Partida Rol por web

-Hablar esta muy bien, ¿pero sabes como hacerlo?
Hans no era capaz de controlar sus poderes, de hecho tampoco había notado nada fuera de lo normal.
Por otra parte la idea de robert no era mala, sin embargo una sola persona que pudiese cambiar su aspecto no les iba a ayudar en nada, tendrian que pensar en otra cosa.

Pensativo, le respondo a Hans.

-No lo sé. Será cuestión de probar. Pero pensé que debíamos tenerlo en cuenta, ya que sería imprudente en extremo que nos vean. ¿Ya saben que hemos sobrevivido, o el ataque era un ataque a ciegas, pensando sólo que éramos soldados de haadestadt? Eso es algo que debemos pensar. Si ya saben que estamos vivos, dudo que piensen bien de nosotros. Por la fuerza que han mandado, si ellos saben de lo que uno de nosotros es capaz, sabrían que dicha fuerza sería derrotada. Entonces, mi teoría es que ignoran que estamos aún...vivos. Y que Lothar ha pensado que este carruaje llevava...siervos o lo que sea, de Haardestadt. ¿Que piensan?

-Pienso que ya saben que estamos aquí, y que cuanto antes los matemos mejor.
Contesta Hans sin pensar.
-Es mejor contar con que piensan que estamos vivos, así no perderemos tanto tiempo organizando un ataque y no les daremos tiempo a reaccionar, si queremos preparar una infiltración creo que esto es lo mejor que podemos hacer.
Dice Hans señalandose a su capa.
-Aunque podemos dividirnos en grupos, quizas nos esperen a todos, si vamos en grupos de dos o de tres podriamos pasar inadvertidos.

-Ya sugerí yo en el castillo -dice Tudor con voz cansada, mientras limpia de sangre el filo de su espada- que era mejor que nos dividiéramos. Sin embargo ahora, después de esta emboscada, no me parece tan buena idea. Veréis: la idea de separarse era buena para no despertar sospechas, aunque desde luego nos hacía ser más vulnerables. Pero después del ataque que hemos sufrido me parece que ya no tenemos porque preocuparnos en ser sutiles: Giovanni lo sabe, sabe que sobrevivimos y también que vamos a por él. Pensadlo un momento: lo último que sabemos de él es que estaba en retirada, a la defensiva, expulsado de su castillo por las tropas de Hardestadt y dudando de la lealtad de sus amigos... no parece la mejor situación como para plantear el ataque "aleatorio" a siervos de Hardestadt que dice Robert... a mí me parece más bien un intento desesperado de ganar tiempo para poder defenderse mejor o huir...

"Si la cosa ya parecia dificil, ahora se nos complica mucho mas." Pense de brazos cruzados, mientras escuchaba silencioso lo que decian los demas. Que sinceramente, todos los planes me parecian igual de suicidas y peligrosos y yo no tenia ni valentia para decir tonterias, ni genialidad para ocurrirme algun plan brillante. Al final, despues de tanto pensar, me decante por hacer lo unico inteligente que se me ocurria, preguntar al mas sabio del grupo.

-Roderigo.- Dije dirigiendome a el aun desde mi posicion.- ¿Vos que pensais de la situacion?¿Deberiamos cambiar nuestro plan de infiltracion?

- Habríamos podido con estos desarrapados sin ayuda de poderes especiales ni pamplinas, aunque hubiéramos salido debilitados del enfrentamiento. Es probable que sólo estuvieran rondando los caminos para asaltar objetivos indefensos. Esta vez les ha salido mal, pero el árbol en el camino no se puede preparar unos minutos antes -comenta Grigore en voz alta, aunque era más un pensamiento que una observación para el grupo

-Ese es mi punto, Grigore. Que si Lothar supiera que hemos sobrevivido, contaría seguro con nuestros nuevos poderes. Eso es lo que me tiene en vilo.-agrego, pensativo nuevamente.

-Creo que solo nos estan probando.-Comenta Hans en voz baja-Siempre hay que sacrificar algunos peones para que puedan pasar las mejores piezas.-
Acto seguido mira al cielo nocturno esperando encontrar tranquilidad.
Pero en un suspiro baja la mirada dirigiendose a Grigore.
-Además les ha enviado alguien, uno de ellos lo dijo.

- Decidamos entonces qué hacemos ahora -dijo Grigore con seguridad- Necesitamos un plan. Un plan que pueda funcionar. Puede que nos hayan enviado esta chusma sólo para saber de qué somos capaces ahora. O puede que tuvieran unas órdenes más generales. En cualquier caso, ¿qué hacemos? ¿vamos a su guarida con la esperanza de que nos la abran amablemente y nos den cobijo y ayuda? ¿Alguien es tan inocente como para creer que eso puede funcionar? Además, luego quedaría cómo hacerles frente. Nosotros sólo estamos empezando a sentir el poder que nos infundieron a través de su sangre, pero ellos tienen mucho más y saben cómo utilizarlo. Nos descubrirán sin duda. En este grupo hay demasiado bocazas... -finaliza hoscamente.

