Partida Rol por web

Lady Amisa te guía hasta unos cojines de terciopelo donde os acomodáis, tras lo que te ofrece una copa de vino.

No soporto la charla trivial en estas celebraciones. Es una hora demasiado avanzada para hablar con falsedad, no estás de acuerdo??

Acepto la copa de vino de sus manos, inclinando un poco la cabeza, a modo de agradecimiento y me pongo cómodo en los cojines.
En verdad, mi dama, que a mi tampoco me seducen los trivialismos, excepto aquellos que la buena educación exigen...
Doy un sorbo a mi copa, paladeando el vino...
Veo que os gusta ir al grano. Eso me gusta. Hablemos pues, sin falsedad y sin engaños. Permitídme que os lo pregunte, pero he hecho un largo viaje al aceptar ésta invitación y, aunque, el largo viaje se ve compensado con una tan agradable compañía como es la vuestra, no puedo evitar el cuestionarme el por qué de ésta invitación.
Y, mirándola a los ojos, esbozo una leve sonrisa, cálida y amigable...

Esa es una cuestión trivial mi querido amigo, lo importante es que ya te encuentras aquí. Pero dime ¿Qué consideras tú bueno y valioso?

Ante la pregunta, miro al horizonte con el ceño fruncido, tan solo un momento, para volver a clavar la mirada en mi interlocutora, ya serio. El honor. No hay nada más importante y valioso. Difícil de adquirir y muy fácil de perder. Es lo que nos diferencia de las bestias. Para mi no hay nada más importante, milady...

Tras unos segundos en los que cavila acerca de tu respuesta prosigue

¿Qué pasa con el amor a otra persona? ¿y la supervivencia? ¿Por qué precio comprometerías estas cosas?

Dejo la copa de vino cerca del alcance de mi mano, mientras medito una respuesta...
El amor y la supervivencia también son importantes, pero siempre supeditadas al honor. Sin honor no hay nada. Con honor, todas las posibilidades están abiertas. En cuanto al precio... Jamás aceptaría recibir algo por aquello en lo que creo. Puede que suene raro, pero consideraría un insulto que alguien me hiciese una propuesta en ese sentido...
Vuelvo a coger la copa, dándole un leve sorbo. Milady, habéis de reconocer que ésto parece más un interrogatorio que una conversación. Creo que sabéis mucho de mi, mas yo no se nada de vos. Contádme algo de vos, mi bella dama, ya que no se más que vuestro nombre... Lady Amisa...
Pronuncio su nombre como paladeándolo, mientras mi característica sonrisa, franca y abierta, aflora a mis labios.

Pues yo creo firmemente en que todo el mundo tiene un precio, mi buen Anton te sonríe seductoramente que te parece si comprobamos cuál de los dos tiene razón? dice mientras se alza elegantemente de los almohadones sin dejar de mirarte

Me levanto yo también de los almohadones, con gesto elegante y la copa en la mano y sonrío abiertamente.
No se por qué, pero creo que me intentáis poner a prueba. Estáis estudiándome y no conozco el motivo y, creo, tampoco me lo váis a decir...
Deposito la copa en una mesa cercana y me acerco a Lady Amisa, deteniéndome a escasos centímetros de ella y mis ojos clavados en los suyos.
Bien, juguemos, pero, ¿cuál será mi premio si resulta que, como bien digo, no conseguís que sucumba vustras negociaciones?
Y le dedico una sonrisa seductora...

Seguro que encontraré algo apropiado con lo que recompensarte... dice mientras te toma del brazo.

Ahora sígueme y descubramos quien tiene razón mi buen Anton.
Caminando cogida a tí te conduce por numerosos pasillos y corredores, bajando varias plantas hasta que llegáis a los sótanos del edificio

Me limito a dejarme conducir por el castillo, atento a todo lo que veo, para no perder detalle...

Al rato llegáis a una estancia oscura en los sótanos del castillo, la única luz proviene de una pequeña vela sobre una mesa que únicamente te permite ver algunas formas entre las tinieblas.

