Partida Rol por web

El Valle del Silencio es, en efecto, un lugar sumamente silencioso. En cuanto entráis en la zona lo notáis, y no es que no hay ruido alguno, es sencillamente que parece encontrarse en un estado de perfecta armonía... al menos hasta que llegáis vosotros. Las discordantes notas de las armaduras y armas entrechocando y los pasos de la compañía de Dace rompen la magia al instante. Aún así, el lugar sigue siendo bello.

Estáis ante un paisaje rocoso y seco, cómo si alguien se hubiera llevado de repente la fertilidad de aquel trozo de tierra. En mitad del paisaje, una hendidura rasga el suelo de lado a lado abriendo un amplio y profundo cañon. En el fondo de este cañón se vislumbran los restos de un pequeño riachuelo, que seguramente antaño fue un caudaloso río. Un puente de roca natural cruza el cañón y continúa hacia el Norte.

Por lo demás, todo naturaleza aparentemente inexplorada. Aunque no atisbáis una ruta, parece probable que se pueda descender al fondo del cañón por alguna parte.

No tuvieron problema en el camino hacia el valle, claro que el numeroso grupo con el que se movían hizo que el nombre del sitio no hiciera honor, al menos hasta que Dace hizo parar a todos.
Detuvo su caballo a la entrada y observó durante unos instantes. Ahora si que había un extraño silencio, porque además todos sus hombres estaban demasiado expectantes con lo que sucedía como para hablar. Marchaban en formación de combate pues no sabían con que se encontrarían ni cuando y prefirió ser prudente. El Capitán Risa se quedó al frente mientras Dace se adelantó un poco junto a sus compañeros. Miró a Arianna y Jade que eran las que habían estado allí la noche anterior.

-¿Y bien? ¿Por donde sigue el rastro? Una sonrisa se dibujó en sus labios antes de volver a hablar. Creo que a partir de ahora le cambiarán el nombre al Valle, no creo que siga igual tras el paso de Juggernaut por aquí. Aunque procuremos estar atentos, no me gusta mucho este lugar, sobre todo si tenemos que bajar ahí.

Había un profundo cañón en el valle y eso era la peor pesadilla para alguien que comandaba una pequeña fuerza.

-Si hay que bajar creo que mandaré exploradores por arriba para que nos cubran y nos avisen si hay algo delante. No quiero que de repente empiecen a llovernos piedras sobre la cabeza, no la tengo tan dura como alguno...

Aquel silencio hizo que Juggernaut frunciera el ceño. ¿Cómo era posible que los enamorados se acercaran a aquel lugar? No conocía nada menos agradable que aquello. Incluso los cementerios tenían más vida.

Se acercó al borde del barranco y tomando aire, lanzó un fuerte grito que rebotó contra las paredes en ecos que fueron disipándose. Se echó a reír sonoramente.

-Así está mejor. Valle Ruido. Qué sitio más horrible. No me diréis que no pone la carne de gallina tanto silencio. Es como si estuviera muerto todo esto. De todos modos, ¿para qué bajar, Dace? Allí hay un puente que cruza esta herida. Vayamos por allí y observemos que encierra este lugar. Si no vemos nada de interés, siempre podremos hacer un descenso como si fuéramos cabras. ¿No os parece?

Llegaron de nuevo en el punto donde el día anterior Arianna y ella habían estado. Todo se encontraba igual ante sus miradas. La pequeña chica miró con sus grandes ojos a su amiga. Fue ella quien les condujo hasta allí y era ella quién les iba a dirigir a continuación.

- No lo sé, respondió a Dace, y después guardó silencio. Como había descansado y tenía que satisfacer su curiosidad dio unos pasos adelante y luego se volvió hacía sus amigos. Voy a adelantarme un poco, no tardaré en volver. Así su amiga podía tomarse el tiempo necesario para volver a conectar con el fantasma de la chica o lo que necesitaba para saber si seguir o buscar algo más ahí mismo, y ella se libraba de escuchar los gritos que pegaba Juggernaut.

No hay nada más si sigues adelante... nada más de interés. Básicamente el camino continúa cruzando el puente de roca y sigue en dirección Norte. Con toda probabilidad se juntará más adelante con la carretera principal que conduce a Siján.