-Mmm...creo que nuestra mejor esperanza es decir la verdad: que Haardestadt nos envía.-al ver las miradas de incredulidad y furia que comienza a ver en algunos rostros, completo la frase.

-Juguemos con su orgullo. Si les decimos que Haardestadt nos envió seguro que nos matarían, si es que son tan orgullosos como el mismo Haardestadt, se verán tentados a conservarnos solamente para llevarle la contra a él. Me parece una opción a tener en cuenta. Aunque...por otro lado, Roderigo correría peligro asi. Podemos decir que nos escapamos, dominando a Roderigo, sabiendo que Haardestadt habñia dicho que nuestros creadores nos matarían, pero irresistiblemente fuimos hacia ellos, porque no teníamos nadie mas en quién confiar. Asi justificaríamos el habernos ido.-digo suavemente, aun inseguro de mis palabras. No porque no las crea, sino porque no sabía como pensaban estos vampiros. Aunque tenía la seguridad que serían tan orgullosos al menos como Haardestadt.

- Seamos francos: Roderigo es un traidor consumado que sirve a su señor Hardestadt por encima de cualquier cosa debido al temor irracional que le profesa. Si no muere ante Hardestadt no dudará un segundo en traicionarnos ante su señor si se presenta la oportunidad de beneficiarse con eso. Y Hardestadt, si es mínimamente inteligente o tiene consejeros capaces, habrá mandado seguirnos, probablemente con rastreadores, para destruir o localizar a los "traidores" que siguen a Giovanni. ¿Sabes que nos siguen, verdad, Roderigo? O tal vez ni siquiera te lo han dicho, tal es el amor que te profesa tu amo. En cualquier caso estamos condenados a una guerra con *al menos* uno de los dos bandos -volvió a sentenciar Grigore, dándoselas de oráculo funesto.

-Opino que deberiamos ir a por ellos sin dudarlo, si no nos matan por un lado nos mataran por otro, además la otra esperanza que tenemos es huir y rezar para que ninguno de los dos nos encuentre lo cual dudo enormemente, ademas me gustaría resolver un par de cuentas con nuestro antiguo anfitrión.

Despues de haber sentenciado su opinion Hans espera a ver la de los demas y así decidir el destino del grupo.

Se escucha un ruido desde la carreta DAALEEE CUANTO MAS VAN A TARDAR!! ME ESTOY SECANDO COMO UNA PLANTA! Grita Irina.. Luego se baja del carruaje. Se van a subir o los subo yo?..Exclama con voz de enojada.

encuentras unas huellas que lleva al bosque

- Estupendo, directos a la condenación. Ah, no, que ya estábamos. Sigamos pues, compañeros, sigamos... -dice con cierta teatralidad.

-¿Sin haber planeado nada? Pues bien, como deseen.-agrego, y me subo al carruaje sin mas. Me parece una tontería, pero eran mas que yo al parecer los que deseaban arriesgarse.

Esperad!! ¿A alguien se le ocurre pensar antes de actuar?. Mirad aquí, he encontrado unas huellas que se dirijen al bosque, si en vez de discutir y perder el tiempo en charla inútiles nos dedicamos a lo que en realidad importa -dice Mihaela un poco harta de la situación-.
¿Alguien quiere investigar esta pista? -dice con tono sarcástico-.

-Excelentes ojos, Mihaela, y bien pensado.-digo, exultante porque haya alguien pensante, bajando del carruaje.

-Yo te seguiré, si tu puedes guiarme. Quizás esta habilidad mía nos venga bien mas adelante.-le digo.

Yo creo poder ayudar, Micaela vamos en carreta. Al menos si pasa algo tendremos la oportunidad de huir. Exclama la mujer.

Tudor alza la cabeza al oir la propuesta de Irina.

-¿¿Vais a seguir un rastro de huellas en el suelo desde lo alto de una carreta?? ¿¿Un rastro de huellas que se internan en el bosque, y queréis meteros en él con una carreta?? -Escupe en el suelo.- Por todos los diablos, chiquilla, no creo que ésa sea la idea más sensata que hayas tenido en tu vida. O en tu no-vida.

Luego se dirige a Mihaela.

-Cuenta conmigo para seguir ese rastro. Cuanta más información dispongamos sobre nuestros enemigos, antes de presentarnos como regalitos con lazo en la puerta de sus guaridas, mejor.