Partida Rol por web

Caminando con los más rezagados, Lia se aclaró la voz y añadió luego, aparte.

-Imagino que esto está siendo complicado para vosotros. Averiguaremos por qué estáis aquí... Y si ocurre algo, os protegeremos. Quizás no estáis tan a salvo como en vuestras casas, pero tampoco es el apocalipsis-hablaba relajada, para ambos. Intentaba aportar algo de calma a la confusión, Dios sabe qué estaría pasando por sus mentes en aquél momento-En las cuevas puede que encontremos a una conocida que sabrá mejor que nosotros qué ocurre. Si no está allí, seguiremos buscando...-se encogió de hombros. Luego los miró a ambo con sus ojos verdes, dirigiéndoles una mirada cómplice.

-No tenéis porqué haceros amigos nuestros. Pero será más llevadero si al menos no hay mal ambiente-les comentó, intentando quitarles tensiones. Recordó los primeros días en el castillo con todos aquellos desconocidos. Si no fue fácil entonces, menos lo estaría siendo para ellos.

Mientras el grupo caminaba tranquilamente algunos se percatan de unos pequeños sonidos, casi imperceptibles, tal vez un presentimiento, una sensación que les hace mirar hacia un lado determinado, en un primer momento no parece que haya nada, pero pronto tras asegurarse se dan cuenta de que están siendo vigilados que según caminan les siguen, una manada una manada de lobos que por el momento parece mantener la distancia con ellos, no parecen especialmente agresivos, simplemente parece que les miran y observan

- ¿Mal ambiente? - Preguntó con una sonrisilla socarrona - ¿En serio? Joder, no se porqué iba a haber mal ambiente si esto es una puta excursión por el bosque. Cuando lleguemos a esas cuevas podemos hacer una hoguera con los árboles que reviente tu colega el rubiales, tostar malvaviscos que nos traiga el japo y cantar canciones sobre lo felices que somos todos todos y lo helados que tenemos los huevos... ¿Alguno tenéis el poder de invocar paquetes de tabaco? Eso si que me haría feliz...  - Se rió amargamente y sacudió la cabeza. - De todas formas tampoco es que fuera a estar mejor en mi casa... - Escupió al suelo helado y se arrebujó un poco mas en la fina camisa.

- Lo siento... ¿Lia? - Preguntó, aunque recordaba perfectamente como la habían llamado los otros - Lo siento, pero mira, no me fío de vosotros. De ninguno. Ni de los que sois de la chupipandi de Hogwarts ni del resto de pringaos que andamos por aquí sin pillarle la gracia a la puta broma que todos compartís. No te lo tomes a mal, pareces una tía muy legal, joder, estás perdiendo el tiempo aquí con la chavala esta y conmigo cuando podrías estar con tus colegas. Y fijo que no tenéis la culpa de esta mierda, claro, se os ve que estáis tan hasta el cuello como los demás. ¡Qué cojones! Si la mitad de las chorradas que ha dicho tu colega el japo son verdad, estáis mucho peor que nosotros...

- Es solo que... ¿sabes? Es la primera vez que veo la nieve. - Confesó, apartando la mirada a un lado, incómodo - Claro que también es la primera vez que veo a alguien reventar un árbol con las manos. - Bufó - O la primera vez que le cuento mierdas a una chavala que no conozco de nada... Supongo que es soltar la lengua o los esfínteres... aunque no se qué es peor.

Mientras caminas miras hacia atras, todo parece realmente tranquilo y nadie diria que hay alguien siguiendo al grupo

El chico pareció soltar todo lo que había callado desde que se despertaron. Lo miró algo sorprendida durante todo el monólogo hasta que pareció haber terminado. Entonces sonrió y se permitió palmearle el hombro una vez, lo justo para que fuera un gesto amable pero sin invadir su espacio vital.