Percibes algunas huellas y surcos, pero parece que ni aquel camino ha sido nunca muy transitado ni ha pasado nadie por allí en algún tiempo. Sin embargo, si que hay algunos rastros que se desvían del camino antes de cruzar el puente, y esos si que parecen algo más recientes. Podrían pertenecer a jóvenes de la aldea que han ido allí buscando la intimidad del lugar.

Y no tardó. Al poco rato de haber marchado, Jade volvía y su inexpresivo rostro no adelantaba nada de lo que pudo haber encontrado.

- Cruzando el puente el camino sigue en dirección norte. Es probable que más adelante se vuelva a unir con la carretera principal, la que lleva a Siján. Sus ojos pasaban de uno a otro de sus compañeros mirándolos fijamente como le era la costumbre. Pero esto… dijo mirando al suelo, caminó hasta donde empezaba el puente y apunto hacía unas marcas que había en el suelo, estas huellas parecen recientes. Diría que pertenecen a unos jóvenes que buscaban intimidad. Luego se encogió de hombros al no entender que podría estar buscando ahí una pareja.

Las huellas se desvían del camino antes de cruzar el puente y Jade los sigue con interés dejando a sus compañeros decidir ellos mismos si la siguen o no.

Y como fue se vino, por el mismo camino. Dace enarcó una ceja y miró hacia Juggernaut como culpándolo de algo. ¿Desde cuando Jade hablaba de la intimidad de los jóvenes? Eso tenía que ser cosa de él. Observó las huellas que Jade marcaba en el camino y se fio de su interpretación de las mismas, ella era la experta. No pudo evitar medio reírse mientras contestaba a Jade.

-Pues supongo que vamos a interrumpirles un poco... Juggernaut, intenta ser considerado si los pillamos en mitad de... su intimidad. Su amigo era capaz de meterles un buen susto o hacerles huir sin dejarles ponerse siquiera la ropa. Miró a Arianna para confirmar la ruta. ¿Sigues teniendo algún rastro? A no ser que nos digas lo contrario seguiremos las huellas que encontró Jade.

Arianna se habia quedado pensativa al llegar de nuevo a aquel lugar. Las imágenes de la visita la tarde anterior el recuerdo de su visión volvieron a ella, envueltos por el silencio de aquella zona que, ahora que la comitiva se había detenido, se hacia palpable. Jade, con su natural curiosidad, decidió adelantarse y ellos esperaron pacientes a su vuelta. No tardó en volver, y las noticias que trajo defraudaron un poco a Arianna. A lo mejor defraudar no era la palabra exacta, pero había esperado que tras cruzar aquel puente el camino tomara una dirección totalmente diferente.

-Tal vez... -quiso contestar a Jade cuando esta comentó lo de las huellas de la pareja, pero esta había emprendido de nuevo la marcha y se alejaba ya decidida en aquella nueva dirección-¿Vais a ir a molestar a la pareja?-preguntó sorprendida a Dace y a Jug que parecían dispuestos a seguir a Jade-Vale, esperar entonces un instante... solo un momento...

Mientras que les pedía esperar un poco, se adelantó hacia el puente y cerró los ojos un instante...

Arianna cerró los ojos y se intentó concentrar.

¿Percibía de nuevo el olor a cerezo? ¿De donde podía provenir exactamente? ¿Del otro lado del puente como parecía venir la tarde anterior o de aquella nueva dirección a la que apuntaba Jade?

Jade paró en seco al escuchar las palabras de Arianna. Le iba a dar a su amiga todo el tiempo que necesitaba. Mientras tanto miró a los demás y les habló en voz baja, para no molestar a la mujer.

- Creo que las huellas son recientes, pero no tanto. No creo que vamos a interrumpir a nadie... Y sabía que hablaba porque más de una vez, mientras vigilaba a alguna futura víctima desde los tejados, pudo observar como salían de algún bar un hombre y una mujer y se iban a un lugar oscuro para... "sacudirse" un poco. Otras veces eran dos hombres o dos mujeres o... las combinaciones variaban. Se encogió de hombros y esperó paciente, como le era la costumbre.

