus padres estaban muertos. Hubiera jurado que no lo sabía y eso habría jugado a su favor. Ahora la cosa se complicaba más...

-Pequeña -le dice hablando pausado y sin levantar la voz- en esta habitación el título que ostentas no tiene ningún valor.

Hace una pausa para mirar a los dos niños y habla de nuevo -Tienes que venir conmigo, vas a venir conmigo -afirma-. Es la única forma de que llegues a tu país segura. Marie Janne te apartó de los jacobinos y a ellos no les gusta que les quiten sus cosas -dice intentando intimidar a la muchacha-; tu seguridad depende de que vengas conmigo.

Camille comenzaba a cansarse de esa conversación. Ella normalmente no era una mujer de plabras ni necesitaba convencer de nada a sus "presas".
-Tú -dice dirigiéndose al chico-, ¿cómo te llamas? -continúa sin apenas dejarle tiempo para responder-. Eres demasiado joven para entender de política, pero bien seguro entiendes de la pobreza que vive tu pueblo. Mírate, eres como nosotros, no puedes negarlo. Sabes que el pueblo necesita ayuda. Esta niña en la clave para conseguir lo que siempre hemos querido, libertad. Niégame que no estás harto de tener que robar manzanas para comer, niégame que no estás harto de escuchar por las noches los lamentos agónicos de los que pasan frio y sed... niégamelo todo y tal vez me plantee que estoy equivocada -Sus ojos conservaban la furia, pero algo más profundo brillaba en ellos. Sus palabras sonaban firmes y al mismo tiempo un deje de melancolía se escuchaba en su voz. Convencer a la niña no sería tarea fácil, pero él era un chico de clase baja y conocía la situación. Si conseguía persuadirle, todo sería más fácil.

-Marie Jeanne me salvó la vida en el mercado...- Dice el chico desviando la mirada. -... y la gente de buena fé no se presenta por la ventana.Lárgo de aquí o te las verás conmigo.- Sentencia mirandote con rábia y amenazandote con el puño.

-¡Basta André!- Exclama la niña. -No le haga daño. Vendré con usted...-
-¡Ni hablar!...- Niega el chico con la cabeza. -... no me fío, hay algo en esta mujer que no me gusta. Yo te protegeré aunque me vaya la vida.- Dicho esto se lanza encima tuya.
-¡André!- El grito angustioso de Chacelle no tuvo respuesta por parte de André.