Partida Rol por web

La Torre Infinita

Diseño del Barón Fu-Sei (Fase 4)

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20/02/2019, 20:11
Director
Sólo para el director

Sala 1: Esqueletos (-1)
Sala 2: Enemigo Arcano (-2) + Tesoro (+3)
Sala 3: Limo (-1)+Trampa (dif5 pierde 2) (-2)+Terreno difícil(-2)

Dispones hasta el día 23/02 (completo), para realizar el concepto de tu diseño.

** Ha comentado que no le dará tiempo, lo dejamos a su ritmo para el último lugar **

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20/02/2019, 20:11
Director
Sólo para el director

Las puertas dobles se abren a una sala tan oscura como la maldad que habéis jurado destruir, un largo pasillo de arcos de madera roja con runas grabadas, torii ton'neru parece engullir toda luz para conduciros por un camino de baldosas de piedra.

A vuestro alrededor, más allá del camino de baldosas parece acompañaros una orquesta fantasmagórica que lanzan aullidos noh al son de tambores y flautas dulces, más pese a la cercanía del sonido no hay nada que resulte amenazante.

Avanzáis por el camino, vuestras armas aferradas por vuestra mano presta al combate, con la más firme determinación en vuestros corazones y el pulso acelerado, no por miedo, sino por el deseo de llegar cuanto antes al final de este camino y acabar con cualquier enemigo que haya jurado lealtad al infame Duque.

Camináis un largo trecho, pues es sabido que la torre infinita trasciende más allá del espacio o el tiempo y que solo una mente férrea puede luchar contra semejante afrenta al raciocinio, hasta llegar al final del sendero de baldosas donde tan solo os aguarda un bonito jardín de grava y macetas rebosantes de musgo sobre el que se alzan los cuidados bonsais. 

A vuestra derecha un estanque vacío cuyo fondo no se puede apreciar y sobre el que repica puntualmente una caña de bambú a modo de fuente, sishi odoshi. A vuestra izquierda un estanque de arena sin dibujar con el rastrillo tirado en el centro del mismo. Y frente a vosotros unos farolillos se iluminan, mostrando una puerta corredera a una gran habitación que se desliza silenciosa al tiempo que la habitación se ilumina, dejando ver tan solo en su interior un carrito-orquesta pobremente decorado.

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23/02/2019, 17:25
Director
Sólo para el director

La humedad del ambiente se condensa y desliza por las hojas de vuestras armas a medida que os acercais, al subir al porche veis una silueta semi-escondida tras el carrito-orquesta. Una mujer bellísima con los mejores y más finos rasgos de una raza perdida en los horizontes del este donde ahora solo queda un reino de sombras y ceniza. La mujer va exquisitamente maquillada y lleva unos ropajes largos. Os sonríe maliciosa y saca un abanico con su mano izquierda mientras la derecha empieza a girar una manivela.... ¡¿Una trampa?! Apretais vuestras manos y preparais todos los músculos de vuestro cuerpo pero en el carrito solamente se enciende una luz, por el que empieza a desfilar curiosas y bien recortadas sombras en una especie de representación seguida de esa música percusiva con bambú, una melodía alegre totalmente fuera de lugar.

¡¡No habeis venido para esto!! Pero entonces uno de vosotros se fija bien en la representación que tiene lugar en el carrito-orquesta... las sombras pareceis vosotros mismos y desde derecha e izquierda un carnaval de monstruos se os echa encima. Al giraros, efectivamente un público de cuerpos blancos, hinchados y desnudos ha aparecido por las silenciosas puertas correderas. Alguien ha tenido la decencia o el capricho de cubrir el rostro de los pútridos y nauseabundos caminantes con bonitas y pintadas máscaras de porcelana que como mínimo dan un aspecto más cercano a los zombis.

La música se detiene, y os girais a la bella mujer cuyos ojos son ahora de una negrura que  absorbe la propia luz de alrededor.

La piel de todo su cuerpo se desliza hacia abajo como quien deja caer un vestido de seda, dejando ver los órganos aún

palpitantes de la bella mujer quien sin palabra alguna abre una boca inmensa con dos grandes colmillos y se desliza reptando por el aire lanzándose contra _____________. Su hígado le golpea en la cara mientras los intestinos se enroscan en su cuello y empiezan a entrar por su boca para tratar de asfixiarle, al tiempo que los colmillos de la espantosa pennagolan se clavan directamente tras la oreja de la primera de sus víctimas. 

No teneis demasiado tiempo, pues la horda de zombis avanza desde todas direcciones contra vosotros

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24/02/2019, 11:07
Director
Sólo para el director

 Atrás queda el mar de cadáveres blancos, fríos, abotargados, cortados y desmembrados en mil pedazos con las máscaras rotas mostrando unos rostros torturados y encías cortadas y desdentadas. 

La habitación que se os abre es elegante y se encuentra bien amueblada, hay una cama baja sobre el cabezal del cual reposa una espada samurai de empuñadura de jade. Sobre una mesa baja hay un té humeante junto a pergaminos que poseen secretos prohibidos y frente a una pared un yelmo de aspecto demoníaco descansa en un soporte para armaduras vacío.