-Sienta mejor soltarlo, ¿eh?-preguntó retóricamente. Luego miró al resto de compañeros y sonrió de lado-No creas que es tan chupiguay. De hecho no todos somos amigos en el grupo. Simplemente ahora nos toca apechugar con lo que nos ha tocado-se colocó un mechón de cabello tras la oreja-Y a vosotros os ha tocado igual, o peor. Y tenéis derecho a estar confusos, o asustados. Pero intentaremos que ésto no empeore, o al menos yo procuraré que así sea-les sonrió. Quizás les podía prometer toda la protección que sus habilidades pudiese proporcionar, pero ¿realmente aquello los tranquilizaría?-Posiblemente es cierto que si estáis aquí es posible que sea por algo. Hasta que lo descubramos, mejor permanecer juntos. Luego si queréis iros, es posible que tengáis la opción...aunque ignoro si realmente habrá un camino de vuelta-y aquello iba por todos. Al aceptar aquel viaje al futuro había tenido que renunciar a toda una vida y una familia en Venecia. Fue algo doloroso, pero no venía al cuento. Menos en aquella situación.

Suspiró mirando hacia atrás, con el control rutinario de vigilar sus espaldas. Luego volvió a sonreír ampliamente, como si no le costara nada.
-Y sí, llamadme Lia. ¿Tu eras...Angelica?-preguntó a la pelirroja, luego se giró al chico-¿Puedo saber como te llamas, o empiezo a repartir motes como Nyara?-preguntó con voz cantarina. Luego miró la ropa del chico-Esperemos llegar pronto, puede que sea tu primera vez en la nieve, pero así aguantarás poco tiempo-sonrió menos entusiasta. Imagino que no tendremos problemas para hacer un fuego. Kurt irá a buscar la leña por bruto.

Espero por todo lo que existe que esas cuevas sean como la cueva del yuyu eterno y que el chino,la pelirroja, la pavisosa, el Machos, el Pelos y la niña envejecida sirvan para algo y Beni los haya traído hasta aquí por eso...

Este es el plan: llegamos a las cuevas, probamos si el chino tiene una revelación, cuando lleguen los demás nosotras aprovechamos y nos largamos sin decir esta boca es mía hacia el castillo... va a ser duro de narices y tan largo como un día sin pan porque no tenemos, pero que vayamos nosotras es más coherente ¿no? Para algo estamos en sintonía todo el tiempo, imagina organizarse con gente como ellos.

O peor.

Imagina poder organizarte mentalmente con gente como ellos.

Me poto toda. No. Vamos a ir al Castillo... aunque no sé en qué va a ayudarnos eso para saber qué tenemos bloqueado en el coco ni qué se supone que somos.

Mientras caminamos, de cuando en cuando echo un vistazo alrededor, hasta que unos sonidos en la espesura llaman mi atención. Nervioso, observo con más detenimiento, hasta descubrir formas que se desplazan acechando a una distancia aún prudencial. No están tan cerca como para ponerse alerta, y podría ser algo tan inocente como que quieran asegurarse de que no somos un peligro para ellos, pero más vale prevenir.

Makoto, mira allí. -Le indico con la mirada, percatándome de que está mas pendiente a otras cuestiones. Si esto va a más, aquellos que contamos con recursos extra tendremos que ocuparnos de proteger a los demás. Y yo no puedo proteger a Liz al mismo tiempo que cargo con ella- Katarzyna, los has visto, ¿verdad? -Le digo a la chica polaca, quien parece estar mirando en esa dirección- Probablemente no de acerquen, pero si lo hacen... necesito que alguien cuide de Elizabeth. -Dejo claro con ello que tengo toda la intención de hacer frente a esos animales, aunque probablemente estos chicos aún no comprendan cómo. Prefiero revelar eso más adelante, si es posible- ¿Puedo contar contigo para eso?

Mientras espero la respuesta, me giro para ver la cola de la expedición, donde Giulia parece cerrar la marcha. Levanto la cabeza y le hago un gesto desde lejos, señalando a los lobos. Parece que ya los ha visto, pero prefiero advertirla igualmente por si acaso.

-Bueno, no creo que el "Ted" de verdad sea tán simpático. En el mundo del celuloide, los peces gordos suelen ser todo unos cretinos, créeme...

Siguió caminando en silencio algunos pasos más.

-Por cierto, ¿como es eso de flotar? No me vengáis a decir que es cosa de algún truco con cables porque me gano la vida con ese tipo de cosas y lo que habéis hecho antes no era ningún truco, ¿me equivoco?