Dejó que Arianna se concentrara y buscara algún rastro o sensación como las que les habían guiado hasta allí. De momento era lo único que tenían, eso o seguir aquellas huellas que había encontrado Jade, aunque por lo que la chica decía no eran tan recientes como Dace pensaba.

No debe pasar mucha gente por aquí si se conservan las huellas tan bien durante tanto tiempo.

Miró a Juggernaut y Jade mientras esperaba el resultado de lo que hacía Arianna y prosiguió hablando algo más bajo.

-Bueno, da igual... De todas formas no creo que hubiéramos pillado a nadie por sorpresa con los gritos que acabas de dar. Dijo medio riéndose mientras miraba a Juggernaut. La verdad es que no esperaba ninguna emboscada y tomaría todas las precauciones necesarias para que ni ellos ni sus hombres se vieran envueltos en ninguna, no le importaba que los estuvieran esperando. Por si acaso estemos atentos, creo que las sensaciones de Arianna son una advertencia, será mejor no confiarnos.

Al igual que el día anterior, el rastro termina en aquel lugar. Claro que no es como un rastro normal y corriente, que siemplemente desaparece, esto es algo más complejo. Es más un sensación que se intensifica cuando sigues el camino correcto. Parece que ahora mismo está decayendo, la sensación está ahí pero no aumenta.

Sea lo que sea lo que haya ocurrido allí, crees que merece la pena deternerse a echar un vistazo.

Rió por lo bajo cuando Jade habló de intimidad. Dudaba incluso que supiera de qué estaba hablando cuando lo había dicho y sonaba tan absurdo como aquellos pirados que de vez en cuando asomaban sus hocicos por la arena y gritaban a pleno pulmón por los derechos de las fieras contra las que se peleaba. Pero cuando Arianna se mostró especialmente pacata con su comentario acerca de interrumpir a una pareja en plena faena, la risa baja se convirtió en estentóreas carcajadas que ni siquiera los murmullos de Dace consiguieron aplacar.

-Lo siento, lo siento -dijo doblado sobre sí mismo, alzando un amano en dirección a Dace que se mostraba cauto en cuanto a lo de sacar ruido en aquel paraje marcado por el silencio-. Ya me callo. Ay, cómo duele -dijo irguiéndose y apretándose el costado-. Así que dos pares de huellas. Y dime, Jade, por las sagradas tetas de la gran vaca de oro, ¿qué te ha llevado a pensar que los propietarios de esas huellas eran jóvenes y que buscaban un lugar donde jod..., digo, copular? -Juggernaut miró a Dace esperando la mirada reprobatoria del mismo-. Es que me admira esa capacidad para extraer esas conclusiones a partir de unas huellas. Venga, Arianna, que es para hoy. Jefe, ¿y qué tal si nuestro lindo gatito sigue el rastro de esa pareja? Si alguien es capaz de percibir de forma natural un rastro de olor o lo que sea, ese es él.

Arianna miró reprobadoramente a Jug cuando este estalló en carcajadas, pero sabia que en ese momento no seria capaz de hacerle entender que la experta en huellas era Jade, y que pocas veces se equivocaba.

Contuvo un suspiro mientras miraba en la dirección en la que Jade había señalado. Habría que molestar llegado el caso , era la única forma de saber algo más sobre aquello.

- El lindo gatito -dijo cuando Jug se pudo controlar sus risas, no sin cierto tono irónico en la voz- no nos puede ayudar mucho aquí. El no detecta ese olor del que os he hablado. Solo yo lo percibo y...os puedo decir que no es tan nítido ni fuerte como era ayer. Creo que es buena idea seguir esa huellas que has encontrado, Jade. El olor se vuelve menos intenso si me alejo hacia el puente, así que no perdemos nada si buscamos a los dueños de esas huellas. Y en eso si nos puede ayudar....-cuando se volvió a buscar a Ryuusei, solo alcanzo a ver por el rabillo del ojo como este partía silenciosamente en la dirección que Jade había indicado.

Juggernaut era incorregible, pero no podía evitar sonreír con sus ocurrencias y sus discusiones con Jade.