 Entonces la puerta del lado opuesto de la habitación se abre, y aparece una mujer tan solo cubierta por una toalla demasiado pequeña para tapar sus vergüenzas. Su piel es blanca como el marfil, está húmeda y deja ir un vaho suave, su pelo negro y empapado cae por detrás de una espalda tatuada y sus ojos son de un blanco espectral.

Sin embargo y pese a su apariencia, su sonrisa resulta de lo más cálida a vuestra entrada. Deja ver unos largos y muy delgados colmillos mientras inclina sus rodillas en una rápida reverencia, os mira a los ojos y algo tintinea en el cuarto

 

- Llegan a luchar
el mal deben derrotar,
lo traen ellos

Las palabras os dejan embutidos, atontados y la muchacha se acerca hasta el soporte de armaduras para coger el yelmo y colocárselo en la cabeza. Se acerca a la cama, gateando por ella os sonríe, su piel refleja la luz de las lámparas. Queda en el medio del catre de rodillas, con las piernas ligeramente abiertas y sin nada que las cubra, alarga un brazo y toma la katana entre sus manos desenvainándola despacio y dejando ver una terrorífica hoja del mejor acero azul.

Tiempo de guerra
Ha de buscar el sentido
No tienen tiempo

¡Hechizos! ¡Os está embrujando! Vuestras cabezas se sacuden y vuestras armas aprietan las empuñaduras, en vuestra cabeza la voz que os empuja en las situaciones de mayor supervivencia grita desesperada y arrinconada, no la escuchéis, ¡matadla! Sin embargo, este ser no parece peor combatiente que hechicera.

** Añadir descripción de que como tesoro está el corazón de la criatura, la armadura y la espada ***

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28/02/2019, 08:32
Director
Sólo para el director

Al abrir la siguiente puerta corredera empezáis a sentir calor, pero tan solo es una especie de vestidor con una puerta sucesiva inmediatamente después, ésta da a un segundo vestidor lleno de toallas húmedas y vuestros pulmones se humedecen con los vapores que empiezan a entrar dilatando vuestras fosas nasales, de nuevo una puerta sucesiva. 

Esta vez da a parar a una sala tan larga que el final tan solo se adivina por las tenues luces flotantes. Una gran piscina ocupa casi la totalidad de la sala, con unos escalones que bajan para poder acceder sin tropiezos. A la luz de las luces no parece profundo y está a la temperatura perfecta para entrar y darse un baño. Lámparas de papel flotan sobre la superficie del agua por toda la piscina dándole un ambiente íntimo, sin embargo, no bajáis la guardia ni por un solo momento.

A regañadientes, y sin ninguna otra opción que pasar por la piscina os sumergís por ella, ésta os cubre hasta más arriba del muslo pero no habrá más impedimento para llegar hasta el otro lado. Las armaduras os pesan en este ambiente de vapores de hierbas, pero avanzáis con paso firme sin perderos de vista entre vosotros.

Una burbuja en algún lugar de la piscina...

Luego otra.... ¿Algo se acerca? Os ponéis en guardia, en un círculo defensivo. Pero nada se avecina y sin embargo cada vez son más las burbujas que aparecen.... pronto la piscina entera se ha convertido en una gran olla

¡¡Y VOSOTROS SOIS EL PLATO PRINCIPAL!!

Estáis justo a mitad de camino y se puede ver la puerta, la piel de vuestras extremidades inferiores se retuerce sobre sí misma en jirones adheriéndose a la ropa y armaduras y entre gritos de dolor avanzáis a toda prisa hasta que aquél que va en cabeza nota que da un paso en aguas frías... más densas... más ácidas... ¡¡más gelatinosas!!

A vuestro alrededor, como un banco de medusas, se han arremolinado un banco de cienos verde-azulados que bajo las sombras y los reflejos de las lámparas acuáticas se os han echado encima... no hay escapatoria posible, queréis salir de aquí, pero sed valientes. Nadie debería quedar atrás.

Notas de juego

¡Se complica la situación!

Mientras estéis en la piscina, tenéis un -2 a vuestras habilidades.

Antes de salir de ella, tendréis que acabar con aquellos cienos ¡tirad por combate!

Una vez superada la amenaza, habrá que comprobar cuán rápidos sois de salir de aquella "olla infernal"

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28/02/2019, 18:15
Director
Sólo para el director

Atrás queda el carrito orquesta cuya música aún os acompaña como un eco lejano, un murmullo, cuando subís las escaleras hacia el siguiente piso. La demonio cuyo cuerpo impío se encuentra tirado sobre su cama ahora teñida del rojo carmesí de su sangre. Y atrás queda la maldita piscina demoníaca, donde vuestra piel arrancada por el agua hirviente queda flotando para alimentar a los futuros limos que en ella crecerán. Lo que está por venir, podría ser peor que lo ya pasado, así que aún tenéis tiempo de pensarlo y daros la vuelta, o tomar el puesto de los monstruos que habéis matado. El Duque tiene buen ojo para el talento, y sabrá recompensaros.

En algún nivel superior, el barón demoníaco Fu-Sei aprieta sus puños en silencio enseñando sus colmillos a la bola de cristal, con un falso temple, tratando de aparentar que es un guerrero disciplinado cuando puede verse la furia en el temblor de sus manos. No le apasionaba estar a las órdenes del Duque, pero mucho menos que unos mortales de occidente le humillen así.  No saldréis con vida de esta torre