Partida Rol por web

Steligad, con su espada clavada en la arpía ya muerta, apoya su pie en ella para liberar la hoja. Hecho esto da en carrera unos pasos y luego salta con fuerza para caer cerca de donde Kamuz esta refugiado.

Valerio sorprendido por que el cuerpo de la arpía de se iluminaba, debía tomar la decisión de acercarse a observar más de cerca o alejarse. Al ser una criatura maligna me alejo a una cierta distancia y me cubro.

- ¡Maldita sea! - digo a mis compañeros, un poco más y una criatura a la que creíamos derrotada podía habernos herido o matado.

Después del susto, zarandeo un poco a alguno de los compañeros hipnotizados, por ejemplo, a Bryzen y luego probaría a mojarle la cara con agua.

Todos los jugadores estan recuperándose de la hipnosis de la arpía. De todos modos, pronto se marcharan de la partida.

Bryzen, Drago y Tirso empiezan a recobrar la consciencia y a ser conscientes de lo hecho. Ven los restos quemados de la arpía.

- Tengo recuerdos vagos - dice Bryzen. - ¿Qué ha pasado?

Valerio suspiró aliviado al comprobar que sus compañeros estaban a salvo. Bryzen quería saber que había pasado pero no quería recriminar a sus compañeros que los habían atacado. 

- Me alegro de que estéis bien, habéis sido hipnotizados y controlados por la arpía, hasta que no ha sido derrotada completamente estábais a sus ordenes protegiéndola e incluso a alguno de vosotros intento os obligo a mataros a vosotros mismos. - intentaba ser asertivo, decirles que habían sido hipnotizados y nos habían atacado, podía resultar una ofensa para algunos de ellos y no esperaba que hubiera rencillas y crear una enemistad innecesariamente.

-Quizás sea mejor que os quedéis en la ciudad y descanséis. - dicho esto, empecé a buscar con la mirada al entrevistador.

-Cierto. Dice Kamuz que yace sentado sobre uno de los tejados cercanos observando todo desde arriba, entonces se deja caer del tejado al suelo para caer agachado. -Será mejor que os quedeis, solo estorbarán. Finaliza sentandose y recostandose en la pared posterior.

Despues se quedaria en silencio en ese mismo lugar, y es que hablar no es lo suyo.
 

El guerrero que no esta muy contento por como se han sucedido los acontecimientos esta de acuerdo. Un ligero dolor de cabeza persiste por el breve momento en el que estuvo bajo control de la arpía .-Además esta lo de ese. ¿Dios? No es este el tipo de negocio que suele salir rentable. Se que no todos querréis seguir adelante con esta misión.-.

Bryzen, Drago y Tirso se miran entre ellos y dice el primero:

- Sí, desde luego no estamos en forma para hacer una misión. Nos vamos a la ciudad. Puede que volvamos a vernos. Chao, camaradas.

Y los tres, haciendo gestos de adiós, se marchan ciudad a través.

Entonces el encargado de la misión propone a los tres agentes de la misión complicada:

- ¿Porque no nos vamos a una taberna que hay cercana? Allí os hablaré enseguida de la misión tras unas birras.

Por cierto, por derrotar a la hidra habéis ganado todos los jugadores que sigáis en juego 300 puntos de experiencia (pex). No olvidéis apuntároslo en la ficha.

- Me apunto a tomar algo en una taberna y que nos hables de la misión. - le al encargado de la misión con una sonrisa.

Es hora de empezar la vida aventurera y buscar algo de fortuna porque luchar contra compañeros hipnotizados es solamente un entrenamiento, lo que había desaparecido era la trompeta del valor y un dios desde el aire apenas habíamos tomado la determinación de recuperarla lanzó a la arpía contra nosotros.

- Haraldwold, ¿sabes de que dios podía tratarse? - frunzo el ceño y me quedo pensativo pero continuo con mis compañeros hacia la taberna cercana siguiendo al encargado.

El encargado de la misión os guia hacia una taberna cercana. Dentro hay bastantes guardias y algunos aldeanos. Vuestro encargado se acerca al camarero y le dice: "Ponme una cerveza negra". El tabernero se la sirve en dos minutos y el encargado se sienta en una mesa, diciendo:

- Adelante, pedid lo que queráis.

Aparentemente, nada os amenaza...

.-Al final somos menos de lo esperado para esta misión-. Mira detenidamente a los que le acompañan en esta aventura con una cerveza negra en la mano .-He visto como os movíais con esa arpía-. Dice recordando las agiles maniobras de Kamuz y Valerio.-Sois sin duda guerreros excepcionales. No he visto esa agilidad desde hace mucho tiempo-.

- Otra cerveza negra, camarero. Mejor que sean dos. - digo al camarero y me siento a la mesa. Y una de las dos cervezas se la doy a Kamuz. No sé que pedirá Haraldwold paar tonar en la taberna, pero el clérigo ha demostrado su valía.

- Tienes razón Steligad, somos pocos y no tenemos ningún mago entre nosotros. - aunque los magos con sus ansias de poder y búsqueda de objetos mágicos pueden ser un quebradero de cabeza o más imprudentes que los no usuarios de magia.

- Gracias, entrenamiento y un poco de suerte. Tampoco estuvistes nada mal, Steligad - hay que ser humilde y realista aunque no falto habilidad y agilidad, si nos hubiéramos ejecutado a nosotros mismos o si los compañeros hipnotizados nos hubieran atacado al mismo tiempo a uno de nosotros cada vez posiblemente no lo estaríamos contando.

El encargado ya se ha bebido su cerveza con agrado. El camarero os sirve vuestras bebidas y se va a atender a otros clientes.

- Bueno, chicos, habéis demostrado vuestro valor en la lucha. Esto es bueno. Ahora, ¿queréis quizá hacerme alguna pregunta o preferís que os hable ahora mismo de vuestra misión?

¿Qué pasará cuando las fuerzas del mal se den cuenta de que la arpía ha fracasado en su misión de eliminaros?

El tiempo no se detiene...

Haraldwold se mantuvo callado desde que la harpía cayó fulminada al suelo y estalló. Todo esto le parecía muy extraño, así que prefirió mantenerse en un segundo plano hasta saber exactamente a qué aventura se encaminaban.

Acompañó a los aventureros que habían quedado a salvo y al extraño parlanchín. Al entrar a aquel bar prestó atención a todos los que allí habían, sería otra encerrona del hombre que hablaba y bebía sin parar?

Pidió una sidra suave, pagó y se sentó con el resto de sus compañeros.

- Por favor, creo que hablo en nombre de todos, centrémonos en nuestra misión, que es lo que debemos de hacer?

Cuando he calmado mi sed y voy por la mitad de mi cerveza negra, escucho con mucho interés la pregunta del encargado de la misión y ante la respuesta del clérigo, no puedo más que responder.

- Sí, yo votaría a Haraldwold como mi portavoz. Primero conocer de que trata la misión y luego quien quisiera que pudiera realizar alguna pregunta por si no hubieramos entendido alguna cosa. - Asiento, ante las palabras del clérigo, es claro y conciso y con un cierta competencia para el liderazgo.