-Oh, lo de flotar... ehm... supongo que lo de decirte que soy La Madre Teresa no explica nada ¿hm?- le miró de soslayo.

-Kya, empieza tú y yo tomo el relevo.

-Vale, Nya, a Todo; pero tened cuidado, hay lobos cerca, los oigo -dijo mientras pensaba en como iba a afrontar todo lo que tenía que decir- pero puede que Beni lo explicara mejor.

Inspiró profundamente mientras caminaba- nosotros, los del castillo, tenemos habilidades, muy diferentes unas de otras, yo puedo hacer levitar o flotar a la gente, y Kurt... bueno, por algo es manzanito -dijo sonriente- pero no tenemos ni idea de que hacéis aquí, puede que Beni os trajera porque, antes o después, hubiérais sido reclutados. No sé.

-Que estilazo...- pasó una mano por los rizos y miró los copos de nieve- somos una especie de cuerpo secreto de la ONU- recordaba parte de la conversación en el helicóptero- o algo así... el caso es que nosotros, el grupo que ya se conocía, mi hermana, la italiana... el Penas y la Otra, los Dorama... ellos son personas normales, como cualquier otro. Hasta hace cinco días cada uno tenía su vida ¿me sigues?- miró al chino muy seria- Kurt tocaba música, mi hermana era peluquera, yo era modelo... pero nos encontraron porque teníamos latentes algunas habilidades.

Negó con la cabeza.

-El caso es que mientras estábamos en el Castillo... llegaron los Dorama en un helicóptero- apretó los labios y se abrazó a sí misma, tocándose los codos con las manos del brazo contrario- Makoto no tenía brazo  y estaba tan lleno de sangre todo...- sacudió la cabeza- después supimos que nuestro propio Castillo no era un lugar seguro y se estaban preparando. Nosotros podíamos quedarnos a ayudarlos o venir aquí, a vete tú a saber cuando.- miró a otro lado esperando encontrarse con los lobos rondándoles, quizá fuesen cosa del jefe de seguridad si es que estaba vivo en algún lado.

-Vosotros no deberíais estar aquí si sois... normales. Y si no lo sois estamos jodidos porque no sabéis y nosotros tampoco. Por mucho que el resto se hagan los machotes.

Volvió a mirar a Mike, esperando su reacción casi con miedo.

Se tomó algunos segundos antes de contestar, solapando el el labio inferior sobre el labio superior y mirando hacia el cielo, expresión que solía adoptar cuando intentaba ordenar sus pensamientos.

-Veamos si lo he entendido... vosotros sois algún tipo de fuerza de la ONU... desde hace cinco días, puesto que a vosotros también os trajeron aquí sin pediros permiso...Lo de los castillos no acabo de comprenderlo, pero vaya... También resulta que los que ya estabais por aquí tenéis "poderes" y los nuevos o bien tenemos de esos poderes sin saberlo o... no deberíamos estar aquí...Y al rededor  puede ser que haya algo que llamáis "lobos" y que espero que no sea lo mismo a lo que yo llamo "lobo"... ¿ Me dejo algo?

-No, no, a nosotras vinieron a buscarnos a casa y nos dieron la opción de volver a nuestra vida anterior y todo -dijo sonriente mientras sonreía al chino.

-Hombre, no se a que llamas tu "lobo"; pero no me refiero al extraterrestre heavy de DC, no, los animales, caninos, qye van en manadas y se comen el ganado porque nadie cree al pastorcillo mentiroso, de esos lobos hablo.

-Y no son poderes... son naturalezas, poderes es como muy de cómic, esto es más rollo Sobrenatural, demonios, dioses, seres mitológicos... al tener la naturaleza de uno de esos seres tomas parte de sus habilidades o todas- miró a su hermana y frunció los labios, preocupada.
 

Menos nosotras. Que de pequeñas nos daban dos. ¿Cómo narices se supone que vamos a saber qué somos además de lo que ya sabemos?

Y Ryara... ahora que estamos aquí no sé cómo vamos a saber cosas.

-sh... los lobos son territoriales... mientras no invadamos su espacion ni los hagamos sentir amenazados estaremos bien...- digo en la voz mas suave y tranquila que me es posible