Una vez dentro Amisa se separa de tu brazo y se interna en las tinieblas de donde vuelve con un gato que pone en la mesa tras entregarte un mazo.
¿Te importaría golpear al gato? dice con el mismo tono seductor que ha empleado hasta ahora

Miro sorprendido a Lady Amisa. ¿Y para qué iba a hacerlo, milady?, ¿no os parece algo descabellado lo que me pedís?
Deposito el mazo en la mesa, sin golpear al gato, tras lo que me cruzo de brazos mirando a lady Amisa con gesto interrogativo...

Ya sabía que de entrada os negaríais...sino habría sido demasiado fácil, no? sin dejar de sonreirte pone un par de monedas de oro en la mesa junto al mazo y ahora, estás más abierto a nuevas experiencias?

Pongo los brazos en jarras y sonrío. Queréis que mate al gato. Pero he decidido no hacerlo. Asi que, milady, lamentándolo mucho declino vuestra oferta. No os molestéis en acumular más riquezas sobre esas monedas pues no aceptaré.
Y mantengo mi sonrisa...

No me menosprecies querido, si no quieres oro no dudes que tengo mejores presentes que ofrecerte dice mientras se te acerca lenta y sinuosamente.
Cuando sólo unos pocos centímetros os separan, chasquea los dedos y una bellísima criada, vestida con prendas de gasa casi transparentes de lo finas que son, entra en la sala.
Está adiestrada para el placer. dice mirándote a los ojos Puedes gozar de sus encantos para siempre....sólo tienes que golpear al gato te vuelve a sonreir

Sin perder la sonrisa, ante el juego que se desarrolla, conmigo como protagonista, meneo la cabeza en gesto de negación. No, milady, no hay presente que podáis ofrecerme para cambiar mi decisión...

Me estás torturando. te sonríe Nunca había encontrado a nadie que fuese un reto tan formidable. Te voy a hacer mi última oferta: he heredado hace poco un ducado en Austria. No me gusta el clima y planeo renunciar a él. Puedes quedarte con las tierras, el tesoro y el ducado. A cambio de un gato dice en tono seductor

Mi señora, esa es una oferta muy tentadora, pero soy muy feliz en mis tierras, que, además, es donde nací, crecí y me convertí en quien soy ahora. Y no deseo nada más.
Sonrío, mientras acaricio al gatito. Dejemos que éste gatito crezca, sano y fuerte y mate muchos ratones.
Le ofrezco galantemente el brazo. ¿Volvemos con los invitados, milady? Creo que nuestro pequeño juego ha llegado a su fin...

Lady Amisa se acerca a tí despacio como si fuera a tomarte del brazo de nuevo para subir. Sin embargo la escuchas surrurar Estúpido mortal¡¡ Para cuando te das cuenta de lo que pasa, te ha agarrado fuertemente los brazos inmovilizándote.

Mientras te conduce hacia un ataúd abierto al fondo de la sala escuchas como te dice notoriamente enfadada Tu pureza me disgusta. Tu respeto por otra vida te ha costado la tuya

Intentas resistirte mas la mujer es mucho más fuerte que lo que pensabas...tal es su fuerza que no logras librarte de su presa por mucho que lo intentas y terminas encerrado en el ataúd.

Una vez está sellado contigo dentro, notas como lo arrastran y lo dejan caer en un agujero. Tras unos segundos de incertidumbre escuhas como algo cae sobre la tapa y al reconocer a qué se debe comienzas a gritar... te están enterrando vivo

¡¡¡Maldición!!!, ¡¡¡Maldita mujer!!!
¡¡¡SOCORROOOOOOOOOOOOOOOO!!!,¡¡¡SOCORROOOOOOOOOOOO!!!
Grito hasta quedarme ronco, mientras, de forma histérica intento abrir el ataud, rasgándolo con las uñas, golpeándolo frenéticamente... Nada...
¡¡¡Mi espada!!! Maldita sea, aqui dentro no puedo desenvainarla. ¡¡¡Mi daga!!!
Desenvaino la daga e intento abrirme paso con ella hasta la libertad, con el corazón desbocado y mi alma en un puño...