-Venga Juggernaut, déjalo ya. Seguro que Jade solo está repitiendo lo que todos nos han dicho, que los jóvenes vienen aquí buscando intimidad. ¿Verdad Jade? Eso o tenía más talento para interpretar huellas que nadie que hubiera conocido, y Jade ya lo había sorprendido varias veces con sus habilidades exploradoras. Después negó con la cabeza ante los comentarios sobre Ryuusei, un día le mordería, probablemente el que entendiera lo que el grandullón decía de él. Bien ya habéis oído a Arianna, seguiremos las huellas. Voy a hablar con Risa y a darle instrucciones.

Se marchó un momento y dejó al mando al Capitán Risa anunciándole la ruta que iban a seguir y ordenándole que mandara exploradores por alrededor, nunca estaba de más tener precauciones. Tras eso volvió a reunirse con sus amigos.

-Busquemos a esa pareja. Jade, tus nos guías, si en algún momento el rastro de Arianna se desvía nos avisará. Miró a la maga para que le confirmara aquel punto. Juggernaut, alerta, vamos a intentar ser discretos, por si todavía algo en el valle no sabe que estamos aquí.

Fue el primero en seguir sus propios consejos y se ajustó la armadura y sus armas como si fuera a entrar en combate, nunca se sabía.

Arianna asintió en silencio al comentario de Dace. Si en algún momento detectaba que aquel aroma peculiar decrecía les informaría enseguida.

Escuchó las ordenes de Dace al resto de la compañía. Tenia madera para dirigir, le admiraba por ello.

Ryuusei husmeo las huellas que había estado estudiando Jade y memorizó rápidamente el olor que desprendían, lanzándose tras el rastro....

Jade no entendía que encontraban los otros tan divertido. Seguro que era uno de esos chistes que ella no pillaba. En cuanto le preguntaron como la sabía, se dispuso a mirar de nuevo las huellas y explicarles lo que veía.

- Es evidente, dijo con el tono de voz de siempre, luego los miró un rato y entendió que para ellos no lo era, así que siguió, si fuera gente mayor, se les notaría algún defecto en las pisadas. Por lo general a todos nos pasa con los años. Pero estas son bastantes regulares. Hay excepciones, si la persona tuvo algún accidente, pero si tienen un crecimiento normal, las huellas no muestran ningún defecto. Y puede que eran pareja porque son muy juntas. Las nuestras están separadas, porque no andamos pegados el uno a otro, pero etas, no. Y los jóvenes que andan juntos solo se alejan del resto del mundo para buscar intimidad. Pero seguro que os habéis dado cuenta, dijo al final quitando importancia a la explicación. Se encogió de hombros y siguió andando detrás de Ryuusei verificando si el gatito seguía las mismas huellas. Hablar tanto le había dejado la boca seca.

Juggernaut dió un codazo a Dace en el costado y le guiñó un ojo ante la peorata de Jade, mostrando a un tiempo una sonrisa enorme de satisfacción, gesto al que siguió otro, esta vez dedicado a Arianna, que era de suficiencia total cuando Ryuusei se lanzó en post del aroma de aquel rastro y que la maga había malinterpretado como aquel a cerezos que solo ella podía captar.

-Deberíais confiar más en los sentidos de este leopardo y no pensar que todo es sobrenatural en este mundo. Ale, sin perder el tiempo, todos tras él y Jade. Hip, hop, hip, hop -dijo lanzándose a un trote sostenido que hizo que sus músculos se tensaran como fibras de metal cobrizo y que eran una promesa de que podría mantener aquel ritmo durante horas si fuera preciso.

Su rostro ahora serio y circunspecto era un reflejo de la atención mostrada a todo el entorno. A posibles sorpresas, a cualquier rastro o a cualquier presencia, amenazadora o no. El gladiador se había puesto en marcha.
 

Los Halcones siguen las órdenes de Dace y se apostan alrededor de la zona por la que habéis llegado. Mientras tanto os disponéis a registrar la zona en busca de pistas.

Ryuusei se adelanta un poco siguiendo las órdenes de Arianna, olisqueando el suelo y arañándolo suavemente con sus garras. Enseguida se mezcla entre los arbustos y lo perdéis de vista.